La escuela isleña de la ciudad
La historia dice que la primera escuela ubicada en una isla, considerada por esa condición inasible para las normativas como “rural”, fue la Escuela Mateo Booz de “La Vuelta del Paraguayo”. Su pertenencia al barrio viene desde el comienzo mismo de la ocupación de la islita cuando en la segunda década del siglo pasado comenzaron a llegar a nado, a vela o a remo, los muchachos del Club Regatas. Ellos terminaron por conformar en el albardón del riacho artificial que evitó la famosa “curva” del arroyo su Agrupación, y con ella, la sensibilidad de promover una escuelita para los hijos de los pescadores que vivían en sus ranchos costeros sobre el acceso a Alto Verde, sobre las orillas del riacho que llevaba entonces hasta el arroyo Colastiné.
Por ello, al comienzo del funcionamiento de la escuela en dependencias de la Agrupación, tanto los alumnos como las maestras llegaban en canoa. Recién para el inicio de la década 1960 con la construcción de “puente palito” a Alto Verde que cruzó sobre el riacho se vinculó físicamente “La Vuelta del Paraguayo” con la ruta a Rincón y Colastiné, y de allí con el Puente Colgante hacia la ciudad. Allí el sendero detrás de los ranchos que daban a la orilla se transformó en el único camino que llegaba hasta la Agrupación y la escuelita. Sin embargo, las chichas y chicos aguas arriba del riacho seguían llegando a la escuela en canoa, tal como pasaba incluso para la década del 2020.
Como toda escuela inmersa en un espacio fuera de espacios urbanizados, la matrícula siempre cambia, pero según datos publicados en una nota por el diario Uno Santa Fe en 2015, en base a los dichos de los directivos, se mantiene entre los 35 y 40 alumnos por año. La Escuela Nº 1138 tenía por entonces los niveles inicial y primario, con gados reducidos y docentes que daban clases a más de un alumno de distinto grado, tal como cualquier escuela rural. Destacaba aquella nota que el cuerpo docente estaba formado por cuatro maestras de grado, incluidas la de nivel inicial, educación física e inglés. (Uno Santa Fe – 7/12/2015)
Como se abordó en “Santa Fe mi Barrio” en el apartado de los clubes sobre la historia de la “Agrupación Vuelta del Paraguayo”, en esta entidad comenzó a funcionar el comedor de la escuela, hasta que pudo trasladarse a un local propio.
Vale mencionar entonces que en otra nota del mismo medio, pero de 2010, se detallaba en una recorrida por la Agrupación la vinculación con la escuelita. Entre esos datos se mencionaba que el origen de la Mateo Booz de “La Vuelta del Paraguayo”, tuvo una decidida participación de la institución: “Para la construcción del edificio escolar, funcionarios del gobierno provincial exigían un terreno propio. El espacio, lindante al de la Agrupación, fue donado por Juan Aicardi, en 1944. Finalmente se hicieron gestiones ante el Ministerio de Educación y, en agosto de 1946, comienza a funcionar la escuela. Dada las características de la zona, la escuela necesitaba un comedor escolar, que funciona en la sede de la Agrupación hasta 1976. A partir de allí pasó al predio de la escuela –que recibe el nombre de Mateo Booz–. ‘Hasta ese momento directivos de la Agrupación formaban parte de la cooperadora de la escuela, como así también un Consejo Asesor Escolar, integrado por algunas esposas de socios de la agrupación, ellas realizaban pequeños eventos con fines recaudatorios para proveer de elementos escolares e indumentaria para los alumnos’, comentaron desde la entidad social”. (UNO Santa Fe – 3/10/2010)
Afectada por las grandes crecidas, como todo el barrio de “La Vuelta del Paraguayo”, una vez que las aguas bajan, igual que sus alumnos costeros y sus familias, regresan a las aulas, para esperar que, por el camino de arena, o por el riacho, estribe en la orilla la Educación Pública en la “ranchada” de la Escuela Mateo Booz.
Por otra parte, en diciembre del año 2015 se inauguró la biblioteca de la escuela, la cual cuenta con libros, juegos de mesa e instrumentos musicales. “Es muy importante esta biblioteca porque no teníamos casi nada de libros y ahora hay una cantidad enorme, además de los juegos. La idea del año que viene es sistematizarla para que sirva de préstamo durante el recreo, como material de estudio en el aula y también para que se puedan llevar a la casa. Tendremos que armar un proyecto, ver quién nos puede ayudar a encaminarla porque bibliotecaria no tenemos, pero entre nosotras la pondremos en marcha”, mencionó la por entonces directora de la escuela, Rut Cudde al diario UNO Santa Fe. (UNO Santa Fe – 7/12/2015)
La docente y directora en 2015 daba otros detalles al medio sobre los chicos y su condición: “Es un desafío día a día ir al barrio y trabajar con estos chicos. Ellos dentro de la escuela están muy contenidos, las docentes son espectaculares y los contienen, siempre hay una buena actitud para ver qué necesitan, son muy buenos y da gusto trabajar con ellos, pero es difícil y duele la situación en la que están. Cuando hacemos las visitas domiciliarias es muy triste lo que vemos, pero en la escuela tratamos de darles todo lo que podemos y sobre todo que aprendan, que sean alguien el día de mañana y puedan cambiar la realidad que hoy tienen”.
Mucho tiempo debió pasar para que la oferta educativa de la Mateo Booz se ampliara a los jóvenes del lugar, dado que a los que quisieran cursar el nivel Medio, o secundario, debían trasladarse lejos del lugar. Fue por iniciativa de las entidades civiles del barrio, del Proyecto Revuelta con un papel gravitante, que en el año 2019 se inauguró el Bachillerato Popular «La Vuelta del Paraguayo», Escuela N° 3.190, la primera institución de la ciudad con características de gestión social.
Proyecto Revuelta
Al otro lado del Riacho Santa Fe, frente a Ciudad Universitaria, el Proyecto Revuelta construye una propuesta colectiva de transformación social. Si miramos más allá de la ruta y si esquivamos la zona de boliches instalada hace sólo algunos años, si sorteamos el río, si cruzamos el puente de Alto Verde y tomamos a la izquierda, si somos capaces de ver más allá de lo conocido, nos encontramos con La Vuelta del Paraguayo. Frente a la casa de estudios, al saber académico, se emplaza un barrio con historia, con personas que buscan crear y transformar, que crean y circulan saberes, que trabajan desde lo colectivo.
En la Vuelta del Paraguayo nació hacia el año 2005 una organización, un proyecto, una idea: un grupo de estudiantes de la facultad se propuso “generar un espacio de trabajo social y político”, como cuenta la Revista “Basta de Vueltas” N° 1 (junio de 2014).
El Proyecto Revuelta se autodefine como una organización colectiva, social y política, que realiza una lectura crítica de la realidad y una propuesta colectiva de acción para la transformación social, como sostiene su sitio web. Lo colectivo es central en la organización de este proyecto, ya que se basa en los principios de horizontalidad y autonomía política y económica.
Por otro lado, Revuelta es una organización territorial. El Territorio es entendido “como el lugar de significación y creación de nuevas relaciones sociales”. Así, “En La Vuelta del Paraguayo – barrio en donde llevamos adelante nuestro trabajo territorial -, Territorio Nuevo es un proyecto de construcción permanente, que implica tejer otras relaciones sociales antagónicas al sistema capitalista, otra forma de producción, de pensar la educación, el arte, la comunicación, la salud. Un territorio que se piensa así mismo y se proyecta al futuro, donde quienes lo habitan son los protagonistas de la transformación” (Nosotrxs – Proyecto Revuelta).
Revuelta propone tres ejes de trabajo: educación, producción y talleres artísticos.
El Bachillerato Popular – Escuela de Gestión Social
El primer eje es Educación, entendida como praxis, reflexión y acción de hombres y mujeres por transformarla, es una práctica en libertad, anclada en la corriente pedagógica de la educación popular. Si bien dentro de este eje se destaca el Bachillerato Popular y Escuela de Gestión Social, la labor en materia educativa de Revuelta comenzó mucho tiempo antes. Ya en sus comienzos, hacia el año 2005, el Proyecto desarrolló clases de apoyo a niños y niñas del barrio. Luego continuaron con un programa de alfabetización con el método cubano “Yo sí puedo” en el 2013. Este método fue creado por la pedagoga cubana Leonela Relys hacia principios del siglo XXI y consiste en una serie de clases audiovisuales y materiales didácticos de alfabetización.
Dentro de este eje de trabajo, el Proyecto ha desarrollado el Bachillerato Popular, “como una necesidad del territorio, de que exista un espacio educativo que responda a los intereses del barrio”.
De acuerdo con el proyecto educativo del Bachillerato Popular, este tipo de alternativa educativa apunta a la conformación integral de sus actores/as a partir de la participación colectiva y surgieron como una respuesta a la crisis educativa derivada de las políticas neoliberales de la década de 1990.
De este modo, la Educación se entiende como “La educación, entonces, es entendida y practicada como un intercambio, un mutuo aprendizaje y una metamorfosis educativo-cultural por parte de los sectores subalternos que fortalecen, a través de la educación, su autonomía.” (Proyecto Educativo Bachillerato Popular, 2016).
Este proyecto surge hacia 2014 como una respuesta ante la falta de acceso a la educación para unas sesenta personas residentes de La Vuelta del Paraguayo, entre las cuales se encontraban treinta y tres personas de entre 16 a 30 años de edad y veintisiete personas de entre 30 y 50 años de edad.
La propuesta educativa se desarrolla en un ciclo de cursado anual de tres años, con tres horas por día de lunes a viernes en horario nocturno, de 18 a 21 horas. Las áreas de conocimiento del Bachillerato Popular – Escuela de Gestión Social son Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Comunicación y Espacio de Tutorías.
Este último resulta novedoso, en tanto propone un espacio de tutorías de construcción colectiva entre educadores y educandos/as: “Se trata de responder a una ética de la habilitación de la oportunidad, como diría Diker, disponer del tiempo, el espacio y el acompañamiento atento para intentar desde nuestras acciones –que son políticas y que responden a una ética-, aprovechar “ocasiones”, aquello que se nos presenta en el camino, y que exige del arte del actuar justo. A la ocasión bien aprovechada y usada también se la conoce como oportunidad”.
Además, el Bachillerato realiza asambleas mensuales en las que circula la palabra entre estudiantes y docentes (Bachillerato Popular – Proyecto Revuelta).
El Bachi Revuelto comenzó a funcionar en 2015 en un aula de la parroquia del barrio y recién en octubre de ese año se trasladó al espacio propio del Proyecto, la Casa de los Talleres. Sin embargo, el Bachi ha tenido que enfrentar las crecidas del río en varias oportunidades, como en el 2016 cuando debió trasladarse a una casilla armada por los vecinos sobre la ruta 168. (Pausa, 07/06/2016)
Cinco años después de un recorrido extraoficial pero no por ello menos valioso, el Bachillerato Popular de La Vuelta fue reconocido oficialmente por el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe.
El paso previo o la victoria colectiva como le llaman los que participan del Bachi había ocurrido en 2017 cuando, luego de varios reclamos y movilizaciones, el Ministerio de Educación avaló el otorgamiento de títulos para la Escuela de Gestión Social de La Vuelta.
En ese mismo año se graduaron los primeros cinco estudiantes, que habían comenzado sus estudios en 2015, cuando el Bachi abrió sus puertas (Pausa, 30/12/2017).
El Pausa recuperaba en ese momento los testimonios de los primeros graduados de la Escuela de Gestión Social. Por un lado, Graciela comentaba: “Desde el primer momento me gustó la idea porque tenía muchas ganas de hacer la secundaria y no había tenido la oportunidad. Me gusta el compañerismo, eso familiar que tiene, estar con gente que te entiende, que te comprende, que te explica una y mil veces si no entendés algo”.
Por su parte, Luis o “Luncha” sostenía: “Tuve la oportunidad de entrar para sacarme la duda, porque yo lo veía desde afuera y me reía, pensaba que eran unos boludos que no entendían nada. Fue re lindo entrar y encontrar que no era nada que ver a lo que yo pensaba. Fui a un EMPA, pero nada que ver a esto, ahí no me podía expresar libremente. Es una re alegría que pronto voy a tener el título en mis manos”. Por último, “Chuno” o María Teresa finalizaba: “Cuando empezamos a andar los días, los meses, y hoy en tercer año, me doy cuenta que el Bachi encierra no sólo el estudio sino también la paciencia y el amor que nos brindaron los profes durante estos tres años” (Pausa, 12/11/2017).
La noticia publicada por Revuelta con motivo de la oficialización de la Escuela comenzaba de la siguiente manera: “Contará la historia que un 4 de Octubre de 2019 el Bachillerato Popular «La Vuelta del Paraguayo» fue reconocido oficialmente (…) Fue en 2014 que comenzamos los diálogos en la Regional IV del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe para efectuar la apertura (¡porque la abrimos igual!) de nuestra escuela. A partir de allí, un largo recorrido (…) Hoy, a 5 años de disputas y negociaciones para forzar la voluntad política ministerial podemos decir que La Vuelta del Paraguayo tiene su primera escuela secundaria oficial en su historia. También, podemos decir que la ciudad de Santa Fe tiene su primera escuela de Gestión Social reconocida oficialmente. (…) Hoy, 4 de octubre de 2019 es un día histórico, un triunfo histórico, un acontecimiento político rebelde y esperanzador que vino para quedarse.Somos el Bachillerato Popular «La Vuelta del Paraguayo», Escuela N° 3190, la primera de Gestión Privada con características de Gestión Social de la ciudad de Santa Fe” (¡Oficiales! – Proyecto Revuelta, 04/10/2019).
El Bachi Popular de Proyecto Revuelta, la Escuela N° 3190 “Bachillerato Popular La Vuelta del Paraguayo” abre sus puertas todos los años, ofrece oportunidades para quienes el Estado parece no dar respuestas, construye desde lo colectivo, desde lo popular, desde el territorio, desde el barrio. Ha superado las trabas institucionales y las dificultades derivadas de la crecida, de la falta de recursos, de la falta de respuestas, del abandono. La respuesta de Revuelta es siempre lo colectivo y lo barrial, la solidaridad y la horizontalidad.
El Territorio Nuevo
El eje de Producción tiene que ver con formas autogestivas de organización del trabajo, de pensar el Territorio Nuevo a partir de qué, cómo y para qué se produce.
Dentro de este eje se destaca la producción comunitaria de bloques de hormigón, en el que un porcentaje de lo que se producía se destinaba a la construcción de la planta baja del Centro Cultural Casa de Los Talleres y el resto se distribuía entre quienes trabajaban en la producción.
De este modo, de acuerdo con el proyecto redactado por Revuelta, “La Producción Comunitaria de Bloques de Hormigón es la propuesta para ir mejorando las viviendas, tanto para quienes no tienen construcción de material como para aquellos que sí tienen y necesitan hacer modificaciones, en vistas de cambiar las condiciones materiales para la convivencia con el río, por una vida digna” (Producción Comunitaria Bloques de Hormigón – Proyecto Revuelta).
Otra iniciativa de Revuelta dentro del eje productivo es la construcción de huertas comunitarias, de emprendimientos productivos destinados a satisfacer las necesidades básicas con lo producido. El Grupo de Trabajo Emproductivos, encargado de las huertas familiares y comunitarias del Proyecto Revuelta, elaboró un Manual ReHuerta para las familias del barrio, en el cual aconsejan sobre riego, cuidado del sol, producción de tierra fértil, sembrado.
Periódicas recuperaba en 2021 testimonios de las mujeres y disidencias que trabajan en la huerta comunitaria del Proyecto Revuelta en La Vuelta del Paraguayo. La iniciativa es llevada adelante por vecinas, docentes del Bachi Popular y miembros del Proyecto.
Mercedes, trabajadora de la huerta comunitaria comentaba que este espacio “está dirigido a todas las mujeres del barrio”. Chuno, por su parte, sostenía que “tener una propia huerta y que se conozca el trabajo que hacen las mujeres, que es un trabajo que se hace con amor y con gusto, es bueno que se reconozca todo eso”.
Sobre el origen de la huerta comunitaria de mujeres, Anahí y Graciela comentaban que surgió en época de pandemia, a partir del Espacio de Mujeres del Proyecto Revuelta, como una iniciativa para que las mujeres del barrio se acerquen a la organización y a la producción comunitaria. Además de la división de lo cosechado entre las mujeres que trabajan en la huerta, el proyecto busca compartir el conocimiento sobre las plantas y su cuidado (Periódicas, 13/10/2021).
Centro Cultural Casa de los Talleres
El último eje de trabajo son los Talleres Artísticos, que buscan promover espacios de problematización de la realidad a través de las expresiones artísticas y/o culturales colectivas. Dentro de este eje se destaca el Centro Cultural Casa de los Talleres.
Los talleres fueron la primera propuesta pedagógica de Revuelta. Comenzaron en la capilla del barrio hacia mediados de 2005 con talleres de artesanía, música, apoyo escolar y manualidades. A estas primeras experiencias se fueron sumando otras, como el taller de circo y teatro, la constitución de una murga, entre otros. La construcción de la Casa de Los Talleres comenzó en 2011, a partir de “La necesidad de un espacio propio, pero común del barrio, donde poder desarrollar las propuestas culturales y artísticas” (Casa Cultural y Comunitaria – Proyecto Revuelta).
Sitio Web Proyecto Revuelta: http://www.proyectorevuelta.com/