La historia de «El Pozo» de Santa Fe

La historia de “El Pozo”

AEREA EL POZO - GOOGLE EARTH

El barrio insular de El Pozo ocupa un lugar originalmente de anegadizos y arroyos de derivación de la laguna Setúbal en su desembocadura. Con una geografía cambiada a partir de la intervención del hombre, todo el sector pasó por una serie de metamorfosis en relación con su ubicación entre la ciudad, La Guardia de López, Colastiné y San José del Rincón.

De este modo, más allá del curso de agua del riacho Santa Fe, las vías férreas y los caminos por los arenales hasta conformar la Autovía a Paraná de la Ruta Nacional N° 168, este espacio anegable incrementó su superficie ocupada en distintas etapas, la más importante entre los ’70 y los ’80 con el refulado de lo que finalmente se transformó en la Ciudad Universitaria de la UNL y el Parque Tecnológico, más el propiamente dicho complejo habitacional “El Pozo”.

Los límites del barrio, según la jurisdicción vecinal, establece en realidad que sus fronteras están establecidas por la propia laguna al norte y el oeste, por la Ruta Nacional N° 168 al sur y el riacho que la separa de La Guardia al este, en la conocida “Bajada Distéfano”.

Desandar la historia de este paraje requiere entonces fondear los recuerdos en la memoria de los navegantes del riacho Santa Fe, para dar cuenta de cómo este lugar era un rancherío en la parte norte del albardón de arroyo, siempre condicionado por las crecientes.

En “Puerto Perdido”, Marta Rodil entrevistó a don Viñas que refería en su viaje desde la Rinconada, en el arroyo Ubajay, hasta los puertos de fruta del sur de la ciudad en arroyo Quillá, su paso por el riacho y el recuerdo de lo que era entonces, allá en las primeras décadas del siglo XX el paraje El Pozo. Rememoraba Viñas sobre el boliche de un tal Moreno que estaba justo en el lugar: “Eso era el paraje denominado barrio El Pozo de ahora que está en lo que antes se denominaba El Saladillo. El Pozo de antes era un lugar, en ese entonces un lugar de mal vivir, donde había casas de mujeres, casas públicas, y también casas de familia. Estaba rodeado de terraplenes y defensas. De noche, uno miraba par abajo (por eso lo de Pozo) y se vía todo lleno de lucecitas y de música”.

Y continuaba el navegante costero: “Era un lugar alegre, con bolichos (por boliches) y mujeres de mal vivir. Claro que por noche siempre había uno o dos muertos (seguro que por chuchillos)”. También agregaba que “…en El Pozo se vivía de las mujeres, que las hacían trabajar. Y otros hacían changas en el puerto de Santa Fe, en la carga y descarga de vagones que llevaban y traían del puerto (era el año veintiocho, veintinueve), pero ahora todo eso desapareció. Quedaba, para que usted se dé una idea, desde donde está el balneario de Rizzi hasta el Puente Colgante que en ese tiempo se iba construyendo. El Pozo estaba como ser… ¿viniendo de Santa Fe para La Guardia?, en la orilla izquierda del riacho o sea la orilla norte. Y la orilla derecha, o sur, se la llamaba La Vuelta del Paraguayo…”.

Con respecto a la hondonada encerrada entre los terraplenes don Viñas decía que “En El Pozo habían tirado mucha piedra y plantado sauces para fijar el terraplén. Todavía hay algo de eso por allá, por ese asfalto que queda de la curva del camino viejo. ¿Se acuerda que antes del puente nuevo (por el Viaducto Oroño) se hacía una curva bien cerca del río?, bueno ahí”. («Puerto Perdido» – Marta Rodil – Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral, 1994)

EL POZO 2024
EL POZO 2024
EL POZO 2024
EL POZO 2024
EL POZO 2024

Sobre la base de esta descripción, junto con antiguos planos, fotografías y otros documentos y testimonios se puede inferir el desarrollo de este sector de la ciudad de Santa Fe.

EL POZO SATELITAL 2024 - GOOGLE EARTH
PLANO 1935

El Pozo, un pasado entre terraplenes

Antes del traslado de la ciudad de Santa Fe desde la vieja ciudad a la nueva la zona de El Pozo era tan solo el espacio de la desembocadura de la Laguna Setúbal. Un espacio bajo que en épocas de desbordes se cubría de las aguas que buscaban más allá de los arroyos, entre ellos los conocidos como “Saladillos”, el “primero”, entre la Ciudad Universitaria y el FONAVI, y el “segundo” al este del barrio. Esos dos canales formaban parte de un estuario final mucho más amplio para favorecer ese escurrimiento natural.

PLANO 1903
PILOTES PUENTE FFCC - COSTANERA ESTE 2024

Con el objetivo de cruzar la desembocadura se construyeron puentes, algunos de madera, otros de hierro y madera, uno ferroviario y otro para carretas y gente, pero todos sucumbieron ante el embate de las aguas. Esos puentes se ubicaron en el estrechamiento natural producido a la altura del luego Puente Colgante y Viaducto Oroño. 

Por ello, para el este de la desembocadura, los caminos que se trazaron, de hierro por los rieles, o de terraplén para el paso de carretas y caballos, conformaron el primer “límite” a ese espacio de El Pozo, por la zona sur.

En un plano de 1903 se advierte que el puente ferroviario cruzaba en ese punto, hasta que dos años después la creciente de 1905 lo derribó junto con el paralelo de carretas. Esas vías del Ferrocarril Santa Fe que iban a Colastiné y Rincón lo hacían por un terraplén coincidente con la traza de la luego ruta nacional a Paraná. 

Se grafica en ese plano del agrimensor Chapeaurouge la línea del “telégrafo” y de manera serpenteante, aunque con el mismo sentido general de las vías, lo que era el “camino” hacia La Guardia, y luego de su bifurcación, hacia Rincón y Colastiné.  Ese fue el primer terraplén que puso límite al estuario natural, y desde el cual, se podía ver el rancherío asentado en el anegadizo, y de allí aquel mote de “los ranchos del pozo”.

Luego de la pérdida de la conectividad del ferrocarril con ese puente derrumbado el nuevo cruce de la laguna se estableció en la zona norte en 1907 primero con pilotes de madera, y luego de material en 1935 que finalmente no se utilizó, donde se ubicó en los ’80 la famosa “aerosilla”. A la altura de esos pilares de madera desde 1907 cruzaban las nuevas vías que en un ángulo hacia el sureste finalmente conectaban con el primer trazado férreo a Colastiné. 

COSTANERA ESTE - EL POZO - 2024
COSTANERA ESTE - EL POZO - 2024

Ese punto de empalme estaba aproximadamente antes del “Primer Saladillo”, es decir en el canal que actualmente separa la Ciudad Universitaria y el Parque Tecnológico con el barrio Fonavi de “El Pozo”.

Para completar este “triángulo” se debe visualizar el otro “cateto” que lo conforma la “Costanera Este”, espacio modificado por la acción del hombre. En el mismo plano de 1903 se puede observar que la desembocadura de la Setúbal era con una amplitud más extensa, es decir un cono invertido con su vértice hacia el sur mucho más amplio que la actual restricción establecida desde los viejos pilares del puente ferroviario, a la altura del “faro”.

En realidad, con la construcción del Puente Colgante, para evitar erosiones en la zona del estribo este y la cámara de anclaje subterránea de los cables tensores, se debía evitar que en las crecidas las aguas pasaran por fuera del puente. 

Además, si eso ocurría se cortaba el camino a La Guardia, a Colastiné y a Rincón. Para evitar esa situación se construyó un terraplén con sentido norte-sur, paralelo a la corriente, que encauzaba el final del escurrimiento de la laguna.

CONTSTRUCCION PUENTE COLGANTE - PABLO SUELDO
COSTANERA ESTE Y PUENTE COLGANTE - 2024

Una foto del final de la construcción del Puente Colgante da cuenta de esa defensa, terraplén sobre el que luego se consolidó el borde oeste de la zona de “El Pozo”, confinando los ranchos a su interior, comprendido por la Ciudad Universitaria, la reserva ecológica y el Parque Tecnológico. Ese terraplén fue luego el paseo a modo de bulevar, con un extremo para el 2024 de una obra detenida para la extensión de esa “costanera” hasta llegar al complejo habitacional en la denominada “Avenida Néstor Kirchner”.

La zona del barrio FONAVI estaba fuera de ese triángulo, entre los dos “saladillos”, pero igualmente recibió el mismo nombre y el mismo destino de alteo con el refulado en la década de 1980.

En ese recinto confinado entre ataguías, que desde tiempos antiguos se lo nombraba así, el devenir de las transformaciones de la ciudad y su entorno consolidaron el espacio con ese mote, una condición de bajíos y anegadizos encerrados que encontró en el relleno con arena las cotas para ser habitable sin anegamientos, pero que pese al refulado con la misma arena de la laguna, no perdió el nombre: “El Pozo”.

Es más, en un detallado plano de 1935, esa zona de tierras fiscales luego, a nombre del municipio capitalino, previamente lo que es Piedras Blancas, el predio UNL-ATE, la reserva, el Ciudad Universitaria, el hotel de ATE, y todo el predio del CONICET, tenía algunos dueños.

De norte a sur, atravesado por las vías la mayor parte de las tierras, entre el “Primer Saladillo” y la laguna un gran espacio a nombre de Ana Zavalla. 

Luego, en pequeñas franjas extendidas en sentido este-oeste, con frente sobre la laguna en la luego Costanera Este, los terrenos a nombre de Sucesores de Cullen, no es legible a quien corresponde la siguiente franja al sur, luego si aparecen los terrenos de Puig y de Crespo. 

Todos estos espacios, seguramente expropiados para las construcciones de infraestructura como el Colgante y el camino hacia Rincón, terminaron luego cedidos en parte a la Universidad Nacional del Litoral en los años ’60 para establecer la Ciudad Universitaria, pero antes, en planos de la década de 1930, figuraban como espacio para parques públicos, un circuito de carreas y hasta un aeródromo.

PLANO 1930
PLANO 1935
PUENTE COLGANTE Y CAMINO A RINCON - EL ORDEN 25-9-1929

El parque que no fue

En el triángulo confinado por la laguna, las vías y el camino a Colastiné, donde se ubicó luego la Ciudad Universitaria y el CONICET, fue el primer espacio considerado de ser rellenado y recuperado. En realidad, la intención de altear la zona de “El Pozo” databa de muchos años antes de la construcción de estos espacios académicos y de investigación, incluso del propio barrio al este de este lugar.

CONTRUCCION VIADUCTO OROÑO - FB FASFC - F BERRAZ

En 1936 el vespertino local publicaba una nota bajo el título “El proyecto de rellenar los terrenos del paraje ‘El Pozo’”, y en el cuerpo de la noticia mencionaba que “…en el Departamento de Obras Públicas de la comuna, en cumplimiento de instrucciones de la Intendencia, se está haciendo un estudio sobre el rellenamiento de los terrenos del paraje denominado ‘El Pozo’, situado en la confluencia del riacho Santa Fe y la laguna Setúbal. Se formulará, también, el presupuesto para transformar aquel paraje en un parque”. (El Litoral – 1/8/1936)

La iniciativa buscaba “…evitar que la ataguía (defensas) construida con ese fin (evitar anegamiento de ese espacio) sea destruida por las crecidas, el oleaje y las lluvias, y para que el municipio cuente con un gran campo de deportes, bosque, aeropuerto, etcétera”. En la nota se reclamaba además por el relleno de los “bañados del río Salado” y de la “rectificación y canalización del riacho de Santa Fe”, para lo cual era necesaria a contratación de una “draga de mayor capacidad que la ‘Santa Fe’”, que era la que estaba en servicio.

De esta cita se desprende un dato también aplicable a la zona, y se ubica en el barrio al otro lado del riacho. Se trata de “La Vuelta del Paraguayo” y de la canalización recta del riacho que evitó la famosa curva pronunciada del arroyo hacia el sur, donde nació el nombre del paraje. Es decir, para 1936 esa canalización recta, que se impuso como curso de navegación, no estaba realizada.

TERRAPLEN DE EL POZO - EL ORDEN - 1-7-1937
PLANO 1946
BARRIO EL POZO - EL ORDEN 1-7-1937

El mismo reclamo de una draga de mayor porte incluía el mantenimiento de la profundidad del “canal de acceso” al puerto de Santa Fe, que tenía problemas de conservación en ese tiempo. Y en este punto el diario concluía que “Lo que urge por el momento, es la profundización del canal de acceso. Antes que el rellenamiento del puerto de cabotaje (se entiende que la zona hacia el sur de los diques I y II hasta alcanzar la zona de la boca del arroyo “El Quillá”), del paraje El Pozo y los bañados del río Salado (referidos a los terrenos cerca de las vías de los luego ferrocarriles Mitre y Belgrano y el terraplén Irigoyen, es decir en la zona de los barrios San Lorenzo y Santa Rosa de Lima), hay que asegurar la vía marítima”. (El Litoral – 1/8/1936)

Por esa década la caracterización de los pobladores de El Pozo, y de su condición social, era a veces noticia, incluso con una pieza gráfica. Por ejemplo, El Orden publicaba en 1937 una foto con el subtítulo “HIJOS DE LOS POBLADORES DE EL POZO”. En el pie de foto se podía leer en aquel frío mes de julio en Santa Fe: “LAS CRIATURAS DEL BARRIO – Estas criaturas viven en El Pozo, labrando su propia desgracia. Sus padres, concurren muchas mañanas, inútilmente, al Puerro en busca de trabajo. De allá vuelve, con las manos vacías. Sólo unos pocos días al mes, encuentran ocupación los jornaleros. Pero desgraciadamente, el apetito de las criaturas es diario”. (El Orden – 1/7/1937)

A página siguiente otras dos fotos más, con sus títulos y bajadas. La primera sobre los “RANCHOS OCUPADOS POR NUMEROSAS FAMILIAS”, bajo la que decía “SITUACIONES INSOSTENIBLES – La solución que se busca al problema de la vivienda, considera la situación de numerosas familias que viven en ranchos como éste… apenas un refugio, donde la inclemencia de las estaciones, castiga rudamente la moral de sus ocupantes”.

Y la tercera pieza gráfica, en la que se aprecia el albardón sobre el que los más adelantados pudieron levantar sus precarias moradas: “EN EQUILIBRIO SOBRE LA COSTA DEL RIO”, a lo que sumaba: “ENTRE EL TERRAPLEN Y LAS AGUAS – Como achicándose ante el peligro de caerse, las viviendas construidas entre el terraplén y las aguas del río, hablan con toda elocuencia de su miseria, de su dolor, y del constante clamor que elevan pidiendo desaparecer para siempre”. (El Orden – 1/7/1937)

Otra panorámica daba cuenta de las características del lugar que le valieron el mote de “El Pozo”. En ella se decía sobre “EL CASERIO DISEMINA EN LA BARRIADA DE EL POZO” que “UN PROBLEMA QUE TENDRÁ SOLUCION – Con el proyecto que tiene en vías de ejecución el ministerio de Hacienda y Obras Públicas, relativo a la construcción de viviendas obreras, tiende a resolver el problema de estas barriadas, donde todo falta y donde la injustica de un castigo inmerecido, parece pesar sobre los trabajadores a ocupar tales viviendas”.

LOS NIÑOS DEL POZO - EL ORDEN - 1-7-1937
LOS RANCHOS DEL POZO - EL ORDEN - 1-7-1937

Las palabras no aclaran si se trataba de un barrio de viviendas en otra zona de la ciudad que no era anegable, o se trataba de un proyecto de rellenar el espacio y allí hacer las viviendas. Esta segunda opción aparecería entonces contradictoria con la iniciativa en ciernes de construir en aquel triángulo original al que se llamó “El Pozo” un parque público y hasta un aeródromo. Lo cierto, que no lejos de allí, donde se ubicó luego el FONAVI, la premisa de viviendas accesibles para trabajadores se concretó, pero 50 años después.

Sin embargo, hubo un proyecto de construir barrio para docentes casi contemporáneo con el del gran parque público.

BARRIO DE MAESTROS EN EL POZO - EL LITORAL - 4-11-1941

 Era 1941 cuando el concejal Cassanello proponía ceder los terrenos municipales a la Asociación del Magisterio para levantar en “El Pozo” viviendas de la “ciudad del maestro”. Decía la nota de El Litoral “El señor Roberto Cassanello ha presentado al Concejo Deliberante un proyecto de donación a la Asociación del Magisterio de Santa Fe, con destino a la construcción de la ‘Ciudad del Maestro’ de los terrenos municipales ubicados en el lugar denominado ‘El Pozo’ en una superficie de 65 a 7 hectáreas”. (El Litoral – 4/11/1941)

En ese entonces la asociación de los docentes ya tenía diez años de antigüedad y había logrado constituir “…la Casa del Maestro y la colonia de vacaciones ubicadas en Los Molles, sierras del Córdoba”, concreciones a lo que sumaban la iniciativa de dar una vivienda familiar a sus asociados docentes.  Para ello la Asociación había conformado la “Comisión Hogar Propio del Maestro”, desde la cual se desprendía el objetivo de “dar con los medios que faciliten al maestro la adquisición de su vivienda propia, adaptada a sus necesidades familiares y acomodada a sus exigencias espirituales. En tal sentido, se ha decidido por la edificación en gran escala, con las consiguientes ventajas económicas y proyecta el nacimiento de un barrio integrado con las viviendas familiares de los maestros, barrio al que la sociedad dio el nombre de ‘Ciudad del Maestro’ imaginándola dentro de un plan general de Ciudad Parque”.

EL POZO 2024
EL POZO 2024

El plan era que se tratara de un barrio con el aspecto de “ciudad” dado que se proyectaba que se incluyeran las siguientes obras: “a) Lugares de distracción: parque infantil, plaza, vivero, campo de deportes, balneario, muelle. b) Edificios públicos: correo, comisaría, asistencia pública, iglesia. c) Edificios oficiales de la Asociación del Magisterio de Santa Fe: Instituto de Experimentación Pedagógica, Jardín de Infantes, Salón de Espectáculos Públicos, Biblioteca, Sanatorio”.

La propuesta representaba el relleno de los terrenos y la captación de mano de obra de la zona para la construcción, con un anteproyecto de factibilidad elaborado por el ingeniero Ángel Nigro, egresado de la primera promoción de constructores de la Escuela Industrial Superior, luego su director, y firmante del manifiesto liminar que dio origen a la Reforma Universitaria de 1919.

Lo que sí no mencionaba la propuesta era dónde iban a reubicarse las familias pobres de albañiles y changarines, de lavanderas y sirvientas, que ya vivían en el rancherío de “El Pozo”. Una expulsión de la zona que tarde o temprano iba a llegar, con el traslado de la misma precariedad habitacional a otra zona, y la misma condición de desigualdad y pobreza para los desplazados.

Las idas y vueltas para el aprovechamiento de la zona del bajo encerrado entre terraplenes tuvieron sus repercusiones en los medios de la ciudad, en especial los impresos. De esas publicaciones se puede abrevar en El Litoral de 1950 cuando se recordaba que “En 1927 se iba a iniciar el rellenamiento de El Pozo para construir un aeródromo y campo de deportes”. Luego del título se mencionaba “Hace casi un cuarto de siglo se tuvo el propósito de iniciar los trabajos de rellenamiento del paraje ‘El Pozo’, ubicado en el costado este del puente Colgante, a raíz de que la draga Santa Fe de la Administración del Puerto fue pasada a la laguna Setúbal por el arroyo Leyes para levantar los terrenos que actualmente ocupa la avenida Costanera (entonces Libertad)”. En este caso ese dragado referido a la avenida Costanera refiere a la zona de la luego Avenida 7 Jefes, en el que los bajos del terreno original llegaban hasta la calle colectora de esta zona.

Sin embargo, detallaba el artículo, que la idea de un parque, un aeródromo y hasta un hipódromo en esos terrenos de El Pozo a recuperar quedó inconclusa, de la que sólo se logró hacer el terraplén que une a la cabecera este del Colgante con la homónima del puente ferroviario, hacia el norte, lo que se conoció como “Piedras Blancas”. Luego pasó el tiempo del mencionado barrio para docentes y hasta “un bosque de pinos”, que tampoco habían prosperado para 1950.

Entonces se proponía reconsiderar todo el proyecto y conformar “un gran balneario en el costado norte de ‘El Pozo’ sobre la laguna Setúbal”. Es decir en lo que para el Tercer Milenio se estableció como la avenida Néstor Kirchner. Para ese entonces se pensaba, e impulsaba desde el vespertino, la construcción en el paraje rellenado de un “estadio monumental”, más otras áreas de esparcimiento y práctica de deportes.

La propuesta era que además del estadio en el futuro parque “podrían ubicarse pistas de atletismo, piletas de natación, canchas para fútbol y rugby, de básquetbol, zona arbolada para campings, parques infantiles, práctica del remo, natación; instalación de colonias de vacaciones; canchas de tenis; piscina paraciclismo y tantas otras actividades…”. (El Litoral – 5/6/1950)

CONSTRUCCION AUTOVIA RN 168 - RICARDO CAPRILE - FASFC

Pasaron muchos años, casi 20, para que finalmente el proyecto de elevar los terrenos del paraje con una draga comenzara hacerse realidad. Recién para fines de los ’60 esos trabajos avanzaban con moderada intensidad. Decía El Litoral en 1967 que “con lentitud, pacientemente (dada las escasas dimensiones y capacidades de la draga utilizada) el material extraído del lecho del rio va siendo acumulado sobre la extensa superficie que se procura transformar en terrenos aprovechables. Hasta el momento, en ese gran triángulo formado por la ruta 168, la costa un muro construido sobre el sector norte, las tareas han alcanzado ya la cuarta parte de su concreción”. (El Litoral – 13/5/1967)

RELLENAMIENTO DE EL POZO - EL LITORAL - 13-5-1967

Vale hacer dos consideraciones. Una que la pista de atletismo y de canchas con la construcción del Instituto de formación de profesores de Educación Física se concretó finalmente en la zona de barrio Centenario. Sin embargo, con la instalación del Predio UNL-ATE detrás de la Ciudad Universitaria vino a dar finalmente un uso deportivo y de esparcimiento para esa parte de El Pozo como se había pensado originalmente, al menos en un sector del inmenso triángulo rellenado por etapas.

Por ese tiempo el refulado era encarado por Vialidad Provincial con el objetivo de “construir en ese lugar los accesos del futuro puente que cruzará la Setúbal”, se presupone que ese puente fue finalmente el Viaducto Oroño construido por Vialidad Nacional. 

Ese alteo interior fue en parte usado para la construcción de la nueva Ruta Nacional N° 168, en la salida del Oroño, a la par del Puente Colgante. Sin embargo, el resto del área de El Pozo original permaneció con los anegadizos tal como eran antaño, al menos hasta la próxima década.

Por ejemplo, en 1976, cuando los trabajos de relleno todavía no estaban completos, especialmente en el sector norte, es decir sobre el borde del antiguo terraplén ferroviario. Era entonces responsable de la obra la municipalidad capitalina, pero la creciente de febrero de ese año complicaba entre la altura y el caudal de las aguas en la salida de la Setúbal, como también los embalsados, el desarrollo del refulado. Para ese momento la zona sur de El Pozo original contaba con la presencia de los primeros organismos académicos de la universidad, con el inicio de la construcción de la “Ciudad Universitaria”.

RELLENAMIENTO DE EL POZO - EL LITORAL - 4-2-1976
PROYECTO CIUDAD UNIVESITARIA - EL LITORAL 16-11-1972

El devenir de la década de 1970 y luego 1980 determinó la ocupación final de toda la zona comprendida en el Barrio El Pozo. Al oeste, en el paraje original que llevaba ese mote, la Ciudad Universitaria, el predio UNL-ATE, el hotel del mismo gremio de trabajadores estatales y el parque tecnológico del CONICET. Al este, al otro lado del arroyo primer Saladillo, el barrio propiamente dicho con su FONAVI, y luego, el megamercado, al otro lado de la autovía a Paraná.

PUENTE MEGAMERCADO ACCESO A BARRIO EL POZO RN 168 - 2024
EL POZO FRENTE A RN 168

El FONAVI de “El Pozo”

La particularidad del paraje estudiado, con su característica insular y además las metamorfosis que sufrió y el destino del uso del suelo, diferencian dos zonas bien marcadas. Una, al oeste, referida a la universidad y el CONICET. Otra, propiamente al barrio de viviendas y torres de departamentos. La primera en Santa Fe mi Barrio será abordada en el apartado de las instituciones, pero para ahondar la segunda, la historia de esta parte de la ciudad merece un tratamiento particular.

CONSTRUCCION BARRIO EL POZO - EL LITORAL - MANCINI
EL POZO INUNDACION 1982 - FB ALBERTO TOURN

Sin embargo, como elemento transformador de la zona, la construcción de complejo habitacional tiene su historia particular, tanto así, que como ocupación del espacio para su urbanización y habitabilidad, su dimensión es comparable con los proyectos de viviendas FONAVI de los barrios “San Gerónimo”, del Centenario; o de “Las Flores”, del barrio del mismo nombre. De hecho, “El Pozo” es contemporáneo en la fecha de su construcción con el complejo “San Gerónimo”.

PROYECTO BARRIO FONAVI EL POZO - EL LITORAL - 23-8-1978

Con un proyecto que comenzó a gestarse dentro de la década de 1970, dentro del gobierno de facto en el marco del Golpe Cívico-Militar de 1976, la concepción de vivienda, y de complejos para resolver las necesidades habitacionales de familias con salarios estables y capacidad de pago de una cuota mínima que solventara el fondo para la asignación de los recursos, fue la inspiración de estas soluciones urbanas. 

Es decir, alta ocupación del espacio, viviendas de modelos cuasi prefabricados, servicios e infraestructura conexa. 

En el caso de “El Pozo”, su ubicación alejada de un sector ya poblado y urbanizado, a diferencia de “Las Flores” y de “San Gerónimo”, se implantó en un lugar que requirió un alteo de los terrenos, ganados a los bajos de la laguna Setúbal.

En este caso, el proceso de construcción fue afectado por las crecidas extraordinarias de 1982 y 1983. El final de la historia de “El Pozo” dirá que en 1988, más precisamente el 6 de octubre, quedaron habilitadas ocho manzanas y las primeras dos torres. Al año siguiente continuaron la inauguración de otras cinco torres y cinco manzanas. A mediados de 1989 se terminó la entrega a sus moradores de los últimas siete torres e igual cantidad de manzanas con viviendas tipo casas.

Independientemente de este breve resumen, vale la pena ahondar en los detalles y avatares de la construcción de este FONAVI insular, acaso el primero y único de la Argentina.

En 1978 se publicaba en El Litoral que el 19 de septiembre de ese año “se abrirán en la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, las ofertas presentadas a la licitación pública convocada para contratar la construcción de 1.000 viviendas en esta capital, con fondos provenientes del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI)”. (El Litoral – 23/8/1978)

La nota abundaba en algunos detalles de esa licitación: “El respectivo pliego de condiciones dispone que las empresas oferentes deberán proveer el terreno, realizar la correspondiente urbanización, confeccionar el proyecto y, por supuesto, levantar el complejo habitacional, que comprende viviendas individuales y de departamentos”. Se desprendía de la misma nota que los terrenos, para facilitar la construcción, deberían ser fiscales, y por ello se daba cuenta de la zona de El Pozo como un espacio posible a utilizar.

A tal efecto se dictaba la ordenanza 7525 por la cual se disponía poner a la venta de “personas físicas o jurídicas que se presenten como oferentes a la licitación convocada por la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, de los terrenos de propiedad de la Municipalidad de Santa Fe que comprende una superficie aproximada de 42 hectáreas, situadas entre la primera y segunda alcantarillas de la ruta nacional 168, lindantes con el paraje ‘El Pozo’ y con un frente sobre dicha ruta de aproximadamente 850 mts.”. Las ofertas se esperaban recibir el 11 de septiembre, unos días antes de la licitación de las viviendas.

 El tiempo pasó dentro del período del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, en la Dictadura Cívico-Militar iniciada en marzo de 1976 y finalizada en 1983. Durante ese tiempo las viviendas comenzaron a construirse, pero luego la obra se detuvo.

El programa radial de LT 10 “Alma de Barrio” resumía la historia del FONAVI de El Pozo y sus distintos momentos. Se decía por los micrófonos de la universitaria allá por 2004: “El complejo habitacional original se proyectó y comenzó a construir entre 1973 y 1974, con el objetivo inicial de dotar de viviendas a personal de las fuerzas armadas. Luego con el golpe militar de 1976 esta iniciativa quedó detenida. De esta forma, una parte de las viviendas estuvieron terminadas, pero sin habitar por casi 17 años. Es más, muchos vecinos que ocuparon esas casas y departamentos se encontraron con varias sorpresas por el estado de abandono de los inmuebles”. (“Alma de Barrio” – LT 10 AM 1020 – 26/6/2004)

Luego el espacio radial puntualizaba que “Luego de haber estado 17 años paradas, finalmente las viviendas se empezaron a adjudicar un 6 de octubre de 1988 por decisión del entonces gobernador Reviglio. Las entregas se hicieron por sorteo a través de la Dirección de Vivienda y Urbanismo, pero algunas también se adjudicaron por cupos políticos. Así, cuando fueron adjudicadas las 1464 viviendas que forman el barrio, la gente fue haciendo reformas particulares y El Pozo empezó a tomar otro color”.

En cuanto a la construcción se resumía en la radio que “El lugar fue rellenado y enaltado mediante el trabajo de dragas ubicadas en la laguna Setúbal. Una vez conformado el predio, con sus correspondientes defensas, se inició la edificación. El sistema utilizado para la construcción era de avanzada para su época, con unos bloques de premoldeado que se ensamblaron en el lugar. Cabe mencionar que este tipo de construcción es antisísmica como la utilizada en la provincia de San Juan. Este tipo de megacomplejos respondía a políticas urbanísticas dejadas de lado ya hace tiempo, y que a la postre muestran sus dificultades. Si bien presentan un alto aprovechamiento del espacio, producen hacinamiento, lo que sumado a las problemáticas sociales de los 90´ eclosiona con los problemas de seguridad y de falta de mantenimiento de las unidades habitacionales, especialmente de las propiedades horizontales, es decir las torres de departamentos”.

Una condición compartida por los primeros vecinos de este tipo de complejos habitacionales masivos y desconectados de la trama urbana de los barrios, es siempre el desarraigo y la falta inicial de un sentido de pertenencia e identidad. Así, en “Alma de Barrio” se decía que “La gran cantidad de habitantes, y el nivel de conglomerado, hizo que al principio la llegada de la importante cantidad de vecinos recién llegados tuviera muchos problemas de adaptación al nuevo espacio. Por ejemplo, cuentan que antes la gente no iba a misa en El Pozo sino que se volvía a su barrio de origen. Tengamos en cuenta que por ejemplo, en cada torre hay diez pisos, con cuatro departamentos por piso y un promedio de cinco personas por unidad. Esto arroja que en una sola torre conviven cerca de 200 personas”.

AEREA BARRIO EL POZO
CONSTRUCCION BARRIO EL POZO - EL LITORAL - MANCINI
CONTRUCCION BARRIO 1980 - FB FASFC - DANIEL VICARIO
EL POZO 2024
EL POZO 2024
EL POZO 2024

Así el Barrio El Pozo creció con los años, tiempo del devenir en el que se instalaron los servicios lógicos de una barriada, la escuela de Enseñanza Media N° 389 “Julio Migno”, la escuela Primaria N° 1317 “Juan Manuel de Rosas” y el Jardín de Infantes N° 150 “Juan Arancio”. También su vecinal, el centro de jubilados, la parroquia y dos asociaciones deportivas, de las que para mediados de la década del 2020 permanecía una de ellas, con el nombre del barrio. También el Centro de Acción Familiar (CAF) N° 19 del barrio, surgido en 1989, en los inicios del vecindario.

Luego, fuera del anillo defensivo, especialmente en el sector norte conocido como “Los Alisos” a inicios del nuevo siglo se conformó un asentamiento con moradores venidos de otros lugares en situaciones precarias, que en cada crecida deben abandonar sus humildes moradas, y que más de una vez por cuestiones de inseguridad, fueron sindicados por los vecinos del FONAVI como el origen de las situaciones delictivas reiteradas en el barrio.

El megamercado con su construcción al otro lado de la ruta, en la década de 1990, favoreció en cierta medida al barrio con alguna mejora en los servicios de accesos y gas. Por el contrario, el megamercado fue lapidario para el pequeño comerciante que era el lugar de provisión para unos vecinos que se encontraban a varios kilómetros de un supermercado, por lo que su impacto inicial fue negativo para ese sector.

RANCHOS FUERA ANILLO DEFENSA EL POZO 2024
RANCHOS FUERA ANILLO DEFENSA EL POZO 2024
BARRIO EL POZO - CANAL VEO

El barrio por muchos años no tuvo nombre en sus calles, hasta que dentro de la gestión del intendente Mario Barletta, se concretó la idea de los alumnos de la Escuela Juan Manuel de Rosas surgida varios años antes, en el año 2001, de colocar a las calles nombres de hombres y mujeres que tuvieron un rol trascendente en la construcción de la ciudad. Juntamente con la inauguración de la Plazoleta “José Luis Cabezas”, en ese 2009, se daba numeración y nombre a las calles.

Por su parte, el Concejo Municipal había sancionado la ordenanza respectiva el 30 de octubre de 2008 y en la comunicación oficial daba cuenta de la norma que imponía catorce nombres de las calles del barrio El Pozo. “Entre los nombres designados figuran Alejandro Greca, Aldo Mieli, Adolfo Bioy Casares, Pablo Vrillaud, José Babini, Celia Ortiz de Montoya, Rector Pedro Martínez, Rector Cortes Plá, Ángel Caballero Martín, Rosario Vera Peñaloza, Luis Jiménez de Asúa, Marta Samathán, Luis Federico Leloir y Julio Antonio Busaniche. Asimismo, se denominará con el nombre Plaza Ricardo Rojas al espacio verde ubicado en la intersección de la peatonal Ángel Caballero Martín y Peatonal Mariano Tissembaum; y Plaza Fray Suárez al espacio verde ubicado en la intersección de la peatonal Rosario Vera Peñaloza y Rector Pedro Martínez”

Destacaba además el comunicado de prensa del Concejo que “Los mismos pertenecen a hombres y mujeres que desarrollaron labores vinculadas a la ciencia y a la docencia y que forman parte de la rica historia universitaria y del desarrollo científico tecnológico de la ciudad de Santa Fe”.

Asimismo se decía desde el palacio legislativo municipal que “En la elaboración de la norma participaron la vecinal de Barrio El Pozo, la Asociación “Volver a empezar”, el Club Atlético Pio XII, el Club de Fútbol Infantil, el Centro de Jubilados y Pensionados, la Asociación Civil y Comunitaria de la Costa, la Cooperadora de la Escuela Nº 387, la Asociación del Club de Bochas, la Escuela Nº1317, la Parroquia del Perpetuo Socorro, el Jardín de Infantes Nº 150, el CAF Nº 19, la escuela Nº 389, la Comisaría Nº 25, entre otras instituciones y particulares. Por último, la ordenanza también establece que las calles nominadas mantendrán el actual sentido de circulación vehicular; y que tanto, a plazas, como a arterias se les coloque una placa con datos biográficos de la persona honrada con la designación”.

PARROQUIA Y BARRIO EL POZO - FB Miguel Manchini
EL POZO DE NOCHE - FB Miguel Manchini
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EL POZO 2021 - EL LITORAL - FERNANDO NICOLA

Pero más allá de los tiempos del bajío y los arroyos Saladillo que canalizan las aguas cuando la laguna desborda, más allá de los edificios y las casas para familias trabajadoras, siempre, en ese paraje alejado de la ciudad, con aire costero, y con ese acceso único por intermedio de la Ruta Nacional N° 168 o su calle colectora, por encima de la desembocadura de la Setúbal, al pasar sobre el Colgante, o sobre el Oroño, nunca se perdió el nombre que le dio origen a la referencia insular de la ciudad: “El Pozo”.

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La historia de «El Pozo» de Santa Fe

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