Los Comuzzi solidarios de Barrio Belgrano
En todos los barrios, en especial en aquellos donde la necesidad se impone como parte del paisaje urbano, florecen las acciones solidarias de los santafesinos que suman desde el voluntariado para ayudar a los demás.
En Barrio Belgrano existen instituciones, pero una de ellas, nació y creció en la propia vivienda de sus moradores, Raquel y Arnaldo Comuzzi, en calle Espora 3028.
La historia de este matrimonio del barrio y su acción solidaria surge en el peor momento de Don Comuzzi, cuando fue cesado en sus funciones como ferroviario, al igual que muchos compañeros de trabajo en el cierre de ramales y talleres perpetrados en la década de 1990 por el gobierno de Carlos Menem y en marco de la aplicación de políticas neoliberales de achicamiento del Estado de la mano del ministro de economía Felipe Domingo Cavallo.
En ese contexto de perder el trabajo, Raquel y Arnaldo, por su sentido de pertenencia partidaria con el peronismo, decidieron en 1994 crear en su casa un espacio de solidaridad y ayuda para sus compañeros ferroviarios, también cesanteados como él. Contradicción al fin de que un gobierno nacional que se decía perteneciente al mismo partido dejara sin trabajo a la gente, cuando el fundamento de la doctrina peronista es el trabajo y el trabajador. Por el contrario, lejos de la queja y la inacción, los Comuzzi iniciaron este espacio solidario que luego ayudó a los vecinos, fueran ferroviarios o no, o fueran peronistas o nó, al decir de Raquel en una nota en el programa “Alma de Barrio” de LT10 AM 1020 en agosto de 2022.
Así, el espacio luego de los años se transformó en el Centro Comunitario General Belgrano, en los fondos de la casa de los Comuzzi, con un busto de Evita casi en la puerta de ingreso al “quincho” donde iban a merendar los chicos más humildes de la escuela del barrio, la “Gregoria Pérez de Denis”.
Con el tiempo el centro comunitario fue gestor de pensiones y ayudas para la gente pobre del barrio y de la zona. Siempre con un sentido solidario, buscaron ayudar con diferentes talleres, incluso de ayuda escolar, siempre con la participación desinteresada de algunos vecinos, más, en el comienzo de los años 2000 de los planes Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, que luego fueron encontrando trabajo.
A lo largo de los años el centro comunitario estuvo presente, en las buenas y las malas, con Raquel y Arnaldo al frente. Los momentos de pandemia entre 2020 y 2021 hicieron que mermaran en algo con la ayuda, pero especialmente, con la posibilidad de mantener la personería jurídica que les permitía obtener ayuda desde los organismos estatales, siempre para ser distribuidas sin banderías entre los necesitados del lugar.
Ya en 2022, los Comuzzi se encontraban cambiando la denominación legal del centro, para darle nueva formalidad y continuar con la ayuda, lo que si no cambiaban era su sentido peronista de la vida, evidenciado en las fotos de Eva y el General en su casa, como tampoco cambiaban, pese a la edad, su compromiso solidario por el barrio. Y más allá de no tener más la copa de leche, por sus años a cuestas para poder atender bien el centro, su afán de ayudar se expresaba en la tramitación de ayuda para las personas y familias con más necesidades.
