Recuerdos de Rieles y Vapor
El Museo Ferroviario Regional Santa Fe, ubicado en la esquina noreste de San Luis 2900 e Hipólito Yrigoyen tiene sus orígenes antes de su creación en 1995. Ya por 1989, cuando la debacle ferroviaria se acercaba, un pequeño grupo de trabajadores comenzó a rescatar todo tipo de elementos vinculados con el ferrocarril.
La institución funciona en un solar histórico que se llamó Casa Hüme, inaugurado en 1889, construido por los hermanos Hüme que realizaron el trabajo de trazado del Ferrocarril Santa Fe.
En sus nueve salas se exhiben planos, expedientes, material ferroviario rescatado, ferromodelismo y diversos elementos de valor histórico. Del mismo modo, permanece en el lugar una muestra de fotografías, planigrafías, bibliografías, relojes, campanas y maquetas, más la sala de ferromodelismo. El recorrido por estas imágenes del pasado provoca en el visitante la noción de un viaje en el tiempo, en la historia, en locomotora. Asimismo, posee los libros contables de 1893 en adelante, y la planimetría de varios sectores a los que llegaba el ferrocarril.
Cientos de investigadores y turistas, nacionales y extranjeros, visitaron el museo a lo largo de este tiempo. Así, es lugar de consulta frecuente para estudiantes de distintas disciplinas. En sólo un período escolar recorren sus salas unos 2.500 alumnos, especialmente desde que el museo fue incorporado al proyecto municipal Aula Ciudad.
Respecto de la empresa que terminó por operar el Ferrocarril Provincial Santa Fe y terminó por hacerlo conocer como el Ferrocarril Francés, se puede mencionar que en el año 1892, se fundó en el pueblo de Lille Fives, Francia, la metalúrgica Fives Cail Babcock, que tomó un gran impulso en la segunda mitad del siglo XIX. La empresa construyó en Europa ramales ferroviarios, con la fabricación de rieles, estructuras metálicas para la construcción de puentes y torres. En su momento era la principal firma francesa especializada en la producción de materiales ferroviarios y maquinaria pesada.
En estas tierras, la acción del Capitalismo y el libre accionar de las fuerzas del Mercado llevaron a profundizar la División Internacional del Trabajo. Así, la ciudad de Santa Fe optimizó así su rol centralizador y como tal sufrió las transformaciones necesarias en su tejido urbano, que se fue adaptando a ser terminal y cabecera de una amplia red de comunicaciones.
Como en París en el Siglo XX, que vio transformada su estructura urbana gracias a la expansión y ensanche de sus vías de circulación y de transporte, el Ferrocarril organizó la articulación del espacio en expansión de la ciudad de Santa Fe.
Por ello, la idea de este grupo de personas vinculadas al mundo ferroviario, especialmente desde su nacionalización en la década de 1940, fue conservar la memoria colectiva, a través de un Museo, de un medio de transporte como el ferrocarril. Medio de importancia en el origen y crecimiento de las poblaciones del interior de la provincia, y en el desarrollo de la ciudad. Una historia signada por políticas de desinversión y desguace que fue dejando rezagado hasta prácticamente la desaparición un medio de transporte que se mantiene moderno y competitivo en otras regiones del mundo. En un tiempo contemporáneo de lenta recuperación de algunos ramales como logística de carga, la memoria de otros tiempos rodando sobre rieles y vapor, o a fuerza de locomotoras diesel eléctricas, se mantiene en el Museo Ferroviario de Santa Fe como testimonio de un pasado que interpela el futuro ferrovial de la Argentina.
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Muchas gracias por acercar los links del museo. Un merecido homenaje y reconocimiento a don Andrés Andreis con su nombre en el museo ferroviario de Santa Fe.