El Club Chacarita de Barranquitas
Barraquitas Oeste, como todo barrio que se precie de tal, tuvo entre sus baldíos picados e improvisados equipos para correr detrás de la número cinco. Y también, como en otros lugares, esa “juntada” de vecinos y amigos terminó institucionalizándose en un club. Tal es el caso del “funebrero” santafesino asentado en Barranquitas.
Un grupo de vecinos decidió allá por 1939, un 30 de abril, dar nacimiento al Club Chacarita Juniors de Barrio Barranquitas. El primer espacio que ocupó no estaba donde finalmente hoy conserva su sede. La primera cancha se ubicaba en Brasil y Ecuador, pero luego, como lo refiere Guillermo Quiroga en su blog “Barrios Santafesinos”, “…se trasladaron enfrente de donde están ahora y en la década del ’50 se instalaron en su definitivo emplazamiento”. Vale decir que la sede actual, dedicada a actividades sociales y ya no deportivas, se encuentra en calle Ecuador 3733.
CLUB SOCIAL Y DEPORTIVO LA ENRAMADA
«Se lo llamó así porque en el lugar existía un campito para jugar al fútbol y gran cantidad de plantas y enredaderas. En el corazón del barrio Barranquitas, sobre calle La Paz al 4800, existe una puerta. Si uno pasa caminando no le va a llamar la atención. Pero si se detiene y mira para adentro, al final de un largo pasillo está la sede del Club Social La Enramada. Hace algunos años atrás no se llamaba así. Era el “Social y Deportivo La Enramada”. Pero desde que ya no están las canchas de bochas – retiradas para dar lugar a la construcción – sólo quedó la actividad social. La fecha de fundación se remite al 9 de julio de 1960, cuando un grupo de vecinos decidieron agruparse y constituir un club donde reunirse a pasar el rato. Luego incorporaron las bochas y hasta formaron un equipo para poder salir a jugar y defender los colores de la institución, que, por cierto, son el verde y el blanco».
BARRIOS SANTAFESINOS – GUILLERMO QUIROGA
Respecto de la historia de este club de barrio, que como otros tantos surgió motivado en defender los colores del vecindario en el fútbol, se puede abrevar más en las líneas desarrolladas por Quiroga, donde aparecen nombres de algunos ilustres jugadores. “Chacarita fue, desde sus orígenes un club futbolero. En sus equipos brillaron jugadores como el mismo Nacho Juárez, a quien le decían Motoneta por su gran velocidad, por eso, siempre se destacó como “wing derecho” y hasta llegó a jugar en equipos de Mendoza. En esos caminos también andaba un tal Leyes, que fue convocado para ir a Estudiantes de La Plata, pero el barrio fue más fuerte y todo quedó en la nada. Pero el que si llegó a la Primera de AFA fue Farías, que defendió por algunas temporadas los colores de la Academia Racing Club, hasta que le pegó la nostalgia y decidió volverse al pago”.
De todas maneras, en un barrio en crecimiento allá a comienzos de los 40’, Chacarita Juniors se institucionalizó detrás de actividades más sociales, de las bochas, de establecerse como un núcleo de encuentro en Barranquitas, con sus almuerzos y sus bailes. Incluso, por los años 80’ tuvo en su Fiesta de la Cerveza, una amplia convocatoria en derredor del espumante brebaje santafesino.
No obstante, tempranamente, el fútbol ocupó el centro de la escena en la vida del club, tanto así que por varias temporadas llegó a militar en la Liga Santafesina, donde además estaban Colón y Unión, también en aquellos primeros pasos hasta llegar al fútbol grande nacional. Chacarita incluso alcanzó a tener varias divisiones, además con inferiores, para dar cuenta de la importancia que revistió allá por los 50’ en la vecindad su presencia. Aquellos tiempos de gloria quedan en las paredes de la actual sede retratos, entre fotos y publicaciones, que llevan a imaginar ese pasado atado al tablón o el tapial de la barra del funebrero de Barranquitas
De regreso al trabajo de Guillermo Quiroga se destaca sobre el club referente de Barranquitas Oeste que tuvo, ya en su vida como entidad social, la presencia en sus instalaciones de algunos recordados deportistas, y vecinos, santafesinos. Entre los que se mezclaban con los parroquianos estaban, por ejemplo, el “Zurdo” Váquez, el “Chino” Ríos, y hasta el mismísimo Carlitos Monzón, vecino del barrio.
Por 2007, uno de los socios, y ex jugadores del Chacarita Juniors santafesino, Nacho Juárez (el referido “Motoneta”, para los amigos), recordaba las viejas épocas de “wing”, y decía que con el fútbol como negocio, “hoy nadie juega por la camiseta”. El Club Chacarita en Barranquitas permanece con sus actividades sociales, lejos de las canchas, pero así como el barrio sobrevivió y siguió adelante luego de la tragedia evitable de 2003 con la Inundación, también en pleno Tercer Milenio sigue con su estirpe de club de barrio en calle Ecuador, al 3700.
