Barrio Centenario – Clubes

Club Atlético Colón

Uno de los dos clubes más grandes de la ciudad, deportiva y societariamente, es Colón de Santa Fe, que fue fundado en los inicios del siglo pasado el 5 de Mayo de 1905. Colón nació en el legendario “Campito” que estaba situado, a principio de siglo, en el sur-este del a ciudad, en Moreno y Córdoba (actual Juan de Garay). Su nombre lo debe a uno de los jóvenes que fundó el club, que por aquel entonces estudiaba el descubrimiento de América como alumno de una escuela de la ciudad.

Quienes comenzaron a hacer rodar la pelota en aquel arenal del “Campito” eran, entre otros, Juan Rebecchi, Ricardo Cullen Funes, Mariano Rodríguez, Aníbal Rebecchi, Juan Adán Reyes, Guillermo Cullen Funes, Atilio Badalini, Juan Celli, Helvecio Fontana, Ernesto Celli e Hilario Osuna.

Desde su lugar de origen el sabalero se trasladó a las cercanías de calle Corrientes, donde más allá comenzaba el bajo, y allí improvisó su primera cancha, en Barrio Alfonso. En esos años, el equipo -que después fuera del barrio Centenario- no participó de la Liga Santafesina, sólo disputó partidos amistosos con tripulantes de barcos ingleses que llegaban al puerto de Santa Fe. El rojo y negro que adoptó Colón tiene vinculación con el puerto debido a que eran los colores de una barcaza que se encontraba en el lugar. Además, para mantener esos colores, el “rojinegro” debió disputar varios amistosos, los cuales ganó y accedió al derecho de quedarse con esa divisa que sería a la postre “sangre y luto” en las gargantas de los hinchas de los tablones del estadio del Centenario. 

En una publicación realizada en el año 2006 se menciona que Colón se constituyó formalmente el 12 de Octubre de 1912, para así poder participar del torneo liguista que se disputaba en la ciudad. Su primer presidente fue Manuel Oliva. (El nacimiento de una pasión – Alejandro Fabbri – 2006)

Solamente un año más tarde, en 1913, el sabalero se consagró campeón invicto de la Liga Regional Santafesina. En aquel certamen, Colón se enfrentó dos veces con quién luego seria, a lo largo de la historia, su clásico rival, Unión de Santa Fe. Ambos encuentros los ganó el equipo del Centenario. El primero por tres goles a dos; en tanto que en el segundo se impuso por cinco a uno. Los sabaleros obtuvieron varios títulos liguistas en aquellos años.

En 1922 se fundó la nueva cancha, ubicada en Zavalla entre Corrientes y Moreno. Allí, en el extremo este de Barrio Alfonso, permaneció la institución hasta 1938, momento en el cual fue desalojado del lugar por deudas. Sin embargo, en esa cancha, se comenzó a gestar uno de los apodos que el club tiene: el “cementerio de los elefantes”. Es que en esa cancha, (la primera que fue cerrada para la institución) Colón venció a Peñarol de Montevideo, el 17 de diciembre de 1922. Aquel equipo uruguayo era por esos tiempos una sensación a nivel mundial y perdió frente al equipo santafesino por dos tantos contra uno. Los goles de Colón los marcaron Leónidas Quinteros y Martin Sánchez, mientras que para la visita oriental anotó Trevino.

En la mencionada publicación del periodista Alejandro Fabbri figuran además los jugadores del “rojinegro” que vistieron la camiseta celeste y blanca del seleccionado nacional. Juan Loyarte fue el primero en el año 1924, mientras que lo siguieron Martin Sánchez y Juan Antonio Rivarola, más conocido como “capitán oreja”

El club, hasta el 27 de febrero de 1939, continuó su historia en la cancha de Gimnasia y Esgrima, cuando adquirió los terrenos en los cuales se comenzó a construir el mítico “cementerio de los elefantes”. Aquel estadio fue inaugurado el 9 de julio de 1946, y llevó inicialmente el nombre de “Eva Perón”, en homenaje a la esposa del entonces Presidente Juan Domingo Perón. Un año más tarde, la primera dama visitó el estadio que llevaba su nombre, en un partido amistoso entre Colón y Unión.  El estadio mantuvo ese nombre hasta 1955 cuando fue sustituido por su actual nombre “Brigadier Estanislao López” en virtud de la prohibición del Gobierno de Facto de Rojas y Aramburu impuesto sobre el uso de los nombres de Perón, de Eva Duarte y la liturgia peronista, pese a que Evita ya había fallecido para ese momento.

Ya afiliado al fútbol de AFA, el 1° de Agosto de 1948, se disputó el primer clásico santafesino, en el cual Colón se impuso uno a cero con gol de Salomón Elías. Desde el comienzo, pero en especial desde la mitad del siglo XX, la institución mantuvo una fuerte vinculación con los sectores más humildes y marginales de la sociedad santafesina, apego de la afición que le generó el sobrenombre de “Negros” o de “Raza”. Pese a la carga valorativa negativa que estos términos tuvieron inicialmente,  en la actualidad el simpatizante de Colón se llama a sí mismo de esta forma con orgullo. Pero además, el club del Barrio Centenario tiene otro apodo: “Los Sabaleros”. Este mote proviene de su cercanía con el Salado y sus bañados, pero en especial con los problemas que ha sufrido la institución en las diferentes inundaciones, especialmente hasta fines de los 60’, cuando finalmente se construyó la Avenida Mar Argentino como defensa costera para toda la barriada del Centenario. Sin embargo, en 2003, y en 2007, otra vez el agua inundó el estadio de Colón, y gran parte de la ciudad, en ambas ocasiones por la desidia de las autoridades de turno.

Si bien la historia de este club está ligada al fútbol, en el año 1954, se conformó el primer equipo de básquet. Entre quienes formaron parte de ese combinado se puede mencionar a Pedro Eusebio, Alleví, Kestens, Olivera y Rosetti.

En 1959, el club del Barrio Centenario atravesó uno de sus peores momentos en lo futbolístico, como lo fue el descenso a la primera C, donde militaría hasta el año 1964. Aunque no todo fue malo para la institución ese año, ya que el 10 de Mayo el sabalero venció en su cancha al Santos de Pele, que por aquel entonces ya tenía varias copas del mundo en sus vitrinas. El resultado fue idéntico al que Colón obtuvo frente a Peñarol de Montevideo algunos años antes, dos a uno. En esta oportunidad los goles del “rojinegro” los marcaron Demetrio “Ploto” Gómez y Francisco “Motoneta” López, mientras que el Rey Pele marcó para el conjunto brasileño. Así, con ese triunfo, se forjó aquello del “cementerio de los elefantes”, al vencer al equipo más poderoso de América en esos años, y luego a equipos porteños.

En su página oficial el club publicó que el tan ansiado ascenso del año 1965 lo consiguió de la mano de Italo Giménez. Inicialmente, el 14 de diciembre, se aseguró un lugar en la Primera A al derrotar al Deportivo Español, como visitante en cancha de Atlanta por 1 a 0, con gol de Oberti. Cuatro días más tarde, se consagró campeón tras vencer a Nueva Chicago, en Santa Fe, por 2 a 1, con goles de Orlando Medina y nuevamente Oberti. En una entrevista realizada por el diario El Litoral, del jueves 16 de septiembre de 1993, José “Pepe” Etchegoyen declaró: “… ¿Cuál fue la clave? Como en todo equipo, los jugadores. Fue una conjunción de varias individualidades de mucha jerarquía y riqueza técnica, además de poner lo que hacía falta dentro de la cancha…”. Colón jugó en la primera división de fútbol argentino durante dieciséis años y, en 1981, el sabalero descendió a la segunda categoría.

Colón permaneció catorce años en la B, pero sin lugar a dudas, el momento más difícil que le tocó enfrentar fue la derrota en la final disputada en el estadio Chateau Carreras de Córdoba frente a Banfield, en una definición apasionante desde el punto penal. El sabalero perdió cinco a cuatro, y debido a ello permaneció hasta 1995 en la segunda categoría. Aunque aquella final fue perdida será recordada por los sabaleros por la gran caravana de simpatizantes que Colón movilizó hasta la ciudad mediterránea, con cerca de 30.000 almas “rojinegras” que alentaron al “sangre y luto” aquella tarde.

Finalmente, Colón regresó a la máxima categoría del futbol nacional de la mano del técnico uruguayo Nelson Chabay. En la final del reducido de 1995 venció a San Martin de Tucumán en el partido de ida 1 a 0, y en el “Centenario” 3 a 1. Los goles de aquellas finales fueron marcados por Adrian “chupete” Marini, en la ida, y en la vuelta, anotó dos goles el paraguayo Miguel Ángel “Pampa” Gambier y uno Pedro Damián Uliambre.

Así, en el año 2013, Colón se mantiene en las primeras luces del futbol nacional, y a lo largo de dieciocho años, entre los más grandes logrando participar de competencias internacionales, algo que hasta el momento ningún otro equipo de la capital santafesina ha conseguido. En 1997 disputó la Copa Conmebol, mientras que un año más tarde, Colón conoció América, cuando disputó la prestigiosa Copa Libertadores, en la cual se ubicó entre los ocho mejores equipos del continente. Además, la institución del Barrio Centenario participó de la Copa Sudamericana en dos oportunidades.

Sin embargo no todo fue progreso para el “sabalero”, ya que en el año 2003 cuando la ciudad sufrió la evitable inundación del Salado, como ya se dijo, la cancha de Colón quedó totalmente bajo las aguas del río. Pero esto no impidió el crecimiento del club que, gracias al trabajo de sus dirigentes y socios, logró sobrepasar este mal trance. La imagen de la cancha bajo agua, fue una de las postales de aquel “crimen hídrico”, como lo llaman la mayoría de los vecinos inundados.

En 2009, la selección Argentina conducida por Diego Armando Maradona, enfrentó a su par de Panamá en el estadio “Brigadier Estanislao López”, escenario que en el año 2011 fue sub sede de la Copa América que se disputó en Argentina.

El jugador más destacado en los últimos años fue Esteban Oscar “Bichi” Fuertes, máximo artillero en la historia del club. Con el “20” en su espalda, el goleador de Colón, se retiró de la práctica del fútbol activo vistiendo los colores del sabalero, con el “Bichi gol” coreado desde la pasión encaramada en las tribunas.

A la institución sabalera la marcaron grandes dirigentes, como el caso de don Ítalo Giménez, sin lugar a dudas el más representativo de todos; y además quien estuvo al frente del club cuando Colon volvió a Primera División, José Néstor Vignatti.

Pero también, y en especial, entre algunos de los nombres que hicieron grande a la institución dentro de la cancha se puede mencionar a Orlando Medina, “Bambi” Araoz, Enzo Trossero, Néstor “Cococho” Alvarez, la “chiva” Di Meola, “Ploto” Gómez y en la última década del siglo pasado, a jugadores como Horacio Ameli, Hugo Benjamín Ibarra, Maximiliano Cuberas, Aníbal “Tuca” Risso, Miguel Ángel Gambier, Adrian “chupete” Marini, entre otros tantos que hicieron honor a la estirpe de una divisa roja y negra, nacida en “El Campito”, y al cabo de cien años de historia, metida en la mitad de los corazones futboleros de los barrios de Santa Fe.

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