Barrio Roma – Vecinos

En el barrio Roma la cultura Afro

El barrio se hace presente en la memoria de quien lleva en el color de su piel a sus ancestros. “Yo nací en barrio Roma, incluso nací en mi casa -recuerda Lucía- en calle Gaboto al 2800 y después cuando tenía cinco años nos trasladamos a Lamadrid al 2900. Fui a la escuela del barrio, la Escuela Avellaneda, y también estudié piano en el barrio, porque mi mamá me incentivó a hacer muchas cosas, y después pasé a la escuela secundaria, a la ‘juanita’ (por la Escuela Juana del Pino)”.

Lucía Molina recordaba sus años de niña en Santa Fe,  “Yo tuve una infancia dentro de todo buena, a pesar de la discriminación… y eso –por la segregación- lo retomé hace tiempo cuando me encontré con la gente que era la que me discriminaba cuando yo era chica, entonces me di cuenta que existía la discriminación, solo que yo lo tenía olvidado, y eso fue lo que me sirvió para hacer lo que estoy haciendo hoy en día que es luchar por los derechos de los afrodescendientes…”.

La Casa de la Cultura Indo-Afro-Americana “Mario Luis López” fue fundada en el límite norte de Barrio Roma por el matrimonio compuesto por Lucía Molina y Mario López el 21 de marzo de 1988. La labor cultural que desarrolla es amplia en la difusión de la presencia afro en Santa Fe. Además, semanalmente la Casa emite el programa “Indoafroamérica” en LRA 14 AM 540 Radio Nacional Santa Fe.

La ONG fundada por Lucía Molina posee una biblioteca especializada, brinda cursos y asesora jurídicamente por cuestiones de discriminación y racismo. Además, investiga para recuperar la tradición candombera local, vigente hasta 1950 por la comparsa “Sociedad Coral Carnavalesca – Negros Santafesinos”, creada y dirigida por el paranaense Demetrio Acosta, más conocido como “El negro Arigós”. La Casa también se ocupa de aborígenes santafesinos, especialmente los mocovíes.

Sobre la tarea personal se sostener el valor de sus orígenes Molina mencionaba para el programa Alma de Barrio de LT10: “En mi caso no se trata solo de tener las respuestas sobre nuestro origen sino tener la fortaleza y el orgullo de pertenecer a los afrodescendientes. Y fue el viajar a otras comunidades afro como en Brasil, en Cuba, en Venezuela lo que hizo que nosotros quisiéramos conformar una institución aquí en Santa Fe y en la Argentina. Pero después lo pensamos bien y dijimos ‘las dos raíces más negadas son la indígena y la afro’, entonces por qué no llamarnos ‘indoafroamericana’, y así fue que conformamos nuestra institución”.

Además, sobre la discriminación que en el país, y en Santa Fe, persiste sobre los herederos de la sangre de africanos, aborígenes y mestizos, Molina recordaba que habían comenzado a trabajar en la ciudad por el aparthied en Sudáfrica “…pero después nos preguntamos ¿qué hay del apartheid en la Argentina? –reflexionaba- y ahí comenzamos a pensar sobre el racismo sobre la discriminación y sobre todos los prejuicios que hay en esta sociedad por los afrodescendientes y los indígenas”.

Finalmente, Lucía rescataba la tarea desarrollada por esta entidad que funciona en su propio domicilio, lo que demuestra su compromiso con sostener y valorar la cultura indo-afro-americana: “Yo considero que es importante lo que estoy haciendo no por mí, sino por nuestros abuelos, que de alguna manera buscaron la inclusión en esta sociedad y que no se ha dado. Y también la importancia que tiene la transmisión de padres a hijos, porque muchas veces los padres no saben la importancia que tiene para nuestros hijos contarles de los abuelos. La hibrides que nosotros tenemos dentro del conocimiento de la educación formal no les permite avanzar y sostener las relaciones familiares con sus antepasados. Sobre la importancia que tiene una abuela y que lleva la recopilación de toda una historia que nos pertenece”.

Ser afrodescendiente

Llegaron, porque los trajeron
de prepo nomás,
arrancados de sus pagos.

Se afincaron como pudieron
se quedaron y siguieron…
se callaron hasta mimetizarse.

Pero… dicen que África sigue al
negro a donde vaya.
Mamá África se rehace,
en cada célula y se reproduce para
no morir.

Así, generaciones tras generaciones,
denotan su paso,
a pesar del blanqueamiento.

El silencio fue… y se transformó
en un grito ahogado.
hasta que al liberarse pueda decir:
¡Aquí nos trajeron!
¡aquí nos quedamos!
¡y ahora… AQUÍ ESTAMOS
luchando por nuestros derechos!

Lucia Molina (afrosantafesina)

La Casa de la Cultura Indo-Afro-Americana (Lamadrid 2956)

Barrio Roma – Vecinos

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