Colegio Don Bosco
El crecimiento de la capital santafesina, en especial hacia el norte, por el viejo “Camino del Medio” (hoy Avda. Facundo Zuviría), atrajo a la congregación salesiana, que se comenzó a instalar hacia fines de la década de 1920. Esta congregación impulsó la propuesta de unir la fe con la educación. Así, se promovió la creación de una escuela para los hijos de los trabajadores que iban asentándose en la zona de Barrio Belgrano y de República Los Hornos.
Más de ciento veinte instituciones educativas de la obra “Don Bosco” se podían ubicar en nuestro país hacia 1932. Como publicaba el diario Santa Fe en ese año, la ciudad de Rosario ya contaba con un colegio de estas características desde hacía más de cuatro décadas desde ese entonces. Fue doña Tomasa Iriondo de Cullen “quien al morir, dejó en su testamento un amplio lote de terreno, en la llamada quinta de Iriondo, para que allí se levantara el edificio del Colegio y Asilo”.
La misma publicación continuaba con la constitución de una comisión destinada a erigir el establecimiento, para la cual “la cuota mínima” era de “la módica suma de un peso”.
El acta fundacional de la sociedad destinada a este proyecto educativo fue redactada el 22 de octubre de 1931 en “la sala del Asilo de las Hermanas Franciscanas (…) bajo la presidencia de Reverendo Padre Soracio”.
La iniciativa de la Asociación “Obra de Don Bosco” fue aprobada por el Obispo Monseñor Boneo que autorizaba al Reverendo Soracio, director del Colegio “San José” de Rosario a formar la “Comisión Directiva de Cooperadoras Salesianas” destinada a auxiliar a la fundación del Colegio y “bajo la dirección del Reverendo Padre Eduardo Rodríguez” y de un grupo de mujeres vecinas (Santa Fe, 30/5/1932).
Recién hacia principios de los años cuarenta, como recuerdan las memorias de Juan Bautista Riestra en la publicación “Memorias de República Los Hornos”, fue recibida la congregación salesiana por las autoridades de la Asociación Vecinal “República Los Hornos”.
El vecino comentaba que los primeros salesianos que se radicaron en el barrio fueron Domingo Soriaso, Mario Mondati y Juan Malco. Estos oficiaron la primera misa en abril de 1940 “en la casona de Marsengo (…) en Facundo Zuviría 6035”, en lo que “luego sería la parroquia”.
El trabajo de la congregación salesiana y de los vecinos de la zona dio sus frutos cuando en mayo de 1939 se colocó la piedra fundamental del edificio en el cruce de Facundo Zuviría con Estanislao Zeballos, para la construcción del “Colegio de Artes y Oficios” de los padres salesianos.
En ocasión de la ceremonia a tal efecto, el diario El Litoral publicaba que habían arribado en tren a la capital santafesina los batallones de los “Exploradores de Don Bosco, de Rosario” y de Paraná, como así también “800 alumnos del Colegio Salesiano de Rosario”. Además, el vespertino agregaba que el capellán del batallón de Rosario, Carmelo P. Bruno, había manifestado la intención de los Padres Salesianos de “levantar pronto el edifico del futuro Colegio de Artes y Oficios de Santa Fe” y que su organización sería similar a su par rosarino: “se dictarán cursos primarios y secundarios y se enseñarán una cantidad de oficios útiles para la formación de la juventud”. (El Litoral, 28/5/1939)
En febrero de 1940 comenzó a levantarse la primera etapa del establecimiento y de la parroquia. Al mismo tiempo, para comenzar las actividades escolares y parroquiales, se alquiló la casa mencionada, propiedad de la familia Marsengo, donde además comenzó a funcionar el oratorio.
Finalmente, el edificio del Colegio “Don Bosco” fue inaugurado el 2 de junio de 1941, luego de una procesión de antorchas desde la antigua casa Marsengo hasta el nuevo emplazamiento de la institución. Como recuerda “Memorias de República Los Hornos”, el Colegio abrió sus puertas en 1942 “con 2°, 3°, 4° y 5°, con 120 alumnos” y durante el año siguiente se sumaron los grados faltantes. La misma publicación sostiene que en el año ’61 se incorporó el nivel secundario y que recién en 1980 se inauguró una nueva capilla.
Del Campo Universitario a la Esquina Encendida
Se inauguró el 6 de mayo de 2011 y se encuentra ubicada en E. Zeballos y F. Zuviría, en el barrio Gral. Belgrano. La obra se llevó a cabo en el marco del proyecto “Casa de Juventud para la inclusión ciudadana: una experiencia innovadora en argentina”. Es dependiente de los Ministerio de Innovación y Cultura y Desarrollo Social de la Provincia.
La puesta de este edificio consistió en la reconstrucción de cuatro espacios para las Fábricas Culturales, que implicó las instalaciones sanitarias y eléctricas correspondientes, revestimiento y montaje. También se instaló en el gimnasio un área para las Artes Urbanas con un piso flotante para la práctica de danzas, así como las estructuras correctas para hacer tela y trapecio, y se recuperó y acondicionó un sector que será utilizado como Sala de Ensayos.
Entre otras obras se hicieron una sala de reuniones, se urbanizó todo el espacio físico y se refaccionó la pileta de natación junto con los baños y vestuarios del exterior.
El Campo de Deportes de la UNL
Anteriormente, en el mismo predio funcionaba el Campo Universitario, un espacio de encuentro para los estudiantes de la Universidad Nacional del Litoral y donde se practicaban diferentes deportes como, fútbol, voley, hockey, rugby, básket, entre otros. En este lugar practicaban además los alumnos de la Escuela Industrial Superior, como otro de los organismos académicos de la UNL.
También, en la parte norte del predio, se instaló la planta transmisora de la radio universitaria. Así, LT10 AM 1020 puso en el lugar su antena transmisora y su equipo emisor, el que luego de 2003, por el trabajo que hizo la radio en el marco de la tragedia evitable con la inundación del Salado, obtuvo un subsidio para comprar un nuevo transmisor. Sin embargo, el antiguo equipo de la década del ’60, funcionaba para el 2023 como una alternativa de un transmisor de reserva para salir al aire desde los estudios ubicados frente al rectorado de la UNL, en el quinto piso del nuevo edificio “Etica”.
Luego, para julio de 2006, el predio fue adquirido por el Gobierno Provincial, para pasar a la gestión del Ministerio de Desarrollo Social a través de la Subsecretaría de Desarrollo Deportivo. Sin embargo, la UNL conservó la planta y antena transmisora en el lugar.
Desde entonces se desarrollaron varias actividades lúdicas y deportivas para todas las edades, de forma gratuita, y abiertas a todo público. Hoy el espacio está gestionado por el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia.
La esquina del arte y el deporte
Entre las actividades culturales y deportivas que se realizan se encuentran: tela, hip hop, títeres, yoga, natación, actividad física, danza, salsa y tango. Asimismo, cuenta con una fábrica cultural lúdica para todas las edades. Allí se investigan, construyen y realizan diseños múltiples con distintos materiales: madera, vidrio, metal, tela, papel y otros más nuevos; a su vez, estos antiguos materiales se articulan con nuevas tecnologías para hacer indumentarias, muebles, juguetes, objetos de metal, papel y cosas cotidianas.
De esta manera, también se usan computadoras, Internet, impresoras, scanner, herramientas audiovisuales, etc, para las distintas producciones. Además, esas nuevas tecnologías se utilizan para la producción y formación en: cine, fotografía, arte digital, realización de audiovisual, periodismo barrial, radio y edición sonora, animación, diseño gráfico, historietas, usos de software libre, entre otros.
Por otra parte, la Esquina Encendida se relaciona con distintas cooperativas, emprendimientos, centros educativos y organizaciones barriales. Durante la pandemia por el Covid 19 el espacio fue utilizado como centro de vacunación.
