Escuela Nro. 1130 Cooperación Escolar
Las instituciones educativas no se desarrollan como espacios cerrados a la comunidad. Por el contrario, se instalan en medio barrial a partir de una relación recíproca entre estas y la comunidad. Y esa relación de cooperación a la que alude el nombre de la Escuela nro. 1130 de barrio San José. Mientras que la institución educativa ofrece un espacio de construcción de saberes y de ciudadanía, la comunidad barrial aporta su participación en las actividades escolares y su colaboración en las mejoras edilicias.
La Escuela “Cooperación Escolar” se implanta sobre Regimiento 12 de Infantería entre calle Presbítero Luis V. Dusso y calle Roque Sáenz Peña. Pertenece a la educación pública estatal provincial y brinda servicios educativos en el nivel primario común y en modalidad educación especial y en el nivel secundario.
En una entrevista a “Alma de Barrio” en LT10 en 2021, Gladys Coria, directora de la institución recuperaba un trabajo de investigación realizado por los propios alumnos y alumnas de séptimo grado de la Escuela que tenía el propósito de reconstruir la historia de la misma.
La investigación se basó en relatos de vecinos, entrevistas a personal escolar y búsquedas de fotografías. Así, “la escuela comienza a funcionar el 22 de febrero de 1961 por decreto 1793, ya que crecía numerosamente la población del lugar”, en lo que en ese momento era una zona de quintas. En sus comienzos, “la escuela perteneció al Barrio “Nueva Pompeya” y después de un reacomodamiento catastral estamos en barrio San José”.
Coria también comentaba que en un principio, “un colectivo en desuso sirvió en sus orígenes para que los docentes dicten las primeras clases, luego se convirtió en una escuela rancho muy humilde rodeada de quintas y cavas, donde había solamente hasta cuarto grado”. Más tarde, la Escuela funcionaba en diversos emplazamientos: una parte funcionaba en lo que luego fue el Jardín N° 22 y otra parte funcionaba en frente, donde también se encontraba el comedor escolar. Uno de los problemas más importantes de la institución en sus comienzos, además del espacio reducido, era la inundación de las calles y patios de tierra.
La matrícula comenzó a crecer sobre todo a partir de 1988, cuando “se instalaron en la zona numerosas viviendas con familias numerosas, que eleva la cantidad de alumnos de la escuela 500 a 580”. Luego, en 1993 finalizó la última etapa de la construcción del edificio actual, que cuenta con “un moderno comedor, sala de música, sala de maestros, laboratorio, taller manual”, entre otras dependencias.
En marzo del año ‘94 el Jardín N°22 se independizó de la Escuela “Cooperación Escolar”, que desempeña sus funciones en la esquina oeste de la misma dentro de la misma manzana. De acuerdo con Gladys Coria, un año después se independizó también la escuela Secundaria Nº 528 “Jorge Luis Borges”, “con la que compartimos parte del edificio escolar”.
Para el año 2021, la Escuela N° 1130 poseía una matrícula de casi quinientos alumnos que pertenecían a los barrios de Pompeya, San José y demás barrios más alejados. Las dimensiones del edificio escolar hacen necesarias continuas reparaciones y trabajos de mantenimiento. El mismo cuenta con “un salón de usos múltiples, un patio abierto, aulas en planta baja y planta alta, una biblioteca y un taller de educación manual”. Coria también comentaba que “se están intentando recuperar algunos espacios para que vuelvan a funcionar como sala de plástica, para club de niños pintores, el laboratorio escolar, que debido al gran crecimiento de la matrícula tanto de la escuela primaria como de la escuela secundaria se fueron utilizando como aulas para el dictado de clases diarias”.
En cuanto a la relación de la Escuela con el barrio, su directora la describía para “Alma” como “buena”, ya que “tenemos que reconocer que la escuela es una institución social, por lo tanto no es ajena a los conflictos que se presentan (…) pero siempre se trata de intervenir de manera constructiva, dando respuesta a las necesidades de las familias”. Así, el propósito de la institución reside en ser garantes de la educación de los niños y niñas.
“La enseñanza trata de ir perfeccionándose en forma continua intentando avanzar hacia una enseñanza de calidad para eso la escuela no trabaja sola, trabaja con el acompañamiento de muchas instituciones del barrio para acompañar y dar continuidad a las trayectorias escolares”, contó Gladys. A lo que agregaba: “Algo que muchas veces no se conoce desde afuera y que yo tampoco conocía de la institución cuando empecé a trabajar aquí y que me moviliza enormemente es el compromiso de los diferentes actores institucionales que se desempeñan en la escuela, tanto docentes, directivos, asistentes escolares, personal del comedor, muchos grupos de padres y esto se observa, por ejemplo, ante fechas especiales”, como el día del niño o el día de la primavera.
Asimismo, Gladys contaba a Alma de Barrio que la escuela que quieren seguir construyendo es una que no pierda la humildad de sus inicios y en la que el objetivo primordial sea el niño como sujeto de derecho, de manera que la escuela sea un lugar donde se sientan escuchados, queridos, respetados, valorados, protegidos, con deseos de conocer, investigar y compartir esos intereses y experiencias.
Los indicadores de inseguridad han aumentado en los últimos años y los establecimientos educativos, lamentablemente, no han estado exentos de este fenómeno. En abril de 2015 se registraron tiroteos frente a la puerta de la Escuela nro. 1130 en los horarios de ingreso y salida escolar. Este suceso alarmante trajo a la memoria de los vecinos la muerte de un niño de once años que se encontraba jugando a la pelota en el barrio en 2014 a causa de una bala perdida en un enfrentamiento entre bandas de delincuentes (Diario UNO – 28/04/2015).
Si las instituciones educativas se presentan como espacios abiertos a la comunidad, no resulta extraño que se desarrollen actividades de extensión en vinculación con otros establecimientos educativos y no educativos. En el año 2015, la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral realizó un proyecto de extensión en la Escuela “Cooperación Escolar” que se basó en la “Magia Química”, como una forma de acercar esta disciplina a los alumnos y alumnas de nivel primario. Otro proyecto de extensión muy importante fue un programa de alfabetización y divulgación científica llamado “De la tiza a la robótica” a cargo del Movimiento Los Sin Techo, la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas y el Canal Sí Televisión que se desarrolló en 2021. Pero también los docentes de la escuela participan en actividades de extensión. En 2022 se desarrolló la actividad “Amsafe Va a la Escuela”, en la que se llevaron adelante un taller de Educación Sexual Integral y un taller “¿Qué contamos cuando contamos?”. Muestras de una permanente búsqueda de integración de la escuela con el barrio y con la comunidad.
En el año 2020, en el contexto de pandemia y de cuarentena obligatoria, la Escuela “Cooperación Escolar” sufrió en reiteradas ocasiones hechos de inseguridad. Ya para el año 2018 la FM SOL titulaba “Denuncian crítica situación de inseguridad alrededor de la Escuela Cooperación Escolar 1130” y destacaba que las “Autoridades escolares difundieron un documento por los reiterados hechos violentos y delitos sufridos contra el personal del establecimiento, alumnos y familiares”. En ese documento se remarcaba que “La escuela es una institución social y por lo tanto es interpelada por todas las problemáticas que afectan al contexto donde está inserta y la inseguridad es un problema para las familias del barrio y que lo manifiestan públicamente” (FM SOL – 4/06/2018).
Sin embargo, con el advenimiento de la pandemia la situación ya crítica de inseguridad se agravó. Durante este período se registraron más de cuatro robos en pocos meses. La falta de respuestas de las autoridades ministeriales y ejecutivas se presenta como una constante. Tal es así que para el año 2022 las autoridades escolares solicitaron la instalación de cámaras de seguridad para la vigilancia de la institución, en tanto se suceden constantemente hechos de vandalismo e intentos de robo (AIRE Digital – 31/10/2022).
EESO N° 528 “Jorge Luis Borges”
La “Borges” se ubica en el límite norte del barrio San José, en calle Regimiento 12 de Infantería 3998. El establecimiento, como en muchos casos, funciona en el mismo edificio de otra entidad educativa, en este caso la primaria “Cooperación Escolar”. Pese a ello, la institución y su comunidad se identifican, ante todo, con la pertenencia al barrio Pompeya, dada su cercanía.
En cuanto a su propósito, como destaca su sitio web, “LA BORGES o LA 528 es una Escuela de Borde. Está inserta en el borde de un sistema abierto, que se ha constituido como la última organización, como frontera en contacto con la inclusión, instaurada como trinchera, como fortín… donde el barrio no es una referencia, sino un territorio con un paisaje particular, que le es propio, donde la principal característica es la familia en Cluster”. “Cluster” hace referencia a agrupar y una familia en cluster se basa en unir, en juntar. Son conjuntos de hogares de una o más familias, emparentadas entre sí y en ayuda mutua. Y el barrio posibilita ese agrupamiento en tanto funciona como espacio de construcción de la pertenencia.
En el sitio web se puede leer “Te invito a mi barrio Pompeya”, luego se suceden fotos que funcionan como una presentación del mismo. Los versos de la canción que se escucha rezan “Te invito a mi barrio / a donde pasan los carros / donde hay calle de tierra / podes venirte cuando quieras”. La canción de Rocío Quiroz habla de la discriminación, de la negación de las condiciones de vida de los barrios postergados y olvidados por el Estado y por la sociedad.
Así, la EESO de barrio San José ha buscado desde sus comienzos “Retener como una acción defensiva que reacciona contra la posible huída” pero a partir de transformar esta acción en una “Afirmación – Acción” a través de la que se construye un espacio “donde los chicos quieran estar, quieran “ser” ellos mismos sin máscaras ni dobleces”. El sitio web también recupera el camino recorrido por la institución: “Y comenzaron las acciones, los intentos, los aciertos, los errores capitalizados como experiencia y la idea de retener desapareció, mejor dicho se transformó, de esta forma, trabajamos en el aula como usina de producción, para que los contenidos sean lo realmente significativo, incluyendo y apoyándonos en las tic como herramienta. Como profesores de la escuela secundaria, debimos necesariamente desnaturalizar, interrogar y repensar nuestras prácticas institucionales y pedagógicas”. El camino recorrido, entonces, no fue lineal sino que se basó en aprendizajes, en rumbos variados y en transformaciones.
En un trabajo sobre la enseñanza en la escuela, Raquel Inés Dezzutto y Claudia Gisela Suppo, ambas docentes de la institución, sostienen que “La Escuela de Educación Secundaria N° 528, Jorge Luis Borges, trabaja para que la educación sea un bien social, un campo fértil para la riqueza común donde aprender y enseñar se conjuguen en una manera especial de hacer escuela”. Así, en “La experiencia 528: Borgeando miradas. El hacer escuela en la Escuela Secundaria” se comenta que “Habitar la Borges es una construcción diaria que conlleva una contextualización espacial” porque se enmarca en un medio particular y apunta a construir formas de aprendizaje y de enseñanza acordes a las necesidades de los y las estudiantes, que también están atravesados por una realidad y un espacio físico particular.
En 2014 el diario El Litoral titulaba “De prestado” sobre la ESSO N° 528 porque “Los estudiantes de la escuela media pública Jorge Luis Borges, creada en 2008, van entrando a clases a las 13. No tienen turno matutino porque la institución funciona “de prestado” en un ala del primer piso de la primaria Nº 1130 Cooperación Escolar”. Sólo una reja separa a “La Borges” de la escuela vecina y “la puerta se cierra para que las dos instituciones funcionen por separado. Esto hace que los adolescentes dispongan sólo de la estrecha galería de esa lonja de aulas como todo “patio” de recreo” (El Litoral, 23/08/2014).
“La pertenencia es otro requisito en la Borges, pinto un mural, escribo un verso, sueño, y lo comparto… también eso es vinculante a mi nota, a mi persona, a mi escuela”, sentencia la página web de la institución. La identificación con el barrio y con la escuela atraviesa a la comunidad educativa. La “Borges” ante todo se propone aprender de las experiencias y desarrollar nuevos y acertados enfoques sobre el aprendizaje y la convivencia de los y las estudiantes: “Revisamos, lo hecho, buscamos lo errado, y desde allí, propiciamos nuevas formas de abordaje, para que el contenido no sea ya eso que no sé, que no aprendí que no entiendo, y se transforme en “suceso”, en lo que voy aprender con mi compañero, con ese otro que me completa, y puebla el aula, llámese profesor, amigo, tutor.”
CAPS San José
El Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) que abastece al barrio San José, y a sus alrededores, fue inaugurado el 6 de mayo de 2015. El establecimiento se emplaza en la intersección de las calles Estanislao Zeballos y San Lorenzo, en “donde funcionaba un viejo efector, sobre un terreno cedido por el Colegio San Cayetano”, como comenta el diario UNO. El proyecto se enmarcó dentro del “Plan Abre” del Gobierno Provincial en asociación con la Municipalidad de Santa Fe, que consistió en desarrollar este tipo de espacios en diferentes barrios de la ciudad y de la provincia “con el objetivo de mejorar la calidad de vida, la convivencia y la seguridad de todos los ciudadanos”.
El CAPS de San José requirió una inversión de más de cinco millones de pesos y se pensó con la intención de brindar servicios de salud en atención primaria a seis mil vecinos de la zona norte de la ciudad de Santa Fe (UNO, 6/5/2015).
En cuanto a las características edilicias del CAPS, el establecimiento cuenta con cuatro consultorios médicos, una sala de espera y una sala de enfermería, un sector de farmacia, una oficina de admisión, un consultorio general y uno odontológico y un salón de usos múltiples.
Lamentablemente, y como ocurre con instituciones educativas y viviendas del barrio, el Centro de Salud de San José ha sido víctima de sucesivos hechos de inseguridad. En ese sentido, tanto los trabajadores del CAPS como la comunidad barrial han reclamado en varias oportunidades por mejores condiciones de seguridad para el establecimiento y para el barrio en general.
Escuela Técnica N° 2058 “7 de Mayo”
La Escuela de Educación Técnica nro. 2058 “7 de mayo” se emplaza en Avenida Ángel V. Peñaloza 7216 entre Alberti y Risso. Esta institución surgió por iniciativa del Sindicato de Artes Gráficas de Santa Fe con el objetivo de suplir las necesidades básicas de los niños y niñas de hogares de menores ingresos en la zona norte de la ciudad de Santa Fe. La Escuela “7 de mayo” cuenta con nivel secundario y pertenece a la entidad a la que debe su origen.
La Escuela nro. 2058 nació el 18 de marzo de 1985 cuando, como comenta el diario El Litoral, “el Sindicato de Artes Gráficas de Santa Fe, reforzaba su continuo compromiso socioeducativo con la comunidad santafesina abriendo las puertas e inaugurando” este establecimiento educativo. Desde sus comienzos este espacio se pensó como una institución “abierta a familias que aspiraron a una educación íntegra para un futuro de trabajo digno para sus hijos”. (El Litoral, 18/05/2010).
En entrevista con “Alma de Barrio”, por LT10 en 2021, Raquel De Suto, directora de la institución, destacaba que la iniciativa del Sindicato de construir una escuela era “bastante original” en tanto los sindicatos suelen desarrollar sus actividades en el espacio estrictamente gremial. Así, la Escuela “7 de mayo” fue la primera que el Sindicato de Artes Gráficas de Santa Fe impulsó su creación.
El nombre de la institución se debe a la conmemoración del Día del Trabajador Gráfico. Se celebra en esa fecha en celebración del nacimiento de Eva Duarte de Perón, quien impulsó durante el primer gobierno peronista la firma del primer convenio nacional de trabajadores gráficos.
En el diario El Litoral, Ana María Baroni y Gabriela Knaupp, docente y directora de la institución respectivamente, recuerdan que hacia 1984 “el secretario general del Sindicato de Artes Gráficas, Agustín Sarla, promovió la planificación y organización de una escuela, cuyas características eran totalmente atípicas, ya que apuntaba a recuperar a los niños que vivían en los hogares pertenecientes al gobierno provincial que salían de esos espacios sin ninguna preparación laboral”.
Así, la Escuela “7 de mayo” comenzó sus actividades en “nivel primario y técnico con terminalidad laboral”, destinadas a la formación en el oficio por parte de los hijos e hijas de los trabajadores gráficos. En sus comienzos, “La comunidad educativa se integraba por 120 alumnos con necesidades educativas especiales y menores de los Hogares Belgrano, Casa de la Joven, Casa Cuna, Residencia Juvenil de Recreo, Hogar Sarmiento y alumnos del aula radial de la Escuela Nº 1000, que participaron de un Programa de Encuadernación, convirtiéndose este proyecto de integración de avanzada para la época”.
Más tarde, el Ministerio de Salud, Medio Ambiente y Acción Social dispuso la entrega de “ocho premios estímulos y luego trece más para alumnos menores, dependientes de los hogares”. A partir de estos “premios estímulos”, los niños y niñas “formaban hábitos de trabajo por la mañana en la Imprenta de ese Ministerio, mientras que por la tarde cursaban catorce horas de las asignaturas de Cultura General y treinta en los talleres de Tipografía, Encuadernación, Impresión Tipográfica, Offset y Linotipo y Corte y Confección” (El Litoral, 27/03/2010).
Los planes de estudio se reformularon a partir de 1993 y la Escuela adoptó el nombre de “Escuela Media Técnica Incorporada Nº 2058” e incorporó el Ciclo Básico con Orientación en Empresas de Economía Social y Pymes y un Ciclo Superior Técnico Contable.
De Suto, en su entrevista a “Alma” en octubre de 2021 destacaba dos momentos claves en la historia de la institución. Por un lado, el traslado del establecimiento desde su local original en calle Junín al 2600 hasta su emplazamiento actual en Avenida Peñaloza. Por otro lado, la pandemia de coronavirus en el año 2020 y 2021 fue el segundo momento clave, en el que la Escuela debió enfrentar los problemas que también enfrentaron otras instituciones educativas, frente a la incertidumbre que implicaba la situación sanitaria. La directora mencionaba, entonces, que la falta de conectividad de los y las estudiantes hacía difícil el sostenimiento de la escolaridad y del aprendizaje.
Para el año 2021, la Escuela “7 de mayo” contaba con más de cuatrocientos alumnos y alumnas de los barrios aledaños: San José, San Martín, Liceo Norte, Pompeya, Los Hornos, Don Bosco, entre otros. Por el turno mañana asisten estudiantes a la modalidad secundaria orientada en Comunicación y por el turno tarde se dictan clases en la modalidad secundaria orientada en Administración y Gestión.
Además, en el turno nocturno la Escuela ofrece la posibilidad de un bachillerato para adultos que no funciona en el local de Peñaloza sino en el Movimiento Solidario Los Hornos, en calle San Lorenzo al 6000.
La institución posee una serie de aulas radiales en los que se dictan cursos de capacitación laboral en Corte y Confección, Instalaciones Eléctricas y Encuadernación. En cuanto a la relación entre la Escuela y el barrio, como así también con los barrios cercanos, Raquel De Suto la describía como “fluida” y destacaba que el vínculo más importante se basaba en las aulas radiales, como espacios itinerantes y adaptables a las necesidades de cada barrio. Además, la institución brinda el servicio de comedor y copa de leche a los estudiantes que lo necesitan.
En el cierre de la entrevista, a Raquel le interesaba destacar que la institución funciona en una propiedad alquilada, lo cual “nos limita bastante” en tanto “la capacidad edilicia es bastante chica” para la cantidad de estudiantes que buscan ingresar a la Escuela.
El 24 de mayo de 2011 el Sindicato de Artes Gráficas de Santa Fe adquirió un terreno ubicado en la esquina de Avenida Peñaloza y Juan José Castelli. El Litoral comentaba que “El lote de 1.560 metros cuadrados se destinará a la construcción del edificio propio para la Escuela de Educación Técnica Nº 2058 “7 de Mayo”, que cumplió 25 años de trabajo en el año 2010” (El Litoral, 24/05/2011).
La Escuela “7 de mayo” organizó en varias oportunidades una Maratón que reunió a un gran número de atletas de la provincia y alrededores. En la edición del 2012 se disputaron ocho mil quinientos metros.
La Escuela nro. 2058, como tantas otras instituciones educativas, sufren sucesivos hechos de inseguridad y vandalismo. Durante la pandemia y la cuarentena obligatoria estos sucesos se agravaron y la comunidad educativa y los vecinos debieron realizar peticiones y movilizaciones en las calles para reclamar a las autoridades mayor seguridad.
Tal vez lo más importante reside en que la comunidad educativa no sólo se preocupa por la inseguridad sufrida por la institución sino también que se encarga de reclamar por mejores condiciones en materia de seguridad para el barrio en general, ya que los alumnos también sufren hechos delictivos en su camino hacia la escuela.
Vecinal San José
La jurisdicción de la vecinal de Barrio San José comprende al sur a Estanislao Zeballos, al este las vías del Ferrocarril Belgrano, al norte Regimiento 12 de Infantería, y al oeste avenida Peñaloza. Su sede se ubica más bien cerca de esta última arteria, sobre Doctor Zavalla al 7181.
Según recuerdan los vecinos más antiguos, en el predio de la vecinal se encontraba el club “Fortín Luján”, que tenía una relación directa con la actividad ecuestre, con carreras de caballos y una presencia tradicionalista.
Según reza el cartel confeccionado por los vecinalistas en 2022 la entidad tiene su data del año 1985, sin embargo, muchos años antes ya los vecinos de San José agrupados daban cuenta de las necesidades del barrio y así lo reclamaban y gestionaban frente a las autoridades de la década de 1970. Como fue tratado en el apartado de la historia de San José los vecinalistas estaban constituidos allá por 1972, cuando además generaban una amplia y decidida participación de las mujeres en el trabajo y en la conducción de la entidad. De este modo, por esos años, el reclamo reiterado era por las cavas del lugar, en especial al de Risso y San José, pero también por la carencia de desagües adecuados. También el estado de las calles interiores eran motivo de gestiones y solicitudes.
Como muchas entidades vecinales, a lo largo del tiempo, San José pasó por distintas dificultades institucionales. Por el año 2020 la vecinal participaba en algunas iniciativas, como por ejemplo erradicar los microbasurales de la zona. También, por pedidos y gestiones vecinales, se logró mejorar con un ripio calle Espora en casi toda su extensión.
Luego de la pandemia, en 2022, hubo nuevas elecciones de una Comisión Directiva, en comicios que contaron en su momento con tres listas participantes. De este modo, los entusiastas vecinos, comenzaron a recuperar las instalaciones de la vecinal, que se encontraban en muy malas condiciones, también con actos vandálicos y robos, en especial luego de las restricciones de movilidad por el Covid.
La nueva comisión propuso diversas actividades de capacitación y servicios para la comunidad del barrio. Entre estas acciones se destacaron talleres de capacitación laboral especialmente destinados a mujeres, durante la segunda mitad de 2022.
En un barrio con muchas necesidades de mejoramiento de calles y desagües, la vecinal gestionó tareas de limpieza y arreglos. Paralelamente, instó hacia la recuperación de la Plaza San José, usada como “obrador” de la construcción del desagüe de calle Espora, donde se depositaban los restos de las excavaciones, con el daño consiguiente al espacio verde. Para 2022, el inicio de las tareas de retiro de esa tierra y el proceso de recuperación de la plaza es una de las gestiones de los vecinalistas de San José.
