EESO N° 508 “Cecilia Grierson”
La Escuela de Educación Secundaria Orientada N° 508 “Cecilia Grierson” se encuentra en Valentín Alsina al 8900, en el barrio Liceo Norte enfrente de la Escuela N° 1336. La institución ofrece los servicios educativos de la educación pública provincial, en modalidad técnica orientada.
La Escuela “Cecilia Grierson” abrió sus puertas en el año 2008 y funcionó durante mucho tiempo -hasta su traslado al edificio propio- en las instalaciones de la Escuela Primaria N° 508 “Combate del Quebracho”.
El 23 de abril de 2009 el Honorable Concejo Municipal de la Ciudad de Santa Fe aprobó por la Ordenanza N° 11581 “transferir el dominio a la Provincia de Santa Fe de los terrenos de propiedad municipal, ubicados en la manzana Nº 8950, inscriptos en el Registro General de la Propiedad bajo Nº 68.284, F. 3.269, T. 619 P, 1.999, que cuentan con una superficie de 5.770 m2, con destino a la construcción de una Escuela Secundaria y un Polideportivo para la Escuela Nº 1.336 “Combate del Quebracho”” (Ordenanza N° 11581 Concejo Municipal, 23/04/2009).
La obra fue licitada en 2009, con un presupuesto inicial de más de diez millones de pesos y un plazo de ejecución estimado de cuatrocientos cincuenta días, de acuerdo con el Pliego de Licitación Pública. Fue la primera obra dentro del proyecto tipológico de edificios educativos de la provincia.
El nuevo edificio de la EESO N° 508 fue inaugurado en 2011. El proyecto fue llevado adelante por la empresa constructora Mundo S.A., solicitada por el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda de la Provincia de Santa Fe. Se trató de una “Obra de arquitectura educativa de 3.353 metros cuadrados ejecutada en su totalidad, desde su estructura y obra gruesa hasta sus terminaciones finales y equipamientos fijos. Se compone de ocho aulas, un sector de dirección y sala de reuniones, una biblioteca, talleres para el aprendizaje de oficios y gimnasio cubierto con medidas reglamentarias para fútbol de salón, básquet y vóley.”, como sostiene MUNDO.
La obra demandó una inversión de diecisiete millones de pesos y fue inaugurada el 1 de julio de 2011, en el último día de clases antes del receso de invierno. Como comentaba El Litoral, más de cuatrocientos alumnos y alumnas comenzaron a disfrutar de “una imponente edificación concebida bajo un concepto arquitectónico y pedagógico innovador: cuenta con aulas vidriadas conectadas a patios exteriores, y un espacio frontal abierto a la comunidad donde habrá actividades para niños, jóvenes y embarazadas”.
En el acto de inauguración, la directora de la institución, Analía Jersonsky, destacó que “Esta escuela es un acto de humanidad (…) Aquí todo brilla, tenemos jardines con árboles frutales, hay espacios de vida que invitan al diálogo, una biblioteca que incentiva a la lectura, aulas y talleres con mucho blanco porque -como dijo el arquitecto Mario Corea que diseñó la escuela- al color lo pondrán los alumnos” (El Litoral, 01/07/2011).
La institución contaba para el momento de la inauguración del nuevo edificio con más de trescientos alumnos y alumnas, distribuidos en los turnos de mañana y tarde.
Como comentaba El Santafesino, la escuela poseía “un plantel de 63 docentes y dicta sus clases, durante la mañana, para la terminalidad Humanidades y Ciencias Sociales (cuatro cursos) y Técnico Electromecánico (un curso). En tanto, por la tarde, se desarrollan 4 cursos de Técnicos Electromecánicos”.
En la nueva etapa de la institución, su estructura se redefinió para funcionar con quince secciones, entre ambos turnos (El Santafesino, 05/07/2011).
Cecilia Grierson (1856-1934) fue una médica y docente argentina, hija de inmigrantes escoceses, que basó su obra de vida en la preocupación por el progreso de la práctica de la medicina. Fue la primera mujer argentina en obtener el título en cirugía médica y fundó la primera escuela de enfermería del país, como así también impulsó la instalación del servicio de primeros auxilios en la salud pública en la Ciudad de Buenos Aires.
Centro comunitario Liceo Norte
El Centro Comunitario “Liceo Norte” se emplaza en Callejón Aguirre y Chiclana. El origen de la institución se remonta al año 1993. Su historia tiene mucho -casi todo- que ver con la iniciativa de una vecina: Nelly Lorenzetti. Además de ser su directora, el Centro Comunitario funciona en su vivienda. Nelly le comentaba al Canal Veo Noticias, en el ciclo “Veo tu historia”, que el origen del centro se basó en la detección de una situación socioeconómica difícil para la comunidad.
Así, Nelly comentaba: “Empezamos con una copa de leche. Después se empezó a acercar la gente, porque de la copa de leche pasó al almuerzo”. En sus comienzos, el Centro Comunitario recibía a treinta y cinco niños y niñas.
Además, su directora comentaba que la institución también atendía a personas en situación de calle. Nelly Lorenzetti comentaba a VEO que otro de los servicios que brindaba el Centro para el año 2018 era la provisión de útiles escolares tanto al principio del ciclo lectivo como después de las vacaciones de invierno (Micro “Veo tu historia” Veo Noticias, 23/11/2018).
Para el año 2013, el Centro Comunitario de Liceo Norte recibía a ciento treinta niños y niñas. Nelly Lorenzetti le comentaba al diario El Litoral sobre los comienzos de la institución: “La peleamos solos, con la única colaboración de los vecinos y de empresas lácteas y panaderías que nos donaban los alimentos. Después arrancamos con un almuerzo tres veces por semana y con el tiempo logramos que el servicio fuese diario” (El Litoral, 24/07/2013). Sin embargo, el Centro Comunitario debió lidiar con numerosas situaciones, sobre todo, hechos de inseguridad, que llevaron a que el servicio de comedor se realizara por entrega de viandas.
Tal es así que por más de un año el Centro debió mantener esta modalidad de viandas y trabajo a puertas cerradas a causa del aumento de la violencia. “De las 130 personas que antes pasaban a diario por el salón, hoy solo se elaboran 30 raciones para los chicos que se llevan quizás la única comida del día y 10 más para personas que están en situación de calle”, como comentaba UNO en julio de 2014. Esta modalidad continuó en el contexto de la cuarentena por la pandemia del coronavirus en el año 2020 y 2021.
En junio de 2023 el Centro Comunitario de Liceo Norte cumplió treinta años de vigencia. En esa oportunidad, Nelly le comentó a El Litoral que “No se cumplen 30 años todos los días. Así que quisimos aprovechar para agradecerle a toda la gente por tantos años de acompañamiento”.
En cuanto a los comienzos del Centro, su directora sostenía: “Preparábamos la leche y se las servíamos a los chicos sobre unos tablones que armábamos en un patio de tierra. No teníamos personería jurídica, ni nada de eso. Solamente voluntad de hacer algo por ellos”.
La institución fue creciendo con ayuda de los vecinos y vecinas, de las empresas y de otras instituciones. Aunque la copa de leche comenzó en el patio de la casa de Nely, con el trabajo de años se construyó sobre ese patio un salón propio para el Centro Comunitario.
Escuela Bilingüe para sordos e hipoacúsicos “Nils Eber”
La Escuela Bilingüe para sordos e hipoacúsicos Particular incorporada N° 1305 “Nils Eber” se ubica en Av. Gorriti 4650. Celebra su aniversario el 18 de abril de cada año, si bien su origen se remonta a marzo de 1983. La institución tuvo mucho que ver con la iniciativa de una familia: Valentín y Gull-Britt Krawczuk. Como sostiene el sitio oficial de la escuela, el matrimonio buscaba dar respuesta a la educación de Nils Eber, su hijo sordo. Valentín Krawczuk, un pastor de la Iglesia de Filadelfia, y su esposa recibieron el apoyo del gobierno sueco, que donó muebles, equipos técnicos y materiales didácticos.
El objetivo de la institución se basa en el cumplimiento efectivo del derecho a la educación, a partir de la creación de “un ambiente lingüístico apropiado a las formas de procesamiento cognitivo y comunicativo, según las particularidades de los alumnos sordos”.
Con ello, se buscaba “Favorecer la integración social, escolar y laboral de los alumnos respetando sus posibilidades e intereses” como así también “Promover la cultura sorda en sus aspectos educativos, laborales, socio-económico y culturales, proyectando su imagen a la macro comunidad oyente”.
Recién en 1987 la institución fue inscripta en el Ministerio de Educación como “IOSHNE”, Instituto Oral para Sordos e Hipoacúsicos “Nils Eber” N° 305. Esta fecha, el 18 de abril de 1987, se considera la fundación de la institución. En ese momento, se ubicaba en calle Javier de la Rosa 1840 en un inmueble inadecuado para el funcionamiento de la institución.
Sólo contaba con tres divisiones y, con el tiempo, se fueron agregando secciones de Nivel Inicial y Primario. Además, la escuela contaba con alumnos y alumnas integrados/as a escuelas comunes.
El edificio propio llegó recién el 1 de agosto de 1997. El terreno que se ubica en Av. Gorriti fue donado por el Gobierno de la Provincia en 1995 y al año siguiente comenzó la construcción del edificio, como sostiene el sitio oficial de la institución. Los costos del proyecto fueron solventados por donaciones del Gobierno de Suecia.
En 2012, el diario El Litoral, entrevistaba a Laura Petrone, docente de la escuela, quien comentaba sobre el trabajo de formación que “En la institución, los alumnos trabajan los contenidos en lengua de señas por la mañana y todo el aprendizaje de la lengua española por la tarde. También tenemos otros proyectos para niños que quizá tienen más oportunidades desde lo auditivo. Además, se apuesta mucho a la integración.”
En esa oportunidad, Lucia, mamá de un alumno de 18 años que asistía a la escuela, comentaba sobre su experiencia en la institución: “De la escuela, tengo que destacar el trabajo de las maestras integradoras y las maestras intérpretes. Nicolás ingresó en jardín, cuando tenía tres años y medio, ahora está en cuarto año del secundario; o sea que toda su vida estuvo acompañado por alguna de las docentes. Es para valorar el acompañamiento permanente que tenemos, nunca estamos solos en esto”.
En cuanto a la disponibilidad de recursos, Gustavo, papá de un alumno de la escuela, le comentaba a El Litoral, que “si bien esta es una escuela privada, el 80 por ciento del alumnado es de bajos recursos y se cobra una cuota mínima. Con eso no se puede mantener la infraestructura de la institución.”
En ese sentido, el pago de la cuota depende de las posibilidades de cada familia de abonarla. Ante las dificultades que presentaba el financiamiento, los padres y las madres de la escuela conformaron una comisión: el “Club del Padrino”, que buscaba abrir la institución a la comunidad y recolectar recursos para la escuela (El Litoral, 14/04/2012).
Para el año 2017, la institución brindaba servicios educativos a más de setenta niños y niñas sordos/as e hipoacúsicos/as, de acuerdo con el diario UNO. En el marco del 30° aniversario, su directora, Miriam Rodríguez, hija del matrimonio fundador, le comentaba al periódico que «Al principio éramos una escuela oralista.
Pero con el paso del tiempo, entendiendo que la lengua de señas argentinas es la lengua natural de las personas sordas, se comenzó a forjar el bilingüismo, con el objetivo de facilitar la comunicación y la inserción social de los niños entre ellos y con la comunidad en general».
Así, la institución trabajaba para el 2017 en ambos turnos, a diferencia de años anteriores en los que funcionaba en un sólo turno. Además, la directora comentaba que se buscaba incentivar la integración con escuelas comunes, con el respaldo de docentes intérpretes y con el acompañamiento de las familias. Tal es así que la institución también brindaba “talleres para padres que se orientan a facilitar la comunicación con los chicos».
Ante la irrupción de las nuevas tecnologías de comunicación y la innovación en los dispositivos de audición, Miriam Rodríguez sostenía en diálogo con UNO: «Hoy los chicos usan audífonos que son muy avanzados y hay quienes pudieron acceder a un implante coclear, dos ejes que deben ser tenidos en cuenta por los docentes para estimular su audición de la mejor manera».
En la misma nota, una mamá de un niño que asistía a la escuela “Nils Eber”, resaltaba la importancia de la lengua de señas. No sólo como una herramienta para la comunicación de los niños y niñas, sino como un instrumento fundamental para la propia comunicación entre madres y padres con sus hijos e hijas (UNO, 15/04/2017).
La Escuela “Nils Eber” ha desarrollado y continua desarrollando una importante labor de integración y educación, dedicada a la comunidad sorda e hipoacúsica de la ciudad de Santa Fe y alrededores. El objetivo ha sido, desde un comienzo, el cumplimiento efectivo del derecho a la educación y de la realización personal, cultural, educacional, comunicativa y socio-económica de sus alumnos y alumnas.
Asociación Civil Liceo Norte de Pie
La Asociación Civil “Liceo Norte de Pie” se ubica en calle Serv. Bayo 8759. Su origen se remonta al año 2015, cuando los vecinos y las vecinas tomaron nota de la necesidad del barrio de contar con una asociación vecinal que tramitara los reclamos del mismo. El grupo iniciador se componía de jóvenes de entre treinta y cuarenta años, que compartían la visión de que el barrio se encontraba abandonado por el Estado.
Lorena Tablada, presidenta de la Asociación, le comentaba a Alma de Barrio LT10 AM 1020 en el año 2022 que “Nosotros en el barrio tenemos muchos problemas de infraestructura. Si bien es un barrio lindo, de gente trabajadora que vive acá hace cincuenta años, nosotros vemos que el progreso que hubo en las últimas décadas en el norte de la ciudad a nosotros aún no nos llegó”.
En el año 2022, la Asociación contaba con nueve miembros, un capacitador y un referente. Lorena relataba que, en un comienzo, la Asociación realizaba recorridos con cuadrillas con chicos que cortaban el pasto y desarrollaban trabajos de limpieza. Luego, comenzaron a dictar talleres de capacitación destinado a los vecinos y las vecinas del barrio y de alrededores. Entre los cursos se ofrecían talleres de “herrería, peluquería, escuela de árbitros y dirección técnica de fútbol para mujeres”. Además, contaban con la propuesta de talleres de robótica, en conjunto con la Universidad Tecnológica.
Sin embargo, la situación del barrio no ha mejorado. La capacitación en oficios constituía un aspecto muy importante pero, como sostenía Lorena en Alma de Barrio, los problemas del barrio persistían. La falta de asfalto, el desmalezamiento necesario y el alumbrado público eran uno de los reclamos más importantes de los vecinos y las vecinas para el año 2022.
Pese a ello, la Asociación Civil “Liceo Norte de Pie” ha buscado desde su creación las respuestas y las herramientas necesarias ante estas problemáticas. Así, la institución se ha relacionado con muchas otras entidades del barrio.
Por ejemplo, Lorena Tablada comentaba que, junto con las directoras de la Escuela “Combate del Quebracho”, la EESO “Cecilia Grierson” y el Jardín de Infantes N° 222 han propuesto la instalación de senderos seguros, desde Avenida Blas Parera hasta la calle Alsina, para la protección de los niños, niñas y jóvenes que asisten a estos establecimientos.
La institución también ha realizado diversas actividades en conjunto con otras instituciones como el Hospital Iturraspe u otras asociaciones vecinales, en las que se desarrollan, por ejemplo, campañas de donación de sangre, ferias y eventos.
