Un mismo albardón y dos vecinales
Se podría caracterizar a Alto Verde con dos espacios diferenciados desde el punto de vista de la ocupación con viviendas. El primero, el original, frente al puerto y desarrollado sobre la costa desde la embocadura del canal de acceso hacia el norte. El otro espacio que se desarrolló fue el paraje a lo largo de la costa norte del canal de acceso, hasta la desembocadura en el Paraná, lugar conocido como “La boca” de Alto Verde.
Más allá de la extensión posterior del caserío a la vera del camino que comunica al barrio con el antiguo Puente Palito, luego en la década de 1990 el de hormigón, y de la población asentada a lo largo del camino sobre el terraplén hasta el extremo del canal de acceso, desde el punto de vista de la organización vecinal se dieron en dos etapas diferenciadas las dos entidades representativas del barrio. Primero la Vecinal Pro Mejoras Alto Verde, y luego la vecinal La Boca de Alto Verde.
Vecinal Pro Mejoras Alto Verde
Esta entidad fue la primera en el barrio como organización vecinal, que se engarzó con otras entidades, como las escuelas y la parroquia, en la búsqueda de adelantos para el paraje como las defensas, el agua potable, la conexión física con la ciudad.
Su creación data del 10 de agosto de 1958, con don Demetrio Gómez como referente de un grupo de vecinos que entendieron que los progresos llegarían con participación civil.
Sin embargo, la actividad vecinal que terminó con esta institución comenzó a gestarse con otras agrupaciones y entidades en la década previa. En el sitio de internet Alto Verde City, Aníbal Pedro Bustamante, relataba aquella historia, como protagonista de ese tiempo.
“En la década del año cuarenta, se llega a plasmar a través del pensamiento de los hijos de aquellos fundadores, la firme y decidida idea de trabajar en procura del progreso edilicio y cultural de la zona. Nace con la aparición de las Asociaciones Vecinales, un nuevo sentido de convivencia social. Se funda la primera SOCIEDAD DE FOMENTO EDILICIO Y CULTURAL DE ALTO VERDE. Cada uno ira aportando lo suyo y en estupendas reuniones sociales, la confirmación del deseo unánime, la lucha cotidiana por el progreso del barrio”.
El memorioso vecino recuerda luego que “Nadie debía quedar marginado, y de aquella lección de sus pioneros, que infundieron como una necesidad ineludible, años más tarde vendrán: Sociedad Vecinal y progreso de Alto Verde, posteriormente Sociedad Vecinal Distrito Alto Verde, que cambia su denominación por Sociedad Vecinal República de Alto Verde, y de aquí la mención de los nombres que el veintiséis de Junio de mil novecientos cuarenta y ocho, fundaron esta institución con estatutos y reconocimiento oficial y que marca de algún modo, el inicio de nuestras relaciones formales con las autoridades provinciales y municipales, en forma más fluida, con importantes logros que trasuntaron en la instalación de la red de cañerías de agua potable en el distrito”.
Encabezada como presidente por Juan Carlos Ruggeroni, esta primera institución tuvo diez años de actividades en los que otros vecinos se involucraron, hasta llegar al nacimiento de la actual vecinal. “Todas las instituciones quedaron en el recuerdo”, reflexiona Bustamante, “hasta que finalmente se funda y prevalece hasta nuestros días la ASOCIACION VECINAL PRO MEJORAS ALTO VERDE.
Su primera comisión directiva: presidente: Demetrio Gómez, Vice: Jesús Pietropaulo, secretaria de actas: Dina Perezlindo, secretaria general: Rosa Acuña de Sosa, secretaria suplente: Corina Monzon, tesorera: Evangelina Demarchi, pro Tesorero: Juan Luis Clemente, vocales: Sebastián Oliva, Enrique Balbuena, Ramón Fernández, Apolinaria Piedrabuena, Tomasa Piedrabuena, y Luis Moreyra. Revisores de cuenta: Ambrosio Monzon y Aurelio Fernández, siendo su fecha de fundación el diez de Agosto de mil novecientos cincuenta y ocho”.
Como en la mayoría de los barrios, la red institucional tiene antecedentes de activistas hasta llegar a cristalizar en entidades más trascendentes su trabajo comunitario. Así parece ser el derrotero descripto líneas más arriba por don Bustamante, que en otro apartado del referido sitio de internet “Alto Verde City”, recuerda esos pasos previos, de primera mano.
El testimonio directo recogido por los hacedores del blog describe que los primeros pasos de la Sociedad “Vecinal República de Alto Verde”, antecesora de la luego Pro Mejoras Alto Verde: “Un logro importantísimo que obtuvimos fue la instalación del agua corriente en el año 1949. Mi cargo en esa Entidad fue de Prosecretario hasta que di por cumplido mi mandato en el año 1957. Tres años después ingreso en la Vecinal Pro – Mejoras Alto Verde corría el año 1960 con el cargo de Tesorería. No obstante, este cargo que específicamente es manejar dinero, debido a mi experiencia que ya tenía como Vecinalista, gestiono el reconocimiento de la Entidad ante el poder municipal; elaboro los Estatutos que es aprobado por Dirección de Vecinales. Asimismo, inicié los trámites ante Fiscalía de Estado quién nos otorga la Personería Jurídica que goza en la actualidad”. (https://altoverdecity.es.tl/Don-Pedro-Bustamante.htm)
Junto a otros vecinos, Bustamante trabajó con don Demetrio, el otro gran vecinalista de Alto Verde, con estas palabras lo rememoraba: “Mucho se hizo en la querida Vecinal Pro – Mejoras y me honra en manifestar que tuve la suerte de acompañar a mi gran amigo Demetrio Gómez, desaparecido el 17 de septiembre de 1968. Desaparecido nuestro gran líder, sigo siempre ocupando distintos cargos en la Vecinal, como ser Asesor en varias oportunidades y finalizo mi actuación en octubre del año 1990 como secretario, transcurrieron entonces en esta Vecinal 30 años como dirigente, más los tantos años que estuve en la Vecinal ‘República de Alto Verde’”.
Bustamante ocupó varios cargos en las entidades de vecinales de Santa Fe, también en las federaciones provincial y nacional de vecinalistas, que conformó en sus comisiones fundadoras. Como reconocimiento a su labor comunitaria, recibió en el teatro Municipal su reconocimiento como vecinalista de primer nivel, el 26 de octubre de 1986, “Día del Vecinalismo”.
Luego de este paréntesis para destacar la labor de Pedro Bustamante, y también la de Demetrio Gómez, se pueden repasar algunas de las publicaciones de los años 60 y 70, cuando desde la entidad barrial se luchaba, y trabajaba por las necesidades básicas del albardón.
Por ejemplo, en cierta oportunidad la movilización vecinal llegaba hasta los más altos niveles del gobierno provincial. Miembros de la Vecinal Pro Mejoras Alto Verde, y un grupo de colaboradores ingresaban “al despacho del gobernador de la provincia, Dr. Carlos Sylvestre Begnis”, en la que solicitaban la pronta puesta en vigencia de la ley de expropiación, proyecto de Kilibarda, número 6.921 del 10 de abril de 1973, por la que se declaraba “de interés público y sujeto a expropiación todas las tierras comprendidas en los siguientes límites de aguas: canal de acceso, canal de derivación, riacho Santa Fe, río Colastiné, conocidas como islas Las Cañas, Pesquerías, Crucecitas, Clucellas Tacurú y Silgadero”. Decía El Litoral respecto del pedido de los vecinos, que todavía estaban instalados en terrenos portuarios de manera precaria en cuanto al título de propiedad, y en tal sentido solicitaron que al menos “expropiar la franja de unos 500 metros de ancho a lo largo del camino de Alto Verde, con una longitud de 8 kilómetros; lo que se calcula en unas 208 Has. De este modo –dijeron- se soluciona el problema ubicacional de la población del distrito”. (El Litoral – 12/6/1973)
Vale recordar que esa ley y expropiación proponía urbanizar y proteger al barrio, a la par de transformar las islas en una reserva natural, con fines conservacionistas, pero también turísticos.
El otro problema expuesto a Begnis fue la nueva rotura del caño de agua que atravesaba el riacho, reparado en 1973 pero afectado por un barco que lo dañó y dejó sin servicio al barrio.
Como era habitual entonces, el relleno de las zonas bajas con el refulado del canal de acceso, y la construcción de un terraplén de protección del caserío por el oeste, volvía en el pedido de los vecinos a las autoridades, La vecinal estaba presidida entonces por Ignacio Monzón (hijo).
En 1974 nuevas gestiones de los vecinos lograba que funcionarios municipales y provinciales se acercaran al albardón para ver el tema del mal estado de camino que vinculaba el sector más poblado con el “Puente Palito”. Se destacaba entonces que el refulado del canal de acceso para su profundización y mantenimiento era depositado en una isla sin sentido, cuando ese material conducido por las cañerías necesarias, podía ser bombeado para construir la defensa, consolidar el camino y hasta el alteo de las zonas bajas del este del albardón. (El Litoral – 25/6/1974)
En los años de la Dictadura Cívico/Militar, iniciada en 1976, en el barrio se vivieron momentos complicados por la medida de desalojo que se llevaba adelante por parte de las autoridades judiciales, según se desprende de las notas de 1978, por reclamo de los propietarios de una parte de la isla Silgadero, desde el Puente Palito hasta la manzana uno de Alto Verde. La situación desencadenaba hasta la preocupación del entonces arzobispo de Santa Fe, Monseñor Zazpe.
La nota de El Litoral exponía las palabras de los vecinalistas, encabezados por Elbio Monzón, que visitaban la redacción y exponían la situación, así reflejada por el medio: “La situación que se presenta tiene una connotación social sumamente grave, ya que la medida del desalojo –que debe producirse en los próximos 20 días- afecta a unas 250 familias, con más de 1.500 miembros, quienes quedarán en situación precaria –según dijeron los visitantes- ya que la mayoría de los afectados son personas de escasos recursos, sin posibilidad de trasladarse a otras casas”. (El Litoral – 31/10/1978)
No solo había casas de familias residentes del barrio, que eran trabajadores del puerto, el ferrocarril o de la isla, sino además clubes. Una situación similar se vivía entonces en la zona de la Vuelta del Paraguayo, en tanto formaba parte de la misma isla, propiedad en ese momento de los señores “Octavio, Victorio y Armando Chacón”, por lo que los vecinos de Alto Verde pedían que la provincia resolviera el problema con una expropiación, pagando esos terrenos ya ocupados, y que luego fueran comprados por los ocupantes “…de manera acomodada a sus posibilidades”, es decir poder solucionar el desalojo con una compra por parte del gobierno y una venta a los moradores en cuotas.
Vale decir que el pedido vecinalista de expropiación no era una solicitud sin fundamento, la misma nota recordaba que “Según es de público conocimiento el gobierno provincial dispuso oportunamente realizar los trámites para la expropiación, pero no se habrían hecho los depósitos de ley correspondientes. Por tal motivo prosiguieron los juicios de desalojo, cuya ejecución se ha comunicado por cédula judicial a cada uno de los afectados”.
Otra comitiva de la vecinal compuesta por Rosa Sosa y Bautista Hilatti, se habían entrevistado en el Arzobispado de la ciudad con Monseñor Zazpe por el tema, quien, según la nota, “El arzobispo de Santa Fe prometió a los visitantes ocuparse personalmente del caso e interesar al gobernador de la provincia, para que se encuentre una solución adecuada”. (El Litoral – 31/10/1978)
La actividad vecinal tuvo real importancia en Alto Verde, tanto en el paraje La Boca, con su entidad, que pese a no poseer local propio, continuó su funcionamiento con discontinuidades pero con trabajo solidario vecinal.
Por supuesto que Pro Mejoras Alto Verde, tanto por antigüedad como por la cantidad de vecinos que agrupa en su jurisdicción, tuvo los mayores adelantos, para el barrio como para la propia sede. Al respecto, Dalla Fontana en una de las notas al pie de su libro sobre el barrio refiere acerca de la vecinal que “El 21 de diciembre de 2018, la vecinal Pro Mejoras del barrio Alto Verde fue totalmente equipada a partir de la incorporación de nuevas instalaciones sanitarias, la remodelación del salón principal, el reacondicionamiento de la cocina, los asadores y el buffet y el cerramiento e iluminación del tinglado”.
Vecinal “La Boca de Alto Verde”
Finalmente, la zona de La Boca, por su distancia con la ciudad, su cuasi condición de aislamiento cuando el agua del Paraná levanta sus niveles, y el habitual camino se cubre y sólo queda como vínculo el nuevo puente de hormigón, de una sola trocha, evidencia los mayores atrasos, y el sostenido reclamo de los vecinos costeros de la ciudad: de sentirse como un “barrio olvidado” de las autoridades, y de los propios santafesinos.
Sobre este puente y el paso por un bajo, antigua desembocadura de un arroyo, en una de las recorridas de la Fundación Centro por los barrios se destacaba que “Una particularidad que tiene La Boca es el acceso. Pasando la Manzana 7 de Alto Verde, uno puede ingresar un paso bajo nivel o por el Puente Angosto. Según los vecinos, este puente no se usa o se usa poco, porque está el peligro de derrumbe. Afirman que si uno circula por el mismo puede percibir su movimiento y ver sus defectos. La historia de este puente es que se construyó para que la gente pueda salir del barrio cuando hay creciente, porque en esos casos se inunda el paso bajo nivel. Más allá de esta problemática, los vecinos afirman que en esta zona no hay nada de iluminación, lo que la vuelve muy insegura”. (https://fundacioncentro.org.ar/santa-fe-450/vecinal-la-boca-alto-verde/)
Se conecta con la zona central de Alto Verde a partir de la continuidad de la calle Demetrio Gómez, que luego se llama Ramón Rivero, vecino importante del paraje, pero que en todo su derrotero la condición de ser de tierra la vuelve intransitable los días de lluvia, o cuando crece el río, dado que va a la par del canal de acceso al puerto.
La falta de un servicio de transporte público adecuado, con un ramal de la Línea 13 que se denomina “La Boca” y que hacía un enlace con otra parada en la Escuela Montes, demoraba todavía más el tiempo para llegar hasta la ciudad, que se veía en el horizonte con sus edificios, tan cerca, pero tan lejos para alcanzar el centro. Casi igual que a sus coterráneos del original Alto Verde.
Escuela “Simón de Iriondo” Nº 95, el jardín de infantes y el EEMPA
La Escuela Nº 95 se encuentra ubicada en la Manzana 2 de Alto Verde. Inició sus actividades en el año 1927, como una de las primeras del barrio.
Su radio como escuela primaria abarca las manzanas 1, 2, 3, 4, 5, 13 y 7. A esta institución asistían en 2022 unos 250 alumnos, en el turno mañana, y otros 290 en el turno tarde. La escuela contaba también con plantel de 58 docentes. La escuela también poseía, históricamente, un comedor escolar, con una copa de desayuno y merienda a los para todos los alumnos.
En Alto Verde había tres escuelas primarias allá por la década de 1930, la 533, conocida como la “rompe olas”, la número 28 de efímera existencia, y la Escuela N° 95, que tomó el nombre de “Simón de Iriondo”. Era el tiempo en que esos establecimientos dependían del Consejo General de Educación, aquel que tenía su hermoso edificio sede frente a Plaza San Martín en Primera Junta y 1º de Mayo.
Miguel Ángel Dalla Fontana en su libro “Alto Verde” menciona que al comienzo la escuela 95 “era tan solo un rancho de argamasa de barro y techo de paja, pintado a la cal y ubicada en un lote de la manzana Nº 4, propiedad de Fortunato Herrera”.
En una nota del diario El Orden de 1932 se recorría el barrio y en particular las escuelas. En la Nº 95, el cronista encontró al alumnado tomando leche al pie de la vaca, “Cada uno con su jarrito, daba cuenta con ostensible deleite del contenido, de la leche pura, tibia y espumosa, que les iba saliendo distribuido por turno”. Las vacas, tres en ese momento, habían sido donadas a la escuela 95 por el benefactor Demetrio Iturraspe, más otras dos lecheras que se esperaban de parte de Ignacio Iturraspe. Por su parte, los hermanos Marconetti, del molino en el dique, facilitaban la ración de alimento para las vacas, mientras se esperaba que el Estado provincial brindara una galleta por alumno, en la ya denominada “copa de leche”, tan necesaria para los alumnos de las escuelas en los barrios pobres. (El Orden – 1/11/1932)
El plantel docente de esta escuela, más numerosa, estaba compuesto por la directora y docente de aula Paulina de Cabrera, las maestras normales Sara Cohen, Sara de Paganini, Margarita de Comini y Esperanza Piedrabuena. Tenía la Escuela 95 unos 175 alumnos, “distribuidos en cinco grados”, en una casilla que solo poseía cuatro pequeñas aulas, por lo que uno de los grados recibía clases al aire libre bajo una conveniente enredadera. Como promesa estatal se esperaba la llegada de las casillas retiradas del “Parque Escolar”, que estaba enfrente del puerto, donde luego se ubicó el Parque Alberdi (https://santafemibarrio.com.ar/fotos-e-historias-del-barrio-del-puerto/).
La escuelita contaba con una biblioteca infantil, gracias a la donación del cura párroco Torres de la Catedral. También funcionaba una asociación cooperadora de padres, que entre otras contribuciones había logrado con beneficios comprar guardapolvos para los alumnos. (El Orden – 1/11/1932)
En los años finales de esa década la instalación de un “anexo” de la Escuela N° 95, de una “Escuela Hogar” daba corolario a un anhelo de la comunidad altovedrina, pero también a los proyectos que tenían como antecedente la “colonia” de verano en la que muchos niños y niñas del albardón formaban parte, más allá de su escolaridad habitual.
La N° 95 se la denominaba ya como “Simón de Iriondo” y en ese acto de inauguración las autoridades locales, en especial del Concejo de Educación, cruzaban el riacho para el encuentro. Hasta el gobernador Manuel de Iriondo se hacía presente.
Al llegar las autoridades en la lancha que los trasladó desde el Dique I, los vecinos, los docentes y los alumnos los aguardaban en la orilla. En ese recibimiento, decía El Litoral, “el niño de 6o. grado Eraclio Rodríguez, leyó una composición”.
Luego de los discursos del gobernador, el titular del Concejo de Educación, del director de la Escuela 95, Adolfo Tanoni, y hasta el celador de la escuela hogar Rodolfo Martínez Quintana. La escuela hogar era una necesidad para los chicos y chicas más pobres de Alto Verde, como de otros barrios y lugares de la provincia.
La nota contaba que la casilla de madera que antes había estado en pésimas condiciones, “se encuentra en buenas condiciones y ha sido objeto de reparaciones y pinturas generales que le den un buen aspecto. Frente a la misma ha sido cercado un amplio terreno, y se han iniciado las obras para la instalación de un parque escolar y se ha construido una casilla donde se ha instalado el comedor para los niños que participarán de los beneficios de la escuela – hogar y donde se encuentra la cocina y el depósito de las provisiones”.
El vespertino, a la postre de manera premonitoria, reproducía textualmente el discurso del niño Eraclio Martínez: “Nuestro humilde barrio viste sus mejores galas con la llegada de vuestra Excelencia y su digna comitiva. En nombre de los alumnos de este establecimiento os doy la bienvenida cordial esperando que vuestra visita sea de positivo resultado para nuestra escuela. Mucho ha hecho el presidente actual para el progreso de la escuela, siendo la iniciativa más importante la creación de la Escuela Hogar. Pero llevándose a la práctica esta iniciativa en un edificio reducido hácese necesaria la construcción de un edificio apropiado, esperando se lleve a cabo este pedido. (el resaltado es nuestro) Hago entrega de este humilde ramo de flores en nombre del alumnado de esta escuela”. (El Litoral – 21/3/1938)
Los conocedores y adeptos al folklore nacional habrán detectado lo significativo de la cita de 1938 a ese alumno Martínez de la escuela 95 de Alto Verde. Eraclio fue popularmente conocido como Horacio Guarany. Ese es el hallazgo de esta publicación, más allá de lo que representaba la Escuela Hogar para el establecimiento “Simón de Iriondo” que tenía 350 alumnos, uno de los cuales era ese niño que terminó como reconocido ídolo de la canción popular nacional.
A los años, en 1944, la escuela 95 no había cambiado, eran las dos mismas casillas de madera, con nuevamente necesidades de arreglos, pero con 400 alumnos. Va de suyo que se renovaba en el reclamo de los vecinos que se construyera un nuevo y adecuado edificio escolar. (El Litoral – 6/9/1944)
Desde la perspectiva histórica de la necesidad de un edificio adecuado para la escuela “Simón de Iriondo” de Alto Verde se podría presuponer que durante la misma década del ’40 las viejas casillas de madera habían sido reemplazadas por una adecuada construcción de material. Pues no. Es más, para la década de 1960 todavía las clases se daban en las casillas a punto de colapsar.
El Litoral daa cuenta de esa condición precaria cuando la Escuela 95 tenía 436 alumnos y había sufrido, como todo Alto Verde, la creciente de 1966: “Construida precariamente en madera, este hecho no sería mucho de lamentar si sus pisos, paredes y ventanas estuvieran en condiciones. Pero ocurre precisamente todo lo contrario: tablones rotos, agujeros en las paredes, techos destartalados configuran una realidad que no podido, sin embargo, vulnerar el entusiasmo de las dieciséis maestras que dictan clases en los dos turnos”.
Y profundizaba la descripción el vespertino luego de argumentar el valor de la educación pública para los hijos de esas familias pobres de Alto Verde: “La escuela tiene tres ambientes, igualmente ruinosos. En ellos funcionan las ocho aulas, el comedor, el taller de trabajos manuales. El comedor ha tenido que ser instalado en el aula de pre-escolar, porque la habitación que antes ocupaba fue completamente deteriorada por la última crecida. De baños ni hablar habría que comentar una ausencia. Es difícil hacer la síntesis final. Aquí hace falta de todo. Es una escuela sin edificio, prácticamente”. (El Litoral – 24/4/1967)
Muchas veces cuando se argumenta sobre los estigmas impuestos desde el “centro” de la metrópoli, muchas veces definida como “entre bulevares”, sobre los barrios periféricos se desconocen las postergaciones históricas que han sufrido en materia de bienestar público, de servicios, de elementos que posibiliten un desarrollo igualitario. Es entonces necesario posicionarse en ese espacio fuera del lugar cómodo, de las calles pavimentadas y con todas las comodidades, para entender la idiosincrasia que se forma en los barrios pobres y postergados respecto de su sentido de pertenencia a la ciudad.
Pero en especial, más allá de lo jurisdiccional o geográfico, su sentido de pertenecer a la misma ciudad que crece hacia el cielo, a la par que le da la espalda y los margina sin derramar desde ese progreso algo mejor para ellos, también santafesinos.
Ser parte de la misma ciudad no solo es formar parte del mismo padrón electoral, es al menos sentirse tenido en cuenta en las postergaciones históricas que aparecen como signos desde el pasado cuando se hurga en los recuerdos y se demuestra, como en este caso, que luego de los años, de los tiempos perdidos, de las luchas colectivas y cotidianas, aquella escuela de Eraclio, seguía CASI 30 años después tan igual, o peor, que en 1938, cuando el niño Horacio Guarany le decía al gobernador descendiente de quien llevaba nombre el establecimiento: “Pero llevándose a la práctica esta iniciativa en un edificio reducido hácese necesaria la construcción de un edificio apropiado, esperando se lleve a cabo este pedido”. (El Litoral – 21/3/1938)
Pasaron muchos años, treinta, hasta que la escuela 95 logró alcanzar un nuevo edificio, adecuado a sus funciones. En 1969 llegaba el tiempo de ocupar las nuevas dependencias, “Esta nueva concepción en edificación escolar, ha significado, según los informes, un ahorro de más del doble en costo, ya que solo demandó un gasto de alrededor de 15 millones de pesos, que posibilitarán la construcción de 8 aulas, biblioteca, sala de maestros, y un comedor escolar con su correspondiente cocina, donde podrán tomar sus clases 500 niños, olvidando de una vez por todas los problemas que debían afrontar antes con el desaparecido local”. (El Litoral – 4/8/1969)
El diseño era innovador, como en bloques, para sumar en etapas las ampliaciones descriptas. En esas dependencias funcionaba además el Jardín de Infantes, con sus propias aulas y espacios. El referido comedor era para 90 niños.
En ese acto de agosto de 1969 las autoridades anunciaban la licitación del nuevo edificio para la escuela 1081, cuyo edificio había sido destruido el 30 de octubre de 1967 por una fuerte tormenta, por lo que maestros y alumnos desarrollaban sus actividades en dependencias del destacamento policial. Era la escuelita de “La Boca”, en el canal de acceso, con 30 alumnos en esta parte de Alto Verde casi sobre el río Paraná, aislados del resto del albardón, como a cinco kilómetros de la escuela más cercana, la Nº 533, conocida como la “Rompe Olas”. (El Litoral – 4/8/1968)
Con los años el nuevo edificio se levantó en la manzana 2, a orillas del riacho, a metros de la calle principal, Demetrio Gómez.
Otras instituciones en el mismo establecimiento
En el mismo edificio, como en otros barrios, funcionan también otras instituciones. El jardín Nº 205, “María Montesori”, al que asistían unos 43 infantes, en el turno mañana, y 44 en el turno tarde, por el año 2022. El jardín fue creado en 1995 para dar respuesta a las necesidades de los niños y las niñas de esa parte de Alto Verde.
La otra institución que también funciona en el edificio de la escuela es la Escuela de Enseñanza Media para Adultos N° 1318, la cual había iniciado el dictado de sus clases como anexo del EEMPA Nº 1309 del Barrio «El Pozo”, en la que luego de dos años egresaron 27 alumnos. Sin embargo, desde la dirección de esta institución se bregó siempre por la independencia de la entidad, objetivo que se logró con el apoyo de la comunidad de Alto Verde y de todas las instituciones del barrio.
Luego de un tiempo a la nueva escuela se le asignó el Nº 1318, cuando comenzó a utilizar parte del edificio de la Escuela Nº 95 «Simón de Iriondo”. Para su funcionamiento ocupó inicialmente cuatro salones, los sanitarios y el patio, siempre fuera del horario de clases del otro nivel educativo.
Para el 2022 había 30 alumnos en primer año, 36 en segundo año y 15 alumnos en quinto año. A esta nueva escuela se asignaron los cargos de director y horas cátedras necesarias, lo que posibilitó la independencia administrativa y pedagógica del EEMPA N° 1318.
En resumen, la escuelita fiscal de Alto Verde, aquella que ocupó por años las casillas de madera, fue, y es, una de las entidades referentes del barrio costero.
La escuela 533
La otra gran escuela primaria de Alto Verde, la “Victoriano Montes”, tiene un antecedente en la recordada Escuela Nº 28, “Rodolfo Freyre”, que fue la primera escuela y que nació en 1926 en que se instaló en una casilla de dos pisos. Pero una tormenta voló el techo y las paredes laterales, y esto obligó a inaugurar otra al año siguiente. Fue en 1927 cuando se creó la Escuela Nº 95, la «Simón de Iriondo», que en sus comienzos era un rancho largo, de palo a pique con revoque de barro blanqueado con cal y techo de paja.
Sin embargo, el crecimiento de la población con necesidad de escolarizarse llevó a la creación de otro establecimiento, al inicio de la década de 1930.
El diario El Orden mencionaba sobre esta escuela que “Marca un jalón de avanzada, allá en las proximidades de la desembocadura del Canal de Acceso del Río Paraná, la escuela fiscal Nº 533, atendida por su Director y único maestro, Don Juan Gazzán. Es mixta, con inscripción de 34 alumnos y asistencia media de 27. El alumnado recibe instrucción en la única aula, bien aireada, con que cuenta. El interior está deteriorado y reclamando refacciones que no deben demorarse (…) A todos se les provee de útiles escolares gratuitamente por el Consejo”. (El Orden – 1/11/1932)
Un dato que vincula a la escuela 533 con la efímera 28 que destruyó la tormenta en 1926 se ubica en que para el año 1937 la dirección de la “Victoriano Montes” la ejercía María Esther E. de Gaydou, “maestra que se había iniciado como educadora de 1º grado en la escuela Nº 28”, como lo señala Dalla Fontana en su libro sobre el barrio.
Más cerca en el tiempo, la N° 533 “Victoriano Montes” era noticia en 1958 por su deplorable estado. La entidad había comenzado sus actividades en ese edificio, en la costa misma del albardón, en 1942, años después de su creación. Entre la falta de mantenimiento, el uso intensivo por la cantidad de alumnos, y el inadecuado mobiliario, daban una combinación poco propicia para el proceso pedagógico de educar. Entre las deficiencias se destacaba la ausencia de techo y mal estado de los baños.
Pero la nota se disparaba en abril de 1958 porque en diciembre de 1957 una fuerte tormenta se había llevado gran parte de los techos de las aulas. La citada directora María Esther Echagüe de Gaydou presentaba al diario las notas de pedido de restitución de las chapas de cinc del techo, sin respuestas del gobierno provincial cuatro meses después del meteoro. La única alternativa ante la llegada del invierno de 1958 era que las clases se dictaran en un salón del club de pesca cercano. (El Litoral – 17/4/1958)
El edificio definitivo de la escuela se ubicó igualmente cerca de la costa, sobre la manzana 7, con ingreso principal sobre la calle Demetrio Gómez.
La escuela tuvo sus progresos, incluso con el crecimiento de la oferta educativa, tanto hacia el nivel inicial como al funcionamiento de un EMMPA por la noche. Con el tiempo en el mismo espacio fue establecido el nuevo edificio, en la manzana 7, a orillas del canal de acceso. En ese punto, poco a poco, con su frente y patio hacia la calle Demetrio Gómez, la escuela creció, incluso hasta ya el Tercer Milenio, cuando nuevas aulas se conformaban, se reformaba el sector norte, para el patio de juegos del jardín de infantes.
La maestra Vanesa Castillo
Alto Verde, como otros barrios postergados de la ciudad, tuvieron a lo largo de su historia muchas situaciones de inseguridad.
Situaciones que perpetuaron en el tiempo y se complejizaron con el aumento de la marginalidad, la desigualdad, el crecimiento del consumo, y el tráfico de estupefacientes.
Estas situaciones se vieron permeadas a su vez por situaciones de violencia de género, de abusos en ámbito intrafamiliar. Casos que, con los nuevos tiempos, los avances en materia de derechos para las minorías, las mujeres, el conocimiento de la protección de menores frente a abusos, puso en el eje de políticas públicas, en especial dentro de la década de 2010 y comienzos de 2020, acciones, capacitaciones y mecanismos de mayor protección y detección de las infancias vulneradas.
Pero a veces las respuestas del Estado y sus organismos, de las instituciones de la sociedad, no llegaron a tiempo, y entonces, las consecuencias arribaron a un punto irreparable y trágico.
Un poco esta es la situación que provocó la indefensión de una maestra de la escuela 533 que luego de denunciar ante las autoridades el posible, luego comprobado, caso de abuso en el ámbito familiar de una alumna del establecimiento, fue asesinada en la puerta de la misma escuela por un sicario que actuó “por encargo” para consumar el hecho.
La crónica policial del vespertino local titulaba “Mataron a una maestra en Alto Verde” y describía que en las inmediaciones de la escuela 533, ubicada en la Manzana 7 había sido apuñalada, y que su asesino había sido arrestado en una vivienda cercana. Era el 4 de septiembre de 2020 y la nota de Joaquín Fidalgo agregaba “Vanesa Castillo tenía 30 años y era madre soltera de una pequeña de 11. Residía en Santa Rosa de Calchines, localidad ubicada 40 kilómetros al norte de nuestra ciudad, y se desempeñaba como maestra en la Escuela Victoriano Montes del distrito costero de Alto Verde, en esta capital provincial. Desde hace tres años viajaba todas las mañanas para enseñar a sus alumnos. ‘No faltaba nunca’, aseguró una de sus compañeras. ‘Hace un año pudo comprarse una moto para no tener que levantarse a las 5 de la madrugada para tomar el colectivo’, acotó otra. Además de ejercer la docencia, esta mujer estudiaba Profesorado de Historia. No paraba de luchar por una vida mejor para ella y su hija. Este jueves fue brutalmente asesinada cuando salía de su establecimiento educativo, en inmediaciones de la Manzana 7. Su cuerpo maltrecho quedó tendido entre montículos de tierra levantados por obreros que realizan mejoras sobre la avenida principal Demetrio Gómez. Allí se desangró mientras esperaba la llegada de la ambulancia”. (El Litoral – 14/2/2018)
Cuando Vanesa salió de la escuela, a pocos metros, el asesino la sorprendió se subió en la parte trasera de la moto y sin mediar la apuñaló por la espalda con una “faca” en repetidas veces. Ante los gritos de Vanesa sus compañeros y vecinos acudieron, era pleno mediodía, mientras su matador se escapa hasta la vivienda precaria donde vivía con su madre, muy cerca de la escuela 533.
La nota del diario apuntaba sobre el suceso: “Este sujeto, luego identificado como Juan Ramón Cano, echó a su madre y se ‘atrincheró’ en su pieza. Con el correr de los minutos, personal de Prefectura Naval y policías de distintas agrupaciones acorralaron al sospechoso. Los uniformados tuvieron que repartirse tareas para tratar de arrestar al prófugo y a la vez contener a una muchedumbre que se mostraba agresiva y con intenciones de vengar la muerte de la maestra. El presunto asesino se entregó una hora más tarde”. (El Litoral – 14/2/2018)
Luego del hecho se vinculó el asesinato, con rasgos sicarios, con la denuncia que la docente había realizado por el abuso sexual a una alumna del establecimiento que había quedado embarazada y por el que su abusador fue condenado luego a 14 años de prisión.
En el ámbito judicial, la denuncia efectuada por Vanesa, según los protocolos establecidos, y su muerte a manos de un asesino “por encargo”, no pudo ser probada, según la fiscal del caso de la muerte de la docente.
El matador de la maestra fue condenado en 2020 a prisión perpetua, con la salvedad de haber incorporado en el fallo de la justicia la figura de “femicidio no íntimo”, para el crimen perpetrado. (El Litoral – 27/12/2020)
La hermana de Vanesa, Silvia, y el gremio docente de la provincia, entre otras organizaciones civiles de la comunidad, impulsaron la “Ley Vanesa”.
En el sitio web de AMSAFE Rosario Silvia Castillo declaraba que “En el 2018, tras el crimen de Vanesa, nos sentimos movilizados a continuar con esa tarea que ella llevó adelante y le costó la vida, la protección de las infancias vulneradas, eso ha motorizado esa iniciativa de construcción colectiva de una nueva Ley, una normativa actualizada que proteja las infancias y a los agentes estatales que acompañan a los menores en las denuncias de vulneración de derechos, el proyecto Ley Vanesa, que en breve comenzará a estudiarse y redactarse por la comisión especial creada en la cámara de diputados, con la colaboración de las distintas instituciones involucradas en el tema”. (https://amsaferosario.org.ar/detalle/4444/Vanesa-Castillo-en-palabras-de-Silvia-su-hermana.html)
El proyecto de la “Ley Vanesa” ingresó a la legislatura provincial en 2022, cuatro años después bajo iniciativa de la diputada Agustina Donnet, pero luego de varios años, perdió estado parlamentario, sin que fuera tratado, dos años después, en 2024.
Nuevo desamparo sobre la memoria de la maestra que acompañó a una alumna a denunciar un abuso, crimen de Vanesa Castillo que tuvo en el barrio y en la ciudad de Santa Fe, movilizaciones y reclamos de justicia hasta la condena del homicida, pero sin condena sobre quien presuntamente encargó el asesinato, un abusador que terminará libre por las calles de Alto Verde, y podrá pasar frente a la escuela que recuerda en murales y placas a Vanesa, la maestra asesinada por proteger a una niña.
Escuela de Oficios Papa Francisco
La escuela “Papa Francisco” fue inaugurada el 26 de agosto de 2015 y se encuentra ubicada en la manzana 7 de Alto Verde, en forma contigua a la Capilla Nuestra Señora de los Milagros, donde se comenzó a dictar clases de construcción y electricidad, en marzo de ese mismo año.
La institución contaba en 2022 con un Aula de Oficios, anexa al Colegio de la Inmaculada Concepción de la ciudad de Santa Fe. Tanto la edificación de esta especie de “aula radial”, como el mantenimiento, corresponde a la Fundación Manos Abiertas.
El aula se construyó para que asistan jóvenes mayores de 18 años del barrio, en especial para aquellos en situación de vulnerabilidad económica y que necesitan una buena capacitación para poder insertarse en el mercado laboral.
Originalmente, la escuela surgió por la necesidad relevada en el barrio de acceder a cursos de formación en distintos oficios. Por este motivo, en la escuela se dictan los siguientes cursos: “Albañil en Construcciones Tradicionales”- y “Montador Electricista Domiciliario”.
Al mismo tiempo, la institución educativa fue creada con el objetivo de articular su trabajo en la ciudad y la región, con “organizaciones socio productivas que potencien y den continuidad a los procesos de formación”, según el comunicado de prensa oficial del gobierno provincial en ocasión de su inauguración en agosto de 2015.
En la misma publicación se refería de la participación del entonces gobernador Antonio Bonfatti en la habilitación del aula, pero además se indicaba que “La escuela se construyó gracias a donaciones de particulares y un aporte otorgado por el gobierno de la provincia por un monto de 2 millones de pesos, con el cual pudieron finalizar las obras”.
La capacitación integral de los cursos se complementa “con el desarrollo de contenidos de formación general de base necesarios para el perfil ocupacional a formar y aquellos propios del ideario de la institución educativa de la cual dependerán”, como parte del mismo parte oficial.
Para entender la trascendencia de la construcción del aula propia se rescataba lo dicho por Wilson Stegmayer; el asesor espiritual de la organización Manos Abiertas: “hasta el día de ayer los 24 alumnos -siete de albañilería y 17 de montador electricista domiciliario- desarrollaron sus actividades en espacios preparados provisoriamente, ubicados en lo que es el salón de catequesis y la cocina de la Capilla Nuestra Señora de los Milagros. A partir de hoy, la comunidad de Alto Verde ya tiene su aula de oficios con instalaciones debidamente preparadas para formar a sus adultos en el ámbito profesional, dos aulas para clases teóricas, un aula de informática, sanitarios para mujeres, hombres y personas con capacidades diferentes y talleres para realizar las prácticas que cada profesión demanda”. (https://www.santafe.gov.ar/noticias/noticia/215277/)
A partir de fines de 2016 la fundación Manos Abiertas logró ampliar la oferta educativa de esta “aula escuela” denominada Papa Francisco. Con la construcción de otras aulas se daba la oportunidad de cursar el ciclo Terciario en el barrio, con una terminalidad relacionada a la docencia.
En el diario El Litoral, bajo una nota de Florencia Arri, se detallaba que el Profesorado de Educación Primaria, tendría una duración de cuatro años, con inicio de clases en 2017. Tan solo dos años antes habían comenzado las actividades en las nuevas aulas, así lo refería la nota “Desde su apertura en 2015, la Escuela de Oficios Papa Francisco cambió la realidad de Alto Verde. No sólo por las tres construcciones de color morado que se divisan desde lejos por quienes llegan por el terraplén hasta la Manzana 7. Fundamentalmente, por los 70 vecinos que este año capacitó en cuatro oficios, y que el martes recibieron sus diplomas de egresados. A días de celebrar la segunda promoción de la escuela, sus directivos anunciaron que el año próximo sumará el nivel terciario”.
La carrera comenzaba a ser dictada en 2017 “por el Instituto Superior Particular Incorporado N° 4031 Fray Francisco de Paula Castañeda y tendrá 4 años de duración. La presentación a los vecinos fue una reunión informativa a la que asistieron 60 interesados”, afirmaba el vespertino.
En otro tramo, la presidenta de Fundación Manos Abiertas, la ONG que lleva adelante la escuela, Alicia Helú, explicaba: “Primero imaginamos formar maestras de nivel inicial, de jardín, pero después nos pareció bueno que Alto Verde tenga maestros que puedan trabajar en sus escuelas, sobre todo porque los días de lluvia es difícil ingresar al barrio, y si los docentes vivieran aquí ese problema estaría resuelto”. (El Litoral – 9/12/2016)
Dentro del crecimiento de la escuela de oficios original la nota informaba que la Fundación Manos Abiertas ya preveía para 2017 “ampliar la construcción de tres aulas que hizo en la histórica Capilla de Los Milagros que los padres jesuitas tienen en Alto Verde”, dado que “Allí, en el mismo terreno donde levantó la escuela para el dictado de los oficios, construirá más aulas, una biblioteca y más baños. Lo hará del mismo modo, con donaciones, y con el mismo objetivo: capacitar a más vecinos del barrio. El proyecto para 2018 es que la Papa Francisco sea una escuela técnica con terminación en los oficios que ya se están dictando”.
Explicaba la presidenta de la fundación, Helú, que con la creación de la Escuela de Oficios habían buscado “cubrir la necesidad de capacitar a quienes no tenían secundario. Hoy somos más ambiciosos, queremos que los chicos del primario continúen una educación formal que les permita tener un título técnico a los 18 años”.
Como lo refiere la nota de la periodista Arri, “La escuela le daría una continuidad a los chicos que cursan su primaria en la Escuela Nº 533 Victoriano Montes, ubicada enfrente de la Papa Francisco. Están una frente a otra, ambos lados de la calle, y los docentes se conocen y ya están vinculados”, a lo que sumaba sobre los logros alcanzados: “Las cifras indican que el trabajo de Manos Abiertas en Alto Verde completa un círculo virtuoso: el año pasado 14 vecinos se capacitaron en dos oficios; y este año fueron 70 los que se formaron en cuatro terminaciones”. (El Litoral – 9/12/2016)
Para el 2017, otra nota, en este caso del diario Uno Santa Fe, bajo la producción de Victoria Rodríguez, se publicaba que “La escuela de Oficios de Alto Verde continúa ampliando la oferta de posibilidades en Educación Superior para sus alumnos.
Este año se ha abierto un profesorado que cuenta con 53 inscriptos. El resto de los talleres han aumentado el número de alumnos y se visibiliza el impacto de esta escuela en la comunidad barrial”.
El avance promisorio de la entidad atendía a quienes emprendían “el desafío de convertirse en profesores de primaria”, entre los que había “jóvenes de 18 y 19 años que recién terminaron la secundaria, otros mayores de 30 que se han interesado siempre por la educación; y un grupo importante de veinteañeros que hace algunos años completaron la educación obligatoria y están buscando una profesión que les genere una buena salida laboral”, puntualizaba la nota de 2017. (https://jesuitasaru.org/nuevo-profesorado-en-la-escuela-de-oficios-papa-francisco-de-alto-verde-santa-fe/)
Parroquia y Escuela Jesús Resucitado
La parroquia de Jesús Resucitado de Alto Verde comenzó como “Sagrado Corazón de Jesús”, pero para diferenciarse de la comunidad que existía sobre calle 4 de Enero, en el contrafrente de la misma manzana donde se intentó levantar la Catedral Nueva, se determinó cambiar su denominación a la que finalmente coronó la imagen y la humilde capilla que tempranamente se ubicó en el albardón.
En su libro sobre el barrio, Dalla Fontana rescata un escrito con la historia del surgimiento de la parroquia.
LA HISTORIA DE LA CAPILLA DE ALTO VERDE
Fue inaugurada el 16 de septiembre de 1917. Mucho tuvo que ver en su concreción el sacerdote Alfonso Durán (luego Monseñor) y un grupo de católicos de la ciudad. Para entonces, la celebración de misas y distribución de los sacramentos, estaba cubierta por el propio Durán pero también se destacan algunas laicas como: Manuela Funes de Cullen, Adelaida y Lucrecia Larguía y Agustina Coll. En muchas oportunidades hacían las celebraciones en las propias viviendas de los altoverdenses, ante la carencia de un templo. Por eso, el presbítero Durán, decidió trasladar una capilla del antiguo puerto de Colastiné por las innumerables que había en el lugar, en desuso.
A su vez, el sacerdote junto con José Cano (Jefe de personal Vías y Obras del Puerto), eligieron la que mejor respondiera a la ubicación y al espacio para colocar los retablos y muebles. Finalmente, Amábila Mántaras fue quien donó la casilla. Se la desmontó y trasladó en balsa, hasta la isla. Con la pronta intervención del carpintero J. Osuna junto con algunos empleados del puerto se la acondicionó (puesto a disposición por Justo del Barco, Director del puerto). Entre los colaboradores estaban Juan Abeileyra, su ayudante Justo Velásquez y el capataz Fernando Fortunato más veinte peones más. Por supuesto, se la remodeló y pintó de rojo.
El día de la inauguración la expresión del padre Durán quedó grabada en la historia: “quedó erguida, hasta con cierta gallardía la catedral de Alto Verde”. Seguidamente se coronó la imagen del Sagrado Corazón de Jesús donada por la Sra. Funes de Cullen, además de la Virgen Dolorosa entregada por las Hermanas del Colegio Adoratrices. No faltó la pila bautismal de mármol de carrara, obsequiada por el joven Manuel Villada Achával, presidente de la Congregación de San Berchmans, alumno de 5º año del colegio Inmaculada; además de la pila bautismal para la sacristía, donada por la Sra. Paulina Tettamanti de Bonazzola.
Decía el artículo del diario El Litoral al respecto: “Desde muy temprano en la costa frente a calle Moreno y en la otra banda, resonaban las bombas de estruendo flotando en el espacio centenares de banderas y gallardetes, mientras múltiples canoas y botes cruzaban y recruzaban el río. El Excmo. Obispo Monseñor Juan Bautista Boneo con brillante séquito de autoridades, clero, caballeros y damas pasaron en el “Gobernador Freyre” (barco) magníficamente empavesado, y en cuyo palo mayor por orden del impagable don José Cano ondeaba la bandera pontificia. La banda de Policía que entonces tenía fama en toda la República, con su inminente director don Federico Spreáfico…”. (“Distrito Alto Verde” – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2019)
La escuela
En el año 1971, la Parroquia “Jesús Resucitado” de Alto Verde, a cargo del Padre Aldo J. Büntig y cuatro religiosas, solicitó a la Escuela Técnica Nº 30 “Santa María Eufracia”, que creara un grado radial en el salón de la parroquia, con la terminación de “Secretario Comercial”. Esto se hizo con el fin de que los jóvenes, tanto hombres como mujeres pudieran acceder “a la educación secundaria sin necesidad de viajar a Santa Fe con una propuesta de horario nocturno, que posibilite trabajar y estudiar, según el sitio Alto Verde City
En el año 1974 el Consejo de Acción Parroquial, conformado por vecinos de Alto Verde, apoyó al Padre Büntig en la solicitación de la independencia de las aulas radiales que se le realizó al Arzobispo de Santa Fe, Monseñor Zaspe y el cual fundamentaba lo siguiente: “que el establecimiento de referencia responde a las necesidades del medio y las inquietudes de la comunidad. que el mismo viene a llenar una sentida necesidad de la zona, al posibilitar que los jóvenes que egresan de las escuelas primarias y los adolescentes que desean lograr una capacitación técnica y cultural, pueden proseguir sus estudios. que es dable poner en evidencia que en Alto Verde, no existe ningún establecimiento de nivel medio, por lo tanto, es de estricta justicia atender a este requerimiento”. (https://altoverdecity.es.tl/Jes%FAs-Resucitado.htm)
Según los valiosos datos aportados por el mismo blog de internet, el 26 de junio de 1975 se dispuso la independencia de las aulas radiales. El 14 de abril de 1975 se incorporó estas aulas a los Establecimientos de Educación Técnica con el nombre de Escuela Técnica Particular Incorporada Nº 2042 “Jesús Resucitado”.
En julio de 1975 se autorizó la implementación del plan diurno del Ciclo de Práctica Comercial y el de Formación Artesanal de Instaladores Electricistas. En el año 1981 se aplicó progresivamente el plan de estudio del Ciclo Básico con la terminación Técnica en la especialidad Administración y el plan Bachiller Técnico Auxiliar Contable. Desde 1984 se autorizó la aplicación del plan de Estudio de Bachillerato Técnico Contable vigente, creándose cuarto año. En el año 1985 comenzó a funcionar quinto año y egresó la primera promoción.
En 1988 se cerró el curso de Instalaciones Eléctricas del Plan de Estudio de Formación Artesanal y se autorizó “la aplicación de la especialidad Electricidad en el primer año del Ciclo Básico del plan de estudio vigente en ese año, otorgándose el título de Técnico Electricista Ciclo Básico, del sitio Alto Verde City. Desde el año 1991 se aplica el Plan Bachiller Técnico Contable.
Desde el 27 de agosto de 1990 funciona en la escuela un comedor escolar y la copa de leche. La escuela depende del Arzobispado de la Ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz mediante de la Vicaria para la Educación.
Pero además de la parroquia y la escuela, el Padre Aldo José Büntig creó la guardería que hoy es el CAF N° 27 de Alto Verde.
“El día sábado 24 de Junio por la mañana fueron trasladados los restos del Padre Aldo José Büntig a la parroquia Jesús Resucitado de Alto Verde, ahora a cargo de los Jesuitas de Santa Fe, donde colaboran estrechamente, el Colegio de la Inmaculada y la fundación Manos Abiertas”, refieren en el sitio Jesuitas (https://jesuitasaru.org/trasladaron-los-restos-del-padre-buntig-a-alto-verde/)
Por su parte, el diario El Litoral mencionaba en 2017: “Fueron los vecinos quienes pidieron al Arzobispado ‘repatriar’ al barrio sus restos, que descansaban en el Panteón del Clero del Cementerio Municipal desde su muerte, en 1978. El traslado de las reliquias llevó casi nueve meses de gestiones y fue celebrado desde su primer contacto con el barrio, en el puente de acceso Héroes de Malvinas”. (El Litoral – 24/6/2017)
De la parroquia Jesús Resucitado depende la capilla “Nuestra Señora de los Milagros”, ubicada en la manzana 7, a la que se hace la procesión en la festividad de la virgen el 14 de cada mayo, y en la que se celebran misas.
Quién fue el Padre Aldo Büntig
Aldo Büntig nació en la localidad de Progreso. Fue un sacerdote, sociólogo, escritor y referente en Santa Fe del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. En 1969 llegó a Alto Verde de la mano de la Universidad Católica de Santa Fe y vivió y trabajó allí varias décadas.
En 2013, los vecinos homenajearon a Büntig imponiendo su nombre a la segunda calle en importancia del barrio, perpendicular a la central, Demetrio Gómez. “Los motivos esgrimidos aludían al Padre Aldo Büntig como ‘precursor en la acción social del Distrito Alto Verde e iniciador de la obra cristiana más destacada del Distrito’ y trabajador incansable de la comunidad de Alto Verde”. (Diario El litoral. Fecha: 24.6.2017)
En 1976 el Padre Büntig se fue del barrio tras un pedido del Monseñor Zazpe de que dejara la parroquia para resguardar su vida frente a la dictadura. El sacerdote se exilió en San Juan de Puerto Rico, donde falleció en el año 1978.
Sus restos descansaron en el Panteón del Clero del Cementerio Municipal hasta el 19 de junio de 2017, día en que fueron “alojados en la cripta de los sacerdotes jesuitas en el Santuario de Ntra. Sra. de los Milagros”. (El Litoral – 24/6/2017)
Por pedido de los vecinos de Alto verde, el 24 de junio de 2017 sus restos fueron depositados en una urna, junto a un monumento ubicado en el frente de la Parroquia y escuela Jesús Resucitado.
Centro de Acción Familiar (CAF) Nº 27 “Solcitos de Alto Verde”
Se encuentra ubicado sobre calle Demetrio Gómez, entre Pasaje 4 y Pasaje 6, en la Manzana 3 del barrio Alto Verde. Fue fundado el 22 de agosto de 1978 con el objetivo de acompañar a niños y niñas, adolescentes y familias del distrito.
«El 22 de agosto de 1978 se fundó, en ese momento, el Jardín Maternal Solcito, que después pasó a ser la Guardería y luego el CAF Nº 27. Desde ese tiempo estamos compartiendo espacios y momentos con la comunidad del barrio…han pasado varias historias y generaciones de familias», decía al diario Uno Santa Fe Marcelo Scalvini, director en 2018 del CAF Nº 27. (Diario UNO Santa Fe – 8/9/ 2018)
Para el año 2022 a este Centro de Acción Familiar asistían más de cien familias que realizaban diferentes actividades destinadas a la primera infancia (desde los 2 años de edad), pero también para niños y jóvenes. Por otro lado, se atendía la necesidad de adultos, de hasta 40 años, con talleres culturales y capacitaciones en oficios.
Los CAF
El portal Web de la provincia de Santa Fe define a los Centros de Acción Familiar como “Espacios institucionales de puertas abiertas para la participación, reflexión e inclusión de niños, niñas, adolescentes y jóvenes; por ello las acciones que se llevan a cabo desde estas instituciones apuntan a la creación y fortalecimiento de lazos sociales, promoviendo así el reconocimiento de sus capacidades y saberes en un espacio que les permita potenciar sus propias identidades y encontrarse con sus emociones a través de espacios educativos, lúdicos y recreativos para el desarrollo infantil autónomo”.
En cuanto a las formas de trabajo que ejercen estos CAF el portal oficial refería que “Estas líneas de acción implican un abordaje integral de las complejidades sociales, teniendo en cuenta a cada niño en su contexto, con sus familias y como ciudadanos portadores de derechos. Por ello el trabajo en los CAF debe pensarse a través de políticas concretas, planificación y acciones junto a nuevos actores sociales; es decir, constituirse como instituciones responsables de promover la gestión asociada y el trabajo en red con las partes integrantes del Primer Nivel de Intervención del Sistema de Protección de los Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia en las comunidades donde se insertan”. (https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/view/full/118532)
Centro Cultural y Recreativo Alto Verde
“El Centro Cultural y Recreativo Alto Verde lleva más de 20 años de existencia. A alrededor del año 2002 comenzamos a promover diferentes tipos de festivales y el primero fue El Islero de Alto Verde que se desarrolló junto con los dispensarios y las escuelas del barrio. A partir de ahí comenzamos a realizar encuentros interescolares de arte, que hasta el día de hoy intentamos que se mantengan con una duración de uno o dos años”, comenzaba a decir Nicolás Loza, referente del Centro Cultural y Recreativo Alto Verde para el programa “Alma de Barrio”, de LT10 AM 1020, en una nota en el año 2022.
“Actualmente estamos construyendo la sede física del Centro Cultural y Recreativo Alto Verde en la manzana 6 del barrio”, decía Nicolás en 2022, un anhelo que finalmente comenzó a concretarse en su primera etapa en 2024.
En la entidad, nacida el 8 de febrero de 2002, a partir de 2015, dictaba distintos talleres. El primero de estos talleres se transformó luego en el coro oficial del barrio, conformado por jóvenes y adultos, iniciativa que en el año 2017 sumó el coro infantil.
“Además, desarrollamos talleres en oficios, desde los más tradicionales, como cocina, pastelería, arte y cerámica, que promovemos en La Boca y también ofrecemos una capacitación en sonorización y grabación y composición de canciones de rap”, agregaba Nicolás. (Alma de Barrio- LT10 AM 1020. Fecha: 10/09/2022)
Este Centro Cultural y Recreativo es un espacio auto-gestionado que cuenta con personería jurídica. “En La Boca contamos con un espacio alternativo, en donde llevamos a cabo un proyecto de la Secretaría de Niñez de la Provincia que consiste en un Centro de Día, en donde se llevan a cabo diferentes actividades para niños, niñas y adolescentes. También tenemos otros convenios con el Ministerio de Desarrollo de la Provincia para brindar a la comunidad la enseñanza de distintos oficios”, comentaba Nicolás para el programa de la emisora universitaria.
La aceptación de los talleres por parte de la comunidad de Alto Verde y La Boca era muy buena y muchas veces se debían establecer cupos por la alta demanda de ingresantes.
Además, Nicolás decía para el programa radial de los barrios: “Nosotros como Centro Cultural y Recreativo somos miembros fundadores de la Red de Instituciones de Alto Verde, la cual surgió en un ámbito de conversación entre diferentes actores y vecinos, directivos de escuelas y referentes de centros de salud y eso de alguna manera marcó un camino de trabajo interinstitucional importante y nosotros obviamente somos parte de esto. De esta manera, se consiguió, por ejemplo, el asfalto en el acceso principal del barrio, desde la manzana 1 hasta la 7 y eso nos llena de orgullo, porque se logró luego de una lucha encabezada por esta Red de Instituciones”. (Alma de Barrio- LT10 AM 1020 -10/09/2022)
En el final de la entrevista con “Alma de Barrio”, Nicolás reflexionaba sobre la pregunta acerca de qué le gustaba de su barrio: “Yo soy nacido y criado en Alto Verde y lo que más me gusta de mi barrio es la propia idiosincrasia que tiene, el hecho de que esté ubicado entre dos aguas, criarnos al margen del río y hay un sinfín de artistas de aquí, que quizás no se conocen tanto.
A mí como profesor de música y director de coro me interpela mucho esto de dar a conocer que ocurre en Alto Verde y dar a conocer este barrio en su integridad más honesta. Alto Verde es su gente, su propia cultura barrial y hay que venir y conocerlo, pasar por las escuelas y conocer a los artistas de acá, hay que comer un buen pescado frito y dialogar con los vecinos que son muy receptivos y amables y que nunca te niegan el saludo”. (Alma de Barrio- LT10 AM 1020. Fecha: 10/09/2022)
Centro de Salud Demetrio Gómez
Sus orígenes se remontan a las inundaciones acontecidas en el período 1992-1993 y por la demanda de la Comisión Directiva de la Vecinal y del Consejo de los Agentes Sanitarios de Alto Verde, integrado por Jorge García, Daniel Demarchi, Ángel Loza y Sergio Reyes, solicitud avalada por el entonces Jefe de Zona de Salud V, doctor Rodolfo Roselli. Así fue como se instaló en la sede Vecinal del barrio (ubicada en la manzana 13) un trailer sanitario para la atención permanente y provisoria.
La historia del centro de salud, reflejada en el blog “Alto Verde City”, refiere además que los vecinos participaron en forma activa para conseguir un centro de salud permanente para la zona más poblada del barrio. Es así como los Agentes Sanitarios crearon la Comisión Cooperadora pro centro Asistencial, con el sostén de la vecinal de Alto Verde y se iniciaron los trámites para la creación del dispensario.
La vecinal cedió terrenos para la construcción del centro de salud. A fines del año 2004 empezaron las obras del nuevo Centro Asistencial Don Demetrio Gómez.
La cobertura del centro de salud abarca la población en general del distrito Alto Verde. Además, este centro de salud cuenta con un pediatra, un tocoginecólogo, odontólogos, enfermeros y asistentes en enfermería, agentes sanitarios, un médico de emergencia, un concurrente de Oftalmología, un asistente de odontología y una psicóloga.
Escuela Particular Incorporada Nº 2067 “Omar Alberto Rupp”
Se encuentra ubicada sobre la calle principal, Demetrio Gómez, en la manzana 13 de Alto Verde. Fue creada en el año 1990 por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), con actividades que comenzaron en marzo de ese año.
Beatriz Lescano fue fundadora y directora de la escuela. La institución comenzó a funcionar con una división de 1er año y diez docentes. Los primeros egresados fueron quince alumnos que obtuvieron su título de técnico en la Modalidad de Producción de Bienes y Servicios, con su certificado de Marinero y Auxiliar de Máquinas Navales.
Al año 2022 la escuela contaba con 29 docentes, 2 cursos de 8º año y 2 cursos de 9º año de la educación general básica EGB y uno de 1º, 2º y 3º de Polimodal. La escuela forma parte de la órbita provincial de enseñanza privada y trabaja junto con la Armada Argentina o a través de la Escuela Nacional Fluvial, la cual inspecciona a los alumnos “para otorgar sus certificados de capacidad Náutica”, según el sitio “Alto Verde City”. (https://altoverdecity.es.tl/Omar-Rupp.htm)
El mismo portal menciona cómo es la formación de esta escuela que se articula con otras instituciones como Prefectura y la Armada Argentina: “Con Prefectura se consigue la libreta de Embarco que le permite trabajar en los buques de la marina mercante de todo el mundo. Ya que también obtienen los cursos obligatorios estipulados por la Organización Marítima Internacional para tal fin. Forma marineros y auxiliar de máquinas navales en tareas conjuntas con Armada Argentina y Prefectura Naval. Es la única escuela de Formación y Capacitación de Personal Embarcado de la Marina Mercante de la zona”.
Los alumnos de la escuela son el general de Alto Verde, y por el 2022 sumaban un total de 180, entre hombres y mujeres. Entre las carencias y necesidades de la institución se podían encontrar las relacionadas con su infraestructura, la cantidad de horas cátedras, los equipamientos y el personal, ante la siempre superior demanda de los bancos disponibles para los ingresantes.
Un héroe civil de Malvinas
Omar Alberto Rupp es uno de los héroes de Malvinas por ser víctima de un ataque de dos aviones Sea Harrier ingleses al barco pesquero que tripulaba Narwal, que, según el sitio Infobae, “El Narwal era un barco pesquero perteneciente a la Compañía Sudamericana de Pesca. De 1350 toneladas, operaba en aguas argentinas desde febrero de 1975 y tenía una dotación de un capitán y 24 pescadores. Simulaba realizar tareas de pesca al este de Puerto Argentino, pero su misión era la de efectuar inteligencia sobre la flota británica. Para ello, a bordo estaba el teniente de navío Juan Carlos González Llanos”. En ese barco murió el bahiense Rupp, cuyas piernas fueron amputadas por las bombas de los británicos. A la tragedia de ese hundimiento se sumó la del derribo del helicóptero Puma del Ejército, atacado por aviones ingleses, en el que perecieron los militares Raúl Horacio Dimotta, Juan Carlos Buschiazzo y Roberto Mario Fiorito.
Otro sitio refiere sobre Rupp: Omar Rupp nació en la ciudad de Bahía Blanca, Argentina; descendiente de alemanes del volga. Originalmente, el Narwal era un buque pesquero, sin embargo, durante su estancia en Mar del Plata, la Armada Argentina lo envió con toda su tripulación al sur de las Islas Malvinas durante la guerra para que informaran de todo lo que veían. Antes de partir, el capitán le comunicó a Omar Rupp que podía ir a Bahía Blanca a conocer a su primer hijo, recién nacido, pero él respondió que iría cuando estuvieran de regreso.
El Narwal tenía orden de simular que pescaba en la zona de conflicto, y lo hizo por alrededor de 10 días. No obstante, fue identificado como «spyship» o buque espía por las fuerzas de Inglaterra, y hundido el 9 de mayo de 1982.
Ya sin piernas, tendido en el suelo y con los ojos llenos de lágrimas, las palabras de Rupp al capitán mientras moría se hicieron famosas: «Capi, no voy a poder ver a mi hijo».
Omar Alberto Rupp es ahora el nombre de varias plazas, escuelas y monumentos de Argentina. Su hijo ha estado presente en los homenajes e inauguraciones de los diferentes sitios que llevan su nombre.
Puerto Guarany
Horacio Guarany de niño, cuando era sólo Eráclio Catalín Rodríguez, vivió en Alto Verde.
Esa relación del cantor con el albardón devenido a barrio se sostuvo no sólo en la canción “La Litoreña”, sino además en su periódica presencia, hasta con el apoyo a la conformación de una cooperativa de pescadores.
En 2025, un grupo de vecinos encabezados por Gastón Farías, cristalizó la idea de tener un centro cultural que recordara a Horacio. De este modo, en la misma orilla del riacho, nació “Puerto Guarany” que comenzó a desarrollar sus actividades oficialmente ese mismo año, un 19 de marzo, cuando fue inaugurado.
Puerto Guarany – Yuyo Gonzalo – Centro Cultural Alto Verde
YUYO RECORDS PRODUCCIONES MUSICALES – Autor : Yuyo Gonzalo – Miguel Coqui Magallanes zamba dedicada al centro cultural Puerto Guarany en Alto Verde Santa Fe
La Escuela Almafuerte de la Boca de Alto Verde
La escuela del extremo insular que representa el extenso Alto Verde hasta llegar a La Boca, en la puerta del Paraná, es la Nº 1081 “Almafuerte”, que siempre fue una escuelita de la isla, y que comenzó en precario ranchito, a unos diez kilómetros de su definitiva ubicación.
Según la recopilación de la historia realizada en 2007, en celebración de sus cincuenta años de vida, su creación data del 10 de septiembre de 1957, cuando inició sus actividades en la isla nombrada popularmente como “Gálvez”, más precisamente en el paraje “El Ombú”.
En realidad, el decreto N° 10135 menciona a la “Isla Ramírez”, como el lugar del paraje donde se ubicó la primera “sede” de la escuela, en un “local” que facilitó el poblador del lugar Jorge Senn. Entre los considerandos se mencionaba que “de los informes obrantes se desprende que la escuela más próxima dista del lugar señalado 20 K, existiendo en la zona 40 niños en edad escolar que no reciben por esta causa instrucción primaria” (Nota N° 1222 – Decreto Intervención Federal de la Provincia N° 10135 – 10/9/1957).
En una publicación de 1960 el diario El Litoral recorría el lejano paraje de Alto Verde, allá en el comienzo del canal de acceso al puerto. En la nota se describía lo que era “LA ESCUELITA ISLERA No. 1081”, según el título, que iba a tener un “NUEVO RANCHO”, en los “LEJANOS PAGOS DEL AGRESTE CURUPÍ”.
El pie de las tres fotos abundaba en detalles: “Vista general del agreste lugar de la isla Gálvez, margen derecha del río Paraná viejo, donde junto a un rancho levantado en el abandono se encuentra ubicada la Escuela No. 1081; abajo: vecinalistas de Alto Verde, la maestra, alumnos y un redactor de ‘El Litoral’ junto al nuevo rancho que se está construyendo para aquella escuela; a la derecha, arriba: el aula única de la escuela. Junto a la cocina, los bancos, los niños, el pizarrón, y la maestra”. (El Litoral – 30/11/1960)
La crónica no escatimaba en detalles de lo que era en aquel 1960 educar en la isla: “Como arrojada al azar, caída en las profundas islas y allí abandonada a su destino tan triste y pobre como el de los pobladores de aquellos pagos del sauce, el curupí y el ceibo, de la yarará y el río corpulento que corre hacia el sur con enérgica tenacidad, está la Escuela provincial No. 1081, escuelita isleña que derrama en la inteligencia de aquellos pequeños de mirada resignada, la bondad de los conocimientos elementales”.
La maestra vivía en la ciudad, por supuesto, pero era cordobesa, según el cronista, y en la humilde escuela que funcionaba en un rancho (literal), enseñaba “las letras y los números a los hijos de cazadores de nutrias, a los hijos de aquellos pescadores que día por medio reman largas horas para arrimar a la ciudad el producto del duro esfuerzo”. Esa docente se llamaba Perla Carrizo de Juárez, y llevaba sus dos hijos hasta el lugar por no poder dejarlos a cuidado de nadie en la ciudad.
Aníbal Bustamante era el comisario entonces, y quien actuó de guía al periodista y el fotógrafo del vespertino para llegar hasta el paraje distante.
Va de suyo que el recorrido fue en lancha, en la iba además el presidente la vecinal de Alto Verde, don Demetrio Gómez. Eran parte de la comitiva un cabo y el albañil, Mauricio Barrios, que tenía por encomienda construir el nuevo rancho para la escuela.
El primer ranchito, de lo que luego se conformó como la escuela “Almafuerte” de la Boca de Alto Verde, tenía una pieza destinada a ser cocina y aula a la vez. Según la crónica “en la rústica pared de barro, están clavadas las ilustraciones desde las cuales miran la infancia pobre, San Martín señalando el porvenir con el sable célebre; Belgrano empuñando el asta de la bandera celeste y blanca; Sarmiento con el ceño adusto y concentrado, y José Hernández, barbado, detrás del cual emerge la figura de leyenda de Martín Fierro”.
Lo curioso, o no tanto por designio de los parajes isleros que pertenecen a la ciudad, es que el “nuevo rancho” no era producto de la atención del Estado, en alguno de sus niveles, ni aportes oficiales. “Han sido los vecinalistas de Alto Verde, la animosa comisión directiva que preside el Sr. Demetrio Gómez, quienes en su momento encararon la construcción del nuevo local. Y allí, al lado del viejo rancho, se está construyendo la nueva vivienda. Los modestos recursos de la sociedad vecinal de Alto Verde, distrito del cual la escuelita dista más de 20 kilómetros, se incrementaron con esfuerzo y dedicación y se compró la madera, la paja, se contrató el artesano y ahora se está casi con el rancho casi terminado”. El periodista imagina el jubiloso festejo de la inauguración del nuevo rancho para la escuela, con pescado frito y bebida enfriada a hielo. (El Litoral – 30/11/1960)
Dentro del cuadernillo “Bodas de Oro – Escuela N° 1081 ‘Almafuerte’ – Paraje La Boca – Alto Verde – Santa Fe – 10 de septiembre de 1957 – 2007” se recuperan además algunas de las actas de los inicios de clases que rescatan datos de la historia.
Este material institucional, aportado por la escuela a Santa Fe mi Barrio, menciona, por ejemplo, que en el inicio de clases de 1962, solo tres de los once alumnos inscriptos en la escuelita se había presentado, pero se aclaraba que “Débese esta inasistencia al estado de creciente del Río Paraná. Dejo constancia –decía la docente a cargo– que el edificio escolar (un rancho de adobe y paja) no es apropiado para desarrollar tareas educativas, en iguales condiciones se halla la casa-habitación para el maestro”. (Nota N° 1 – Escuela N° 1081 – 13/3/1962)
Esa crecida de 1962 fue la que mudó definitivamente la escuela, dado que el lugar donde se encontraba era anegable y se veía afectado por las aguas del Paraná.
Dice otra acta de 1962 expuesta por la publicación en las “Bodas de Oro” de la escuela que “siendo las 9 y 30, con la colaboración de la Prefectura Nacional Marítima y vecinos del lugar, se traslada el material de la Escuela N° 1081 al paraje denominado ‘La Boca’, distante diez kilómetros del primer lugar y tres kilómetros y medio de la Escuela N° 533 ‘Victoriano Montes’”. En el último párrafo de esa acta la docente a cargo mencionaba: “La escuela se instala en forma momentánea en el domicilio del Sr. Vicente Romero, quien ha cedido sin cargo alguno una habitación para su funcionamiento”. (Acta N° 3 – Escuela N° 1981 – 19/3/1962)
Así inició su funcionamiento la escuelita en lo de Don Romero, hasta que el 15 de octubre de ese año, cuando se trasladó “al nuevo edificio (un rancho de adobe y paja)”. (Acta N° 17 – Escuela N° 1981 – 15/10/1962)
El 11 de noviembre ese nuevo ranchito de la escuela quedaba inaugurado con un almuerzo criollo, del que participaba la cooperadora recién conformada. Para 1963 el establecimiento ampliaba a un doble turno sus actividades, y para 1966, el año de otra gran inundación, tenía 33 alumnos inscriptos.
Recién para noviembre de 1970 la Escuela N° 1081 del Paraje La Boca de Alto Verde se trasladó del anterior inmueble, precario, al nuevo edificio propio, construido por el gobierno provincial. (Acta N° 41 – Escuela N° 1981 – 16/11/1970)
En ese acto de inicio de actividades del nuevo, y definitivo lugar para la escuela, bajo la dirección del docente Agustín Wagner, la N° 1081 adquiría el nombre de “Almafuerte”, según la resolución del Concejo General de Educación del 17 de noviembre de 1970. (“Bodas de Oro – Escuela N° 1081 ‘Almafuerte’ – Paraje La Boca – Alto Verde – Santa Fe – 10 de septiembre de 1957 – 2007”)
Al momento de sus cincuenta años, ya consolidada como la entidad pública referente del paraje “La Boca” en ese 2007, la escuela tenía unos 170 alumnos, en dos turnos, y un plantel de docentes y no docentes de 23 personas.
En la segunda década del Tercer Milenio, la Escuela Primaria N° 1081 “Almafuerte” continuaba con aquel espíritu de sus comienzos, en el primer ranchito de adobe y paja, dar una educación a casi 200 niños y niñas de la isla, con una comunidad educativa comprometida y participativa.
Escuela Nº 645 “Coronel de Marina Martín Jacobo Thompson”
En el sitio web “Alto Verde City”, creado por Jorge Daniel García, se aborda la historia de esta institución educativa de nivel medio ubicada en el paraje “La Boca” de Alto Verde.
Menciona el blog:
La Escuela de Educación Técnica Nº 0645, se crea como escuela técnica profesional para mujeres con planes artesanales en 1958. Funcionaba en una casilla prefabricada en terreno de la Escuela Primaria Nº 95, de la localidad de Alto Verde, en la manzana Nº 2 y utilizaba los Baños de dicha escuela hasta 1988.
En 1988 cambian al Plan de Estudio Decreto Nº 0370/80 que establece el Ciclo Básico con terminalidad técnica en confección corte modelista y en 1989 el Ciclo Básico con Terminalidad Mecánica Liviana, ocupando un local cedido en préstamo.
En 1990, debe realizarse la segunda mudanza a un local alquilado que no resultó apropiado, pero constituyó la única posibilidad para que el Ministerio de Educación pagara el alquiler (la mayoría de los terrenos son o eran propiedad del Puerto y carece de escrituración, lo que imposibilita su compra o alquiler por parte del estado).
A fines de 1992, pensando en la población escolar y la zona en que está inscripta la escuela, se solicita el cambio de modalidad a Agrotécnica (con prescripción suficiente). En 1993 y con la colaboración de la escuela primaria Nº 1081, del paraje “La Boca”, manzana 9 que facilita parte de sus instalaciones y se interesa en el proyecto de trabajo con todos los niveles interdisciplinariamente, se produce una nueva mudanza.
Los terrenos ubicados enfrente a la escuela primaria se solicitan en donación a la familia Clucellas, a través del Expte. Nº 00401 – 0072806 – 8. careciendo del dominio efectivo sobre la propiedad. Por esa razón, fue imposible hasta el momento contar con los aportes oficiales para la construcción de las instalaciones necesarias. Parte del predio es utilizado por ambas escuelas para el desarrollo de actividades deportivas (Educación Física).
Debemos destacar que a partir de la instalación de la Escuela Agrotécnica en la Boca en 1993, se incrementó la matrícula de 1º año manteniéndose en la actualidad un caudal cada año mayor de alumnos.
La incorporación de docentes y alumnos a la zona era recepcionada por la comunidad como una “invasión”, hecho por el cual se responsabilizaba a la escuela de todos los inconvenientes que iban apareciendo. Con el transcurso del tiempo la relación fue mejorando notablemente, de modo que la institución está atravesando un proceso de inserción en la comunidad.
A partir del 2002 y a través de la subsecretaria de infraestructura a cargo de la Arq. MARIA EUGENIA BIELSA y del Sr. Ministro de Educación, se construyeron 2 aulas excelentes. En el mismo año se complementó un Itinerario Acuicultura (cría de peces).
A partir del 2006 se resolvió implementar el TTP en pesca y Acuicultura de acuerdo al proyecto del INET.
Parroquia San Alonso en La Boca de Alto Verde
Arroyito Seco en el barrio islero
“Arroyito Seco es una Organización Social del Barrio de Alto Verde que tiene como objetivo la construcción, de forma colectiva, de un barrio más justo”, así se destacan en su perfil de Facebook.
Esta organización barrial surgió en 2012 con la participación de numerosos vecinos de Alto Verde, en especial jóvenes, pero también con la asistencia de otros santafesinos interesados en trabajar solidariamente desde lo social y lo deportivo por el mejoramiento del barrio.
Desde el deporte y la cultura, a pulmón, Arroyito Seco es un ejemplo de organización civil que trabaja por los más postergados. El diario Uno Santa Fe daba cuenta de los tres primeros años de la entidad, cuando publicaba que “Arroyito Seco se conformó a mediados del 2012, en un principio, el objetivo era trabajar para que los chicos y chicas del barrio cuenten con diferentes espacios de dispersión en los que puedan hacer deportes, tocar instrumentos musicales o participar de una murga.
De a poco esta misión se fue cumpliendo con el esfuerzo y trabajo tanto de los padres que integran el grupo, como de los colaboradores entre los que se encuentran los profesores y voluntarios. En la actualidad y después del lapso transcurrido, la agrupación cuenta con su propio espacio, ubicado en la Manzana 6 del barrio, al cual asisten desde chicos pequeños a jóvenes. Uno de los últimos proyectos que se encaró es el de la copa de leche, el cual se tramitó a través de la tarjeta de seguridad alimentaria de la provincia. Desde la asociación vieron esta iniciativa como una oportunidad, y ante la importancia que tienen los alimentos en un contexto donde no todos tienen la posibilidad de acceder fácilmente”. (Uno Santa Fe – 24/1/2016)
En otro pasaje de la nota se mencionaba que la asociación había encarado la reactivación de la murga, estirpe distintiva de Alto Verde por sus formaciones de antaño. Al respecto se publicaba que “La idea es que el 27 de febrero los vecinos de Alto Verde puedan disfrutar de los Carnavarriales en las calles del barrio. Para cumplir con esta tarea, los integrantes de la murga se encuentran trabajando no solo en los ensayos, sino además promueven una rifa para contar con los recursos necesarios y llenar de color, música y alegría las calles.
Este taller está al frente de Germán Ojeda y desde el momento cero contó con la aceptación y participación de los vecinos. Desde niños pequeños hasta adolescentes y adultos engrosan las filas de la murga bautizada como “Los Renegados”, que engloba alrededor de 50 personas. Los ensayos, que se dan con una frecuencia que va de tres a cuatro veces por semana y se extienden a lo largo de todo el año, causan la curiosidad de los vecinos, que al escuchar sonar la música salen a ver”. Era un tiempo en el que la asociación estaba integrada por unas 40 personas, para atender de manera integrada talleres que van desde el fútbol, murga, arte, música y una revista propia.
Para ese 2016 Uno Santa Fe destacaba sobre Arroyito Seco que “Lo que inició en 2012 con una orientación enfocada en lo deportivo, hoy se propagó a todas las áreas. Entre los logros obtenidos se destaca la participación de los equipos de fútbol en la Liga Infantil de los barrios donde juegan todos los clubes barriales de la ciudad. Este no es un hecho que carezca de importancia, ya que a medida que el fútbol fue creciendo en Arroyito se fueron sumando muchos chicos y a partir de ahí surgieron el resto de los talleres. Hoy hay chicos que juegan a la pelota, pero que también acuden a las clases de guitarra o al taller de murga o escriben en la revista que tenemos”.
La revista a la que se hacía mención era “Cortita y al Pie”, una publicación de la asociación, “producida y elaborada por los más chicos”, que allá por 2016 se vendía “en los diferentes barrios de la ciudad, en breve, el segundo número estará rondando entre los lectores. Desde Arroyito Seco señalaron que el objetivo es dar una voz propia a diferentes cuestiones que suceden en el barrio y que se difunden en los medios de comunicación”, decía el medio. (Uno Santa Fe – 24/1/2016)
Bajo la pluma del periodista Gastón Chansard, en mayo de 2024, en una profusa nota publicada en el periódico, y sitio web, Pausa, se abordaba la historia y realidad de la entidad, que desarrollaba un ambicioso proyecto con la construcción de una pileta olímpica bajo techo para Alto Verde.
Una vida de construcción colectiva
El Club Atlético Arroyito Seco, en el corazón de Alto Verde, está construyendo un natatorio semiolímpico y climatizado, el primero en su tipo en los más de 6000 barrios populares que tiene la Argentina.
Hace catorce años un grupo de chicos –rondaban los 20 años de edad– soñaban con darles mejores condiciones de vida a pibas y pibes de Alto Verde. Cuando existe la voluntad de potenciar el acceso a la educación, a la comida, a la salud, al deporte, la política nos acostumbró a resumir el resultado en dos palabras: inclusión social.
El disparador de aquel sueño fue crear una escuelita de fútbol para contener, al menos por un par de horas, a la pibada que solía correr por el terraplén, jugar a orillas del río o salir a ganarse la vida para matar la miseria.
Y un día de julio de 2012 nació Arroyito Seco, y aquel sueño de los chicos que cruzaban la Setúbal se hizo realidad en la Manzana 6. El terraplén como límite hacia al este, un par de árboles perdidos, las casitas de material con techos de pajas en el norte y otras más numerosas al oeste.
El proyecto se transformó en realidad y se convirtió legalmente la Asociación Civil Club Atlético Arroyito Seco.
El descampado donde llevaban y traían dos arcos pequeños para poder jugar hoy es una cancha con arcos de medida profesional yun salón de 20 por 9 metros donde cursan talleres de todo tipo. Desde Alto Verde también se motorizó la Liga Infantil de los Barrios, ese espacio que no solamente permite el acceso al deporte de casi tres mil pibes y pibas de Santa Fe, sino que también sirve para garantizar la comida a través de una olla popular, para defender el derecho a la salud y para discutir las injusticias que rodean a los barrios más carenciados de la ciudad.
Seguramente en esta breve síntesis del crecimiento de Arroyito Seco hayan quedado algunas actividades sin mencionar. Pero en tiempos de crueldad social y malicia programada por el presidente Javier Milei, la entidad de Alto Verde desafió toda adversidad y se tiró de cabeza a un sueño gigante: una pileta climatizada semiolímpica propia.
Después de recorrer las instalaciones de Arroyito Seco y regresar por las calles de “laberintos y arena”, como alguna vez describió Carneviva en su “Magnífico Alto Verde”, comenzó la charla con Mariano Montagna, uno de los cerebros de la institución costera.
—¿Cuándo nació la idea de hacer una pileta climatizada?
—La idea nació en el año 2022, a partir del vínculo de trabajo que fuimos construyendo con la Secretaría de Integración Sociourbana de la Nación (SISU) a raíz de otros proyectos que se fueron llevando adelante. Eso nos motivó a pensar un proyecto ambicioso en Arroyito y surgió la idea del natatorio.
—¿Cuál fue el motivo principal de llevar adelante la idea?
—Los deportes en pileta fueron históricamente restrictivos para los sectores populares en Argentina. Este natatorio que estamos construyendo, el cuál es semiolímpico y climatizado, será la primera en su tipo en los más de 6000 barrios populares que tiene la Argentina relevados por el RENABAP. Por lo tanto, se trata de un hecho y una obra realmente histórica en todo el país. El objetivo es que los niños, niñas, adolescentes y adultos del barrio tengan la posibilidad de acceder a deportes acuáticos, ya sea natación, aquagym, waterpolo, etc. Además, queremos que sea utilizada por todas las escuelas del barrio.
—¿Qué pasos tuvieron que dar para poder realizar semejante proyecto?
—El recorrido fue complejo porque la SISU financia obras pero no realiza los proyectos. Por ende, el diseño del proyecto fue ideado por un arquitecto (Ignacio Álvarez) y un ingeniero civil (Lautaro Martínez), ambos amigos del Club. Posteriormente el proyecto fue revisado y completado por integrantes del equipo técnico de la SISU. Además, a raíz de lo ambicioso del proyecto, hubo que llevar adelante diversas reuniones con funcionarios de la SISU para desarrollar los objetivos y lineamientos particulares del proyecto.
Mariano detalló el alcance y las dificultades del proyecto: “La obra inició en marzo 2023 y el proceso contó con diversos problemas que hicieron muy compleja la realización del natatorio. En primer lugar, el contexto inflacionario complejizó enormemente la realización del proyecto, dificultando hasta el día de hoy la ejecución de la obra. Por otra parte, durante buena parte del año 2023 el río se encontró en alturas muy altas, lo que incrementó el nivel de las napas. Ese período coincidió con el momento de construcción de la pileta en si, por lo cual el filtrado de agua fue cotidiano, complejizando todas las tareas constructivas. Esperamos finalizar la obra para mediados de este año. Si bien el grueso ya está finalizado, quedan algunos detalles relacionados a la instalación eléctrica, para lo cual necesitamos que la EPE realice una extensión de una línea”.
A la hora de pensar en la finalización de la obra, Montagna señaló que “una vez finalizada la obra, queda el verdadero desafío, que es que el natatorio funcione realmente bien, maximizando su capacidad, que las instituciones puedan acceder y que todos los días haya cientos de chicos y chicas realizando deportes y jugando. Entendemos que solos no vamos a poder, por eso ya estamos hablando desde principio de año con el Gobierno Provincial y Municipal para trabajar de manera conjunta en la gestión del natatorio”.
—¿Qué valor económico tiene todo el natatorio?
—El valor total del natatorio fue de aproximadamente 250 millones de pesos.
—¿Quiénes llevaron adelante el trabajo de construcción?
—La construcción fue llevada adelante por la empresa Pyramidal, con el acompañamiento del arquitecto Ignacio Fontanellaz.
En tiempos donde reina el individualismo extremo, con Milei y su cultura de crueldad a la cabeza, la dimensión de todo lo que pudieron realizar desde los inicios de Arroyito es difícil de calificar. “Muchas veces cuesta tomar dimensión de lo realizado, nos gusta enfocar más las energías en seguir construyendo organización comunitaria, que es a fin de cuenta el objetivo central de todo lo que hacemos. Que existan espacios donde los chicos y los vecinos se encuentren.
Sin embargo, en muy poco tiempo pasamos de convertir un espacio verde completamente abandonado en una institución con múltiples actividades, con infraestructura y con miles de personas que cotidianamente le dan vida”, manifestó uno de los principales integrantes de la entidad.
Desde 2012 a mayo de 2024, Arroyito Seco realizó un pacto con las vecinas y vecinos de Alto Verde. Pensamiento, acción, convicción y mucho trabajo por una sociedad menos desigual, que hoy se traducen en un comedor que está abierto de lunes a viernes (y que entrega más de 500 viandas diarias), fútbol, talleres de construcción, huerta, carpintería, herrería y panadería, un aula primaria para adultos y un bachiller secundario para jóvenes. “Hay más de 30 compañeros y compañeras que cotidianamente se encargan de coordinar y organizar todas las actividades” destacó Mariano Montagna.
Con el ajuste a los fondos para barrios populares, Santa Fe pierde miles de millones en obras. Con ese título, el 20 de febrero reflejábamos en nuestra web la dura decisión del presidente Javier Milei.
El mandatario nacional ordenaba la desaparición de los fondos fiduciarios, entre ellos el Fondo de Integración Sociourbana, el organismo que hace obras en barrios populares y que tuvo una inversión de más de 5500 millones de pesos en la ciudad de Santa Fe desde 2021. O sea, Milei redujo a cero los fondos específicos para hacer obras para mejorar los barrios más pobres.
La crueldad, violencia y velocidad que tiene el Poder Ejecutivo y sus cientos de cómplices en el Congreso de la Nación para destruir a la clase baja y media de Argentina es de una miserabilidad nunca vista en estos 40 años de democracia. Pero ante el odio y la destrucción hacia millones de compatriotas, desde Alto Verde sigue creciendo el amor y la construcción colectiva.
(https://www.pausa.com.ar/2024/05/una-vida-de-construccion-colectiva/)
En 2025, en el programa radial de LT 10 “Alma de Barrio” se entrevistaba a Giuliano Carnaghi, de la Liga de Futbol Infantil de los Barrios y además miembro fundador de “Arroyito Seco” en Alto Verde. En la entrevista el dirigente barrial abordaba la historia de la entidad, y en especial, la construcción colectiva participativa, y solidaria, nacida en Alto Verde.
