El Mercado de Abasto
La presencia de los mercados -en diversos puntos de la ciudad- marcó a los barrios donde fueron ubicados con un creciente desarrollo de comercios, mejoras de servicios, incluso con el surgimiento de actividades culturales producto del movimiento y concentración de personas. En un tiempo donde la comercialización y producción de alimentos estaba diversificada en pequeños productores y comerciantes, el escenario de los mercados concentradores facilitaba la provisión de alimentos, a la par de proponer un espacio de socialización único.
En Roma, el Mercado de Abasto fue gravitante para el crecimiento del barrio, y para el movimiento económico y cultural de Avenida Freyre. La historia del mercado se inicia en el año 1923, cuando comienzan a instalarse los primeros italianos, españoles, turcos, rusos y argentinos. El edificio del Mercado de Abasto estaba compuesto por tres hileras de puestos, paralelas a Avenida Freyre, con dos calles anchas de adoquines que las separaban. Recuerdan que desde las 4 de la mañana ya era un mundo de gente. Había carros y pequeños camiones que descargaban sus productos, mientras otros cargaban lo adquirido para llevarlo a los puestos en otros mercados de la ciudad, o negocios barriales. También en el lugar se hacía la distribución para localidades cercanas, incluso de otras provincias como Corrientes o Entre Ríos, con determinados productos regionales.
El Mercado de Abasto funcionó en Avenida Freyre, entre Mendoza y Primera Junta, durante casi 60 años. Hasta que a principios de los 80 quedó acorralado en pleno centro y el espacio resultó cada vez más chico. Finalmente un martes 18 de agosto de 1981 el Mercado de Abasto se trasladó a su actual lugar en el Norte de la ciudad. Luego fue demolido completamente y en el lugar se levantaron dos grupos de edificios. De aquel pasado queda hoy solo el empedrado de la calle interna, entre Primera Junta y Mendoza. (“Alma de Barrio” – LT10 Radio Universidad – 2004)
buenas fotos
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