Del Matadero al Barrio

El barrio del Brigadier y sus varias historias

La jurisdicción de la Vecinal Brigadier López corresponde casi al centro neurálgico de lo que fue la Colonia Piquete de la última parte del siglo XIX. Su espacio dentro de la ciudad aglutina en sí mismo varias historias superpuestas, con sus particularidades y conectividades, aunque con marcada independencia.

AEREA ESTANISLAO LOPEZ - GOOGLE EARTH

El espacio delimitado se comprende dentro de las calles Blas Parera al este, Beruti al sur, luego el oeste cercado por los ex terrenos del ferrocarril (calle Santa Fe), y en el norte un derrotero por J. R. Méndez, Caferatta, Hugo Wast hasta Manuel Menchaca, que cierra el límite oeste al cruzar con la zona antigua de vías.

Desde sus límites se puede definir a esta porción de la ciudad que creció entre el Hotel de Inmigrantes, luego Cárcel Pública, después Cárcel de Las Flores; el matadero privado luego municipal, el Parque Juan B Justo, la barriada “La Gran China”, todo aquello primero al oeste del “Camino Aguirre”, luego Blas Parera; el hospital psiquiátrico Mira y López; el nuevo Hospital Iturraspe, el antiguo Parque Juan B. Justo y su vivero, hasta llegar a la presencia del Centro Tradicionalista Brigadier López.

Esta configuración de espacios devino en una ocupación parcial de los terrenos con viviendas, que se ubicaron mayormente en la zona sur de la vecinal, en el oeste y el norte. Esta descripción obedece a la presencia de los espacios de uso público recostados en el este sobre Blas Parera. Los grandes terrenos, con distintas dependencias cubren en Estanislao López prácticamente la mitad de su superficie, donde la Unidad Penitencia N° 2 y anexos se lleva la mayor parte.

CALLE CONTRERAS - FB VECINAL

Cada hito en su historia lleva en la barriada a porciones de desarrollo expansionista sobre la trama urbana en la que tampoco puede desconocerse la gravitación del Ferrocarril a Las Colonias, con su Estación Las Flores, los bretes, las quintas, los barrios de ocupación informal, los planes de viviendas, las entidades barriales. Todo un variopinto mosaico de historias que en el mapa urbano de la ciudad se sitúa en la vecinal Estanislao López, y que en Santa Fe mi Barrio se adentra en el pasado desde la conformación misma de la Colonia Piquete, en 1860.

El Piquete de defensa de la ciudad

Dalla Fontana se pregunta en su libro el porqué del nombre de “Colonia Piquete” a la zona aplicado en 1860. En su trabajo concluye, como era en aquella época de la segunda mitad del siglo XIX que “Los fortines con su mangrullo fueron principios de la formación de un pueblo o una colonia agrícola. El objetivo no solo era cuidar la frontera y evitar el avance del indio o gaucho matrero sino también «conquistar» y «avanzar» sobre los territorios inhóspitos e inhabitables para hacerlos fértiles y posibles de ser ocupados de manera permanente. En un arco temporal que se extiende, a finales de la década del siglo dieciocho y principios del diecinueve, se remonta el paraje denominado Piquete (ejército). En 1860, se demarcan las tierras para labranza con el nombre de Colonia Agrícola Piquete”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

Vale retroceder todavía más en la historia de la ciudad para comprender la razón del nombre “piquete”, que en la acepción del siglo XIX refería no a una protesta sino a un grupo de soldados o milicias que acantonadas en un paraje constituían un “campamento”, con caballos amadrinados sueltos para ser ensillados y montados, con “venditos”, denominación por la forma de “V” invertida de lonas puestas a manera de techumbre desmontable que tenía la forma de dos manos en posición de rezo, donde vivaqueaban las tropas en defensa de la frontera norte y oeste de la ciudad. 

De hecho, en la época del Brigadier, se construyó una zanja con sentido este/oeste que atravesaba desde la zona del oratorio de Guadalupe hasta el Salado y que evitaba el paso de los malones a caballo. Ese zanjón, a similitud de la recordada “Zanja de Alsina” en la pampa, aparentemente corría por lo que luego se conformó como Callejón el Sable y que tenía puestos de vigías en los cruces con los entonces caminos de ingreso a la ciudad, a saber, “Camino a Guadalupe” (General Paz), “Camino a Ascochingas” (Aristóbulo del Valle), “Camino del Medio” (Facundo Zuviría – Zavalla), “Camino a Nogueras” (López y Planes – Peñaloza), “Camino Aguirre”, luego “Al Matadero” (Perón – Blas Parera). En esos cruces no había sustancialmente demasiadas tropas, las que sí estaban asentadas en “El Piquete”, sino que los vigías daban aviso de la proximidad del malón para repeler la incursión. En la campaña estaba el “Fuerte de Añapiré”, en la zona de la estación Ascochingas antes de Arroyo Aguiar, que también actuaba como defensa.

Así las cosas, “El Piquete”, ubicado preferentemente del lado del Salado, entre el Camino Aguirre y Noguera, era ese espacio donde entre algún mangrullo la vigía contra los aborígenes alzados también fue útil contra las invasiones unitarias.

DESFILE GAUCHO - FB CTRO TRAD B LOPEZ

Dalla Fontana abreva en la memoria escrita de uno de los primeros vecinos de la Colonia Piquete, Scarafía, del que extrae el lugar ocupado por ese grupo de soldados: “Este vallado estaría instalado, según Sebastián Scarafía (uno de los primeros pobladores de la zona) en una zona comprendida entre los caminos que en la actualidad son Estanislao Zeballos por el sur; Cabaña Leiva por el norte; Facundo Zuviría («Camino del Medio») por el este, y el Salado por el oeste. Desde esta perspectiva histórica, Sebastián Scarafía (hijo de Mateo Scarafía) también hacía referencia a la existencia de las defensas naturales que estaban dadas por el Salado y la Laguna Setúbal y un zanjón de dos kilómetros y medio, a la altura de Cabaña Leiva, que se extendía desde el Salado hasta la Laguna Setúbal”.

En la continuidad de este testimonio del pasado en investigador acudió a la palabra en primera persona de Scarafía en la revista “La Semilla” de la comunidad de la parroquia del Tránsito, en la que Sebastián Scarafía expresaba: “En el año 1869, siendo un niño, acompañaba a mi padre corriendo la zona cercana a nuestro campo y llegábamos a un ombusal que se hallaba a quinientos metros al oeste del punto en que hoy se encuentra la casa del vecino don Domingo Ingaramo. Nos llegábamos hasta allí para corroborar las referencias que teníamos sobre el cantón que había existido, y en efecto, si bien la edificación se hallaba destruida, había pruebas de ello. No solamente en la superficie, sino también encontramos restos de diversas especies, llegándose a encontrar años más tarde una cuchilla de larga hoja semejante a una bayoneta”.

De ese pasado de “Pagos de Abajo”, con su Piquete de defensa militar de la ciudad, transmutó a la “Colonia Piquete” que tuvo a inmigrantes colonos, a la usanza de otros extranjeros llegados a trabajar la tierra, entre los que los Scarafía y los Ingaramo fueron los primeros destacados, la zona tuvo luego un gran cambio con la instalación del Asilo de Inmigrantes (luego Cárcel Pública y después Penal de Las Flores), con el paso del ferrocarril a Las Colonias y la estación Las Flores, con el campo de los jesuitas, con el matadero, todo el sector tuvo una dinámica de crecimiento en el que dos ejes medulares, fronteras de Estanislao López, tuvieron su importancia: Blas Parera (Camino al Matadero) y las vías con el Camino Viejo a Esperanza cercano.

Primeras divisiones de espacios

Luego del tiempo de la Colonia Piquete devino para la zona del luego Barrio Estanislao López una serie de divisiones de los grandes campos, con sus posteriores subdivisiones a lo largo de los años.

El primer mapa detallado que grafica estos campos, con especial interés sobre la ubicación de los elementos distintivos del origen, a saber: Asilo de Inmigrantes, Matadero, Estación FFCC Las Flores, aparecen en 1903 en la tarea del agrimensor Chapeaurouge. En este plano se visualiza que todo el espacio lo ocupaban dos grandes parcelas. Una, al sur, a nombre de Matadero, se desprende de la Empresa del Matadero. La otra al norte, que comprendía a todo el espacio del Asilo de Inmigrantes, coincidente luego con la Cárcel Pública, después Cárcel de Las Flores y su espacio.

PLANO 1903
PLANO 1930

Para 1930, el siguiente plano de la ciudad analizado que cubre esa parte de la ciudad, no aparecen nomenclatura de propietarios pero si los límites del terreno, en donde se destaca el trazado de lo que luego fue calle Cafferata, del predio Matadero con su límite sur sobre Berutti, y dentro de ese espacio coincidente con el posterior Parque Juan B. Justo, y para el tercer milenio el Nuevo Hospital Iturraspe, un gran bajío o laguna en su parte este, sobre el Camino al Matadero (Blas Parera).

Hacia el norte, para 1930, el predio de la Cárcel de las Flores, con Gorriti bien trazada, y el camino de acceso hasta el penal desde esa arteria para el sector norte. De los vestigios de esa construcción original del Asilo de Inmigrantes, luego Cárcel Pública, para la mitad de la década del 2020 quedaban las paredes principales de la fachada oeste, con su formato de cuatro galpones lineales.

PLANO 1935
PLANO 1946

Después, en 1935, un nuevo plano confeccionado por una librería local aporte varios de los nombres de los propietarios del tiempo previo a la expansión y ocupación del barrio. En el final del tiempo del Matadero, ya en manos del municipio, este plano grafica el predio completo del matadero a nombre de la Municipalidad de Santa Fe y también detalla al Parque Juan B. Justo en el mismo lugar. Al norte de Gorriti se ubica nuevamente el penal de Las Flores, con el mismo camino de acceso, que salía hacia el norte desde lo que luego fue el frente del Fortín Tradicionalista Brigadier López, y una franja de terreno desde Blas Parera hasta las vías a nombre de la Municipalidad.

Un dato, al norte del penal, un terreno hasta J. R. Méndez, luego urbanizado, estaba a nombre entonces de Juan Pozo. Por el lado de los campos lindantes con las vías se detallaban dos, uno entre Cafferatta y la Cárcel, desde las vías hasta Méndez, a nombre del municipio por antes haber sido de la Empresa del Matadero.  La otra parcela, en el extremo oeste del triángulo con su lado sur por las vías y el norte por Méndez, a nombre de la Compañía de Jesús, es decir, del Colegio Inmaculada.

El último plano de la seria corresponde a 1946, en el que se conservan los mismos nombres sobre las parcelas, como así también las dimensiones y límites, como para validar que hasta fines de la década de 1940 el barrio de “La Gran China”, no estaba formalmente urbanizado, ni con calles subdivididas, más que las ya nombradas: Beruti, Gorriti, Cafferata.

El crecimiento del barrio

AEREA ESTANISLAO LOPEZ - GOOGLE EARTH

La urbanización de lo que se conoció primero como Colonia Piquete, luego “La gran China” y finalmente Estanislao López tuvo varias etapas, todas ellas con distintas dinámicas. Desde la ocupación informal en derredor del matadero con el rancherío, con los primeros loteos de los herederos de los antiguos colonos, con los nuevos loteos y asentamientos, muchos de ellos en terrenos fiscales.

Caracterizado con distintas oleadas, luego de los vecinos criollos asentados en relación con la faena y trabajo rural que promovía el Matadero, también el establecimiento de la Cárcel Pública y el vivero del Parque Juan B. Justo, como elementos convocantes de población cercana por la alternativa de un sustento laboral. Va de suyo que toda esta población, en especial la criolla, estaba sumida en la pobreza y escala social más baja, en ranchos sin servicios.

A vuelo de pájaro Dalla Fontana resume en su libro esas etapas hasta llegar a la contemporaneidad: “Basta recordar como antecedente significativo al componente de pobladores correntinos que trabajaban en el matadero. Luego, vinieron los expulsados de la «Forestal» en la década del 40: miles de familias desempleadas, desilusionadas, maltratadas y mal pagas, que dejaron en los campos y monte lo poco que tenían y decidieron llegarse hasta la ciudad capital a través de la formación de los trenes del «Belgrano Cargas» y por otros medios. Hay distintas historias con un común denominador: abandonar la pobreza y acompañar la búsqueda de mejores condiciones de vida. Juega un papel importante para la época el poder realizar trabajos como ayudante de albañil, ladrilleros, cosecheros, embolsadores, acopiadores, empleado del matadero, personal doméstico, entre otros rubros.

VECINAL ESTANISLAO LOPEZ - FB VECINAL

Con el paso del tiempo, en 1946 llegó otro grupo de familias corridas por las inundaciones que anidan, en primera instancia, en los galpones que eran parte del matadero y que finalmente eligieron vivir en el sector.

En la década del 50 se mudó a La Gran China otro importante número de laguneros que habitaban a la vera de la Setúbal, en su margen este en lo que se conoció hace mucho tiempo como «Monte Chañar», [2]olvidado hasta volverse desconocido para la mayoría de los contemporáneos.

El desarrollo de este sector lugareño había sido expropiado para la traza de la nueva costanera de Av. Almirante Brown, desde el «Faro» (altura de los pilares del antiguo puente ferroviario) hasta Javier de la Rosa.

En la década del 60 otro grupo de chaqueños se desplazaron hacia la Capital buscando asilo en este sector -como también lo hicieron en la conocida Villa Chaqueño/a (Coronel Dorrego). En su mayoría eran hombres que encontraban trabajos en la construcción y en el cinturón frutihortícola; y mujeres que dejaban el delantal y la cocina en sus hogares, para trabajar como domésticas en el centro de la ciudad”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

En los años ’70 las obras de extensión de la unidad carcelaria generaban reclamos de vecinos que debían ser desalojados de sus humildes moradas en algunos puntos cercanos. El Litoral publicaba en aquel contexto una nota donde se rastrea la condición de una parte del barrio: “Los terrenos contiguos a la cárcel de Las Flores, unas diez hectáreas, en total, que se ocupan para el funcionamiento de sembrados y criaderos de animales de granja, fueron enajenados hace algún tiempo al señor José Roger Ballet, que es precisamente el donante del edificio y predios ocupados por la Escuela ‘Juan de Garay’, ubicada a pocas cuadras del establecimiento de reclusión. Tenemos entendido que el señor Roger Ballet estaría dispuesto a enajenar esas tierras a un precio sumamente ventajoso, que alcanzaría a unos 300.000 pesos, aceptando el pago mediante títulos del Estado, lo que representa una extraordinaria facilidad”.

Nuevamente el citado autor lo profundiza cuando menciona que “Basta una breve revisión de la historia de cómo se desarrolló la urbanización del barrio Estanislao López para comprender el desigual acceso a los terrenos. A fines de agosto de 1971, el diario vespertino «El Litoral» señalaba el posible desalojo de más de 50 vecinos y vecinas con el proyecto de ampliación del penal de Las Flores. Esto representaba una gran preocupación y una angustia colectiva, que determinó una fuerte movilización comunitaria. En realidad, el alargamiento de penal, en su primera etapa, tenía como fin expropiar la manzana ubicada entre las calles: Grandoli, Gorriti, Cafferata y Diagonal Aguirre. Como promesa se esgrimía que los vecinos iban a ser reubicados con un plan de viviendas a construir en un sitio a determinar. La segunda etapa, abarcaba una extensión hasta las inmediaciones del Salado; y la última parte de la obra, incluía ampliar el edificio existente, pasando por el actual Nuevo Hospital Iturraspe hasta Blas Parera”.

Esta iniciativa de desalojo y de construcción de nuevas casas no eran aceptadas tan fácilmente por los vecinos de Estanislao López. “Con un alto nivel organizativo, varias agrupaciones barriales e insuflados con un espíritu «rupturista y combativo», se movilizaron hasta el Palacio Municipal para volver a reclamar por los derechos de la tierra. Estas movilizaciones se enmarcaban en la década del 70, cuando existía un nuevo paradigma entre las interacciones y reclamos populares frente a los Estados nacionales o provinciales”, especifica Dalla Fontana y ausculta los diarios de la época para develar esa militancia y movilización de los vecinos que fue acompañada por la mayoría de los barrios organizados del cordón oeste.

Las promesas oficiales de entrega de terrenos con titularidad, de obras de urbanización, se dilataron e hicieron recrudecer la incredulidad de los vecinos en que como resarcimiento por su reubicación tendrían esos adelantos. De hecho, lo dice Miguel Ángel Dalla Fontana al repasar los medios impresos, de los que desprende que “A raíz de las demoras por una respuesta positiva, en septiembre de 1971 doscientas personas, entre dirigentes del barrio y una red de organizaciones sociales, hicieron el acampe con un pie el hall municipal. Bulliciosamente presentes, a través de consigas, cantos, bombos y redoblantes; mientras que el grupo negociador se mantenía plantado en el segundo piso del Ejecutivo, a la espera por una resolución favorable”.

Vale citar el mismo libro donde se describe el final de esa “rebeldía” vecinal y todo un síntoma de época: “A medida que se produjo la desconcentración, los vecinos y vecinas presurosos se desplazaron por las calles contiguas a la espera de tomar el transporte público y llegar hasta sus hogares, al tiempo que las fuerzas de seguridad («milicos») en sus jeeps comando («celulares») sumados a los carros de asalto y el camión «Neptuno», salieron al encuentro en las inmediaciones de las calles Salta y 1º de Mayo, generando una escalada de violencia con bastonazos y gases lacrimógenos”.

NUEVO ACCESO PENAL SOBRE BLAS PARERA - 2024

En el final de esta historia de promesas oficiales incumplidas, desconfianza y resistencia barrial, persecución y represión mediante, algunos de los vecinos terminaron por aceptar un plan de viviendas para su reubicación en un plan que tuvo sus “primeras 22 viviendas inauguradas el 24 de agosto de 1972. Las mismas fueron entregadas con agua potable, luz eléctrica, terreno cercado y veredas, financiadas a 30 años. La obra está ubicada entre las siguientes calles: Grandoli, Edmundo Rosas entre Beruti y Gorriti”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

La historia de esta etapa de urbanización y reubicación del barrio tuvo su continuidad en 1972, bajo la intendencia de Conrado José Puccio, cuando llevó adelante desde el municipio un programa de Regularización Dominial que también incluyó al Barrio Estanislao López. 

La ordenanza que dio marco legal para la mensura, urbanización y loteo fue la norma Nº 6.491. Como lo dice Dalla Fontana, gracias a la militancia barrial, “Luego de un año y medio de intensas luchas, se consiguió que el gobierno Provincial sancionara la Ley 6.575/70 por la cual los terrenos fueron transferidos a la Municipalidad con el fin de ser loteados. De conformidad con este fallo el sector delimitado y beneficiado a urbanizar comprendió las siguientes arterias: «Domingo French, por el sur (pavimentada en 1957 y único ingreso al barrio Acería); 51 sin nominación (luego, Florencio Fernández) por el norte; Edmundo J. Rosas, por el oeste, y calle pública y vías del FF.CC Gral. Belgrano, por el este”. En esa iniciativa otros barrios fueron beneficiados, como Santa Rosa de Lima y “12 de Octubre”.

Recién con la llegada de la Democracia a partir de fines de 1983 la mirada sobre los barrios populares desde los distintos niveles del Estado dejó de estar impregnada de un cristal castrense, sectario, empujado hacia la marginalidad y el desalojo, como se evidenció especialmente a partir de 1976 con el Golpe Cívico-Militar. 

Ese cambio de paradigma se expresó, por ejemplo según Dalla Fontana, cuando “Estas urbanizaciones de nuestra ciudad, se profundizaron con la llegada de la democracia y data de la primera etapa institucional de José María Vernet (1983-1987). En 1986, el Estado Provincial desarrolló un ambicioso «Plan de Ordenamiento Territorial Estable» creado bajo el Decreto N.º 2.131/86, que en adelante se incorporó como programa Plan Lote”.

Para la segunda década del Tercer Milenio, la regularización de dominio de los terrenos entregados por el Estado municipal, o el provincial, en planes de viviendas, en barrios populares por intermedio de organizaciones civiles como el “Movimiento Los Sin Techo”, encontró en la municipalidad de Santa Fe sostenidas políticas en las gestiones de Mario Barletta, José Corral y Emilio Jatón. Puntualmente sobre Barrio Estanislao López, la intendencia de Jatón logro mediante un convenio con el Colegio de Profesionales de la Agrimensura de la Provincia (Distrito Norte) darle regularización a 1.800 lotes, y entre ellos, al viejo barrio del Matadero.

CARCEL LAS FLORES - BANCO FLORIAN PAUCKE
 

El Parque Juan B. Justo

Este espacio verde de la ciudad surge a la vera del “Camino al Matadero”, luego Blas Parera, justamente como terreno que antes pertenecía a la empresa de faena surgida a fines del siglo XIX luego de su cambio de manos hacia el municipio. Una vez tomados como terrenos fiscales, de uso público sería, esta parte de la ciudad, comprendida originalmente entre Blas Parera, Gorriti, Caferatta y Beruti.

En el primer plano que figura como espacio verde municipal se lo menciona como “Vivero y Parque Juan B. Justo”, en un terreno a nombre de la Municipalidad de Santa Fe. Luego, con los años, el lugar pasó de ser un vivero a un predio librado al uso informal de los vecinos y en verdad a su suerte. Vale destacar que la presencia del Centro Tradicionalista Estanislao López en la parte oeste del terreno garantizó la existencia de una entidad que sostuvo el uso y las condiciones en esa parte del parque por años.

El Litoral en 1974 se ocupaba del mal estado del parque, y decía en sus páginas formato sábana de entonces: “Frente a Liceo Militar General Belgrano, a la vera de la rumorosa y trajinada avenida Blas Parera, frondosos eucaliptos constituyen la única indicación de que ese solar, de privilegiada ubicación, está destinado a constituirse en un pulmón para la zona norte de la ciudad, posiblemente el único espacio verde con que cuentan numerosos barrios donde la edificación, creciendo desordenadamente, ha erradicado baldíos”. Luego describía al predio: “El no muy extenso monte B. Justo, no constituye ciertamente un homenaje muy adecuado para el fundador del socialismo argentino. Algunos tocones, que testifican el paso de los hacheros oficiales o privados, un automóvil abandonado, unos equinos que pacen en la placidez del lugar y también lo inevitable: residuos, muchos residuos domiciliarios, son los elementos que caracterizan al lugar”. (El Litoral – 26/8/1974)

 La nota reclamaba para la ciudadanía obras, mejoras, en un espacio verde en una zona de la ciudad que lo necesitaba, tal como para la década del 2020. A saber, por lo mencionado en falta, no existían entonces ni bancos, ni juegos infantiles, ni equipamiento urbano o sanitario, sobre lo que concluía entonces: “Realmente, el nombre adecuado para ese proyectado paseo no puede ser otro en estos momentos que el Parque del Olvido, en la que esperanzada presunción de que algún día no lejano, pase a ser realidad prevista cuando fue creado. O la iniciativa por la cual se destinan esos terrenos a la forración de un barrio obrero”.

PARQUE JUAN B JUSTO - EL LITORAL 26-8-1974
PARQUE JUAN B JUSTO - EL LITORAL 26-4-1976

A los dos años, en 1976 ya dentro de la Dictadura Cívico-Militar, el medio retomaba su diatriba con las autoridades por el “Parque Juan B. Justo” y su mal estado, como así también por la falta de un destino cierto para una zona que crecía con barrios populares, como el propio Barrio Estanislao López, o el cercano Las Flores, y que no preveían en los loteos inmobiliarios plazas o espacios de usos públicos, menos en los terrenos ocupados precariamente por vecinos sumidos en la pobreza. (El Litoral 24/4/1976)

El tiempo más contemporáneo del Parque Juan B. Justo del norte de la ciudad no fue mejor que aquellos años de los setenta. Desperdiciado como espacio verde para un sector urbano carente de esta infraestructura vital para las barriadas llegó a su destino final con la construcción en la mayor superficie de su predio del Nuevo Hospital Iturraspe. En 2008 ya esta iniciativa ganaba espacio en el marco del gobierno provincial bajo la administración de Hermes Binner y el Frente Progresista Cívico y Social constituido fundamentalmente por el socialismo y el radicalismo de Santa Fe.

FERIA Y ACTIVIDADES PARQUE J B JUSTO 2015 - FB MUNICIPIO

En una nota de ese año el vespertino publicaba la voz del secretario de Planeamiento de la Municipalidad, Eduardo Navarro, que mencionaba sobre el proyecto en ciernes: “Se trata de un predio de 6 hectáreas que posee la Municipalidad. El hospital tendrá unos 20.000 metros cuadrados cubiertos de superficie y dos plantas. En él se invertirán alrededor de 100 mil pesos en obras y estará ubicado detrás del parque, al oeste. De esta manera, el parque servirá de espacio verde al frente del establecimiento de salud. En ese predio también se construirá el primer centro de distrito municipal ad hoc, en el marco de la descentralización que propicia el municipio». (El Litoral – 9/5/2008)

Para ese momento el lugar contaba con algunos juegos y otros espacios de esparcimiento recostados sobre Blas Parera. Esa parte del parque original, con sus añosos eucaliptos, en 2008 al vespertino: “no se perderá ese espacio público, ya que el parque tiene mucho uso barrial. Se preservará la mayor cantidad posible del lugar y de los árboles, y se pondrá en valor todo el sector, incluso se hará lo propio en el hospital Mira y López. 

Se creará un nodo de desarrollo de actividad cívico en el sector a partir de la construcción de este nuevo nosocomio”. Completaba el adelanto el funcionario municipal: “También seguirán funcionando el fortín tradicionalista ubicado en una manzana detrás del parque, además de una escuela y un grupo de viviendas. El espacio libre que resta son las 6 hectáreas disponibles”.

Finalmente, con el nuevo hospital al oeste, la parte este del Parque Juan B. Justo logró recuperarse con un uso público, entre esparcimiento de vecinos, ferias y actividades lúdicas o culturales organizadas por el Estado Municipal, pero en especial, al menos, con la preservación de los añosos eucaliptos que lo distinguieron como un mojón de Blas Parera, en el noroeste de la ciudad.

PARQUE JUAN B JUSTO 2019 FRENTE AL HOSPITAL

Del matadero al barrio

El crecimiento de Estanislao López, desde el Matadero hasta la autopercepción popular como “La Gran China” y la vecinal con el nombre del Brigadier, trajo una ocupación del espacio en la que los progresos de la infraestructura siempre llegaron después de las viviendas, y en especial, luego de los reclamos y las luchas de militancia barrial.

Pero en los recuerdos de aquellos años de crecimiento del barrio, en una de sus producciones “Crónicas de Barrio”, el diario El Litoral en 2014 recuperaba de la memoria urbana de Estanislao López: “Los primeros en habitar la zona en 1950, por entonces carente de todo, fueron familias desalojadas de Siete Jefes, un barrio que sería residencial. En ranchos, se instalaron sobre Cafferata y le fueron dando vida hasta hacerlo uno de los más populares de Santa Fe. Y al hablar de popularidad, los vecinos recuerdan cuando fue noticia nacional al creerse que allí, más precisamente en el rancho de don Zuñiga, habían aparecido unos enanitos verdes que querían hacer base en la Tierra. En realidad, los chicos del Jardín de Infantes Nº 1.000 habían confundido con extraterrestres a unos monitos con ropa que criaba una vecina. El revuelo que se armó fue tal que a don Zuñiga casi le da un ataque al corazón. ‘Ya les dije que acá no hay enanitos’, les decía a los medios que le caían para cubrir la noticia”. (El Litoral – 30/7/2014)

Otra de las anécdotas del vecindario fue que en el lugar vivió en su adolescencia Carlos Monzón, antes de ser Campeón Mundial de Boxeo. 

Una las historias rescatadas al respecto por el vespertino de los recuerdos de los vecinos es que “…allí tenía un ranchito, que luego reemplazó por una casa de material, que les cedió a sus padres cuando comenzó a irle bien. Lo anecdótico tiene que ver con que en esa casa sobre calle Gollán a la altura de Berutti velaron a su papá y asistieron figuras como Alberto Olmedo, Graciela Borges y Susana Giménez. ‘Apenas llegaba un famoso, la gente del barrio lo aplaudía; era una situación rara porque se trataba de un velorio y no de la salida de un teatro’, señalan”.

MATADERO - BANCO FLORIAN PAUCKE
FRENTE ESCUELA MARCOS SASTRE

Con el tiempo la fe católica llegó al barrio y se ubicó en calle Cafferata al 8300 con la parroquia “Nuestra Señora de las Américas”, en la que fue su primer párroco el recordado sacerdote José Luis López, que luego tuvo su misión pastoral en Ceferino Namuncurá de barrio Yapeyú.

PARROQUIA NTRA SRA DE AMERICA - FB PARROQUIA
PARROQUIA NTRA SRA DE AMERICA - FB PARROQUIA
PARROQUIA NTRA SRA DE AMERICA - FB PARROQUIA

Entre algunos adelantos para sectores del barrio se puede dar cuenta de lo acontecido en noviembre de 2022, en el marco de la tarea desarrollad por la “Cooperativa de Trabajo Santa Fe Sustentable”, como integrante de la Red Mayo de CTA Santa Fe. Estas mejoras constaron de obras de veredas, infraestructura social y instalaciones eléctricas dentro de domicilios de 77 familias, con recursos del Proyecto de Obras Tempranas (P.O.T.), de la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (SISU), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

OBRAS COOPERATIVA TRABAJO CTA SANTA FE - WEB CTA 5-11-22

Las tareas de esa primera etapa, ejecutadas por la cooperativa de trabajo, generaron según el sitio oficial de CTA Santa Fe “una fuente de trabajo directa para 20 socios y socias de la Cooperativa de Trabajo Santa Fe Sustentable y de manera indirecta para 100 trabajadores y trabajadoras de cooperativas hermanas que realizaron los registros y ediciones de imágenes fotográficas y de video, labores de herrería, trabajos eléctricos, servicios gastronómicos, relevamientos topográficos, confección e impresión textil, cartelería, provisión de materiales, logística y transporte”. (www.ctasantafe.org.ar)

La segunda etapa de estas mejoras se ejecutaba en junio de 2023, en la que según la comunicación oficial del municipio se incluía el “ripiado sobre calle Hermanos Figueroa entre Hugo Wast y José Cibils, son unos 400 metros que permitirán completar el tramo y mejorar la circulación hasta Camino Viejo. 

En este sector de la capital provincial se realizan nuevas veredas y se ejecuta infraestructura social como así también, conexiones intradomiciliarias de electricidad, cloacas y agua potable que mejorarán las condiciones habitacionales de 150 familias, además de la puesta en valor de los espacios públicos”, todo ello ejecutado por la referida cooperativa de trabajo.

En ese marco el parte de prensa del municipio daba cuenta de la palabra del secretario general de la CTA Santa Fe, José Testoni, que destacaba: “En la Central no solo hay sindicatos sino también organizaciones, y hay 34 cooperativas de trabajo y una de ellas presentó en el barrio Estanislao López -conocido también como La Gran China-  el proyecto para Obras Tempranas ante la Secretaría de Integración Socio Urbana de la Nación. Eso nos permite hacer obras intradomiciliarias dentro de lo que son los barrios populares que integran el Registro Nacional de Barrios Populares, RENABAP”.

El mismo comunicado recuperaba lo manifestado por Testoni en cuanto a la financiación con recursos nacionales para “hacer espacios comunitarios como la plaza, que vamos a intervenir dentro de los siete meses de ejecución de la obra, así como también las veredas. Este barrio, entonces, va a tener instalaciones intradomiciliarias en aproximadamente 150 viviendas de electricidad, de cloacas y de agua potable, y a la vez, un circuito de veredas amplias”. (https://santafenoticias.gob.ar/la-municipalidad-mejora-las-calles-de-barrio-estanislao-lopez/)

Vale decir que el Gobierno Nacional que asumió los destinos del país el 10 de diciembre de 2023 en los primeros meses del 2024 cortaba los recursos destinados a este tipo de proyectos, muchos de los cuales quedaron truncados y las cooperativas de trabajo sin trabajo.

AEREA ESTANISLAO LOPEZ - GOOGLE EARTH

Así las cosas, casi a mediados de la década del 2020, la barriada continuaba con numerosas postergaciones, pese a los adelantos conseguidos. Sin embargo, la falta de cloacas, la ausencia de pavimento salvo en algunas calles troncales como Beruti y Cafferata, más allá del mejorado pétreo de Gorriti, quedaban pendientes obras de entubado de desagües, de enripiado de calles internas, de recuperación de los espacios ferroviarios vacantes de la antigua vía del Ferrocarril a Las Colonias, en donde se intentaba, por ejemplo, establecer una plazoleta en Hermano Figueroa y Mantovani, con un barrio que no contaba en 2024 con un club propio en su jurisdicción, pero tampoco con una escuela de nivel medio.

Del Matadero al Barrio

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