CASA CUNA
Fruto de la inspiración del Padre Alfonso Durán, alarmado por el frecuente hallazgo de bebés en estado de abandono o muertos en la década del ‘30, nació el Hogar Casa Cuna, que lleva el nombre de su madre, Anastasia de Durán. Con sus ahorros y gestiones realizadas con la Sociedad Conferencia de Señoras de San Vicente de Paul, comenzó el proceso hacia la concreción del proyecto.
Así, en 1933, se firmó el contrato por el cual Alfonso Durán haría construir, por la firma Bautista Baroni e hijos, un edificio destinado a Casa Cuna, que sería administrada por la Sociedad, y se levantaría en un terreno contiguo al Asilo de Mendigos, en la intersección de las calles San Juan y Primera Junta. De esta manera, la Institución comenzó a funcionar el 23 de junio de 1935.
En su nacimiento, Alfonso Durán, pensó el objetivo principal de la casa, como un lugar que pueda brindar atención integral al niño en riesgo. Su objetivo se modificó en razón de los cambios que fue teniendo la sociedad, la realidad de la población o cada época de la historia en estos más de 75 años de vida; pero, a pesar del paso del tiempo, se trabaja para mantener el objetivo para lo que fue fundada.
En ese sentido, la Casa Cuna de Santa Fe, es una Institución que alberga a niños de meses de vida hasta 14 años, en situación de abandono. Además de darles un hogar, alimentos y mucho amor, se ocupa también de la educación y la salud de los niños que allí viven.
Los pequeños, que son derivados por la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, provienen de la ciudad de Santa Fe y de localidades aledañas. También funciona desde 1997, el Centro de Día que recibe a los niños que sólo permanecen en la Institución, durante el tiempo en que sus padres no pueden atenderlos, porque se encuentran en su jornada laboral.
Además, los chicos realizan actividades escolares y extra escolares, que se fueron incorporando desde el año 2012, como la participación en colonias de vacaciones, escuelas de fútbol, escuelas de patín, natación y algunos otros talleres que se realizan dentro de la misma Institución. De esta forma, se busca que el niño pueda complementar su actividad diaria con el área de la cultura y religión.
Asimismo, los chicos que viven dentro del Hogar Casa Cuna, cuentan con el apoyo de asistentes sociales, psicólogos, psicopedagoga, terapista ocupacional, maestra y de las familias colaboradoras, que los llevan a pasear durante los fines de semana. De esta manera, desde la Institución se intenta lograr la contención del niño y su formación integral.
Así también, desde fines de 2012 se habilitó una sala de espera para un consultorio pediátrico que funciona dentro del establecimiento. Además, el Círculo Odontológico, brinda un servicio a los niños, primero para prevención y luego atención, en otra sala del lugar.
Actualmente, la organización que se encuentra en el corazón del barrio Roma y también recibe niños derivados por la Justicia, por distintas causas.
El edificio que se alza en San Juan al 2300, es una de las postales de la ciudad de Santa Fe. El lenguaje arquitectónico con que fue diseñado convierte al edificio en un ejemplo singular de arquitectura pintoresca en la ciudad, con detalles del estilo gótico inglés. La definición funcional de los espacios, se realizó de acuerdo al asesoramiento brindado por conocidos médicos de la época, por lo que los planos incluyeron, solarium, sala de enfermos, sala de operaciones, amplias salas-cuna, kindergarden, salón de costura y jardines. En líneas generales el edificio mantiene el diseño original sobre el que han realizado reformas funcionales y obras de mantenimiento. La Institución continúa trabajando gracias a los valiosos aportes de la comunidad santafesina, de entidades y empresas comprometidas con la misión social del hogar.
Por el lugar, gran cantidad de chicos recorrieron sus pasillos, durante estos años de vida. Allí, los niños son albergados, abrigados, alimentados, cuidados y contenidos. Allí, los pequeños son acogidos en el calor del hogar.
El pan de los pobres
La Fundación Sara María Furman fue fundada en 1980 por Don Boris Furman, hombre que se caracterizó por su marcada vocación de servicio y su permanente preocupación por ayudar al prójimo, especialmente a las personas más humildes y carenciadas.
En 1988, logró instalar en su provincia natal una Panificadora para elaborar 1200 kg. de pan diarios destinados, sin costo alguno, a 1200 familias carenciadas del Barrio Obrero Santa Rosa de Lima. La Panadería “Furman”, ubicado en la intersección de las calles Vera y Lamadrid, debió cerrar sus puertas en 2003 debido a la inundación que afectó a la ciudad de Santa Fe, lo cual inutilizó la maquinaria y las herramientas de trabajo.
Sin embargo, en 2008 se puso nuevamente en funcionamiento el predio y luego de meses de arduo trabajo el compromiso se concretó el 15 de abril del 2009. A partir de allí la Panificadora comenzó a escribir una nueva etapa de su historia y en la actualidad el emprendimiento produce diariamente 200 kilos de pan que son distribuidos en comedores comunitarios pertenecientes a diferentes instituciones sociales de la ciudad capital.
Fue entonces que en 2013, la institución amplió su horario de producción y la planta de personal. Concretamente, se incorporaron 5 personas, dos hombres que estaban bajo el cuidado del Servicio Penitenciario, una persona que recuperó su libertad y dos jóvenes quienes estaban participando del Programa Juventudes Incluidas.