Un barrio dentro de otro
Al comienzo del poblamiento del barrio Centenario, el sitio ocupado por el estadio de Colón era una laguna, en cuyo borde oeste, desde el cruce de J.J. Paso y Zavalla comenzaba el camino a Santo Tomé, que no seguí recto hacia el oeste como ahora desde “la Boca del Tigre”, sino en un derrotero hacia el sur, hasta las orillas del riacho Santa Fe, luego por Varadero Sarsotti, y después a la par del Vado, hasta llegar casi hasta el actual puente del Ferrocarril Mitre, donde aguas debajo de viaducto para trenes estaba el puente de madera a la vecina ciudad.
Es decir que los terrenos donde se asentó Colón, primero, y ya a comienzo de los ’80 el complejo habitacional del Fondo Nacional de la Vivienda, eran todos terrenos bajos, luego en parte elevados en su cota por refulado. El FONAVI Centenario, denominado así al comienzo, ocupó la zona vacante entre el sector urbanizado original y la Ruta Nacional N°11. Posteriormente el complejo se lo llamó FONAVI San Gerónimo, por la capilla que bajo la advocación de este santo existe en el lugar. Fue en 1982 cuando finalmente el este barrio dentro de otro se habilitó, y sus departamentos comenzaron a ser habitados.
Construido por la empresa DYCASA, la misma que pavimentó el Barrio Centenario, las unidades constan de edificios de planta baja y tres pisos, que ocupan una manzana completa cada uno en su perímetro y dejan una plaza interna como espacio de uso común. Los departamentos tienen los dormitorios ubicados hacia la calle y el living-comedor hacia la parte interna.
Como lo describe la publicación del Municipio de 1994: “En el Complejo existen 1289 viviendas distribuidas en doce manzanas. Consta de departamentos de 1, 2, 3 y 4 dormitorios. El sistema constructivo es no tradicional, realizado con encofrados deslizantes, paneles de fachada con carpintería incluida escaleras premoldeadas y tabiques internos de ‘roca de yeso’”. Vale decir que después de los años ochenta se abandonaron este tipo de “soluciones” habitacionales de torres y mega construcciones, como lo son los complejos de El Pozo y Las Flores, dados los problemas de mantenimiento de los espacios comunes, de las estructuras. Al mismo tiempo, el hacinamiento acarrea la profundización de problemas sociales y de seguridad para los moradores, por lo cual los nuevos planes de viviendas apuntan a unidades menos numerosas, espaciadas entre sí, con el concepto de casa antes que el departamento.
En particular en FONAVI San Gerónimo existe la Escuela N°158 “Simón Bolívar”, el Jardín de Infantes N° 73 y el Centro de Alfabetización N° 92. Además de la capilla se ubica una subcomisaría primera, un dispensario y la vecinal. Justamente, la Vecinal Barrio San Gerónimo nace como necesidad de los habitantes del complejo de trabajar y gestionar soluciones de infraestructura y de mantenimiento para las torres. Muy temprano, ya en 1987, los vecinos se reunieron en la Manzana N° 6 para conformar la entidad, y un 18 de noviembre el Municipio le daba el reconocimiento oficial.
