Un barrio con nombre de casa
Las situaciones de urbanización en zonas de borde de la trama urbana, y en especial en los ingresos a una ciudad, proponen muchas veces crecimientos poblacionales con precariedad en viviendas y con desorganización en la ocupación de los espacios. Muestra de esta condición es visible especialmente en los cordones oeste, noroeste, y suroeste de Santa Fe. Este vecindario, pese a tener todavía hoy atrasos en sus servicios, comenzó a construirse en los años 50 con una incipiente urbanización dado el primer lote de casas de material. Estas unidades, por formar parte de un plan de
viviendas del Gobierno Peronista, “los chalecitos de Evita”, terminaron por imponer el nombre de Barrio Chalet al lugar, pese a que este tipo de construcción, con techos de tejas, no son las que mayoritariamente aparecen, dado que apenas se trata de doce casas.
No obstante, la ubicación a la vera de la Ruta Nacional N° 11, en la salida hacia el Puente Carretero, contiguo a la prolongación de Avenida J.J. Paso, y a metros del cruce con Bulevar Zavalla, en la denominada “Boca del Tigre”, llevó a que el barrio se lo conociera primero con ese nombre, como Barrio Boca del Tigre. Al menos así aparece en las publicaciones de los diarios de los años cincuenta, sesenta y hasta los setenta. También fue nombrado durante una época, al menos periodísticamente, como Barrio Suroeste.
Justamente, en una nota del diario El Litoral en el año 2005, una vecina que vivió desde la infancia en el lugar destacaba que “Este barrio, que antes se consideraba como la Boca del Tigre, comenzó a llamarse barrio Chalet cuando se inició el plan de viviendas Eva Perón. Según tengo entendido, mis abuelos, junto con la familia Méjico, fueron los pioneros en habitar los chalecitos y eso es todo un orgullo para nosotros”. En la misma nota, Vilma Díaz decía que las casitas “…son las únicas acá y tienen estructuras y fisonomías similares porque formaron parte de un plan de la década del ’50 cuando Juan Domingo Perón estaba en el poder. Dicho plan se inició en 1952, pero al ser derrocado, las casitas quedaron inconclusas. Hasta que, más tarde, hubo una reglamentación a nivel nacional, la cual permitió que los beneficiarios y ya propietarios de las casas que estaban iniciadas pudieran finalizarlas”.
Lo cierto es que esos créditos del Banco Hipotecario Nacional -a 50 años- eran para asalariados, personas con capacidad de pago, y con demostrado compromiso de hacer frente a lo acordado. Esas casitas nuevas se entrelazaron con algunas que ya aparecían como crecimiento del barrio San Lorenzo hacia el sur. De todas maneras, la presencia de los chalecitos hizo que el resto de las viviendas que se iban agregando fueran también de material, en su gran mayoría. Además, la presencia de la fábrica de carrocerías de colectivos Varese hizo que algunos de sus obreros, y personal de servicio, se radicara en las inmediaciones.
Durante la intendencia de Francisco Bobbio (1937-1941), se construyó con el Puente Carretero ya inaugurado el denominado «Control Caminero Boca del Tigre», en el propio ingreso a la ciudad. Como lo rescata el «Inventario del Patrimonio Histórico Arquitectónico Santafesino»»El ‘Acceso Sur’ fue diseñado en 1940 por el Ing. Juan Samatán de la Dirección de Obras Públicas, en tanto que la cabina para control caminero fue proyectada por el Arq. Roberto Croci…». La misma publicación refiere a que la construcción data de 1943, donde hasta 1977 funcionó la Policía Caminera, año cuando se transfirió a la Municipalidad que puso una oficina de atención al turista.
Pensado como lugar de ingreso a la ciudad, resulta atinente la conclusión de los facultativos al decir: «Se puede afirmar que la pregancia de sus formas resultó un vehículo adecuado para el cumplimiento del objetivo perseguido, por cuanto aún hoy, este pequeño edificio constituye un verdadero hito en la llegada a la ciudad». (Inventario del Patrimonio Histórcio Arquitectónico Santafesino – FADU UNL)
Decía el epígrafe de la foto de tapa del diario El Orden de ese primero de diciembre de 1947 «DESDE EL MIRADOR DE LA CAMINERA», y relataba el medio: «Nuestro arriesgado repórter gráfico tomó esta vista panorámica de la largada del primer coche en la Boca del Tigre, desde lo alto del mirador del control de la Policía Caminera. En ella puede observarse en toda su magnitud la enorme masa de público que se extendía a todo lo largo del puente hasta Santo Tomé y que se mantuvo firme y entusiasta a pesar de la lluvia que caía en forma persistente».
Era el paso por Santa Fe del Gran Premio Internacional de Automovilismo, donde Fangio había arribado primero a la zona de la estación de Las Flores, seguido por Orcar Alfredo Gálvez y Juan Gálvez. Era la última etapa de la competencia, provenían de Resistencia, donde habían salido a las 6 de la mañana y seguían viaje hasta Luján (Pcia. de Buenos Aires), al partir de Santa Fe Fangio a las 11:43:15, luego de haber descansado una hora y reaprovisionado en la ciudad.
La pieza gráfica permite advertir la ausencia de casas en la zona de Barrio Chalet, como así también al fondo la inexistencia de la Avenida Mar Argentino, que llegaría recién a fines de los años ’60. (Diario El Orden 1/12/1947)
Como dato de urbanización, del estudio de los planos antiguos de la ciudad, surge que el trazado de calles y las primeras manzanas vienen de la prolongación de calle Jujuy al norte y de J.J. Paso al sur. Eran cuatro manzanas, con sus calles transversales, según un plano de 1932. El resto era chilcales, terrenos bajos, con el camino hacia el puente de hierro a Santo Tomé en funcionamiento. En términos espaciales Barrio Chalet hoy tiene como límites a calle Jujuy al norte, la Circunvalación al oeste, Ruta 11 al sur y Zavalla al este. Forma una especie de triángulo con vértice empinado hacia el centro de la ciudad. Históricamente el ingreso al barrio se hacía, y se hace, por J.J. Paso, que bordea los galpones de la antigua planta fabril carrocera. Es la calle pavimentada del barrio, y por donde pasa el transporte público de pasajeros.
El crecimiento del barrio fue una consecuencia directa de la propia expansión de la ciudad. Hasta bien adentrados los años sesenta el aumento de familias moradoras del lugar era lento. No obstante, los ochenta y los noventa trajeron al barrio su poblamiento, casi en su totalidad, donde los únicos terrenos disponibles como espacios abiertos son la propia vecinal y el playón de deportes, más una manzana hacia el oeste despoblada sobre Roque Sáenz Peña. En la encrucijada de la Boca del Tigre, entre J.J. Paso y la Ruta 11, permanece el predio de lo que fuera el almacenaje y venta a granel de Anhídrido Carbónico, y otros gases, incluso hasta carga de Gas Propano hubo en un área densamente poblada. No obstante, luego de la Inundación de 2003, que el barrio sufrió y fue el último en desagotarse de la ciudad, este comercio fraccionador de gases desapareció.
Participación civil
Desde el propio inicio del poblamiento del barrio –con unas cuarenta familias- la acción de los vecinos fue fundamental para el adelanto del vecindario, como en muchos barrios nuevos con postergaciones en servicios. Inicialmente, la vecinal tomó el nombre original que la cultura popular le asignaba a la zona. Así se llamó “Centro Pro Mejoras Barrio Boca del Tigre” a ese primer puñado de vecinos que en los años ’60. Esa incipiente vecinal consiguió para las primeras 150 familias que poblaban el lugar algunas mejoras, como por ejemplo la extensión por J.J. Paso de la cañería de agua corriente y la instalación de dos canillas públicas y el inicio de la pavimentación de la mencionada arteria. (Diario El Litoral 25/03/1960). En ese momento, se prometía para el barrio abovedado de calles, plantación de árboles y un parque infantil. Ya entonces, desagües, iluminación y presencia policial eran reclamos vecinales para Chalet. Sin embargo, por las crónicas periodísticas, la necesidad de agua potable de red en los domicilios, y no con canillas públicas, todavía era una insuficiencia a salvar a fines de los ’60 (Diario El Litoral 16/7/1969). Justamente sobre el agua de red en los domicilios los vecinos nucleados en el Centro Pro Mejoras decían en 1967 que estaban dispuestos a poner el material y la mano de obra para extender llevar el líquido elemento potable hasta sus casas. (Diario El Litoral 3/3/1967)
Si bien las dificultades y atrasos en Barrio Chalet continuaron, y todavía existen como por ejemplo los desagües y la falta de pavimentación de la mayoría de las calles, la acción del Centro Pro Mejoras Barrio Boca del Tigre fue tomada luego de varios años por una nueva entidad, que la reemplazó en la tarea de buscar mejorar el vecindario. Así, un 20 de junio de 1986 surge la Asociación Vecinal Barrio Chalet, y recupera en el nombre la esencia del comienzo del barrio con el viejo plan de viviendas de los años ’50. Como lo destacan en el sitio web de la radio que posee la entidad, “Con el correr de los años y el agravamiento de las condiciones de vida de la población de la comunidad, una nueva comisión directiva se constituye en el año 1997. La misma se conforma en su mayoría por personas jóvenes y con un objetivo en común: trabajar con los vecinos, en especial con aquellas familias más necesitadas a través de actividades asistenciales, preventivas y promocionales, apuntando a la organización y participación activa de la comunidad en la resolución de los problemas, que se transforman en problemas sociales y no sólo de mejoras en infraestructura”. (www.fmchalet.org.ar)
Como en la mayoría de los barrios del cordón oeste y norte de la ciudad, las entidades vecinales que primordialmente asumieron gestiones de mejoras para su lugar, y algunos servicios lúdicos, deportivos y culturales para los vecinos, terminaron por trabajar además en áreas de promoción y ayuda social, ante la realidad que los rodea. Si bien Chalet no ha sido la excepción a las consecuencias de políticas nacionales económicas y sociales que provocaron marginalidad en vez de crecimiento, si se destaca la entidad vecinal por la tarea amplia desarrollada en el barrio. Incluso, luego de la tragedia evitable con la Inundación de Santa Fe en 2003, donde la vecinal y todo el barrio quedó bajo más de dos metros de agua, la institución barrial se recuperó con más fuerza y ahínco en la tarea de mejorar la calidad de vida de sus vecinos. El nuevo golpe de 2007, con otra inundación evitable esta vez no por cerrar un terraplén sino por tener las bombas extractoras en funcionamiento, no amedrentó ni al barrio ni a la vecinal. Sin embargo las huellas del Salado en Barrio Chalet permanecen, como marca en las paredes, pero más fuertes como cicatrices en el recuerdo y el sentir de sus habitantes.
En marzo de 2018 quedó habilitado el cruce por debajo de la ex Ruta 11, denominada Avenida Intendente Irigoyen. Así quedaron vinculados los barrio Chalet y Centenario. El terraplén de la ruta fue retirado y se construyó un puente para dar continuidad a la calzada del ingreso a la ciudad desde el Puente Carretero. El Litoral mencionaba que «La obra incluyó toda la red de cloacas y desagües, pavimentación, iluminación y mejoras en espacios públicos. Se hizo con una inversión de unos $ 130 millones, a través del Plan Nacional de Hábitat».(El Litoral 26/6/2018)
El Jardín Municipal N° 17 corresponde al Barrio Chalet y forma parte del Sistema de Educación Inicial de la ciudad. Se encuentra en Roberto Arlt y Roque Saénz Peña, a pocos metros de la vecinal. Fue construido por el municipio e inagurado el 18 de marzo de 2019. En el portal web de la radio comunitario del barrio se mencionaba en esa ocasión que «El nuevo edificio albergará a 140 niños y niñas de 45 días, 1, 2 y 3 años, en dos turnos: mañana y tarde. Tiene 638 m2 de superficie cubierta y 284 m2 de superficie semi cubierta, contará con seis salas, con patios de uso exclusivo, biblioteca, oficina administrativa, depósito, sanitarios públicos y un Salón de Usos Múltiples (SUM) con acceso independiente para uso comunitario». El acto de inaguración había contado con la presencia del intendente municipal, José Corral, autoridades y vecinos. (FM CHALET – http://fmchalet.org/inauguraron-el-jardin-municipal-n17-en-barrio-chalet/)
El 30 de marzo de 2019 el gobierno de la Provincia, con la presencia del gobernador Miguel Lifchitz, quedó inaugurado el nuevo Centro de Salud de Barrio Chalet. Está ubicado en calle Roberto Arlt 3951, y según el comunicado oficial, «La obra financiada por la Provincia contó con una inversión de $ 17.750.181. Incluyó sala de espera, enfermería, administración, farmacia, cocina, tres consultorios, baños para el personal, baños para pacientes y salón de usos múltiples en un espacio de 140 metros cuadrados». Antes el dispensario funcionaba en un espacio cedido por la vecinal.
