Barrio Parque Garay – Vecinos

Saltimbanqui y vate callejero

En calle Junín, a pasos del Parque Garay, al fondo de un pasillo, como en una de tantas casas del barrio, vive un creador, un soñador, un personaje de apellido real italiano, y de nombre artístico que lleva a Santa Fe entre sus sílabas: Juan Carlos Durán. Humilde morada de artista, cuadros, discos de vinilo y viejos casetes, fotos y libros, algunos surgidos de su propias ansias de trovador, un poco loco, bastante cuerdo, cargado de recuerdos de su barrio, el Parque Garay, el Club Colón de sus amores y su Santa Fe natal.

“Todo estaba cargado de misterios para nosotros, de sensaciones, ese pasar de la niñez a la juventud, de jugar a la pelota en el Parque Garay todo cercado con un tejido, donde la actual Presidente Perón era de tierra, con hondos zanjones, donde todos los chicos del barrio nos tirábamos a la zanja a bañarnos…”. De manos grandes, sobre el viejo hule de la mesa del comedor, sus ademanes dibujan figuras traídas desde la memoria de pantalones cortos: “Jugábamos en un campito que estaba en el fondo de mi casa, donde algunos de mis amigos le robaban a mi padre las mandarinas y las naranjas de los frutales”.

Para los pibes del lugar el parque fue siempre un lugar para vivir la vida como era en aquellos tiempos, de siesta y travesuras, allá por la década del 40’. “Uno de los personajes de nuestra época era ‘refucilo’ –rememoraba Juan Carlos– que andaba en bicicleta y era el guardián de Parque Garay, cuando veía que nosotros queríamos cortar una rosita, o le pisábamos el césped jugando a la pelota, nos corría, con la bicicleta, a una velocidad espantosa, y de ahí su apodo”.

Como talentoso compositor de piezas musicales como “Así es mi Santa Fe” este  ilustre vecino de Barrio Parque Garay ha escrito lo que piensa sin recurrir a circunloquios verbales, con un entorno poético y musical fiel a su filosofía de vida de trovador trashumante. Decía al respecto: “Yo tengo una ascendencia napolitana, y dicen en Nápoles que todos cantan, todos tocan, todos bailan, y entonces debe haber en mí una vertiente artística para que se hicieran realidad algunos de mis deseos y me transformara en un saltimbanqui, un vate callejero, que es lo que soy…”.

El inicio formal de la carrera de artista de Juan Carlos Durán tuvo lugar en 1959, cuando en un concurso de nuevos valores de LT9, cerca de su casa, en el Club Unión, ingresó a la radio como artista estable de la emisora. En la radio Durán cantó tango, hizo radioteatro y también un programa en la noche que se llamaba “A través del cable”, donde teatralizaban algunas noticias. Más tarde, Durán formó parte como cantor de la orquesta típica de Valentino. Con esta orquesta llegaban a hacer entre 20 y 22 bailes por mes. Después llegó la oportunidad de viajar a Buenos Aires, y con un cuarteto pasó por programas de Capital Federal, entre otros los “Sábados Circulares” de Pipo Mancera.

Sin embargo, esa bohemia de barrio no la perdió entre las grandes luces de Buenos Aires: “Yo soy uno de esos vates callejeros que hace cientos de años entretenían en las plazas, en las calles… no bufón –aclaraba con énfasis–. No confundir porque el bufón es el que hace reír al rey, y ése recibe las cachetadas, las patadas de los amigos del rey cuando se emborrachan a la noche. No. Yo no. Yo era saltimbanqui, vate callejero, ese tipo que está tamizado con la gente, sujeto a la hambruna, a la indolencia, a la desidia de las autoridades…”. Y concluía con convicción, “Siempre, todo aquel que intenta decir algo y despertar inquietudes en el pueblo es un indolente para las autoridades, no insolente, que es otra cosa, sino indolente, y padece la desidia y el escupitajo de los que tienen el poder”.

De voz grave, cargada de sentir urbano y santafesino, vecino siempre del Parque Garay, Durán llegó a editar grabaciones como “Cancionero para argentinos”, “Tangos”, “Paz con Dios Creador”, “Amores y Desamores”, “Canto a Santa Fe”, y su último trabajo “Nido de Poeta”. Y como habitante de zona oeste de la ciudad, lleva también en su casa, y en su guitarra, las cicatrices de la tragedia evitable de la Inundación de 2003. Allá por el 2004 las paredes de su morada mostraban las marcas que dejó el Río Salado, también algunos libros rescatados secándose en estantes de madera apoyados sobre mosaicos viejos. El agua entró sólo un metro en la casa de Durán, a mitad de cuadra en Junín entre Perón y Zavalla. Pero más allá de arruinar muebles y recuerdos también el agua turbia se ensañó con su arte. La guitarra de Juan Carlos quedó sobre la cama en la huida entre el agua, encordada que terminó flotando dentro de la casa hasta el regreso, luego que se cerrara la brecha abierta en la defensa no concluida a la altura del hipódromo y se abrieran fisuras en el terraplén Irigoyen.

Las canciones de Juan Carlos Durán, sus escritos y sus poesías, son al mismo tiempo la eterna lucha de muchos creadores santafesinos de ser reconocidos por sus propios vecinos, y por las instituciones y estamentos de la ciudad. Son los hacedores de la cultura con esencia santafesina, que adoptan diversas formas, complejas y variadas, pero que se entretejen en cada esquina y barrio. Mientras la lucha sigue, las canciones resuenan calladas en los pensamientos de un vate callejero, que camina en las siestas, por las veredas del Parque Garay.

(entrevista en programa “Alma de Barrio” LT10 Radio Universidad – Junio 2004)

2024 – Juan Carlos Durán falleció en Santa Fe el 24 de febrero de 2024, desde «Santa Fe mi Barrio» nuestro homenaje al compartir la entrevista realizada 20 años antes en el programa «Alma de Barrio».

 

Barrio Parque Garay – Vecinos

2 comentarios en «Barrio Parque Garay – Vecinos»

  1. Mi padrino amado, no tengo palabras para expresar la inmensa tristeza que siento en este momento y a la vez la eterna gratitud por tanto suyo en mi vida. Gracias por esta nota maravillosa y por acompañar contando su historia esta despedida de un grande, de un gigante con todas las letras. Artista sin igual, vecino, compañero, amigo, padre, consejero y el mejor padrino que pude haber deseado tener.

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