Barrio San Lorenzo – Instituciones

El Birri

En los andenes del ferrocarril Mitre en 1958, el Padre del Nuevo Cine Latinoamericano, Fernando Birri, comenzó a realizar su film “Tire dié”, considerada como la primera encuesta social grabada. El mediometraje muestra los días de los niños y jóvenes en los barrios pobres santafesinos, fue estrenado en 1960 y hace referencia a la frase “tire diez centavos” que exclamaban los niños que corrían los trenes en el puente sobre el Salado en busca de una limosna de los pasajeros. En ese mismo escenario, muchos años después, el legado de Fernando Birri y la cultura popular viven y reviven en el Centro Cultural y Social Birri.

Fernando Birri fue un cineasta, director y actor nacido en Santa Fe en 1925. Estudió en Roma en el Centro Sperimentale de Cinematografía de 1950 a 1953, inauguró en 1953 el cineclub Santa Fe, luego en 1956 impulsó la creación del Instituto de Cinematografía de la UNL (Escuela Documental Santa Fe) y participó de la Escuela Internacional de Cine y Televisión en Cuba entre los años 1986-1991 ganándose el título de Padre del Nuevo Cine Latinoamericano. Dirigió más de quince películas y cortos, entre los que destacan “Los Inundados” de 1962, “La Primera Fundación de Buenos Aires” en 1966, entre otros. El cineasta santafesino falleció en Roma en diciembre de 2017 a los 92 años.

El lugar de emplazamiento de El Birri es la antigua estación del ferrocarril Mitre sobre Avenida General López, que cerró sus puertas en la década de 1990 cuando los trenes dejaron de circular. A fines de los ‘90 la Fundación Birri la resignificó como un espacio de cultura y arte popular. El sitio web del Centro Cultural y Social expresa que “El hecho de que la fundación se haya instalado a fines de los 90 en la ex Estación no fue casual (…) La Mitre fue, en este sentido, una estación cargada de un valor emocional y afectivo para Birri: un eslabón histórico en su carrera que constituyó y constituye el porqué de la tarea cultural que hoy mantiene viva el Centro Cultural y Social El Birri”. (https://elbirri.com/la-estacion-radiografia-de-un-edificio-que-sigue-esperando/)

Desde el espacio socio-cultural llaman “Antesala” al período entre 1995-2013 como “un recorrido artístico sin precedentes en la historia reciente del oeste santafesino”.  En el año 1995 la Fundación Birri comenzó a gestionar el uso del edificio como espacio cultural y en el año 2000 se inauguró el lugar con actividades de cine, teatro y música. En un artículo publicado en la web de El Birri se detallan las principales características de la “Antesala”: eventos a la gorra, espacios abiertos para los artistas locales, asambleas y autogestión, independencia y autonomía, construcción de sentidos públicos y populares, entre otros aspectos. El final de la Fundación Birri se relaciona con “el contexto nacional de post tragedia de Cromagnon, que para los espacios culturales contra hegemónicos o con propuestas populares se tradujo en mayor presión y perseguimiento oficial, y en un contexto local en donde desde el poder se comenzó a disputar espacios históricos otrora abandonados”. A partir de allí comienzan las gestiones de lo que se consumaría en el año 2007 como el “Centro Cultural y Social El Birri”. (https://elbirri.com/antesala-popular-de-teatro/)

Desde entonces El Birri mantiene gran parte del edificio de la antigua estación Mitre mediante la autogestión de recursos y el trabajo militante en condiciones edilicias deterioradas y postergadas. En el año 2008 el espacio de cultura popular ganó un concurso del Instituto Nacional del Teatro (INT) con el que reacondicionó la Sala Popular del Teatro, años más tarde se realizaron sanitarios y en 2015 se renovó el hall central, se reacondicionaron aberturas e instalaciones eléctricas, gracias a un concurso ganado en el Fondo Nacional de las Artes.

El Birri lleva adelante diversas actividades culturales. La Escuela de Carnaval es única en el país porque, aunque existen otras escuelas de carnaval en Argentina, la Escuela de El Birri es “autónoma e independiente, sostenida autogestivamente por les militantes de El Birri”. El sitio web oficial de El Birri menciona que este espacio comienza en 2012 como una “propuesta pedagógica articulando talleres formativos que años antes se desarrollaban sin mayores vinculaciones (…) fue la Escuela de Carnaval quien construyó un consenso político, con objetivos definidos y compartidos, estableciendo criterios comunes como la autogestión y la educación popular”.

La Escuela demanda una especial planificación, se articula con las demás actividades culturales de El Birri, se conecta con las familias de los niños y jóvenes del barrio que participan del espacio y se rige por prácticas asamblearias. Los talleres que se dictan son diversos, van desde el malabarismo, circo y acrobacias hasta maquillaje artístico, teatro, edición de registros audiovisuales, fútbol y club de lectura. La Escuela de Carnaval del Centro Cultural y Social El Birri es reconocida por la concurrencia de más de 200 chicos y por la comunidad toda. Además, el Ministerio de Cultura de la Provincia declaró el proyecto de Interés Cultural y el Fondo Nacional de las Artes otorgó un reconocimiento en 2018. (https://elbirri.com/que-es-la-escuela-de-carnaval/)

El espacio multicultural también realiza otras actividades como ciclos de recitales de música under o paralela a los consumos hegemónicos, clases de teatro comunitario y candombes y murgas. La Sala Popular del Teatro es “una sala de teatro independiente, autogestionada y libre de condiciones burocráticas” donde se “llevan a cabo actividades diversas, proponiendo y produciendo un espacio para todxs, teniendo las comodidades, las modalidades técnicas para que hasta un espectáculo de «categoría» se pueda presentar allí”, de acuerdo al sitio oficial del espacio.

Pero la situación del Centro Cultural y Social está postergada hace años. Quienes hacen El Birri reclaman en el 2020 por 15 años de mejoras edilicias pendientes para el espacio. El poder político de turno le ha dado la espalda siempre y no faltaron las promesas incumplidas. La estación de trenes y los andenes abandonados por el Estado requieren conservación y reparaciones, las calles aledañas necesitan mantenimiento y demás obras de infraestructura que mejorarían las condiciones de la zona de barrio San Lorenzo. Desde sus comienzos, el trabajo autogestionado y militante ha invertido tiempo y dinero en el edificio de la estación Mitre, pero, mientras se recuperaron otras estaciones de trenes abandonadas con inversiones millonarias por parte del Estado, El Birri, para la segunda década del tercer milenio, aún sigue esperando.

El 15 de febrero de 2013 El Birri sufrió un intento de desalojo por parte de la Municipalidad de Santa Fe, en el marco del vencimiento del comodato firmado entre ambas partes que los habilitaba a ocupar la antigua estación de trenes. A partir de esa fecha comenzó un largo período de tensiones y negociaciones con el Ejecutivo municipal. Luego de nueve meses de resistencia, con diversas actividades culturales, convocatoria  de firmas y guardias en el lugar, el “Centro Cultural y Social El Birri” y la Municipalidad de Santa Fe firmaron un nuevo comodato que habilitó al espacio sociocultural a permanecer en el edificio hasta 2025. El mismo acuerdo comprometió a la Municipalidad a realizar obras para mejorar las condiciones edilicias de la estación y de los andenes, obras que para el año 2020 no han sido concretadas.

Como prueba de la resistencia y militancia de El Birri se puede tomar el incendio accidental -pero evitable- ocurrido el 31 de julio de 2019. Según el informe de peritaje de los Bomberos Zapadores, el incendio se originó en la zona de andenes, donde duermen personas en situación de calle, y luego ingresó en el edificio de la estación provocando severos daños materiales. La Sala Popular del Teatro se vio afectada y fueron cerradas numerosas actividades culturales que se ofrecían a la comunidad. Pero El Birri exclamó “Del fuego reexistimos” y es porque, a pesar del abandono crónico, desde ese momento se inició la reconstrucción “gracias a la autogestión: a partir de la inversión de fondos propios, jornadas de trabajo militante, donaciones solidarias, recaudaciones en eventos y la disputa de fondos al Estado. Entre estos últimos, se destaca el millón de pesos otorgado por el Instituto Nacional del Teatro (INT) y la ejecución municipal de parte de los montos fijados en el Presupuesto 2020 aprobado por el Concejo”. (https://elbirri.com/a-un-ano-del-fuego-como-esta-el-birri-2/)

El sitio web oficial del espacio postula “Somos Cultura Popular: Hacemos El Birri” y detalla todas las actividades socioculturales que llevan adelante: “Creamos una Escuela de Carnaval que funciona todo el año y soñamos con una Biblioteca (…) Construimos desde sus escombros una Sala de Popular de Teatro y nos constituimos como un espacio de referencia en circo, teatro, títeres y candombe (…) Creamos nuestro Espacio de Mujeres (…) Trabajamos cotidianamente en la recuperación, el embellecimiento y la apropiación colectiva del edificio que nos cobija (…) Nos encontramos en las comisiones de trabajo; nos organizamos en los plenarios de discusión; nos pensamos en las instancias de formación”. (https://elbirri.com/somos-cultura-popular-hacemos-el-birri/)

El “Centro Cultural y Social El Birri” se hace a sí mismo. Es una apuesta colectiva a la cultura popular barrial que se basa en la autogestión y en el trabajo militante. El Birri es el legado de Fernando Birri, es cultura popular de los barrios santafesinos que resiste y se reinventa, es un espacio que permite a cientos de pibes y pibas acceder a las artes y a la expresión cultural en su propio barrio.

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