Barrio Sur – Instituciones

La tarea de igualar oportunidades

La Asociación de Padres y Personas con Síndrome de Down de Santa Fe (ASDOSFE) nació en julio de 1995, a partir de las inquietudes de un grupo de padres que se reunían en Amenábar 2878 para brindar contención y orientación a padres recientes. Asimismo, desde el principio fue también el objetivo promover la inclusión social, organizar charlas informativas y encuentros de padres con profesionales.

Como explicó una de las fundadoras, María Inés Asteggiano, “la organización tiene un perfil en el que no hay equipo de profesionales sino que son todos padres, asimismo, no prestan servicio concreto de apoyo terapéutico a los niños, sino que responden al colectivo completo de síndrome de down”.

“Sólo se puede amar a quien se conoce y sólo se conoce a quien se respeta como ser único y diferente de la creación”, es una frase que se mantiene presente en cada una de sus actividades ya que la Institución brinda contención y orientación a los padres.

Además, la organización difunde actualizaciones sobre el tema que mejoran la salud y las condiciones de vida de los pacientes. Igualmente, cuentan con una biblioteca que se actualiza constantemente para brindar información a los padres que tienen hijos con Síndrome de Down, así conocer como criar al chico y trabajar en familia.

ASDOSFE junto a padres y docentes del Instituto de Estimulación Temprana organizaron el primer encuentro de integración escolar a nivel provincial. Por su parte, organizaron un taller de año completo para docentes en el marco de un proyecto de la UNESCO: “Escuela eficaces para todos los niños”. De esta manera, la asociación se inmiscuye en la formación y conocimiento del síndrome para volcarlo en la esfera local. Entre otros encuentros en los que participaron a nivel regional y nacional se encuentra el Congreso Nacional de Síndrome de Down.

Para conocer: los niños con síndrome de Down pueden desarrollar todo su potencial de aprendizaje y siguen los mismos pasos que el resto de los niños, aunque más lentamente. Dependen, fundamentalmente, de una familia sólida que les brinde amor y pertenencia. También necesitan de profesionales de apoyo que crean, primero, en ellos como “personas” y, luego, como “personas con síndrome de Down”.

Es así que la Asociación trabaja principalmente con los padres, de hecho, los miembros de la institución afirman que todos tienen en común un hijo Down y el objetivo es mejorar las condiciones de vida de sus hijos. De esta manera, les ofrecen compañía y formación inicial porque el desconocimiento muchas veces causa inseguridad.

Al respecto, María Inés Asteggiano, expresó en una nota radial que “cuando nace un hijo con síndrome de down, es un mundo nuevo que se abre para los papás, porque si bien el síndrome de down no debe ser referido como una enfermedad, es una condición que trae como consecuencia algunas enfermedades que son típicas de ellos. Para todas estas cosas los padres tienen que estar fortalecidos y en esto la asociación encuentra su sentido cuando los padres en la medida en que estén contenidos e informados afrontan esta nueva paternidad”. (Alma de Barrio – LT10 Radio Universidad AM1020 – Año 2013)

                                                                                                                                                                                                                                                                     

Museo Etnográfico

Estratégicamente ubicado en el casco histórico de la ciudad, el Museo Etnográfico y Colonial “Juan de Garay” atesora los elementos de la historia de los santafesinos. Su primer director fue el Dr. Agustín Zapata Gollán (descubridor de las ruinas de Santa Fe la Vieja). El museo fue fundado el 23 de julio de 1940 por el gobernador Manuel de Iriondo, y originalmente funcionó en la antigua Casa de los Diez de Andino y en 1947 se trasladó a una propiedad en 25 de Mayo al 2100.

Fue justamente el descubrimiento de las Ruinas de Santa Fe en 1949, y la extracción de gran cantidad de material que debía ser resguardado, lo que precipitó la necesidad de construir un edificio apropiado para esas reliquias. Así, en ocasión de celebrar un aniversario de la fundación, en noviembre de 1950, se colocó la piedra fundamental del edificio, el que se inauguró el 25 de mayo de 1952.

La construcción tenía dos grandes salas, biblioteca y sala de lectura, depósito, dependencias administrativas, taller de restauración y una sala de conferencias en la planta alta. Ciertamente, como lo señala la publicación de la Facultad de Arquitectura de la UNL “Resulta indudable la intención de contextualizar la obra con la nueva imagen adquirida por el entorno del barrio Sur a partir del trazado el parque y las restauraciones de la Casa de los Diez de Andino y del templo de San Francisco…”.

Por su parte, la propia entidad dependiente del Gobierno Provincial, expone en su Web oficial que “El Museo coordina investigaciones sobre el pasado prehispánico y colonial y preserva el material arqueológico, etnográfico, folclórico e histórico que conforma su extenso patrimonio. Conserva material arqueológico exhumado de las ruinas de Santa Fe la Vieja y otros lugares y yacimientos de la provincia; además de colecciones donadas y que son exhibidas permanentemente. Posee un archivo documental de expedientes civiles y escrituras públicas de los siglos XVII a XIX y la biblioteca especializada «Dr. Agustín Zapata Gollán». Entre las piezas de mayor valor cultural expuestas en el museo se encuentra cerámica indígena de los grupos ribereños plásticos -entre ella una figura zomorfa de yaguareté-, el testamento de Doña Jerónima de Contreras, hija legítima de Juan de Garay y esposa de Hernandarias, del Fondo Documental del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, y un tinajón con marca incisa y filtro de agua del período colonial”.

El museo es visitado por un promedio anual de treinta mil personas, donde una tercera parte de ellos son alumnos de escuelas primarias y secundarias, especialmente de contingente venidos desde el interior provincial.

                                                                                                                                                                                                                                                                     

Un rincón del Piamonte en Barrio Sur

El “Crisol de Razas”, con que se define muchas veces a la Argentina, tiene su expresión en los aluviones inmigratorios, especialmente europeos, de fines del siglo XIX y los consecuentes con las grandes guerras de la primera mitad del siglo pasado. De esa expresión, Santa Fe se presentó además como el espacio de la verdadera colonización de la tierra, al menos en el centro de la geografía provincial.

Las ciudades fueron a la vez el espacio de asentamiento de los venidos desde el otro lado del mar. Santa Fe de la Vera Cruz no escapó a esa condición, que se reprodujo especialmente en las poblaciones ribereñas del Paraná, y de la zona pampeana. Así, la ciudad de Garay “abrió puertas” a los inmigrantes, que a su vez, tuvieron hasta su propios “barrios”, o parte de ellos, o calles, o callejones.

Polacos, franceses, españoles, sirios libaneses, alemanes, suizos, italianos, tuvieron, y tienen, su espacio que los representa como pueblo inmigrante en la ciudad. De ellos, acaso por la particularidad de su organización política, de cantones, de provincias dentro de sus propios países, los españoles e itálicos se destacan por tener, a su vez, el recuerdo de la región de la que llegaron.

Por ello en Santa Fe, además de estar el Prado Español, el Círculo Italiano, están por ejemplo la Quinta Asturiana, el Centro Gallego, el Centro Friulano, el Piamontés. Éste último afincado en el colonial Barrio Sur.

CENTRO PIAMONTES EN DON BOSCO - PTE ROSETTI
BAGNA CAUDA EN DON BOSCO

El Piemonte es una región del noroeste de Italia, una “provincia” compuesta a su vez por provincias más pequeñas: Alessandría, Aste, Biella, Cúneo, Novara, Torino, Verbania y Vercelli. De esas tierras lejanas vinieron a la Argentina muchos emigrantes. En particular, en la ciudad de Santa Fe, el impacto poblacional, cultural, económico de la inmigración trazó una nueva ciudad de cara al comienzo del siglo XX.

Felipe Cervera, en su libro, “La Modernidad en la ciudad de Santa Fe”, destaca que “Entre 1985 y 1914 uno de cada tres habitantes de la ciudad era extranjero. Recién para 1923, y en razón de que durante la I Guerra Mundial se había interrumpido la inmigración, se eleva el porcentaje de la población argentina, y solo uno de cada cinco es extranjero”. Dentro del cambio que produce la llegada de los inmigrantes, Cervera rescata datos precisos para abonar la dimensión de esta metamorfosis de la ciudad.

Por ejemplo, en el censo de 1907, de los 44.257 habitantes, discriminados por nacionalidad, 31.721 eran argentinos, 6.999 italianos, 2.522 españoles, 1.096 franceses y otros extranjeros 1.940. La gran mayoría de los inmigrantes se asentaron en la propia ciudad, y por su conocimiento, eran artesanos, albañiles calificados, obreros. De tal modo que su impacto en la dinámica económica y laboral fue importante. Felipe Cervera lo resume: “Más que el simple volumen de población extranjera el hecho significativo está dado por el peso que la misma tenía en sectores básicos de la economía y en su acceso a la riqueza, comercio, artesanías y propiedad de inmuebles”.

BAGNA CAUDA EN DON BOSCO - 1954
ALMUERZO CENTRO PIAMONTES

En otro apartado Felipe Cervera describe cómo los italianos tienen una supremacía en el ámbito de la construcción de edificios en la ciudad, “…que se da no sólo con respecto a la cantidad de Constructores sino que, además, fueron los hacedores de los edificios más importantes de la ciudad: el Teatro Municipal; la Casa de Gobierno; la Legislatura; el Concejo General de Educación (considerado el edificio más hermoso de los construidos en Santa Fe durante el siglo XIX, y quizá también en el siglo XX); la Catedral Nueva; la Escuela Industrial; los Hospitales Italiano y de Las Colonias; de Caridad e Iturraspe; el Molino Harinero Lupotti – Franchino; la Bolsa de Comercio; la Cervecería Santa Fe; el Instituto Correccional de Mujeres. Basta repasar los apellidos de los constructores más importantes para apreciarlo nítidamente: Stamati, Tettamanti, Mai, Ferrari, Cremina, Simonutti, Bertuzzi, Ariotti, Gervasoni, Pallavidini, Beltrame, Marelli, De Luca, Prono, Bellotti, Botta”.

Por ello, el recordado historiador y docente concluye que “El incremento de la agricultura y del comercio de exportación (en función de una Europa que demanda alimentos) llevó al inicio de una desusada actividad comercial que predominantemente estaba en manos de inmigrantes y sus hijos. Para 1907 los inmigrantes se habían convertido en propietarios y hacedores de toda actividad importante en la ciudad: comercio, construcción, artesanías, navegación. En este año son el 28,3 % de la población del Municipio, pero poseen el 43,2 % de las propiedades. Para 1923 disminuyen su peso demográfico (representan sólo el 18,8 % de la población total), pero siguen poseyendo un tercio de todas las propiedades (34,5 %). Lo socialmente trascendente, en la medida en que la propiedad de bienes se traduce en poder, es que los extranjeros, en particular los italianos, eran dueños de las propiedades más importantes en lo comercial, artesanal, industrial y, más significativo, aún, en lo financiero”. (“La Modernidad en la ciudad de Santa Fe” – 1886-1930 – Historia de un desarrollo incompleto – Felipe Cervera – 2011)

ALMUERZO CENTRO PIAMONTES
ALMUERZO CENTRO PIAMONTES
ALMUERZO CENTRO PIAMONTES
ALMUERZO CENTRO PIAMONTES

El centro santafesino

Va de suyo que la presencia de los italianos en la ciudad no sólo se expresaba en las grandes empresas y constructores, en los comerciantes importantes, que generaron instituciones relacionadas a sus actividades económicas y objetivos de poder, sino –mayoritariamente– en los propios vecinos y trabajadores, cuentapropistas, profesionales, que pese a tal vez ya tener una generación nacida en Santa Fe, sentían en la sangre y las costumbres, del idioma, de la comida, de la música, la tierra lejana, la patria de los abuelos y los padres. Así, de esos grupos de italianos identificados por su lugar de origen la península del Dante, surgen las entidades que los agruparon para conservar sus tradiciones y cultura.

De este modo, el “Centro Piamontés” de la ciudad de Santa Fe fue fundado el 4 de Julio de 1948. Nació lejos del Barrio Sur. En el sitio web de la entidad se menciona que el encuentro fundacional se concretó “en la Dirección del Colegio ‘Don Bosco’, con la presencia del Reverendo Padre Director y Párroco J. B. Minetti, varios piamonteses echaron los cimientos del ‘Centro Piamontés Católico Cultural Recreativo Don Bosco’».

Destacan al respecto que “Fue su gestor el Sr. Rossetti, animado por su profundo espíritu cristiano y devoción a Don Bosco, quien supo propagar en un reducido núcleo su fe y su dinamismo. Y allí mismo se formó la Comisión Directiva…”. Esa comisión provisoria para la formación del centro fue presidida por el nombrado Félix Rossetti.

COMISION DIRECTIVA
COMISION DIRECTIVA
COMISION DIRECTIVA

Rosetti se destacó como el principal impulsor de la naciente entidad, al frente de la que estuvo desde 1948 hasta 1959. Con el recuerdo de la tierra lejana, junto a su fe católica, propició que el centro se creara desde el propio Colegio Salesiano.

El devenir histórico del Centro Piamontés, tal como se lo encuentra hoy en su sede de calle 3 de Febrero 3253, tuvo algunos hitos que destacan el espíritu de conformarse como institución.

El 8 de setiembre de 1963 una Asamblea Extraordinaria aprobó los Estatutos Sociales. Años después, la Comisión Directiva solicita al gobierno provincial el reconocimiento de la personería jurídica el 14 de mayo de 1969, la que es otorgada el 4 de setiembre del mismo año.

Los descendientes del piemonte destacan de sus dirigentes a algunos, como Guido Lombardi que “…sobre las raíces erigidas por sus antecesores, logró establecer los principios fundamentales para el accionar de nuestro Centro y que la ciudad de Santa Fe sea sede de la F.A.P.A, todo ello durante su mandato (1959 – 1969)”.

El inmueble actual del centro fue adquirido durante la gestión como presidente de Lorenzo Barale, quien estuvo por diez años en ese cargo, desde 1969. Recuerdan que Barale “…se hizo acreedor a la confianza y al respeto de la colectividad piemontesa y la natural gravitación de su ascendiente se tradujo en obras perdurables, tales como darle vida social al Centro ampliando la lista de socios en una dimensión nunca superada…”. En ese período se destacó también el aporte de Juan Carrara. Juntos en esos años lograron que un edificio en ruinas se transformara en un ámbito con posibilidades de crecer hasta las actuales instalaciones, con varias dependencias y posibilidades de actividades.

En la continuidad de los presidentes del Centro Piamontés se menciona a Osvaldo Alonso (1979–1984), y luego la sucesión de José María Pegassano, Luis Trossero, Conrado Gunthart, Ángel Lombardi y Roberto Colombero. Fue esa década del ’80 en la que las mejoras edilicias al centro se pudieron consolidar.

Un apartado especial merece un protagonista de la vida del Centro Piamontés que es citado reiteradamente en Santa Fe mi Barrio, desde su trabajo “La Santa Fe que yo viví”, Don Eduardo Bernardi. Incansable santafesino, fue parte de la vida institucional de la entidad, al ser presidente durante seis años, desde fines de 1988.

BALLET DEL CENTRO PIAMONTES
ACTIVIDADES EN CENTRO PIAMONTES
ACTIVIDADES EN CENTRO PIAMONTES
ACTIVIDADES EN CENTRO PIAMONTES

Así también lo recuerdan en la entidad al mencionar dentro de su historia que “…respetando las ideas, los proyectos y los deseos de sus antecesores y trabajando durante los 6 años de su mandato –incansablemente– cumplió con anhelo y dedicación lo trazado. Además, en julio de 1991, concretó la primera etapa del ‘Gemellagio’ Cuneo – Santa Fe, viajando en representación del profesor Enrique R. Mutis, por aquel entonces Intendente de la ciudad de Santa Fe, a dicha localidad piemontesa y firmando el Acta de Hermanamiento”. En 1995 lo sucedió en la presidencia María Ester Valli, luego Emanuel Fernández Druetta y para 2021 preside el centro Luis Costamagna.

En la relación con la “tierra lejana”, se encuentra la hermandad trazada con la ciudad de Cúneo, expresión de fraternidad que tiene su marca urbana en la ciudad de Santa Fe con la “Plazoleta Hermanamiento Santa Fe – Cúneo/Piemonte”, en Suipacha y Belgrano, en el extremo norte del predio de la Estación Terminal de Colectivos, inaugurada el 6 de noviembre de 2004. La gestión para conformación de ese espacio verde en recordación de Piemonte, fue iniciada e impulsada por don Eduardo Bernardi con el intendente Enrique Muttis luego de un viaje de Bernardi a Piemonte y la ciudad de Cúneo.

Con su sede ubicada en el Barrio Sur, integrado a la comunidad del vecindario y a la ciudad misma, el Centro Piamontés posee distintas actividades relacionadas a la colectividad, como un ballet tradicional y la enseñanza del piamontés. Pero también sus amplias instalaciones albergan otras ofertas, como taekwondo y gimnasia para adultos mayores. Además, se brinda un espacio para un taller integrador para niños y adolescentes con capacidades diferentes, y por supuesto, el alquiler del salón y dependencias para encuentro o festejos gastronómicos, festejos y actividades culturales de toda índole.

ACTIVIDADES EN CENTRO PIAMONTES
ACTIVIDADES EN CENTRO PIAMONTES
ALMUERZO CENTRO PIAMONTES

AUDIOVISUAL 70 AÑOS CENTRO PIEMONTES

https://www.youtube.com/watch?v=vSNzZNsHIdo

Barrio Sur – Instituciones

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