Los Pasquini del Barrio 21 de Octubre
Una de las primeras familias llegadas a la zona fueron los Pasquini, incluso antes de la construcción de los complejos de viviendas, prácticamente junto con el loteo “Villa Los Ángeles”.
En el programa radial de LT10 AM “Alma de Barrio” se mencionaba en una de sus emisiones de 2005 que uno de los primeros vecinos del lugar fue Don Santos Pasquini, fallecido aproximadamente por 2004, que se instaló con su familia y puso un taller mecánico, en el que luego continuó su hijo, allá por inicio de los años 2000.
Sobre esta familia, referente del barrio en tanto también formaron parte del grupo de vecinos que impulsaron y formaron parte de la vecinal, Dalla Fontana en su libro “Ciudad Invisible, Piquete y Las Flores y sus barrios” publica su conversación con uno de los Pasquini del barrio “21 de Octubre”.
Dentro del capítulo dedicado a este barrio, bajo el subtítulo “La historia del barrio narrada en primera persona: Juan Carlos Pasquini”, Dalla Fontana transcribe parte de ese diálogo, que como investigador de la historia de las barriadas de la ciudad, encuentra en los testimonios aquellos datos de la vida cotidiana y de los recuerdos familiares anclados al lugar de pertenencia.
Juan Carlos Pasquini familiarizado con el barrio Los Ángeles, nos cuenta las distintas realidades vividas con los anegamientos de la zona:
–«Cuando nuestra familia llegó al barrio a principios del 82 no se inundaba.
A menudo, hablábamos de la situación crítica cuando comenzaron las primeras grandes lluvias. Según los registros históricos pluviales, señalaban que el agua bajaba de distintos lugares del norte e inundaba el barrio. Se sabía para entonces que era una zona baja y además teníamos una laguna, que desbordaba y provocaba el ingreso de agua a las viviendas más próximas. Lo más preocupante, era que teníamos dentro de nuestras casas entre treinta a cuarenta centímetros. Esto no terminaba así: cuando cesaba de llover, seguía escurriendo el agua desde el norte hacia el sur buscando el canal del barrio Las Flores.
El domingo 21 de octubre de 1984, justamente el día de la madre, amanecimos con agua en todo el barrio. Ante esta situación de emergencia y como no existía vecinal en las inmediaciones que nos hiciera de puente ante el municipio (la primera era la Vecinal del Barrio San Martín) como sea salimos en forma espontánea más de 30 vecinos junto con Santos Ramón Pasquini, a la cabeza, y empezamos a abrir zanjas en los puntos claves de las cunetas hasta que el agua escurra.
La cuestión, es que, logrado el propósito no nos quedamos quietos y al día siguiente, lunes 25 de octubre, en más de diez vecinos, prendió la iniciativa para defender nuestros derechos como ciudadanos como también por el cuidado de nuestro patrimonio. Entonces, visitamos al entonces intendente Tomás Camilo Berdat para solicitarle una solución a nuestros problemas.
El Ejecutivo, comenzó enviando una retroexcavadora que hizo posible la canalización, desde Regimiento 12 de Infantería (donde existe el «Canal Flores») hasta calle Larrea. Además, hicieron todo el zanjeo del barrio Los Ángeles. Así, el agua drenó y bajó el nivel de saturación en todas las viviendas. Esta pequeña obra realizada por el Ejecutivo, no fue una solución definitiva, pero al menos por mucho tiempo fue un paliativo a nuestros problemas».
Pasquini nos relata los riesgos hídricos y como debieron soportar la inundación cuando se realizó la construcción de los barrios U.P.C.N e Hipotecario:
–«Sin ser grandes lluvias considerables la situación del barrio Los Ángeles siguió agravándose. Como si fuera poco, cuando se construyó el barrio U.P.C.N se elevó la cota de construcción casi el nivel del pavimento de la Av. Blas Parera. Estas construcciones de viviendas fueron decisivas, porque agravaron sensiblemente la acumulación del agua en nuestra zona. Entonces, los vecinos fuimos perjudicados hasta llegar a tener tres días de anegamiento en nuestras viviendas. Era terrible. Como en una postal ver a la barriada bajo agua sin poder acudir a nuestras actividades diarias. En el interior de nuestras viviendas, los baños y pozos negros estaban totalmente rebalsados.
Debieron pasar varios años de asambleas, reuniones oficiales, trabajos topográficos e hidrológicos, para que recién llegue la solución definitiva. Pese a haber compartido con los vecinos varios años de aprendizaje, los barrios linderos tuvieron que pasar por una de las catástrofes hídrica más dramática como fue la recordada inundación de marzo del 2007. En ese momento, cayeron más de 400 milímetros en una semana provocando uno de los anegamientos más significativo en la ciudad. Pese a todo, los vecinos intentamos encontrar un paliativo a tantos malos momentos difíciles, entonces decidimos levantar nuestros terrenos por nuestra cuenta, no solo elevando la cota exterior de nuestras casas, sino también los pisos interiores con una inversión propia y significativa».
Muchas veces los lugares hablan de cómo influye en la psicología de las personas que las habitan y en sus destinos. Como coronario Juan Carlos Pasquini nos cuenta cómo surgió el nombre del barrio:
–«Volviendo a la historia de cómo tomó nombre el barrio, esto fue un domingo 21 de octubre de 1984, día de la madre: ¡tan caro a los sentimientos! En medio de todas las dificultades con un barrio inundado, los vecinos estrechando vínculos para darle un paliativo al problema salimos a solucionarlo con el desagote de las cunetas. Esto quedó como símbolo de lucha y de recuerdo para un día memorable. Así, nació el nombre de la futura vecinal, nombre que también tomará el barrio».
Miguel Ángel Dalla Fontana
«Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – 2022