El hospital para la enfermedad de la pobreza

El Hospital Sayago

El Hospital Sayago comenzó a funcionar en el año 1960 cuando se habilitó un centro antituberculoso que funcionó en la localidad de Recreo, con capacidad para 300 pacientes. Originalmente ocupó parte de las instalaciones del gran albergue de ancianos levantado en la segunda presidencia de Juan Perón, a la vera de la RN 11.

En mayo de 1959 se habla del proyecto de conformación del centro de atención de la tuberculosis en la zona de Recreo, en el asilo de ancianos que no había funcionado como tal, construido en la última etapa del segundo gobierno peronista, iniciado antes del Golpe de Estado de 1955. El Litoral daba detalles de la necesidad de este hospital para atender la enfermedad, a partir también de trasladar la entidad de salud pública que atendía la endemia en los pabellones de Bulevar Pellegrini y Freyre, en lo que luego fue el hospital Iturraspe y su maternidad.

SALA ANTIGUO SAYAGO EN RECREO - EL LITORAL 26-5-1959
PROYECTO HOSPITAL SAYAGO - EL LITORAL 26-5-1959

En ese momento el doctor Isaías Naput era el director del centro antituberculoso y destacaba que el nuevo edificio en Recreo, “Este enfermo es quien necesita mejores ambientes, mejor confort y todo aquello que compone medios gratos y cómodos ya que la repercusión de ello en su esfera psíquica – emocional influye en forma decisiva en los pasos de la curación”. Se planificaba contar con 200 camas al inicio del nuevo instituto, para ampliarlas hasta 300 al poco tiempo, tal como fue posible en pocos años. (El Litoral – 26/5/1959)

En la edición del 28 de mayo de 1959, día de la inauguración del centro, el Diario El Litoral citaba las palabras del ministro de salud Dr. Eduardo Galaretto quien contaba que las instalaciones sanitarias no eran las más perfectas pero que le daban a la población la posibilidad de tener un gran hospital y a los médicos un lugar de trabajo y estudio para su jerarquización y capacitación. 

Asimismo, decía: “Los planes modernos de lucha antiturberculosa no exigen exorbitantes cantidades de camas, sino que prevalece el tratamiento ambulatorio”. (El Litoral – 28/5/1959)

En esa ceremonia de habilitación, además del entonces gobernador Carlos Sylvestre Begnis, estuvo presente Nelly Sayago, hija del doctor Sayago que había fallecido unos meses antes en la provincia de Córdoba. Esta iniciativa fue la primera acción concreta del gobierno provincial en la lucha contra la tuberculosis, una enfermedad relacionada a la pobreza y el hacinamiento que hizo estragos entre los aborígenes al contagiarse de los europeos, pero que luego, se diseminó en toda la América como una de las patologías que cobró muchas vidas. 

Para el momento, se refería en la nota del vespertino, los estamentos estatales de Santa Fe no contaban con un programa o estadísticas sobre la tuberculosis y su incidencia en la población.

Como parte de una estrategia nacional de control de la enfermedad, con otros trece centros en otras provincias, y uno en Rosario, en 1959 comenzó a funcionar bajo el nombre de “Centro Antituberculoso Dr. Gumersindo Sayago”. Otro dato a recuperar de la historia destaca que en aquel centro de lucha contra la tuberculosis, y dadas las características socioeconómicas de la mayoría de los pacientes, se sumaba a la atención sanitaria una “laborterapia”. Esta tarea brindaba formación laboral a los internados antes de su alta, “…es decir –mencionaba el diario en 1959– a los enfermos se le capacitará en diversas tareas tales como carpintería, electricidad, zapatería, granja, tejeduría, labores, canastería, etc. lo cual les valdrá que una vez curados y reintegrados a la sociedad puedan rehabilitarse plenamente mediante trabajos acordes con sus naturalezas delicadas y ser así nuevamente útiles a la vez que dueños de un medio que posibilita su total curación”. (El Litoral 27/5/1959)

COMEDOR ANTIGUO SAYAGO EN RECREO - EL LITORAL 27-5-1959

Sobre este punto vale recordar que en el Hospital Sayago del barrio “21 de Octubre”, por años se sostenía un grado radial para la educación primaria para adultos, con docentes especializadas no sólo en esta modalidad educativa sino además con la sensibilidad de dar clases a personas enfermas, infectocontagiosas, algunos sumidos casi en el analfabetismo por su condición de marginalidad y pobreza.  

Con el planteo de la vacunación a partir de la vacuna BCG, y las alternativas de tratamiento de la tuberculosis de manera ambulatoria, con internación de los pacientes en situación aguda de la enfermedad, esa práctica fue uno de los aspectos distintivos del centro que luego se transformó en un hospital, a partir de 1963. En aquel predio, junto con el hospital Sayago, funcionaba el “Centro Nacional de Lucha Antituberculosa”, con desarrollo de investigación y de programas, pero también de trabajo en el territorio con una doble dependencia estatal con Nación y Provincia.

Los registros de ese tiempo hablan de la necesidad de estos organismos. Por ejemplo, el centro con su dispensario y el “equipo móvil” en 1962 habían examinado 76.984 personas, vacunado con la BCG a 35.961 vecinos, y se habían detectado 336 positivos de tuberculosis, mientras que se llevaba el proceso de tratamiento y control sobre otros 605 pacientes. En estas estrategias se sumaban, como luego se sostuvo, las visitas domiciliarias a los positivos en la continuidad del tratamiento ambulatorio, pasado el período agudo de contagio. En los trabajos en otras localidades, como Laguna Paiva y Helvecia, se había asistido a miles de pacientes también, donde se destacaba con una alta cantidad promedio de enfermos la ciudad de San Javier. (El Litoral – 21/8/1963)

La citada nota de El Litoral daba cuenta de las condiciones y dimensiones del Centro Nacional de Lucha Antituberculosa, con sede en Santa Fe, y del propio Hospital Sayago, en su sede de la ciudad de Recreo.

INAUGURACION CTRO ANTITUBERCULOSIS - EL LITORAL 28-5-1959

 A modo de ejemplo se mencionaba que en 1963 el centro contaba con 172 empleados, 68 “dedicados al mantenimiento de los edificios ubicados en 50 hectáreas. Además, el personal contratado de dedicación exclusiva alcanza a 13 personas”.  (El Litoral – 21/8/1963)

Una de las polémicas instaladas en la sociedad santafesina en la década de 1960 fue justamente el traslado del Instituto de Lucha Antituberculosa y el Hospital Sayago a las instalaciones que ocupaba desde 1948 el Liceo Militar General Belgrano, y que antes había sido el Reformatorio de Menores. El instituto y el hospital en su momento fueron dos instituciones diferenciadas pero que funcionaban juntas en el mismo predio de Recreo.

TALLER LABORAL HOSPITAL SAYAGO - EL LITORAL 25-8-1960
CTRO NACIONAL LUCHA ANTITUBERCULOSA - EL LITORAL 21-8-1963

Esta situación se sostuvo por muchos años, y llamativamente, cuando el subsecretario de Medicina de la Nación era el capitán de navío Dr. Adolfo Maillié, dentro de la Dictadura Cívico-Militar, se intensificaba esta iniciativa de traslado al que ya se tomaba como tradicional predio del Liceo Militar en la ciudad. 

Justamente, siendo militar el referente de salud de la Nación, extrañaba el enroque que finalmente se concretó para 1980, cuando el Liceo “General Belgrano” paso a ocupar las dependencias y 50 hectáreas de Recreo, de aquel asilo de ancianos construido en el segundo gobierno de Perón, antes de su derrocamiento, y que nunca fue utilizado como tal, pero que fue el alojamiento del centro antituberculoso y el hospital Sayago. 

Así lo abordaba el vespertino local cuando se consideraba una “propuesta hecha por el Ejército, a través del Comando de Institutos Militares, en la cual se solicita la permuta de los edificios y predios actuales ocupados por el Instituto Nacional de Tuberculosis y el Hospital Provincial Sayago, por las instalaciones del actual Liceo militar ‘Gral. Belgrano’”. (El Litoral – 16/9/1978)

POLEMICA TRASLADO HOSPITAL A LICEO MILITAR - EL LITORAL 18-5-1969

En apretada síntesis, sobre el “Sayago”, se puede resumir que el 13 de mayo de 1963 el centro cambió su nombre para llamarse “Hospital Provincial Sayago” y en 1980 se trasladó a avenida Blas Parera al 8200. Con el tiempo el hospital pasó a ser un policlínico para la población en general y enfocado en las enfermedades respiratorias. Para la segunda década del nuevo milenio el hospital atiende por día a unos 8 mil pacientes.

DR GUMERSINDO SAGAYO

¿Quién fue Gumersindo Sayago?

Gumersindo Sayago nació el 10 de diciembre de 1893 en Santiago del Estero. A los 18 años se trasladó a Buenos Aires para estudiar medicina en la Universidad de Buenos Aires y para trabajar como empleado en la farmacia del Hospital Fernández. Luego enfermó de tuberculosis, hecho que definiría sus preocupaciones como dirigente estudiantil y médico en el futuro. Al promediar la década de 1910, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Fue delegado por la FUC al Primer Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios que se reunió en Córdoba en 1918 y definió por primera vez los principios reformistas. En esa ocasión propuso una moción que fue aprobada, para que se creara una Casa del Estudiante tuberculoso.

Se recibió de doctor en medicina el 16 de abril de 1919 y al año siguiente recibió el Premio José M. Álvarez al mejor trabajo de higiene por su libro “La tuberculosis en la provincia de Córdoba”. Ingresó como interno al Hospital de Clínicas de la UNC, donde junto con el Dr. Juan Martín Allende realizó la primera cirugía de pulmón de la Argentina. 

Entre 1919 y 1921 trabajó como médico en el Dispensario de Tuberculosis “Tránsito Cáceres de Allende”, del cual fue su primer médico interno. Ingresó como adscripto a la Cátedra de Clínica Epidemiológica de la UNC. En 1921 el Dispensario fue transformado en Hospital Tránsito Cáceres de Allende.

En 1922 creó la Sociedad de Tisiología.​ El 13 de septiembre de 1933 la Universidad Nacional de Córdoba creó el Instituto de Tisiología con asiento en el hospital Tránsito Cáceres de Allende, bajo la dirección de Sayago y en 1938 creó la primera cátedra argentina de Tisiología que él inauguró el 19 de abril de 1938, junto a la Revista de Tisiología.​ Sus métodos de investigación y enseñanza en el campo de la tisiología dieron origen a lo que se conoció como «la Escuela Sayago»,​ siendo considerado como uno de los especialistas en la materia más importantes del mundo. Sayago estuvo a cargo de la Cátedra y el Instituto de Tisiología hasta el día de su muerte el 21 de enero de 1959. Falleció el mismo año que se creó con su nombre el instituto de lucha contra la tuberculosis en la ciudad de Recreo.

60 años

En ocasión de recordar un año más de vida para llegar a los 60 años del Hospital Sayago el personal del nosocomio publicaba en la página de Facebook este texto referencial de su historia y actualidad al 2023.

“Un 13 de Mayo de 1963 a nuestro querido efector se lo reconocía con el nombre de Hospital Provincial Dr. Gumersindo Sayago, y eso es lo que celebramos hoy, sus 60 años. Si bien la historia había comenzado tiempo antes, donde a partir de un convenio entre el Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública y la Provincia de Santa Fe, se habilitó como Centro Antituberculoso con funcionamiento en la localidad de Recreo, no fue hasta esta fecha cuando se lo reconoció como lo conocemos hoy.

Desde ese entonces su historia no dejó de escribirse, se trasladó en 1980 a las instalaciones del Liceo Militar Manuel Belgrano, ubicado en Avenida Blas Parera al 8200, dejó de ser un centro especializado para convertirse en un hospital policlínico y poder abrir sus puertas a la población en general, sin dejar de ser el “hospital de las enfermedades respiratorias”.

PERSONAL SAYAGO 2016 - FB HOSPITAL

En este nosocomio trabaja una planta de más de 300 empleados, una gran familia, sí, familia, porque más allá de las adversidades, de los buenos o malos tiempos, juntos, profesionales y no profesionales han vivido todos los episodios históricos y trágicos de Santa Fe, donde la salud del polo norte de la ciudad fue fundamental, pasaron las inundaciones, el Virus H1N1, La Emergencia Covid-19.

REFACCIONES 2023 - FB HOSPITAL

Y ahí estuvieron todos, trasladándose a veces con esfuerzo, miedo y con un sin fin de dificultades a su lugar de trabajo, solo para brindar su servicio a la población más necesitada, se escuchan anécdotas de todo tipo en los pasillos, entre risas y emociones. Esto es lo que nos une, nos hace parte de esta, nuestra segunda casa, que hoy conmemora esa historia y la sigue escribiendo, porque somos mucho más que hace 60 años, y continuaremos creciendo, en especialidades, equipamiento, instalaciones, aunque muchos de los miembros de esta familia se retiren, llegan otros a renovarla y a seguir brindando a la comunidad nuestro mejor servicio. ¡Felicidades a todo el Equipo del Sayago!”

(https://www.facebook.com/hospitalsayagostafe)

La poesía hecha canción para contar la vida con la enfermedad de la probreza

La tuberculosis es una enfermedad relacionada a la mal nutrición, la falta de un ambiente apropiado en la vivienda. Por ello, las condiciones de hacinamiento, la pobreza, las casas precarias, ranchos, en la que los pueblos originarios fueron los que más la sufrieron, y la sufren. 

El poeta Julio Migno escribió el poema «Allá en el norte», y Orlando Vera Cruz le puso música, guitarra y voz.

“Allá en el norte” (Julio Migno – Orlando Vera Cruz)

Del disco: “Verdades” (EMI ODEON – 1984)

Caminó a cansarse pa´ traer la leñita;

ramas de paráisos, y un atao de marlos;

compró al fiao las patas y el puñao de máices,

y pidió ´e servicio la sal a un paisano.

Prendió fuego a gatas y espantó los perros,

y al llenar la ollita pa´l locrito guacho,

en la repartija de las “curuvicas”

protestó el más grande porque lo olvidaron.

-¡Mama… tengo frío!

-¡Mama…´toy con hambre…!

-¡Mama… si es que sobra pa´ mañana, guarde…!

¡Tata Dios, los pobres no deben criar hijos,

Tata Dios, benditos los vientres que nunca

jamás retoñaron,

benditas las carnes que no florecieron,

los senos entecos que no amamantaron!

Música de toses.

Acompaña un perro con aullidos largos.

 

Afuera, una sombra ¡la que nunca falta,

a enlutada vieja

que llega el invierno visitando ranchos,

por los quinchos rotos

se lo pasa espiando!

¡Cierre la puerta, mamacita buena

degüelle esos perros que le están aullando;

no le rece a nadie, que no está pa´ rezos,

despierte a los chicos con algún engaño,

porque esa ladrona de los nidos pobres

se lleva dormidos los pichones mansos!.

El hospital para la enfermedad de la pobreza

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