El campo de los jesuitas

Los Jesuitas en el barrio

La quinta de los jesuitas en la zona de Piquete se remonta la presencia de la congregación a partir de las tierras que formaron parte de un gran campo, de una estancia que cubría para fines del siglo XIX unas mil doscientas hectáreas. De esa superficie la mayor parte se ubicaba al oeste del río Salado. El lugar se lo conoció como el campo “San José de Piquete”, por la colonia Piquete creada en la década de 1860.

PILAR ORILLA RIO SALADO - WEB INMACULADA INTERNOS
TREN EN LA QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS

Lo dicho, ese campo tenía una fracción de menor superficie, unas 260 hectáreas del lado este de la orilla, espacio donde se ubicaban todas las edificaciones. Del otro lado del río, en el oeste la parte más extendida de esas tierras completaban unas mil hectáreas más, dentro de la jurisdicción de Empalme San Carlos.

Las construcciones se ubicaban en la zona este, donde luego se conformaron los barrios Loyola y Los Troncos, principalmente. En este sector estaban la capilla, la casa de retiro, construcciones que conformaban el “casco” de la estancia jesuítica. Un poco más al norte estaba la granja/quinta, que tenía la casa del cuidador, el tambo, los corrales y galpones, además de algunas de las dependencias de servicio como el tanque de agua y hasta un generador para proveer de electricidad. De estos dos grupos de construcciones, el primero correspondiente al “casco”, fue demolido a fines de los años 60’, mientras que sobrevivía, aunque en malas condiciones de mantenimiento, la zona de la quinta para el inicio de la década del 2020.

Décimo aniversario del Colegio de la Inmaculada, en la quinta de los Padres Jesuitas - Banco Imágenes Florián Paucke
CAMINO AL SALADO DESDE CASA RETIRO - WEB INMACULADA INTERNOS

Cuenta Dalla Fontana en su libro sobre Piquete que “Esta relevante quinta, también llamada San José del Piquete (hoy parte de los barrios Santo Domingo, Loyola y Jesuita) fue un establecimiento modelo agropecuario de las Estancias Jesuíticas distribuidas en diversos puntos de América. Si bien el establecimiento santafesino contaba con matadero, tambo, cultivos variados, y una considerable cantidad de ganado vacuno y ovino, también el predio fue reservado para veraneo, descanso y práctica de Ejercicios Espirituales con sala de conferencias para sacerdotes y alumnos del colegio Inmaculada. 

En cuanto a las construcciones más significativas, se destacaban en el contraste del lugar la pileta de natación. Así nos cuenta la Historia del colegio Inmaculada: «Quienes fueron alumnos y pasaron por allí tantos días de intenso solaz, el Piquete asoma aureolada de luz festiva, de alegría sana, de esparcimiento inolvidable». Además, la Historia del colegio Inmaculada relata que la estancia poseía su propio matadero, distribuyendo parte de lo faenado para los colonos en las fincas adyacentes. También, existió un tambo con una buena producción de leche con la cual se elaboraba el riquísimo queso artesanal. Alimento, suministrado, especialmente, para los alumnos pupilos, y el resto de la producción era enviada a la cremería de Empalme San Carlos”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

En un blog creado por egresados del Colegio Inmaculada, en una visita a lo que quedaba de la “quinta” en 2013, padre e hijo, ambos ex alumnos, relataban parte de los recuerdos de aquel lugar y puntualizaban que “En la década de 1960, en el piquete, se procedía a faenar dos animales vacunos por vez, y se realizaban dos o tres faenas a la semana de acuerdo a las necesidades, siendo el objetivo abastecer con carne fresca, la alimentación de los alumnos Internos, que ascendían aproximadamente a las 300 personas, incluyendo a los sacerdotes y personal de maestranza. 

De la misma forma, en el tambo se procedía al ordeñe de aproximadamente 250 litros de leche, que partían diariamente al Colegio. Previamente se dejaban, 20 litros en la capilla de la zona, otros 20 litros en la escuela Lourdes, y 25 litros en el internado de mujeres que se encontraba cerca del arzobispado, y el resto de la leche llegaba al colegio para abastecer los consumos internos. Dos veces al mes, se procedía a faenar un porcino de medidas importantes, con el objeto de abastecer la alimentación de los alumnos internos, y contribuir el cambio de dieta en la alimentación”.

Igualmente concluían que “A fin de año y cuando la circunstancia los aconsejaba, se procedía a la faena de 6 o 7 lechones, para el consumo interno del colegio”. (https://www.inmaculadainternos.com.ar/1972/66-piquete-las-flores-2013-y-comentarios-de-la-decada-del-1960/)

INGRESO A LA QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
ENCUENTROS EN LA QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
CASA CUIDADORES QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
CASA Y GALPON QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
CORRALES Y TAMBO QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS

Por el lado de la capilla y casa de retiro, Dalla Fontana apunta que “El complejo «San José del Piquete» lucía una iglesia (1890) con la particularidad de la existencia de 18 nichos conservados en criptas. Para 1898, ya se habían sepultados varios de los Padres y Hermanos que habían fallecido en el colegio y fuera de él. Entre ellos estaba el Reverendo Hno. José Marcos Figueroa SJ”. Vale mencionar que según los relatos de los alumnos de inicios de los años 60’, de esos retiros espirituales participó el sacerdote y maestrillo Jorge Mario Bergoglio, que entre 1964 y 1965 estuvo en el Colegio Inmaculada como profesor de literatura.

De regreso a la importancia para la colonia Piquete que tuvo la presencia religiosa, en especial con la capilla construida en 1897 por Giovanni Mai. Era un lugar convocante, dado que según Dalla Fontana, “…la capilla los días festivos recibía la visita de los colonos criollos, alemanes e italianos de los alrededores, y año tras año, celebraban las comuniones de sus hijos a la redonda”.

El autor también recupera lo dicho por el propio Colegio Inmaculada sobre aquella capilla: “…Se hace un catecismo al cual asisten más de cien niños y niñas de las casas de campo de la campiña, caminando algunas dos leguas para venir. Los que son aptos para la primera Comunión son instruidos y preparados, y el día de la Purificación de Nuestra Señora lo hacen. En este día viene muchísima gente: de modo que el bosque que está delante de la Capilla parece el sitio de una feria por la multitud de coches, de carros y caballos. Algunos vienen de mañana para confesarse, otros lo han hecho ya el día anterior por la tarde (…) Después de la misa se da un premio a todos los que han asistido…Hay que advertir que esta gente tiene mucha fe y devoción, en las bendiciones que la Iglesia usa para las velas, crucifijos y estatuas, etc. (…) Y el día de San Antonio traen sus caballos, para que se le digan las oraciones acostumbradas por la Santa Iglesia. (…) La doctrina de la casa de campo, es una de las más bellas tradiciones de este colegio, y que ha producido en todos los tiempos óptimos y sazonados frutos. Los niños son algunos criollos y la gran mayoría de origen alemán e italiano. Van casi todos descalzos, pero bien vestidos y limpios como un armiño. El día de la comunión van todos mudados, es decir, de fiesta, y luciendo sus espléndidos calzados. Son, en general, listísimos y aprenden muy bien el catecismo. Hay no pocos que sorprenden por su gran precocidad, y muchos que siguen comulgando con alguna frecuencia los domingos durante el año, en que va un Padre a decirles misa. (…) La tradición persistía en 1938 y 1939”.

Un dato más para aportar desde el trabajo de este historiador ubica a las criptas de la capilla como uno de los lugares de responso final para algunos los sacerdotes jesuitas de Santa Fe. “En último lugar, en 1962 se decidió exhumar los diferentes restos de los cuerpos de los sacerdotes para trasladarlos a una nueva cripta erigida en la parte posterior de la nave del “Sagrado Corazón” correspondiente a la Iglesia Mayor de Santa Fe”.

Pileta 1962-1963 - WEB INMACULADA INTERNOS
CASA CUIDADORES QUINTA I - WEB INMACULADA INTERNOS
GALPON GENERADOR QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
CORRALES Y TAMBO QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
PILETA NATACION QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS

En esa quinta, donde estaba además la pileta de natación, pasaron sus días de retiro y de actividades al aire libre muchos alumnos del colegio jesuita.

PILAR A SAN JOSE - WEB INMACULADA INTERNOS

Uno de los vestigios presentes para el inicio de los 2020 era el pilar de la fe en recordación de San José. Ese pilar, ubicado en dirección al antiguo casco de la estancia jesuita, es decir la capilla y casa de retiro unido por una arboleda, se encontraba en la vera del río Salado. 

Era además de un elemento de significancia religiosa un mojón para vadear el río. Entre los mitos del lugar, entre los vecinos, se decía que había un túnel entre esa ermita y la capilla, o que por ejemplo en la época de la represión de la Dictadura Cívico-Militar de 1976 algunos militantes de la juventud se refugiaron en la quinta y escaparon de las fuerzas represivas por ese pilar, al cruzar el Salado hacia Empalme San Carlos. 

Historias y mitos, como las de las criptas y las apariciones en la noche cuando fueron abandonadas y luego demolidas.

PLACA ANTIGUA TUMBA CURA - WEB INMACULADA INTERNOS
GALPON QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS

Uno de los vestigios presentes para el inicio de los 2020 era el pilar de la fe en recordación de San José. Ese pilar, ubicado en dirección al antiguo casco de la estancia jesuita, es decir la capilla y casa de retiro unido por una arboleda, se encontraba en la vera del río Salado. Era además de un elemento de significancia religiosa un mojón para vadear el río. Entre los mitos del lugar, entre los vecinos, se decía que había un túnel entre esa ermita y la capilla, o que por ejemplo en la época de la represión de la Dictadura Cívico-Militar de 1976 algunos militantes de la juventud se refugiaron en la quinta y escaparon de las fuerzas represivas por ese pilar, al cruzar el Salado hacia Empalme San Carlos. Historias y mitos, como las de las criptas y las apariciones en la noche cuando fueron abandonadas y luego demolidas.

El final de la presencia jesuita en el campo que originó el barrio Loyola, Sur y Norte, como así también otras barriadas cercanas, se ubica primero con la nueva frontera que estableció la construcción de la Circunvalación Oeste de la Ruta Nacional Nº 11 en la década de 2010. 

Esa obra generó una nueva separación del campo jesuita, como a fines del siglo XIX lo había hecho el Ferrocarril a Las Colonias en diagonal sobre el sector noreste. Además, la infraestructura vial conformó un reservorio entre la ruta y las ruinas de la quinta, donde se acumula agua de lluvia para ser evacuada hacia el Salado por gravedad o por bombeo cuando el río esta alto.

Mientras, en parte del predio remanente de la quinta, la participación comunitaria creaba una entidad para ocupar el sitio con un sentido público y deportivo. En ese espacio nació el “Club Social y Deportivo Los Jesuitas”, surgido al calor de una asamblea barrial en el espacio verde conocido como Plaza Jesuita. 

Ese club, fundador de la Liga de Fútbol Infantil de los Barrio, encontró su razón de ser deportiva y solidaria con los chicos y chicos y chicas de las barriadas cercana, reconocido como entidad civil en 2019.

Dice Dalla Fontana en su libro sobre este club/asociación “se reconoce, que hay una gestión solidaria del «club Social y Deportivo Los jesuitas», bajo la Asociación Civil con Personaría Jurídica n.º 1397, acompañada por el movimiento popular «Nuestra América». Cuenta con un comedor comunitario, que debido a la pandemia cubre las necesidades básicas de 300 familias. El salón multiuso es utilizado para distintas actividades, desde lo cultural, social, alfabetización, pero también, sirve de centro de salud y cursos de carpintería. Además, poseen una cancha de fútbol donde los niños dejan volar su imaginación con las prácticas deportivas”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

PREDIO QUINTA EN 2013 - WEB INMACULADA INTERNOS
POZO AGUA GENERADOR - WEB INMACULADA INTERNOS

La historia en relación con el barrio termina ya para 2014, cuando lo que quedaba de la quinta, luego de las cesiones previas para viviendas populares construidas dentro de un programa de la UTN Facultad Regional Santa Fe a fines de los 90’, y luego de los terrenos entregados al “Movimiento de Los Sin Techo” del padre Atilio Rosso, devino el convenio final entre la Municipalidad de Santa Fe y Asociación Civil Colegio Inmaculada Concepción, mediante un acta de acuerdo en el marco de la Ordenanza N.º 12.086.

Con este último paso del campo jesuita, y de la quinta, la capilla y la granja, sólo quedaban para 2020 en pie algunas paredes de la casa del cuidador, el tambo y el galpón, pero con alguna intervención de vecinos relacionados el Centro Cultural “Jorge Delconte” de barrio San Agustín II, la construcción del viejo tanque y la ermita a la vera del río. 

Mientras, se comenzaban a construir viviendas para finalizar la urbanización del predio, por el 2022, con el nombre de esa parte de la ciudad de Barrio Jesuita, una historia que se escribía para el inicio de la segunda década del tercer milenio.

TANQUE QUINTA - WEB INMACULADA INTERNOS
PREDIO ANTIGUO CASCO Y CASA RETIRO DEMOLIDAS - WEB INMACULADA INTERNOS
RUINAS DE LA QUINTA 2015 - FB NATALIA MERKI

Trabajo realizado en 2013 publicado en 2018 como video «Estancia Perteneciente a los Padres Jesuitas. Ubicada en el noroeste de la Ciudad de Santa Fe. Llamada Campo San José, más conocida por sus alumnos como Piquete Las Flores Funcionó como campo de producción y recreativo hasta la decada del 70. Actualmente pertenece al municipio de la ciudad. Mas informacion en www.inmaculadainternos.com.ar»

El campo de los jesuitas

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