El padre Guntern

El cura del barrio

El padre José Guntern fue el inspirador de la fe en “La Lona”. Pero el cura trascendió el mandato de la iglesia y fue un vecino más de barrio, uno más que vivió hasta su último día en el lugar.

José Tarcio Guntern nació en la Villa San José, cerca de Rafela, el 16 de mayo de 1920. En “Para Conocernos”, Luis Mino repasa brevemente la primera parte de la vida del padre: “A los 5 años se va con toda su familia a vivir a Rafaela, donde toma su primera comunión tres años después. El 27 de febrero de 1933 decide ingresar en el seminario Nuestra Señora de Guadalupe, de nuestra ciudad, donde se consagra sacerdote en 1944. Su primera misa la realiza en Rafaela. El Trébol lo recibe como Vicario Cooperador, donde estuvo 2 años y luego ocupa el mismo cargo en la Iglesia del Carmen de Santa Fe”. (“Para Conocernos” – Luis Mino)

PADRE GUNTERN - FB LA VERDAD OS HARA LIBRES

Fue en 1948 cuando llegó Guntern con sus años jóvenes a La Lona, con la misión de crear una parroquia, construir un templo, llevar la fe al barrio.

Para el centenario de su nacimiento, su congregación que lo honra en la memoria cotidiana, hallaba en las páginas de El Litoral el espacio para recordarlo. Así se publicaba un artículo bajo la pluma del diácono José M. Urch y la colaboración de María Inés Lorenzón. Ese trabajo exponía que “El padre Guntern se levantaba muy temprano todos los días, tocaba personalmente la diminuta campana y a las 7 hs. ya estaba celebrando Misa, inicio de su larga jornada diaria”.

Padre José Tarsicio Guntern: el centenario de su natalicio

Llegar al natalicio de un “Sacerdote para siempre” (1920 -16 de mayo- 2020), dejar que los renglones vayan reflejando una tarea evangelizadora, no es sencillo. Los acontecimientos históricos, la concreción de las obras pensadas, proyectadas y ejecutadas hablan por sí mismas de un sacerdote pastor, comprometido con su tiempo y su vocación, con defectos y virtudes, que viven aún en el corazón de su comunidad.

Un sacerdote joven -apenas tres años de ordenado- y un barrio en crecimiento que se desprende, por razones demográficas, de la Parroquia de Jesús Sacramentado. Así comienza la historia de una comunidad evangelizada y evangelizadora. Comunidad que inició su marcha de la mano del Padre Guntern, aquél 4 de enero de 1948 cuando el Arzobispo de Santa Fe, Cardenal Nicolás Fasolino, bendijera y dejara inaugurada la Parroquia San Roque, nombrando al Pbro. José Tarsicio Guntern, de 28 años de edad, como el Primer Párroco.

De alta estatura, delgado, “enamorado” de su delicada sotana negra… llevando el Evangelio de Cristo a un barrio en crecimiento; con avances y retrocesos, con logros y tristezas, pero con sueños de progreso y fiel a la Palabra de Dios y a la misión encomendada, de hacer carne en los fieles al “eterno joven: Jesucristo”, este sacerdote supo tomar de la mano a muchos laicos y caminar para conquistar un barrio populoso y contagiarlo de su fervor mariano y Cristiano. Así se lo recuerda hasta hoy, con cariño particular, valorando un trabajando fecundo a lo largo de muchos años de intensa labor sacerdotal, como el pastor que cuida de sus ovejas…

Al Servicio de la Iglesia

Incansable trabajador, luchador nato, entregado a la oración, a la acción pastoral y a la comunidad: se levantaba muy temprano todos los días, tocaba personalmente la diminuta campana y a las 7 hs. ya estaba celebrando Misa, inicio de su larga jornada diaria.

Encontraba tiempo para estar en todos los detalles, atendiendo su escritorio, administrando los sacramentos, visitando familias y negocios del barrio, bendiciéndolos y charlando con los vecinos, creando y asesorando a las Instituciones Parroquiales: Apostolado de la Oración, Congregación de la Virgen de Guadalupe, Liga de Madres y Padres, su querida Acción Católica, con sus cuatro ramas y por supuesto, guiando a la que fue durante muchos años, el sostén de las obras edilicias: la comisión Pro-templo. En ellas motivaba actividades de todo tipo: Retiros espirituales, novenas, triduos, encuentros gastronómicos, y apoyaba toda iniciativa que surgiera de sus miembros.

El padre José tenía un carácter amable, alegre y jocoso, con capacidad para constituir y conducir grupos de trabajo. Su presencia se destacaba en toda ocasión. En los enojos, era severo y exigente. Las ocasiones donde se congregaban muchos fieles convocaban especialmente su perfil organizador y detallista.

PADRE GUNTERN - FB SAN ROQUE
PADRE GUNTERN - FB SAN ROQUE

Leía mucho, todo aquello que enriqueciera su formación general y teológica, lo que luego volcaba a la comunidad para su crecimiento espiritual. Con estas actitudes, motivaba a los laicos a la lectura de la que se enriquecían abundantemente.

Los niños y jóvenes eran su mayor preocupación en aquellos días de su pastoreo. Su presencia testimonial los congregaba, y así llegó a tener muchos jóvenes en el ámbito parroquial a lo largo de los años; pero los pobres eran sus preferidos, a ellos les dedicaba mucho de su cariño y de su tiempo.

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PADRE GUNTERN- FB LA VERDAD OS HARA LIBRES
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Su mirada visionaria

La barriada que le fue encomendada para el trabajo pastoral contaba con 150 manzanas, todo un desafío para la evangelización en aquellos tiempos de escasos recursos comunicacionales. Para una mayor llegada de la Palabra de Dios divide el radio parroquial en cuatro sectores, a los cuales impone el nombre de los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). Actualmente, uno de ellos se ha transformado en parroquia (San Marcos) y otro en Capilla (San Juan).

El Concilio Vaticano II y sus reformas, implicó también un arduo trabajo para adecuar la pastoral a los nuevos tiempos: así incorpora a la Liturgia recursos tecnológicos nuevos para facilitar a los fieles la celebración y comprensión de la Misa en el propio idioma. También propulsó un cambio fundamental en las distintas etapas de la Evangelización y renovación de las Instituciones.

Un párrafo aparte merece su participación en el descubrimiento y sostenimiento de nuevas vocaciones religiosas. Muchos muchachos y chicas dieron el sí al Señor, contagiados por la alegría que él manifestaba por ser sacerdote.

Un “nuevo templo” y una “Escuela Católica”

Habían pasado diez años del nacimiento parroquial y las necesidades del barrio, su crecimiento y pujanza demostraban que el templo era chico y el Padre Guntern comienza a soñar, y como a todo sueño, se lo presenta a Cristo, y con Su guía se hace realidad.

Nuevamente convoca a un grupo de laicos comprometidos, miembros de las diversas Instituciones parroquiales y vecinos. Y se pone manos a la obra para la construcción del “Nuevo templo”.

Si bien los fondos no abundaban, y todos, laicos y párroco, se constituyen en colaboradores económicos, también cada uno -luego de sus horarios laborales- participa haciendo lo que necesite para la construcción. Una de las anécdotas que el padre contaba muy risueñamente es que en un momento, lo buscaban infructuosamente, y lo hallaron dentro de un cimiento, con la pala en la mano.

Junto a este grupo compacto de hombres, estaban las mujeres, sus esposas, que los acompañaban con mates y tortas para hacer más llevadera la tarea. Y así hicieron realidad sus enseñanzas pastorales: “Nada se puede sin Cristo y la comunidad”.

Con esta realidad en crecimiento, se hace necesaria una “escuela católica”, desafío y proyecto educativo en la fe. Había que abrir camino, multiplicar el nombre de Jesús y María con el sello de San Roque, dar respuesta a las demandas de un barrio en amplio crecimiento. Un desafío nuevo y un compromiso de y por la comunidad de San Roque que se plasma hoy en un Complejo Educativo con los cuatro niveles del Sistema Educativo.

Por estas y tantas cosas, aún hoy, en el recuerdo de sus fieles laicos, aparece con su sotana negra caminando por las calles de tierra del barrio o en la motoneta celeste y azul o más acá en el tiempo, vestido con su camisaco claro, resistiendo al calor, pero siempre el mismo cura, conocido por todos, allegado a todos, saludando, intercambiando bromas o entablando un diálogo más profundo, evangelizando siempre, de una u otra forma. Cómo no recordar sus anécdotas divertidas, su risa contagiosa y la felicidad que transmitía por haber encontrado al “Buen Pastor, lleno de Misericordia”. Cómo no celebrar el centenario de su natalicio, siendo como somos, testigos agradecidos del “Proyecto de amor del Padre” que él supo conducir y concretar. Por los olvidos… perdón, querido padre Guntern y por su obra, un GRACIAS infinito.

(El Litoral 16/5/2020)

Siempre perseverante , con su amor por la parroquia y el crecimiento del barrio populoso , con calles de tierra rodeadas de plantas , naranjos con aroma de azahares, fueron parte de su vida , visitando con su negra sotana , transmitiendo el Evangelio ganando corazones para Cristo. (Facebook "La verdad os hará libres")

“La verdad os hará libres”

Relevante para el barrio, trascendente para sus vecinos, católicos y no católicos, Guntern se comprometió en el final de su vida, sin claudicar su amor por la vocación y la fe que abrazó, con la verdad en uno de los casos de abusos de miembros de la Iglesia más ocultados por años en Santa Fe, hasta la publicación del libro “Nuestra Santa Madre”, de la periodista Olga Wornat, en el que un capítulo abordaba el caso de Monseñor Edgardo Gabriel Storni.

Con la movilización en los medios que provocó la presentación de la publicación en una Feria del Libro de Santa Fe se retomaron algunas voces sobre lo conocido por algunos, lo callado por pocos. Y así, surgió a la luz pública una carta que muchos años antes del libro de la periodista el padre José Guntern le había enviado al entonces Monseñor Edgardo Gabriel Storni luego de un retiro en Córdoba con unos seminaristas.

PARROQUIA SAN ROQUE
PADRE GUNTERN EN EL TEMPLO - FB SAN ROQUE

La carta decía, en un pasaje en particular: “Esta no es una carta, sino una confidencia de amigo. Tuviste un serio desliz que afectó a un grupo en plena formación espiritual y humana. No te juzgo ni te condeno, no me corresponde. Sí te sugiero que reflexiones en Cristo y tomes conciencia de la gravedad de tus actos”.

Ante la trascendencia de esas palabras, en agosto de 2002, Storni ordenó al padre Carlos Scatizza que convocara a los sacerdotes Mario Grassi, Hugo Capello, Edgardo Stofell y Marcelo Mateo, que formaban parte del Consejo Episcopal. Al mismo tiempo, Storni ordenó, según lo declarado a la justicia luego Scatizza: ‘Búsquenlo a Guntern, que venga ya…’”. (El Litoral 25/3/2007)

Lo que trascendió luego en el ámbito judicial fue que en esa reunión los curas, por indicación de Storni, presionaron a Guntern para retractarse con la firma de un documento ante escribano en el que se retractara de lo escrito en esa carta que echaban un manto de sospecha sobre Storni y complicaban su situación ya pública y judicializada en los tribunales santafesinos por posibles abusos a seminaristas.

En la crónica sagaz de Juan Carlos Tizziani en Página 12 se detallaban las alternativas de la posterior declaración que Guntern, ya en su ancianidad y retirado del púlpito, debió hacer por dar luz a la verdad. En esa publicación de septiembre de 2002 el periodista santafesino describía: “Dos seminaristas involucraron ayer al arzobispo de Santa Fe, Edgardo Gabriel Storni, en la supuesta encerrona al padre José Guntern que investiga el juez Julio César Costa. ‘Nosotros cenamos con monseñor’, dijeron los diáconos Gastón Bertero y Ariel Berutto, al ratificar que Storni estaba en la Curia la noche del 22 de agosto, cuando sus vicarios sometieron al cura de 82 años a un ‘interrogatorio agresivo’ y a un ‘trato denigrante’, según denunció el propio anciano”.

PADRE GUNTERN CON BARTOLITO SU MUÑECO QUE DABA CATEQUESIS

Luego Tizziani mencionaba que “Guntern ya reveló en público cómo lo trataron ese jueves a la noche en el Arzobispado para ‘obligarlo’ a precisar los términos del ‘desliz’ que reprochó a Storni en una carta que le envió hace diez años”.

En las palabras del anciano cura se desnuda la situación vivida por el clérigo de Barrio San Roque, tal como lo rescata la publicación: “‘Me insultaron con palabras que me cuesta repetir. Me dijeron atorrante. Y después me llevaron a mi casa y me dejaron ahí, como si fuera un paquete’, afirmó. En su denuncia ante el juez, el sacerdote apuntó a un trío: el vicario general, monseñor Hugo Capello –hoy a cargo del gobierno arquidiocesano–, el vicario para la Educación, Mario Grassi, y el vicario para la Cultura, Marcelo Mateo, quien acompañó a Storni en su viaje a Roma. Incluso, Guntern atribuyó a Capello una frase ya famosa (‘¡Firmá ahí, atorrante!’) y hasta un comentario sugestivo (‘Mirá que te podés morir en cualquier momento’)”. (Página 12 – 13/9/2002)

Frente a estas situaciones y apremios, como no era de esperar tal vez por el Arzobispo Storni, pero tal vez íntimamente por el padre Guntern, sus vecinos, sus amigos, su comunidad, salió a las calles del barrio San Roque a marchar en su apoyo por justicia y en defensa del cura que vivió con ellos más de 50 años, porque luego de dejar el altar de San Roque y la casa parroquial el cura José se trasladó a su casa en Pasaje Roldán al 5200, en la que vivió hasta su último día, una gris y lloviznosa mañana de domingo, cuando falleció el 25 de marzo de 2007, a los 86 años.

 

Consecuente con su vida, los restos del padre Guntern se cobijan en el templo que ayudó a levantar con sus propias manos, de sotana negra, junto a sus vecinos, que lo recuerdan como fue, un buen hombre de fe y una persona íntegra en la vida, hasta el último día.

PASAJE GUNTERN Y REGIS MARTINEZ
PADRE GUNTERN - EL LITORAL

El programa “Entre Líneas”, conducido por Guillermo Tepper, daba cuenta de aquel apoyo de los vecinos para con el padre Guntern. “José Guntern fue párroco de la Parroquia San Roque por 50 años. Guntern, de raíces suizo alemanas, llegó al barrio cuando tenía 27 años. Había sido el sacerdote de El Trébol y luego arribó a Santa Fe a la basílica Nuestra Señora del Carmen. Lo había ordenado el cardenal Fasolino tres años antes. Guntern tomó amplia notoriedad luego de que revelara públicamente que, en su momento, envió una carta a Edgardo Gabriel Storni, relacionada con el trato del ex arzobispo de Santa Fe con un seminarista: “Esta no es una carta, sino una confidencia de amigo. Tuviste un serio desliz que afectó a un grupo en plena formación espiritual y humana. No te juzgo ni te condeno, no me corresponde. Sí te sugiero que reflexiones en Cristo y tomes conciencia de la gravedad de tus actos”, decía la misiva.  Días después de conocerse la carta, Guntern fue citado a concurrir al Arzobispado santafesino y presionado para que se retractara públicamente del contenido del texto. El Padre José Guntern falleció el 25 de marzo de 2007”.

PARA VISUALIZAR EL VIDEO INGRESAR A:

http://tvdoc.com.ar/video/caso-storni-masivo-respaldo-al-padre-jose-guntern/?fbclid=IwAR3RQVtZ3UAgqqg5JfPirWVyE0EuIs1_h-oVsUZiIhzQPSlcV_d1uMWKUyc

PADRE GUNTERN - FB SAN ROQUE
El padre Guntern

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