Historia Barrio Nuestra Señora del Tránsito

HISTORIA BARRIO TRÁNSITO

Las barriadas adquieren su denominación de diversas maneras. Incluso, en algunas oportunidades su nombre como “Barrio” no corresponde al nombre de la vecinal que se le impuso mediante normativa. En el nombre del lugar influyen desde el apellido del dueño de los terrenos loteados, hasta la tradición de reconocer esa parte del tejido urbano desde el inicio de la historia de la ciudad con una denominación particular. A veces deviene el título del vecindario de alguna actividad, plan de viviendas, de una industria, entre otros. Y en muchos casos, en Santa Fe en particular, acaso por su nombre de origen relacionado a la fe católica, muchas barriadas tienen el nombre vinculado a la parroquia, la capilla, la antigua ermita y la imagen que atesoraba para devoción de los feligreses.

A vuelo de pájaro se pueden repasar algunos de esos barrios con nombres de la parroquia: San Pantaleón, Santa Marta, Guadalupe, Santa Rosa de Lima, Pompeya, San Roque, Pompeya, Ceferino Namuncurá, San José, San Agustín y Santo Domingo. En este apartado se abordará el barrio “Del Tránsito”, como se denomina la vecinal, directamente, Barrio El Tránsito, en alusión a la Virgen del Tránsito, su capilla y la fe de la familia Scarafía que la estableció como un mojón de la ciudad en Avenida Blas Parera.

La zona de El Tránsito corresponde al Distrito Las Flores, aquel que tuviera por función la defensa de la ciudad en las épocas de la colonia con un destacamento de milicias para detener las incursiones de los aborígenes. Luego la zona se la conocería en ese sector como “Distrito Las Flores” en tanto el Ferrocarril a Las Colonias establecía la estación con ese nombre entre la quinta de los Jesuitas y el Camino Aguirre (hoy Blas Parera). Devenidos en el tiempo al siglo XIX, aparecen como propietarios en antiguos planos los hermanos Scarafía en el corazón propio de lo que es hoy El Tránsito. Los terrenos que poseían eran amplios, tanto que abarcaban desde Blas Parera hasta  el Viejo Camino a Esperanza, e incluían además a lo que hoy es barrio Scarafía.

En la parte norte de lo que hoy es Barrio El Tránsito existía para fines del siglo XIX un terreno, que también se extendía de este a oeste entre el Camino Aguirre y Camino Viejo a Esperanza, a nombre de Manuel Gálvez. No obstante, no sólo la propiedad de los terrenos fue lo que definió el sentido de pertenencia del lugar al barrio, sino más bien, que Scarafía con su familia se asentó en la vera de lo que hoy es Blas Parera, y en la devoción traída desde Italia por la Nuestra Señora del Tránsito, pronto estableció la capilla que finalmente dio origen al nombre del barrio.

Confinado entre las vías del ferrocarril al oeste y el Camino Aguirre, luego Camino al Matadero, y después Blas Parera, Barrio El Tránsito forma un triángulo con su base en el norte y su especie de vértice hacia el sur. Los límites vecinales son, al norte calle Berutti; al sur Vieytes (que lo separa de Scarafía); al este Blas Parera y al oeste las vías del Ferrocarril Belgrano. La Vecinal de El Tránsito se encuentra ubicada en calle Pavón al 5300.

VIEJA PARROQUIA AHORA SALÓN PARROQUIAL
VIRGEN DE MORETTA NUESTRA SEÑORA DEL TRANSITO

Scarafía, inmigrante devoto

No se puede escindir la historia de Barrio El Tránsito de la historia de la familia Scarafía, más precisamente de Mateo Scarafía, y del templo que construyó como devoto de Nuestra Señora del Tránsito en la adoración que trajo desde Piamonte, Italia.

La parroquia que surgió a partir del pequeño templo esboza la caracterización de la barriada antes de la llegada de Scarafía, cuando esa parte de Santa Fe era campo y la primera línea de defensa contra las incursiones de los aborígenes con las tropas asentadas en Piquete.

“El piquete”, anuncia el subtítulo del sitio Web de la parroquia, y describen: “Corría aún el año 1860, la ciudad arrinconada no se aventuraba más allá de las calles Suipacha y Francia, donde se veía que cada árbol,  cada sendero, cada escondite en los matorrales de los terrenos del norte de la ciudad destinados a chacras según los planos, era conocido  por los indios montaraces (Calchines y Mocoretás), quienes se hallaban en continuo acecho para sus correrías y depredaciones. Con el fin de ahuyentar al indio y ganar terreno para la labranza agrícola se formaron cantones de avanzada guarnecidos con soldados: unos  en el interior de la provincia abriendo caminos a la inmigración, otros en las  cercanías de  la  ciudad, para  favorecer  el  aumento  de la   población  y  el suministro de alimentos. Uno de esos cantones instalado en esta zona fue el que dio origen al nombre de Piquete, con que se  denominaron las tierras de la zona. En el lugar en que se hallaba instalado el cantón «Piquete» hay testimonios de que el mismo se había  levantado donde actualmente se encuentran los primeros monoblocks de Las Flores, casi frente a la Parroquia, antes quinta de Domingo  Ingaramo”.

La “colonización” de la zona de Barrio El Tránsito, Sarmiento, Scarafía comenzó allá por 1869 cuando llegó al lugar quien daría nombre justamente a una de las barriadas como el pionero. Don Mateo Scarafía. Desde la parroquia El Tránsito mencionan como parte de su historia y del hacedor del barrio que don Mateo Scarafía “llegó acompañado de su esposa doña Lucía Milone, con sus hijos Sebastián de seis años y Francisca nacidos en Italia”. Don Mateo era oriundo de Moretta (Piamonte). Rescatan que su benefactor “Con brazo férreo, pecho descubierto, alta la frente y mirada al horizonte, después de invocar la protección de Dios y de la Virgen Ntra. Sra. del Tránsito, venerada en su pueblo natal, empuñó el arado, que agitó la floresta y cantaron las aves en la alborada de  la nueva vida que empezaba para Piquete”. Los feligreses recuerdan también a otros primeros vecinos que acompañaron a Scarafía y se afincaron por el lugar: “En el mismo barco y con idéntico destino llegaron Simón Ingaramo, Miguel Mottura, Ángel Giúdice, Rosa Torres, Agustín Piaggio, Lorenzo  Rossi, Juan Cecotti y otros, quienes se asentaron en la extensa zona”

 

Capilla Nuestra Señora del Tránsito

Recuerdan desde la parroquia que “Antes de salir de Italia, don Mateo Scarafía se postró a los pies de la Virgen Ntra. Sra. del Tránsito a implorar su protección aprisionando en su alma al despedirse una mirada y una amorosa sonrisa de la Virgen.  Luego, en la fértil tierra de la Gran República Argentina, ya sea en los albores de las mañanas al empezar el trabajo, como en los crepúsculos al caer las faenas, elevaba una oración al Supremo Creador y la plegaria del Ángelus a la Virgen lejana. Y así surgió ‘la Promesa’ a la Virgen del Tránsito. Después de largos e interminables días  de penoso trabajo, llegó al año 1891 y en él se cristalizaron los deseos y las viejas esperanzas de la capillita”.

Por ese tiempo de fines del siglo XIX comenzaron a levantar las paredes de la capilla. Fue el albañil don César Coianiz el encargado del trabajo. Mientras, “un cuadro de la  Virgen del Tránsito, del pueblo de Moretta, surcaba los mares y pronto vino a llenar de alegría y esperanza a los moradores de Piquete”, recuerdan desde la comunidad.

CASAMIENTO VIEJA IGLESIA DEL TRANSITO - WEB PARROQUIA

Así, el 15 de agosto de 1891 quedó inaugurada la capilla. Fue un día memorable para los vecinos del lugar. Esa fe y devoción se renueva desde entonces en las peregrinaciones sucesivas por los peregrinos que llegan hasta la parroquia en veneración de la Virgen del Tránsito. Dicen los fieles sobre aquella inauguración de 1891: “En tan fausto día, las vibraciones sonoras de las campanas cubrieron los aires de entusiasmo y fe de una raza refundida en el espíritu de la nueva tierra  pura y noble que los cobijó.  Cupo el honor de rezar la primera misa al Pbro. Genaro Silva cura párroco de la Iglesia Matriz”.

Vale mencionar, como lo hace el trabajo “Inventario: 200 obras del Patrimonio Arquitectónico de Santa Fe” de la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo, que  la construcción original de 1891 tuvo dos instancias de reformas y ampliaciones, en 1945 y 1988, en la que el edificio original levantado por Cokaniz finalmente quedó como un oratorio y salón parroquial, en tanto el templo donde se oficia misa y demás actividades, responde a una construcción nueva y posterior.

Sin embargo, pese a las reformas y edificaciones del predio, la vieja capillita permanece como testimonio de aquel comienzo a la par del nuevo templo levantado en aquellos terrenos donados por Scarafía. La parroquia es uno de los mojones del norte de la ciudad por avenida Blas Parera, le da nombre a su propio barrio. Tiene además un importante hogar de ancianos llamado Don Guanella, que alberga adultos mayores autoválidos que están alejados de sus familias o directamente no cuentan con ella. Allí también, con el mismo nombre, donde antes había unas canchas de fútbol detrás del templo, hay un complejo solidario con el mismo nombre de Guanella.

Fe, vecinos y trabajo solidario, siguen allí en Barrio El Tránsito, como parte de la historia de nuestra Santa Fe.

HOGAR DE ANCIANOS DON GUANELLA
Historia Barrio Nuestra Señora del Tránsito

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll hacia arriba