Historia de Guadalupe Oeste (y Coronel Dorrego)

Historia del oeste de Guadalupe

En la tarea de repasar la historia de Guadalupe, como estanzuela de Setúbal, como oratorio, capilla, iglesia; como Colonia, como Villa, como Barrio, es decir, en todas sus etapas, se tomó la opción de dividir espacialmente este trabajo por el eje neurálgico que marca la Avenida General Paz.

No es antojadizo tan solo por cuestiones de contenido, sino también, y dentro del proceso de urbanización, la zona este marcó diferencias con el oeste. Más cerca en el tiempo, con algunas diferencias, en general el este y el oeste de General Paz, que divide en las vecinales Guadalupe Este y Guadalupe Oeste, también escinde en términos sociales, económicos y de servicios a cada lado de la arteria.

En tal sentido, la zona en sí comprende tanto a la vecinal Guadalupe Oeste como a Coronel Dorrego, una escisión más pequeña de la primera jurisdicción, recostada sobre el noreste del ejido, con General Paz al este, Ayacucho al sur, y Necochea hacia el oeste, hasta cerrar en un triángulo con su vértice empinado a la par de las vías y la prolongación de General Paz hacia el norte. Finalmente, en la zona noroeste del antiguo espacio de Guadalupe Oeste, al poniente de Coronel Dorrego, en el último tiempo se estableció un complejo habitacional que se conoce como “Barrio Cipreses”, que forma parte del mismo universo geográfico de este capítulo.

FEDERICO BOCK Y FLIA - COLONIA GUADALUPE - BANCO FLORIAN PAUCKE

En cuanto a Guadalupe Oeste, sus límites son también General Paz (o mejor dicho las vías paralelas del FFCC), Galicia al sur, Aristóbulo del Valle al oeste, hasta Gorriti al norte para luego seguir el recorte propuesto por Coronel Dorrego, con Necochea y Ayacucho.

En el 1860 llegaron unos colonos alemanes desde el Brasil y convirtieron la Villa de Guadalupe en una colonia agrícola. Ahí desarrollaron cultivos de legumbres, hortalizas, flores y árboles frutales. El lugar empezó a poblarse y Guadalupe, para el año 1872, ya tenía unas cien viviendas en esta zona del norte de la ciudad. Después, para fines del siglo 19 llegaron otros inmigrantes, algunos suizos, italianos, que eran además de agricultores muchos de ellos artesanos.

Así las cosas, como un espacio luego relacionado a la Colonia Guadalupe, tuvo sus primeros propietarios a 1870 con unas franjas divididas entre el “Camino a la Estanzuela”, de Pascual Echagüe, derrotero paralelo a la actual General Paz, y lo que era el “Camino a Ascochingas”, hoy Aristóbulo del Valle. De este modo, para el tiempo previo al surgimiento de la Colonia estaban, en la zona sur de Guadalupe Oeste, un terreno desde la zona de Aristóbulo hasta la laguna a nombre de “Herederos de Nicasio Basaldúa”, luego unos amplios terrenos fiscales, con una franja al norte a nombre de “Tiburcio Aldao”, y después al norte, la Estancia de Pascual Echagüe, desde el Camino a Ascochingas hasta la costa de la laguna.

Para fines del siglo XIX aparecen las primeras subdivisiones en este sector oeste de Guadalupe, con el surgimiento ya de la Colonia, y la presencia, a partir de 1887 del Ferrocarril hacia Reconquista. Pasaría algún tiempo hasta el establecimiento de la estación Guadalupe del tren, pero antes de ello, los terrenos, en general en grandes franjas entre lo que hoy es General Paz y Aristóbulo del Valle, comenzaron a parcelarse. En un plano publicado en el libro del Museo de la Ciudad sobre la historia de “Guadalupe”, aparecen los nombres de esos propietarios que tuvieron su presencia en grandes quintas, o chacras que, de sur a norte, aproximadamente desde Galicia hacia arriba, tenían como dueños allá por 1870 a: “Juan y José Koch”, “Francisco Rosseau y L. Santa Cruz”, “Juan Blum”, una angosta franja de “Federico Bock”, luego los “Hermanos Koch”, y finalmente antes de la estanzuela, “Ignacio Heymo”

PLANO CHAPEROUGE 1900

Para el inicio del siglo pasado un detallado plano realizado por Chaperouge, continúa el parcelamiento, pero siempre en grandes propiedades que en general abarcaban entre ambas avenidas troncales. Surgen los terrenos de José Ferreira, Desiderio Lacuevas, Ignacio Risso (a la altura de la estación) y Federico “Cock” (en realidad es Koch pero en este mapa están con ese apellido), luego José Cock (Bock), y finalmente Heymo de Beckamn, para llegar a la Estancia de Echagüe, a nombre de “Manuela P. Etchagüe”, según el cartógrafo. Lo curioso de este plano es que ya aparece la “escuela”, en el predio donde hoy se ubica la Escuela Brigadier López, es decir, se marca el “ranchito” donde empezó a funcionar la entidad en una parte del terreno donada por Koch para tal fin.

Para el inicio del manzanero alrededor de la basílica, es decir el comienzo de la urbanización de Guadalupe, la zona oeste se encontraba con muchas más subdivisiones, aunque sin todavía apertura de calles, ni en sentido norte-sur y ni este-oeste. Establecida ya la estación del ferrocarril, en los primeros años del siglo XX Guadalupe Oeste conservó su fisonomía más “rural”, en tanto esos terrenos permanecieron como grandes extensiones, aunque cada vez más subdivididas y pequeñas. Desde Galicia hacia el norte figuran los hermanos Rodolfo y Benito Freyre, Caracciolo Santa Cruz, y luego, Ignacio Risso, Teresa de Koch, Juan Koch, José Bock, Colombini, Augusto Mayer, Cesáreo Heymo, Regina Heymo, Juan Beckmann (subdivisiones de herederos), y la Estancia Echagüe ya a nombre del “Dr. Rafael Funes”, más otros terrenos más pequeños entre las vías y General Paz. 

Incluso, para el comienzo de los años ’30, en general, toda la barriada de Guadalupe Oeste y Coronel Dorrego, permanecía como grandes quintas, sin urbanizar ni lotear, en tanto el sector atractivo para el negocio inmobiliaria de Guadalupe estaba al este de General Paz.

Para 1935 el barrio comenzó a trazar un manzanero, con apertura de calles primero en la zona al norte de Avenida Galicia, pero también desde el este hacia el poniente por la prolongación de los terrenos de la estación Guadalupe, es decir, por Pasaje Koch y por Javier de la Rosa, aproximadamente. Durante la década siguiente el proceso de urbanización, demarcación de manzanas, loteo, continuó, en especial en la zona sur de Guadalupe Oeste, mientras que el sector norte, y el barrio Coronel Dorrego, avanzó más lento en este proceso, incluso hasta adentrados los años ’60, con la “reubicación” forzada de muchas familias en el lugar, desalojadas de otras zonas de la ciudad que comenzaban a urbanizarse y eran más codiciadas en su valor para el negocio inmobiliario.

El crecimiento del barrio trajo pobladores, aunque no muchos servicios, en especial lo referido a la pavimentación de calles, mejoras en los desagües, tendido eléctrico, equipamiento social para la comunidad.

El desarrollo de Guadalupe Oeste

Con el crecimiento de la zona, ya en el siglo XX, se necesitan algunas mejoras, como por ejemplo el transporte. Al poseer la estación y la línea férrea primero se aumentan los servicios ferroviarios, con la línea que iba a Laguna Paiva. Después, y aunque giraba hacia la laguna en Javier de la Rosa, el recordado tranvía Nº4 fue una alternativa más para llegar hasta el centro de la ciudad. Este tranvía recorría Guadalupe y pasaba entre bañados y esteros donde habitaban patos, garzas y gallitos del agua. Pero también pasaba por las puertas de la Basílica y el Centro Gallego, hasta llegar a la Rambla de López. Igualmente, los vecinos del oeste de Guadalupe lo utilizaban como medio de transporte.

Después, en el ’29 ya aparecen los primeros colectivos que llegan hasta la zona. La primera línea en llegar a Guadalupe fue la línea B. Y después se le sumó la línea D. Como era de esperar, los adelantos hicieron que la Villa de Guadalupe profundice su desigual transformación en la que el este de General Paz se desarrolla como un espacio de casas de fin de semana, viviendas luego de clases sociales acomodadas, mientras que el oeste relega en calidad de vida, servicios y espacios de uso público en sus comienzos. Así aparecen los primeros reclamos de los vecinos al poniente del General Paz. Por ejemplo, en las páginas del diario El Orden los pobladores pedían alumbrado público, pavimento y una estafeta postal.

Va de suyo que muchos de los adelantos y mejoras de Guadalupe Este, en especial las que se ubicaban sobre General Paz, beneficiaban también de alguna manera a los vecinos del oeste. Así, para esa época posterior a la Gran Depresión, y en el fin de la “Belle Epoque”, en el lugar se asienta el cine-teatro Capitol, con el Centro Gallego y El Prado Español cercanos también.

VECINAL GUADALUPE OESTE EN 1973 - EL LITORAL - 10-12-1973

No obstante, el desarrollo de Guadalupe Oeste fue diferente, por ejemplo, con un eje de desarrollo articulador por la extensión de calle Risso hacia el oeste hasta llegar a Aristóbulo del Valle, y también desde el sur con el crecimiento de la trama urbana y el damero de manzanas desde Avenida Galicia.

Esta condición hizo que ya para 1941, el 27 de julio, se fundara la Asociación Vecinal, Progreso Barrio Guadalupe Oeste, que se ubica con su sede en calle Risso 1745. Acerca de la entidad, y del desarrollo del barrio, El Litoral de 1973 recuperaba la palabra de los viejos vecinos, que mediante los adelantos logrados por la actividad vecinalista, dicen que un viejo vecinalista expresaba entonces: “ahora estamos en la ciudad, somos parte de ella”.

En ese artículo el medio refería que la vecinal fundada en 1941 tenía su sede “…en calle Risso 1723, habiéndola levantado con el concurso y el trabajo personal de dirigentes y socios, muchos de los cuales han oficiado de carpinteros, albañiles y pintores. Cuenta, entre otras cosas, con canchas de bochas, sala de reuniones y otras dependencias”

En ese momento la jurisdicción vecinal era Galicia al sur, Aristóbulo del Valle al oeste y Avellaneda al este, “…hasta los límites del municipio”, en la cual vivían unas quince mil familias.  (El Litoral 10/12/1973)

En los años ’70 las necesidades del barrio continuaban, como todavía para el Tercer Milenio se hacen evidentes. Si bien el lugar no tuvo la característica de otras barriadas de haber sido bajos o directamente cavas de hornos de ladrillos antes de ser ocupado por casas, en tanto fueron quintas o parcelas de chacras loteadas, las situaciones de falta de desagües y de calles transitables fue por mucho tiempo el principal requerimiento. Por ello no es extraño, por ejemplo, que en 1973 se unieran en el reclamo los miembros de la Vecinal Guadalupe Oeste, junto con los de Guadalupe Centro, acompañados por la Juventud Peronista del barrio, que se llegaban a la municipalidad son sus requerimientos. (El Litoral 4/7/1973)

RECLAMO VECINAL GUADALUPE OESTE POR DESAGÜES - EL LITORAL - 4-7-1973
PROBLEMAS DE DESAGÜES EN GUADALUPE OESTE - EL LITORAL - 25-6-1975

Dos años después el mismo vespertino daba cuenta de la situación de los anegamientos, sin salida del agua de lluvia, en una nota gráfica de calle Avellaneda, entre Padre Genesio y Javier de la Rosa, es decir, en pleno corazón de Guadalupe Oeste. 

Decía el diario que “De la gravedad de la situación que viven los vecinos de dicho lugar da una idea el hecho de que el citado tramo de calle Avellaneda era utilizado como parada terminal de los ómnibus de la línea 10, lo cual ha sido desechado con los inconvenientes del caso para los usuarios”. (El Litoral 25/6/1975)

Un barrio que conserva en su zona más postergada todavía canales a cielo abierto, calles de tierra o algunas con cordón cuneta, pero con problemas de desagües, la falta de escurrimiento, sumada al agua servida en algunas de las cunetas, complicaban, y complican la situación, pese a los avances logrados en el último tiempo, en especial en la zona conocida como “Los Cipreses” y también en parte de Coronel Dorrego.

Pero por muchos años, hasta la pavimentación y entubamiento en Javier de la Rosa, el zanjón paralelo a la calle era noticia.

ZANJON ABIERTO EN GUADALUPE OESTE - EL LITORAL - 27-5-1977

En 1977 se mencionaba que era indispensable “…entubar el zanjón que corre a la vera de la calle Javier de la Rosa. Este es bastante profundo, bordeado de yuyos y por su seno discurren aguas turbias, malolientes que confieren un mal aspecto al lugar”. Para cruzar el canal a cielo abierto el diario refería que se colocaban tablones, a manera de pasarela para trasponerlo. Incluso se destacaba en la nota que la mayoría de las calles carecían de carteles indicativos, por lo que era difícil al santafesino foráneo de la barriada encontrar una casa sin la ayuda de algún vecino. (El Litoral 27/5/1977)

                                                                                                                                                                                                                                                                                                

Coronel Dorrego (“Villa Carburo”)

En aras de reconstruir la historia de esta parte de la ciudad, y en la relación geográfica y del pasado con su desarrollo, se determinó incluir como parte de Guadalupe Oeste, más allá de las jurisdicciones vecinales, a la otra entidad de la barriada que corresponde a la vecinal Coronel Dorrego, conocido originalmente como “El Barrio Chaqueño”, o también como “La Chaqueñada”, por la mayoritaria presencia de oriundos del Chaco venidos a la zona en busca de mejores oportunidades de trabajo y progreso social para sus familias. Pero también, antes de la llegada de la luz eléctrica a esta parte noreste de Guadalupe Oeste, el lugar era conocido como “Villa Carburo”, por la forma de iluminar precariamente las calles con ese mineral (carburo de tungsteno) que mezclado con agua genera una combustión que emite calor y luz.

NIDO DORREGO

Así lo rememoraba para el programa de radio “Alma de Barrio” la vecina del lugar Mabel Ruiz Díaz, relacionada con la vecinal en 2004. Mabel, además de participar del equipo femenino de fútbol de Coronel Dorrego recordaba que le decían “Villa Carburo”, allá a comienzo de los ’70.

El mote del humilde equipo devenía de la falta de luz eléctrica en varias zonas del barrio, también en las calles, y así lo mencionaba Mabel: “En mi casa había luz gracias a Dios, porque mi papá tenía trabajo, pero antes no teníamos, y la mayoría de mis amigas con las que jugábamos al futbol no tenían luz y se alumbran con el candil, con kerosene, con grasa con una mechita, o con carburo, y con eso nos alumbrábamos”. (“Alma de Barrio” – LT10 AM 1020 – 13/2/2004)

En esta parte más cercana a las vías del ferrocarril, con zonas bajas de terreno inclusive, la zona de Coronel Dorrego tuvo la afluencia de una colectividad de chaqueños que venidos del norte se asentaban cerca de la zona donde podían obtener algún empleo informal.

 Ese trabajo venía por un lado de las quintas, de los hornos de ladrillo, y también del propio ferrocarril y de la estación Guadalupe, que tuvo su movimiento de cargas con una zona de trasbordo que requería de “changarines” para la dura tarea.

De este modo, tanto sobre la zona más costera con “El Chaquito”, como con “La Chaqueñada”, como se conocía al lugar con cierta calificación despectiva de los foráneos, esta zona de Guadalupe Oeste terminó por conformarse con una vecinal propia, bajo la denominación “Coronel Dorrego”, en febrero de 1984. Va de suyo que los primeros vecinos se asentaron en cortes de rancho, en precarias moradas, solo algunos, como el caso de la citada vecina, podía acceder a un empleo más formal y estable para soñar con levantar paredes de ladrillo y techar con zinc.

En esta parte del barrio quedan calles de tierra, algunas sin cordón cuneta porque presentan canales a cielo abierto. En el tercer milenio se realizaron varias mejoras para el lugar, entre ellas con mejorado de calles, construcción y entubados, pero muchos vecinos continúan en la espera de obras.

Por el lado del equipamiento social, en el barrio se ejecutaron varios adelantos desde 2010 en adelante. Uno de ellos fue, tanto para Coronel Dorrego como la zona, la construcción del Centro Cultural “El Alero”, en French y Sarmiento, que se inauguró el 5 de junio de 2016 en el marco del Plan Abre del gobierno de la Provincia.

BULEVAR FRENCH

Luego, en marzo de 2019 quedó inaugurado en Coronel Dorrego un espacio público, en Sarmiento y Larrea, con los arreglos realizados al paseo y plazoleta del edificio Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades (NIDO). Este tipo de construcción formaban parte del programa “EncontrArte”, desarrollado también en otros barrios de la ciudad, Chalet, Barranquitas y Las Flores. En el lugar se sumaron juegos de parque para niños y niñas, más una pista de salud para ejercicio físico de los vecinos.

Sin embargo, una de las obras destacadas que abrió una puerta para el desarrollo reciente de Coronel Dorrego, Cipreses y Guadalupe Oeste, es la pavimentación del Bulevar French. Fue el 6 de octubre de 2018 cuando se inauguraron las obras de pavimentación realizadas en el bulevar, con doce cuadras desde avenida Aristóbulo del Valle hacia el este para completar el corredor hasta llegar a General Paz. Esta mejora incluyó la construcción de desagües, con una avenida de dos calzadas con dos carriles por mano, separadas por un cantero central con cobertura vegetal, donde se ejecutó una ciclovía de concreto asfáltico. 

BULEVAR FRENCH

También se sumaron dársenas laterales de estacionamiento, veredas e iluminación. Vale mencionar que la primera etapa de pavimentación fue desde Las Heras hasta General Paz. Esta obra se llevó a cabo también a través del Plan Abre, coordinado entre el municipio y la provincia. Asimismo, en el marco del Plan Director de Desagües se construyó un desagüe rectangular de hormigón armado que llega hasta calle Necochea, y luego continúa con una sección menor hasta Las Heras. Para la iluminación se instalaron columnas nuevas y se incluyó rampas para personas con capacidades motrices diferentes.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                

Plaza Los Cipreses

Fue inaugurada en agosto del año 2017 en avenida French y Sarmiento, en pleno barrio Coronel Dorrego. La obra fue ejecutada por la empresa EFE construcciones. La plaza, ocupa la dimensión de una manzana (11.520 metros cuadrados) y en las áreas de descanso se pueden encontrar bancos de piezas premoldeadas de hormigón armado.

PLAZA LOS CIPRESES
PLAZA LOS CIPRESES

Por otra parte, el espacio cuenta con senderos peatonales y cabeceras de adoquines de hormigón, con cestos de residuos diferenciados. A su vez, tiene una sección de juegos infantiles, una pista de entrenamiento, 102 árboles y siete columnas de 10 metros con iluminación led. Se trata de espacio público relacionado al Plan Urbano Integral del Noreste, que suma áreas deportivas, sectores de juegos, iluminación y parquización como equipamiento urbano.

La creación de Plaza Los Cipreses se concretó en el marco del Plan Nacional de Hábitat, que se plasmó en los barrios Coronel Dorrego y Guadalupe Oeste. Este Plan incluyó tanto obras de mejoramiento integral como la puesta en valor de espacios públicos.

Entre otras mejoras del referido plan se encuentran las llevadas a cabo en la Plaza de la Primera Infancia, con nuevos juegos infantiles, más la forestación y la iluminación con artefactos LED. Otros espacios verdes intervenidos en la zona fueron el Corredor Avellaneda y el Paseo Sarmiento.

PLAZA LOS CIPRESES

El final de este repaso de la historia de Guadalupe Oeste y sus “barrios” requiere puntualizar que si bien el desarrollo central del barrio fue articulado por la Estación Guadalupe del FFCC hacia el oeste por las calles Risso y Padre Genesio, en sus límites, tanto en el sur con Avenida Galicia, como en el este con General Paz, al oeste Avenida Aristóbulo del Valle, y al norte French, con la más reciente conformación de núcleo de viviendas del barrio Cipreses, este particular sector de la ciudad tuvo desde esos “bordes” urbanos los motores de su crecimiento y población, con las antiguas quintas y grandes parcelas que le dieron origen.

Historia de Guadalupe Oeste (y Coronel Dorrego)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll hacia arriba