Historia del Barrio Acería

El barrio del acero

Hubo una Santa Fe industrial. Esa ciudad de Garay que dentro del esquema extractivo, aunque rentable para ciertos sectores, del par ferrocarril/puerto creció al pulso de las cosechas y del movimiento fluvial. Luego, con el peronismo en el marco del cambio de las relaciones económicas con el crecimiento de la apuesta industrial, de la mejora de la clase trabajadora, pero especialmente, apalancadas esas políticas en la etapa iniciada en la sustitución de importaciones de la década de 1930, con una burguesía industrial nacional, o de “conciencia industrialista y nacional”, ese empuje se materializó en el desarrollo de polos industriales en diferentes puntos del país.

AEREA BARRIO ACERIA - GOOGLE EARTH

El mayor desarrollo se produjo en el ya consolidado conurbano de la ciudad de Buenos Aires. Las otras regiones destacadas fueron el gran Córdoba y el Gran Rosario. Pero también se destacaron algunos crecimientos puntuales, como la producción del hierro en el noroeste, o el acero en San Nicolás, con SOMISA.

Luego de ese período vinieron los sucesivos Golpes de Estado militares que, en cierto modo, por oposición al peronismo, obturaron parte de ese avance hacia la industrialización de base, y luego en otras ramas de la producción diversificada. El Desarrollismo impulsado por Frondizi vino a dar un respiro y apoyo, con otros lineamientos, pero dentro de la misma política de crecimiento integral para la economía nacional. Es decir, más allá del campo y su aporte medular agropecuario, la necesidad de un desarrollo autónomo y sustentable de la industria.

Finalmente, las políticas neoliberales ensayadas por primera vez de la mano de la represión instalada a partir de 1976 con la Dictadura Cívico/Militar hicieron inviable la producción industrial local, frente a la liberación de las importaciones, el encarecimiento de los insumos básicos, y del financiamiento. Lo conocido. La destrucción de la base industrial de la cual sobrevivieron para el retorno de la Democracia en 1983 sólo los sectores más fortalecidos de la etapa previa al industricidio neoliberal y la primarización de la economía.

El resto del camino a partir de 1983 tuvo sus adelantos y retrocesos, pero para el barrio de Santa Fe que nació como una acería ya el tiempo de los años democráticos fueron sin crisol ni trabajo en una zona de la ciudad que en un tiempo se pensó industrial.

El Barrio Acería, que conserva su nombre por la existencia de una industrial productora de acero en la década de 1960 y 1970, es una muestra de esa etapa descripta. Una Santa Fe, con capitales locales, que buscaba crecer en términos industriales. En todo ese tiempo, un poco antes y un poco después, se ubica también a las industrias en Sauce Viejo, la Tooll Resarch, la DKW, la FIAT, y en Santa Fe los tornos SIDERAL, y todo el resto que conformó un incipiente polo industrial que quedó en el tiempo, BAHCO mudada de Santa Fe a Santo Tomé.

Acería surge así a la luz de la historia de la ciudad como una iniciativa industrialista, con un barrio que paradójicamente es representativo del derrotero de las políticas económicas impuestas desde la gestión de facto castrense/civil. De un barrio que podría haber sido industrial, o una “villa industrial”, a la desolación del cierre y el abandono, pasando por planes de vivienda tipo monoblocs para familias menos pudientes, en una solución habitacional de bajo costo y de alta ocupación, para llegar a los ’90 y luego la crisis del 2001 con ciertos sectores de marginalidad, ocupación informal y los fenómenos del Tercer Milenio, ciertamente extendidos en el sector oeste y noroeste de la ciudad. Pobreza, violencia, inseguridad, atraso de servicios, falta de mejoras.

El trazo grueso de la historia de Acería es para enmarcar su nacimiento y crecimiento en el marco general de una barriada que se reconoce con ese nombre pese a que no se fundió más acero en el lugar. Un espacio que además de estar confinado por una forma bastante regular en sus límites, y por cierto no demasiado extensa, posee dos entidades vecinales, producto de aquellas divisiones más impulsadas por la política partidaria y la ubicación de punteros en los barrios que por la visión de fortaleza vecinalista. 

ACERIA SANTA FE - EL LITORAL - 4-7-1956
ACERIA SANTA FE - EL LITORAL - 12-6-1957

Con límites, para el abordaje en Santa Fe mi Barrio, integrado ambas vecinales (Juana Azurduy al norte y Juventud del Norte al sur) se puede demarcar a Acería por las calles Beruti al norte, Menchaca al oeste, la zona de vías del FFCC al este y al sur Javier de la Rosa, con la división entre ambas jurisdicciones por calle Azcuénaga casi en el centro de todo este paralelogramo urbano.

PLANO 1903

Los primeros dueños de la zona

Conformada la Colonia Piquete en la década de 1860 la división de los grandes espacios se inicia en la zona noroeste de la ciudad. En ese esquema aparece Scarafía como uno de esos nuevos propietarios, los que fueron a poblar la Colonia que con el asentamiento de la estación Las Flores del Ferrocarril Santa Fe, o a Las Colonias, comenzaba un desarrollo periférico del centro, luego también camino al matadero.

Justamente, en la zona sur de Acería el dueño de los terrenos entre el Camino Aguirre, luego al Matadero, finalmente Avenida Blas Parera; hasta el Camino a Esperanza, luego Avenida Menchaca. Ese espacio, desde aproximadamente Ayacucho hasta Alberti estaba en 1903 a nombre de “Scarafía Hnos.”. La zona central, desde Ayacucho hasta la estación Las Flores, sobre calle Larrea, el propietario de un espacio que abarcaba también de Menchaca a Blas Parera era Manuel Gálvez, el gobernador y creador de la Universidad Provincial de Santa Fe. El tercer dueño del lugar para el inicio del siglo XX en el plano de Chapeaurouge era “M. López y Cía”, en los mismos flancos al este y oeste, pero desde Larrea hasta Beruti, correspondientes a los terrenos del Matadero, que a su vez habían sido seccionados, al igual que los demás, por las vías del ferrocarril.

El siguiente plano para analizar la subdivisión de las tierras de Acería se ubica en 1930 en el que no aparecen nombres de propietarios, pero si de demarca el manzanero en la zona sur de Acería, entre Larrea y Regimiento 12 de Infantería, desde Camino “Viejo” a Esperanza y las vías del ferrocarril. Este loteo aparece superpuesto con la antigua propiedad de Manuel Gálvez de 1903.

La serie de continuidad de planos se ubica en 1935. En este año el loteo mencionado en 1930 se grafica nuevamente, aunque con un manzanero diferente al oeste, como si fueran quintas en realidad más que con calles trazadas, desde aproximadamente calle Grandoli hasta Menchaca. Al sur el campo de Scarafía se dividió a nombre José Scarafía, la mayor parcela, y otra a nombre de “Vda. de Scarafía”. Al norte, el sector de M. López y Cía. pasaba a manos de “Blanco y López”, en lo que se deduce fue la municipalización del matadero y en el proceso la separación del terreno original completo que ahora quedaba en manos de estas dos personas, presumiblemente constitutivas de la sociedad del antiguo matadero privado.

En 1946, el último plano antiguo de la zona de Acería para analizar, se visualiza el mismo esquema de urbanización anterior, junto con los límites de los campos mencionados, aunque con algunos cambios de titulares. 

PLANO 1946
PLANO 1930
PLANO 1935

El campo de José Scarafía no tiene nombre, pero el de la Viuda de Scarafía figuraba en 1946 a nombre de Bernardo Scarafía. Por otro lado, ya se había producido el cambio de manos sobre el gran campo al norte de la estación Las Flores que de Blanco y López paso a nombre de “Manuel L. Pujato y Ramona Ortíz”.

La continuidad de la ocupación de Acería tuvo su correlato en el desarrollo del loteo original cercano a la estación de ferrocarril, y a su vez, con la instalación de la industria de producción de acero que le imprimió el nombre a la barriada.

AEREA BARRIO ACERIA - GOOGLE EARTH

El crecimiento del barrio

El cambio de campo a quintas, y de quinta a viviendas, fue un proceso paulatino iniciado allá por los años ’30 del siglo pasado cuando los primeros vecinos urbanizados comenzaron a llegar a la zona cercana a la estación ferroviaria. Ese “polo” urbanizador, con el otro punto atrayente de movimiento de personas y luego de afincamiento, fue la industria de fundición para el acero. 

Esta empresa, denominada como “Acería Santa Fe”, se constituyó a partir de 1957 hasta su cierre definitivo en 1971.

En su libro «Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios», Miguel Ángel Dalla Fontana destina un capítulo para el Barrio Acería. En su trabajo el autor menciona sobre los comienzos que “En la década del 50 hacen arribo al lugar las primeras familias como: Lacher, Rodríguez, Felice, Charly, Taborda y Audicio. (La luz eléctrica llega al sector en 1971/72 y el agua potable llego en el 2010). Uno de los primeros reclamos realizados por la Vecinal Juventud del Norte, está firmado por el presidente, Ricardo Ramos en 1963.  Allí, se confirma que parte del sector formaba parte del barrio «Domingo Faustino Sarmiento» con sede en Gob. Rodolfo Lehmann 7699”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

Desde el punto de vista vecinalista, al inicio el barrio Acería dependía de la extensa Vecinal Sarmiento, del barrio Scarafía, que luego fue cercenando su jurisdicción en función de las decisiones de los ediles a propuesta de los vecinos para quedar la zona con las dos entidades ya mencionadas.

La integración poblacional de la zona tuvo en la industria su polo aglutinante, mientras que la estación de Las Flores marcó mientras los trenes circularon hasta mediados de los años ’70. 

La cercanía con Scarafía al sur, el antiguo matadero al noreste, y la propia Acería, hizo que el sector tuviera su propia ocupación creciente a partir de la década de 1960. De hecho, la primera calle pavimentada de la zona, que cruzaba hasta Blas Parera, fue French, para llegar al predio de la fundición.

En el trabajo realizado por Dalla Fontana se incluye además un plano de “urbanización” de los terrenos aledaños a la Acería Santa Fe, que a su vez hizo un loteo hacia el oeste de su predio, que tenía a la fábrica ubicada sobre un triángulo flanqueado por las vías del FFCC al este y luego Beruti al norte, Caferatta al oeste y Roca al sur. 

Ese plano de 1969 fue el que luego del cierre de la empresa cambió de manos la titularidad de los terrenos hasta arribar a un primigenio loteo de la zona.

PLANO URBANIZACION EMPRESA ACERIA - 1969– Plano N.º 597.789 perteneciente a la urbanización que había pertenecido a la antigua «Acería Santa Fe», y pasará a manos, de Eduardo C. Oliva, José Héctor Relañez Passini y Miguel Rafael Neme. Posteriormente, esta fracción formó parte de la salera de Juan Haidar. Plano de la Secretaria de Planeamiento Urbano. Dirección de Catastro. "Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios" – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022
CALLE DE ACERIA
MONOBLOCK ACERIA EN 2017 - AGENCIAFE
MENCHACA Y BERUTI EN 2019 - GOOGLE EARTH
MONOBLOCKS 2022 - EL LITORAL - FERNANDO NICOLA

Desde el punto de vista de la historia de Acería se puede dividir en dos grandes etapas su desarrollo. Por un lado, la correspondiente a la presencia de la fundición (1957-1971) y la segunda a la construcción de las viviendas en bloques, a mediados de la década de 1980, edificios luego ya para el nuevo milenio demolidos y reemplazados por nuevos planes de viviendas de mejores características constructivas.

Sin embargo, los comienzos del Barrio Acería fueron justamente los vinculados a esa industria. Más allá de los quinteros, fueron algunos vecinos los arribados que se iban asentando cerca de otras actividades cercanas al lugar, en especial sobre Blas Parera, como el hospital psiquiátrico, el Liceo Militar y luego en ese predio el Hospital Sayago, también la Cárcel de Las Flores.

AYACUCHO Y ROCA - GOOGLE EARTH
CAFFERATA Y AYACUCHO 2019 - GOOGLE EARTH
AEREA BARRIO ACERIA - GOOGLE EARTH
CAFFERATA Y MONOBLOCKS 2019- GOOGLE EARTH
VECINAL JUVENTUD DEL NORTE
VIÑAS Y BERUTI - GOOGLE EARTH
JARDIN MARADONA- GOOGLE EARTH

Dalla Fontana en su recorrida por la zona logró un importante testimonio de una de las primeras vecinas de Acería. Dolores “Loli” Arregue decía al autor sobre el inicio de la barriada: “Cuando hablamos de los orígenes del barrio Acería nos remontamos al año 1958, cuando todo esto era solo campo. Para entonces, llegaron siete familias que fundaron el barrio como fueron los Lacher, Rodríguez, Felice, Charly, Taborda, Audicio; y ahí, estaban mis padres Aguerre–Rolón. Este lugar fue mutando muy lentamente. Cuando era chica todo esto estaba extendido hasta el barrio Acería (ahora, llamado Juventud del Norte y Juana Azurduy) porque existía una fábrica de Aceros. La zona era tan despoblada, que nosotros recibíamos la correspondencia en el hospital Psiquiátrico, donde había una oficina postal. A propósito, siempre nos decían que pongamos en la correspondencia: ‘Distrito Las Flores Santa Fe’, porque existía otra localidad con el mismo nombre ubicada en la provincia de Córdoba. Si antes había una referencia para ubicar al sector que fue la primera fábrica de Aceros, más tarde, será la salera de los Haidar, o bien, nos referíamos a las vías del trazado del ferrocarril Belgrano”.

En otro tramo de la charla reflejada en el libro «Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios», Dolores Aguerre recordaba “Nosotros, hoy tenemos agua, pero hace poco se hizo una planta potabilizadora donde estaba la cancha de ‘Los Canarios’ que transportaba agua desde Camino Viejo hasta Los Troncos cuya agua era malísima. Hace poco hicieron una perforación nueva pero sale el agua con arsénico, porque al parecer se pasaron de perforación en metros”. («Ciudad invisible. Piquete Las Flores y sus barrios» – Miguel Ángel Dalla Fontana – 2022)

Es verdad, en Acería la necesidad de servicios y mejoras se hizo sentir desde sus comienzos. En otro pasaje dedicado a este barrio Dalla Fontana recupera de publicaciones de los años 1970 y dice que “Para 1971, el periódico «Nuevo Diario» detallaba los reclamos y la complejidad en la que vivía una densa población. Entre los tantos impedimentos con que tenían que lidiar diariamente los vecinos, señalaba el periódico la necesidad de la apertura de un paso a nivel en calle Azcuénaga y por la circulación frente a las vías del «Belgrano Cargas», entre Juan Arzeno y Javier de la Rosa. Otros reclamos, eran los cientos de baches o «rellenos» de las distintas calles; el tapado de la laguna, entre las calles Juan Larrea, Pavón, Grandoli y Rosas; la falta de iluminación, en las principales calles como Azcuénaga, E. Rosas, Grandoli y el trazado de las vías del ferrocarril; además, se solicitaba la prolongación de la línea de colectivo nro. 3 que debería ingresar por Ayacucho una vez que la misma fuera pavimentada”.

En otro orden, la conectividad de Acería con Blas Parera, más que con Camino Viejo a Esperanza, era la necesidad de una salida hacia una calle troncal pavimentada. 

De este modo, más allá de lo que representó por la instalación de la industria del acero la pavimentación de French como ingreso, los reclamos desde fines de los ’50 se sucedieron hasta que la mejor vinculación comenzó a llegar con “Una obra de significación para la penetración al barrio”, que “fue la realizada en marzo de 1972, cuando Obras Públicas junto con el municipio hacían la apertura desde Blas Parera hasta las vías del Belgrano de las siguientes calles: Bernardo Bayo (s-n), calle Pública, Larguía (s-n) y 12 de Infantería (e-o)”

Luego, “En 1974, se logra un mejorado con tratamiento bituminoso en la calle principal de ingreso al barrio que era Ayacucho, desde Blas Parera hasta Camino Viejo a Esperanza.  Pero, por ser la única arteria y al no ser mantenida adecuadamente, en mayo 1975 la situación era deplorable. Por eso, los propios vecinos ante la despreocupación del municipio, tomaron la iniciativa reparándola por sus propios medios con la colaboración de la vecinal “Sarmiento”. Además, en esa oportunidad solicitaban la apertura de nuevas arterias a la redonda”.

Respecto del nombre del barrio, Miguel Ángel Dalla Fontana ahonda en la historia y concluye que la denominación “Acería”, al menos en términos más extendidos, nace incluso luego del cierre de la metalúrgica. 

En realidad, se lo empieza a conocer al lugar con ese “mote”, cuando llegan los planes de viviendas en bloques de edificios: “Se puede considerar que el origen del nombre de Acería tomaba forma dentro de década del 80 cuando en 1986 se construían veintidós monobloques por el «Instituto Provincial de Vivienda» y realizados por la firma «OLIVA S.A.C.I.”. La ubicación del plan de viviendas fue concretado entre las calles Gob. Cafferata y Domingo Matheu. Para entonces, la zona era un gran descampado con un enorme cava aledaño que era propiedad de la familia Ojeda”.

De regreso a los recuerdos de la vecina “Loli” Arregue, el historiador recupera en su testimonio una parte del pasado personal, de la familia en relación con el barrio: “Son tan fuertes las remembranzas del almacén de mis padres en Bernal y Beruti, es decir, en Acería. Era el único en la zona porque el más cercano era el almacén de Kilgelmann. Mi madre, Ana Rolón comenzó vendiendo menudencias, porque al parecer los vecinos necesitaban un poquito de todo: yerba, azúcar y alcohol para prender el sol de noche. Entonces, el negocio comenzó por allá en 1970 y sobrevivió hasta 1984. Recuerdo a mi padre, Ramón Arregue llenando la enorme heladera con el vino ‘Franja Amarilla’, abocado, la cerveza ‘Schneider’ y el pomelo ‘Susurro’, época de la marca Araya”.

El final de esta parte de la historia de Acería se ancla en los recuerdos de esta memoriosa vecina entrevistada por Dalla Fontana. “Loli”, conocida del barrio, rememoraba para la publicación: “En mi juventud, el barrio estaba poco poblado y muy poco urbanizado. El plan de viviendas construido en Acería, era para trabajadores de la sanidad, pero los departamentos fueron tomados en construcción. Así, llegó gente de San Agustín.  Muchos años después Carlos Aurelio Martínez hizo la escuela. El jardín y la Escuela N.º 1000 fueron fundamentales para toda la zona. No era un sector tan conflictivo como ahora. En Viñas al 7800, estaba la cava de los Zalazar donde desemboca la calle Bernard. Eso era todo cava. Íbamos a pescar mojarritas. Lo que recuerdo que Acería formaba parte del trazado de las vías del ferrocarril hasta Gorriti y hasta el Camino Viejo, y más o menos, hasta Ayacucho o Pavón aproximadamente. De esta manera con el tiempo el radio fue cambiando a través de los establecimientos escolares, destacamentos policiales, vecinales y centros de Salud”.

La historia de los monoblocks es en sí misma otra historia, una que todavía para mediados de la década del 2020 se estaba escribiendo.

El plan de viviendas de Acería

Dentro del pasado del barrio, luego del cierre definitivo de la industria de laminado de acero, comenzó otra etapa para Acería en la que el crecimiento demográfico se fundamentó, como proyecto, con la construcción de un conjunto de edificios de viviendas financiadas y a bajo costo en un grupo de manzanas ubicadas al oeste del antiguo predio fabril. De hecho, esas parcelas originalmente correspondían a los terrenos de “Acería Santa Fe”, que iban a ser loteados como parte de las ganancias buscadas desde la empresa.

Lo cierto es que los monoblocks se levantaron a mediados de los ’80, cuando en 1986 quedó establecido el complejo de 22 unidades de departamentos en un sector comprendido de unas cuatro manzanas rectangulares enmarcado por las calles Matheu al norte, Azcuénaga al sur, Viñas al oeste, una parte por Cafferatta y luego las vías del ferrocarril más al este. En total el plan de viviendas comprendió 364 departamentos, los que fueron intrusados y/o tomados por distintas familias con necesidades habitacionales, en muchos casos, otros por oportunistas del momento que como en otros lugares de la ciudad luego de la “toma” los “vendieron” a precio irrisorio a ocupantes informales también, con acuciante carestía de una vivienda.

En una descripción de un cuadro entre la marginalidad y la falta de casas para esas familias, se conformó de hecho la ocupación de Acería, lo que llevó con el tiempo a la falta de mantenimiento de los edificios, más su construcción o terminación inconclusa por la ocupación ilegal. Estas condiciones de origen llevaron a un cuadro de deterioro de las estructuras, escaleras y otras dependencias comunes, más allá de los propios departamentos que hicieron inviable, y poco segura, la ocupación de las unidades habitacionales.

La historia de estos monoblocks recuerda que es un grupo de edificios, un total de 22, levantados entre las calles Matheu, Cafferata, Azcuénaga, Edmundo Rosas y Viñas, que aglutinaron unos 364 departamentos. Estas torres se construyeron en 1987 como una forma de solucionar el problema habitacional de familias con ingresos registrados, dentro de los planes FONAVI, o Fondo Nacional de la Vivienda, una forma de financiar en cuotas muy bajas el acceso a los departamentos.

CAFERATTA Y ROCA - GOOGLE EARTH
CAFFERATTA Y ROCA 2019 - GOOGLE EARTH

Con esa premisa las primeras viviendas fueron entregadas a fines de los ’80 a titulares dentro de los planes FONAVI, pero otras fueron finalmente intrusadas. Igualmente, los problemas constructivos en la mayoría de las unidades, pero especialmente la falta de mantenimiento a partir de la no conformación de consorcios de vecinos que pudieran hacer las obras y conservación necesarias produjeron un deterioro sostenido de las estructuras.

DEMOLICION MONOBLOCKS 2019
DEMOLICION MONOBLOCKS 2019

Los problemas de los monoblocs eran varios, en donde vivían unas 18 familias por cada uno de ellos. Así lo reflejaban los medios locales, en reiteradas oportunidades, a partir de la primera década del nuevo milenio. Así lo describía el diario Uno Santa Fe, cuando en 2011 publicaba bajo el título “Es muy difícil vivir en Barrio Acería” que “Así definieron los vecinos de ese sector de la ciudad la realidad que atraviesan en los monoblocks. A lo que le suman la contaminación ambiental por los desechos cloacales que corren por las zanjas”. En esa nota el cronista mencionaba como problemas inherentes a los edificios que “Es un complejo habitacional de 22 monoblocks y hoy por la falta de mantenimiento se nota el paso del tiempo: se comenzó a caer la mampostería, las escaleras están en algunas torres flojas y en otras desprendidas y hasta se ven rajaduras y grietas. A eso se le suman las condiciones ambientales del barrio consideradas por los vecinos como ‘infrahumanas’ en donde por las zanjas a cielo abierto por ejemplo corren los desechos cloacales”. (Uno Santa Fe – 28/1/2011)

DEMOLICION MONOBLOCKS 2021
DEMOLICION MONOBLOCKS 2022 - EL LITORAL - FERNANDO NICOLA
INICIO CONSTRUCCION 100 VIVIENDAS 2018 - GOB PCIA
PLAN VIVIENDAS LARREA Y E ROSAS - 2019 - GOOGLE EARTH

A esta descripción se agregaba: “En el complejo hay 364 departamentos y allí viven más de dos mil vecinos y el problema, y según cuentan los vecinos, hay desprendimiento de mampostería, los hierros están oxidados y en algunos casos rotos, en varios llueve más adentro que afuera, hay problemas de cloacas, no hay agua potable…”. En primera persona el medio citaba a los propios vecinos: “Pisos, patios y zanjas inundadas de orín y materia fecal provocando que se reproduzcan distintas alimañas como mosquitos, dengue, ratas, vinchucas, entre otras, que afectan nuestra salud con síntomas como vómitos, diarrea, mareos y fuertes dolores de cabeza por estar respirando gases de todo este excremento provocando alto riesgo de enfermedades”. Y concluían “Es imposible habitarlos, vivimos con miedo y sobre todo por nuestros hijos con terror a los derrumbes”.

Esta condición de inhabitabilidad de las torres llevó a que el mismo 2011 el gobierno provincial proyectara reemplazar las viviendas, con nuevas unidades a construir en el entorno cercano dentro del mismo Barrio Acería, mientras que se tomaba la decisión de demoler los edificios a medida que fueran reubicadas las familias. En su momento el anuncio fue recibido con esperanza por parte de los vecinos.

Originalmente la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo tenía proyectado construir 372 unidades habitacionales, pero luego cambió esa propuesta a un total de 391 viviendas en el Barrio Acería en tres etapas como reemplazo de los departamentos en las torres a demoler. 

En este marco, mediante la aprobación de la Municipalidad de Santa Fe y del Concejo Municipal la Provincia avanzaba con la propuesta de adquirir cuatro loteos en la zona para edificar el nuevo complejo. 

Este nuevo proyecto fue realizado “con el criterio de reducir la densidad urbana, sustituyendo las torres de cuatro niveles por una combinación de prototipos dúplex y planta baja”, según la directora de vivienda de la provincia en 2011. (El Litoral – 16/8/2011)

Pese a los anuncios, pasaron varios años hasta que en 2017 nuevos anuncios daban cuenta de concretar la construcción de las nuevas casas para demoler los edificios antiguos de Acería, que profundizaban su condición de precariedad y riesgo real de estar habitados. Es más, en 2012 el monoblock N° 7 fue preso de las llamas y debido a ese incendio terminó por colapsar en su estructura.

En este caso el propio gobernador Miguel Lifschitz informaba a los vecinos que «comenzó la transformación que implicará la demolición de cada uno de los monoblocks para luego hacer 336 nuevas viviendas». En comunicado oficial del gobierno provincial sostenía que “La inversión es millonaria porque demandará 455 millones de pesos y la intervención se hará en seis años. Se construirán en las tradicionales manzanas donde hoy están los monoblock que se irán demoliendo, luego de reubicar a los habitantes que esperan mientras se les hacen las casas nuevas. Este sector está delimitado por Matheu, Caferatta, Azcuénaga, Edmundo Rosas y Viñas; y además se suman cuatro manzanas comprendidas entre Azcuénaga, Edmundo Rosas, Ayacucho, Grandoli y Caferatta. En tres se harán viviendas y la última se destinará para un espacio verde. Todo el complejo se dotará con el equipamiento urbano necesario para las familias. En este marco, comenzó la primera etapa de obras con la demolición de la agrupada Nº 21 (ubicada en la manzana delimitada por Roca, Azcuénaga y Grandoli). Las tareas continuarán con la construcción de 80 viviendas y las obras de infraestructura correspondientes, que demandarán una inversión de 87 millones de pesos”. (Agenciafe – 17/4/17)

Un año después, en noviembre de 2018 comenzaron las primeras obras de construcción de un centenar de viviendas para los primeros vecinos a reubicar. Los trabajos no estaban muy lejos, en realidad en unas manzanas contiguas hacia calle Ayacucho, por lo que desde las torres se podía ver el avance en el nuevo complejo.

De este modo, paulatinamente, las familias ocupaban sus nuevas casas, en los dúplex del barrio contiguo, mientras que al desalojar las torres estas estructuras eran demolidas una a una, de un modo de no afectar a las restantes cercanas que todavía seguían habitadas. Por ejemplo, en febrero de 2021, en unas tres horas, retropalas de gran porte demolieron el monoblock N° 16 del barrio. Así se sumaba el octavo edificio de familias reubicadas sobre un total de veintidós, por lo que entonces restaban catorce por demoler. Sin embargo, las situaciones económicas planteadas con el incremento de los valores de la obra pública debido a la inflación de los años 2022 y 2023 especialmente, comenzaron a afectar el desarrollo previsto del nuevo barrio. 

Este contexto afectó los planes originales de también ocupar con nuevas viviendas los terrenos vacantes dejados libres luego de la demolición de las torres y retiro de sus restos.

Como dato más reciente se puede citar al diario UNO Santa Fe en una nota que abordaba la paralización de la obra de nuevas viviendas en Barrio Acería destinadas a los vecinos que todavía vivían en las precarias torres que quedaban. “La obra del plan de vivienda de barrio Acería ‘está parada’ tras la suspensión de 30 trabajadores”, titulaba el medio en agosto de 2023, y describía que “Los trabajadores se encuentran desconcertados ante la suspensión: ‘No justificaron nada, por eso estamos esperando a que nos den una respuesta. La obra venía marchando todo bien’. La medida alcanza a alrededor de 30 trabajadores y como consecuencia de esta Rosana confirmó que la obra, que inició en enero ‘está parada’”. (UNO Santa Fe – 9/8/2023)

NUEVAS CASAS COMPLEJO ACERIA - WEB LUCAS SIMONIELLO

Para el 2024, las obras en el Barrio Acería para reubicar vecinos estaban detenidas, incompletas, con varias viviendas nuevas ya habitadas, pero con numerosas familias, prácticamente la mitad, que todavía vivían en los viejos edificios inhabitables a la espera que las promesas de más de diez años pudieran hacerse realidad, en un nuevo marco de políticas nacionales que en ese momento pocas esperanza sembraban sobre viviendas construidas por el Estado, a pagar por sus beneficiarios, para atender una de las necesidades y derechos básicos: una vivienda digna.

Acería y sus postergaciones

Como en otros barrios del noroeste Acería carece principalmente de calles transitables, entubadas, pavimentadas. A las arterias Beruti y Ayacucho pavimentadas, como vinculación este/oeste entre Blas Parera y Menchaca, se suman algunas calles internas parcialmente mejoradas. Ejemplo de ello son dos cuadras, una sobre Beck Bernard por la presencia de la escuela Zapata Gollán, la otra con un pavimiento articulado que tuvo dilaciones en su ejecución y que comprende la cuadra de la vecinal Juana Azurduy, el destacamento policial y el dispensario por calle Matheu al 6200.

TERRENO UTILIZADO PARA CONSTRUCCION DEL ALERO ACERIA - LUCAS SIMONIELLO - "PIQUETE Y SUS BARRIOS" - DALLA FONTANA
INAUGURACION ALERO ACERIA 2017 - FB MUNICIPALIDAD

Agua corriente y cloacas, gas natural, iluminación, recolección de residuos domiciliarios, eran materias pendientes todavía a mediados de la década del 2020. Entre ambas entidades vecinales, Juana Azurduy y Juventud del Norte, las gestiones y acciones para obtener mejoras fueron un norte para las comisiones directivas, sin embargo, junto con el proyecto inconcluso de la erradicación de los monoblocs en mal estado, las peticiones continuaban ante las autoridades. Entre esos reclamos se incluían la situación de malos desagües y anegamientos, en especial en algunos sectores bajos como en el cruce de las calles Beruti y Viñas, y también en Matheu y Viñas.

CAFFERATA Y BERUTI - GOOGLE EARTH
NUEVAS CASAS COMPLEJO ACERIA - WEB LUCAS SIMONIELLO

Avances importantes fueron la construcción del nuevo centro de salud de Juventud del Norte, sobre Ayacucho en la misma manzana donde se ejecutaron parte del plan de nuevas viviendas. Otro adelanto fue la construcción el “Alero Acería”, espacio lúdico de deportes y cultura para toda la barriada. También puede sumar la pavimentación de Menchaca, en el límite oeste de Acería. No obstante, la necesidad de mejora en las calles, de iluminación, eran parte de una necesidad para erradicar al mismo tiempo situaciones de inseguridad permanente, aspecto sufrido por los vecinos de la zona.  

ARREGLO CALLES 2022 - FB MUNICIPALIDAD
CALLE LARREA - GOOGLE EARTH
Historia del Barrio Acería

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