Historias y lugares de Los Hornos

Huelga de Ladrilleros

En 1928 se desarrolló un reclamo de los trabajadores de los hornos de ladrillos de la ciudad de Santa Fe. La historia se escribió fundamentalmente desde los dueños de los hornos, de los dueños de esas tierras que dejaron cavas, y luego de sus rellenos o de poder lotear entre los bajos, la historia de un negocio inmobiliario dentro del mismo barrio de Los Hornos.

De esos reclamos de los trabajadores daba cuenta el diario El Orden y en esa publicación se exponían, a modo de muestra de las condiciones de vida y laborales, se pueden citar aquellos puntos solicitados a la patronal por los hombres que engredaban sus manos para hacer los ladrillos de las casas y edificios que nunca habrían de poseer.

HUELGA DE LADRILLEROS - EL ORDEN 20-10-1928

Publicaba el diario en 1928 la proclama de la “Sociedad de Resistencia de Obreros Ladrilleros y Anexo de Santa Fe”, que en la asamblea del 14 de octubre habían determinado pedir que la jornada laboral fuera de ocho horas divida en dos tramos de cuatro. Que en verano el horario fuera de 6 de la mañana hasta las 10 y por la tarde desde 14 a 18, mientras que invierno fuera de 7 a 11 y de 13 a 17, y que “El mate y el café se tomarán antes de comenzar el trabajo”.

Que el jornal mínimo debía ser de “siete pesos” por día y que los trabajos fuera de horario debían pagarse el doble. Que las “cargadas de tierra y banqueteadas efectuadas por tanto se abonarán en razón de peso uno con ochenta centavos el millar”, siempre dentro de las ocho horas. Otros pedidos eran que “los tanteros como los peones por día no podrán cargar más de tres filas de carretillas y descargados por manos de tres adobes. El trabajo se hará al paso natural sin correr. El portero de las hornallas será relevado cada medio día…”. Que los cortadores debían cobrar cinco pesos como mínimo y que no podían hacerse cargo de la protección del apilado fuera de las ocho horas, aunque hubiera mal tiempo. Que cuando el adobe se perdiera en el pisadero por mal tiempo el patrón pagaría al menos la mitad de ese adobe pese a no recibirlo, “o sea pesos dos con cincuenta por millar”.

Que el pago sería por quincena, y que el patrón debía proveer todas las herramientas en buenas condiciones. Que “los trabajadores quedarán en libertad de comer donde les convenga sin exigencia por parte de los patrones”. Que el descanso dominical era obligatorio y que los trabajadores que adhirieron a la huelga no debían sufrir represalias.

Finalmente, en el artículo 14, que “Los menores de quince años percibirán como mínimo por mes pesos sesenta y cinco sin comida y treinta pesos con comida. Son trabajos inherentes a los mismos pisar barros, sacar agua con caballo, echa bosta en los pisaderos, llevar bolsas de carbonillas y hacer de pasa mano arriba del horno”. (El Orden 20/10/1928)

Los reclamos hablan de las condiciones de trabajo en los hornos ladrilleros de los patrones santafesinos, entre los que estaban, mayoritariamente las ladrillerías del Barrio Los Hornos.

Del Camino del Medio a la Avenida Facundo Zuviría

La ciudad de Santa Fe tuvo en el comienzo de su historia en el nuevo emplazamiento una conectividad por agua desde el riacho Santa Fe hacia el Colastiné, el Paraná y hacia el Coronda. Por tierra, se estableció como punto de inflexión del viejo Camino Real desde la pampa fluvial, llegando desde el Río de la Plata, hasta las sierras de la mediterránea Córdoba, y de allí hacia el norte o hacia el oeste, hacia el Alto Perú o hacia Cuyo.

Ubicada en su nuevo emplazamiento, luego de 1660, la Santa Fe se instaló, según la premisa de los adelantados españoles, en un punto de contacto y de encrucijada al mismo tiempo. Contacto por estar en un lugar para acceder o vincular la navegación fluvial con el camino terrestre. De encrucijada por coincidir en la posición a mitad de camino desde la Santa María de los Buenos Aires hasta Nuestra Señora de la Asunción, y al mismo tiempo, hacia Córdoba y luego el Alto Perú.

Así las cosas, los caminos fueron también en su vinculación con el entorno, un aspecto importante de la ciudad y su desarrollo. Los “caminos” de salida hacia el norte, dado que el este, sur y oeste estaba cercado por agua, eran, de este a oeste. El Camino a Guadalupe (hoy Marcial Candioti y General Paz), el Camino a Ascochingas (hoy Aristóbulo del Valle), el Camino del Medio (hoy Facundo Zuviría), el Camino de Nogueras (hoy López y Planes y Peñaloza) y el Camino de Aguirre (hoy Perón y Blas Parera).

De ellos, el “Camino del Medio”, era el sendero que actuaba como divisor de aguas, de pendientes, hacia la Setúbal, o hacia el Salado. Ese Camino del Medio era además que dividió al momento de la entrega de la tierra a los vecinos de la nueva Santa Fe los terrenos y chacras que se mencionaban como “Pagos de Arriba” (al este) y “Pagos de Abajo” (al oeste). Es decir, el Camino del Medio, que era la prolongación de calle 9 de Julio hacia el norte, luego se la llamó Camino Simón de Iriondo, y más tarde, por tramos, Facundo Zuviría, fue un verdadero límite de propiedades para los vecinos. Por ello, la avenida fue en su momento un límite entre campos y chacras, sin atravesar terrenos al medio, como sí lo hicieron luego las vías férreas, pero esa es otra historia.

El transporte público de pasajeros en el Camino Simón de Iriondo, en la extensión norte de la ciudad. Fuente: Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe. Labor Municipal en la Ciudad de Santa Fe. 1937/1941 ATLAS DE SANTA FE
SIMON DE IRIONDO DE TIERRA - EL LITORAL 22-7-1964

Originalmente el Camino del Medio fue luego conocido como Camino Iriondo, debido a la gran quinta de Iriondo que ocupó el lugar entre Facundo Zuviría y Aristóbulo del Valle, en lo que después fue la jurisdicción de los barrios Oser y Fomento 9 de Julio.

Cuando el desarrollo de Los Hornos se hizo más fuerte, y Fomento 9 de Julio se extendió hacia el oeste, la importancia del camino Iriondo se hizo palpable, y las primeras acciones para pavimentarlo se hicieron presentes en los reclamos y pedidos de los vecinos.

En 1938 se aprobaba la inversión de algo más de 420.000 pesos para la “…construcción del empalme del camino pavimentado Simón de Iriondo con la calle 9 de Julio, a lo largo de calle Facundo Zuviría…”. Es decir, el pavimento se había hecho hacia el norte, porque antes la salida hacia San Justo se hacía desde Aristóbulo del Valle por calle Derqui hasta el Camino Iriondo (hoy Facundo Zuviría) y desde allí hasta Estanislao Zeballos para llegar recién a Blas Parera.

Esta nota de El Litoral daba cuenta de la pavimentación del tramo intermedio, desde la zona de las “4 vías”, en Cándido Pujato hasta Derqui. Era un proyecto del gobierno provincial, dado que el municipio no podía financieramente realizar la obra. La iniciativa de la Provincia incluía algunas expropiaciones necesarias para esa extensión de 9 de Julio y contemplaba el pedido de los vecinos que la obra no fuera por contribución de mejoras, dado su alto costo. (El Litoral 28/8/1938)  

INAUGURACION OBRAS FACUNDO ZUVIRIA Y EN GOYENA - EL LITORAL 6-2-1965

La licitación de esta obra se realizó en septiembre de 1938, y para 1939 cuando se ejecutaba, hubo varios reclamos por el nivel del pavimento que estaba por encima de las edificaciones existentes, todo ello dentro de la jurisdicción de Fomento 9 de Julio.

La intervención de mejoras en la Avenida Facundo Zuviría en la zona de Los Hornos vendría de la mano de la década de 1960, con inicios y demoras, pero que para 1965 dejaban inaugurada en la intendencia de Ramón Lofeudo un tramo más de la remodelación, que además incluyó para la zona de Ciudadela la pavimentación de Diagonal Goyena. (El Litoral 6/2/1965)

No obstante, más al norte, la zona del camino Simón de Iriondo, en el corazón de Los Hornos, permanecía con problemas de transitabilidad

Ya adentrados los años ’70 los problemas de la Avenida Facundo Zuviría en Los Hornos se daban por la gran cantidad de tránsito y la dificultad para los peatones de cruzarla. En el vespertino local se exponía una pieza gráfica y se detalla la necesidad de construcción de un “cantero central”, cuando la avenida tenía un solo semáforo, en el cruce con Presidente Roca. (El Litoral 1/2/1976)

Para unos años después, en la zona de Don Bosco, se proyectaba la rotonda del cruce con Estanislao Zeballos, que se licitó el 9 de marzo de 1979 y que incluyó además la instalación de semáforos en la zona. (El Litoral 1/3/1979)

Un dato no menor para el caso de Facundo Zuviría es que ninguna línea de tranvías circuló por esa avenida, fueron los colectivos los que finalmente trajeron el transporte público, incluso antes del retiro del servicio de tranvías a comienzo de los ’60.

FACUNDO ZUVIRIA SIN CANTERO CENTRAL - EL LITORAL 1-2-1976
ROTONDA ZUVIRIA - ZEBALLOS - EL LITORAL 1-3-1979

Con los años el corredor, por la gran presencia de comercios de comercialización de repuestos de automotor, talleres, desarmaderos, fue bautizada como la “Avenida Tuerca”. En los tiempos más cercanos al comienzo del siglo XXI la avenida tuvo varias reformas menores, con dársenas de giro en algunos puntos, como el cruce con Iturraspe, y la semaforización con onda verde, lo que mejoró la fluidez del tránsito y seguridad para el cruce de peatones.

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