Historia de la República de Los Hornos

Barrio Los Hornos y sus barrios

Como en otros espacios de la ciudad, un gran espacio urbanizado corresponde a varios “barrios” dentro de una misma vecinal, o de un origen similar por el uso de ese territorio para alguna actividad. Como Santa Rosa de Lima, que tiene varias vecinales pero es un mismo “barrio”, otros barrios, como Los Hornos, tienen una sola y extensa entidad vecinalista, con una amplia jurisdicción que engloba espacios interiores autopercibidos como barriadas propias, con alguna historia distintiva que los identifica por sobre el colectivo mayor que los engloba.

BARRIO LOS HORNOS - EL ORDEN 16-6-1934

De este modo, en el Barrio Los Hornos, en su entorno vecinal, son reconocibles tres espacios diferenciados: Los Hornos (que incluye a lo que se conocía/conoce como Calcagno), Ciudadela y Don Bosco. De todos ellos, el central, más extenso y fundante es el territorio otrora con hornos de ladrillos y cavas, de zonas bajas, en especial entre el Camino del Medio (luego Camino Iriondo y más tarde Facundo Zuviría) y el Camino Nogueras (luego Peñaloza).

En Santa Fe mi Barrio se tratará de este modo la historia de Los Hornos, es decir, por separado, pero sin desvincular, los espacios reconocidos como Ciudadela y Don Bosco, en aras de respetar ese reconocimiento e identidad de cada lugar, al mismo tiempo, de ordenar los contenidos para enriquecerlos con su espacio propio dentro de esta publicación.

Esta zona de la ciudad, como lo refiere la publicación de la Municipalidad de Santa Fe en 1998 sobre la historia de Los Hornos, pasó por tres momentos en su desarrollo. El primero como tierras de labranza, en este caso, sobre el propio Camino del Medio, divisor de aguas hacia el Salado o la Setúbal que dividía los “Pagos de Arriba” (al este) de los “Pagos de Abajo” (al oeste).

Luego vino el tiempo de la utilización mayoritaria del lugar, dados los bajos prexistentes y el trazado de las vías, como espacios de hornos de ladrillo, de ahí su nombre reconocido, junto con un par de quintas recordadas y fundantes del barrio.Y finalmente, ya desde mediados del siglo pasado, la ocupación como urbanización, dispar y diferenciada de todo el barrio, con las avenidas Facundo Zuviría y López y Planes (luego Vicente Peñaloza) como irradiantes de ese crecimiento, también con las calles transversales en el sur Presidente Roca y Diagonal Goyena, más Estanislao Zeballos al norte.

PLANO 1903

Así las cosas, amplios sectores internos del barrio, en especial los ubicados en el oeste, lindantes con el viejo Camino Nogueras (Peñaloza), quedó sumido en el atraso de infraestructura básica, con aguas corrientes, cloacas y en especial con el pavimento de las calles, que para la segunda década del Tercer Milenio seguía como una materia pendiente.

En los planos antiguos de la ciudad se destaca esta zona por estar hasta 1903 en varias manos, a diferencia de otros espacios más al norte en los que los propietarios tenían extensiones de terrenos más amplios. Ya al inicio del siglo pasado aparecen los apellidos de los “fundadores” de Los Hornos. Así, al norte de la quinta Escalante, entre las vías al este y el Camino del Medio (Zuviría) al oeste se contaban los terrenos de Calcagno, Blanco y Pinasco, Alsina (atravesado por el ferrocarril) y luego la quinta de Botterón. Esta última parcela se podría ubicar como un triángulo detrás de Jardín Mayoraz, flanqueado por las vías, al norte Casanello, Facundo Zuvuría y al sur, aproximadamente, Lavaisse. En el norte de este triángulo con lados por la avenida y los rieles, sobre al este de Don Bosco, se ubicaba en 1903 una parcela cortada por el tren, a nombre de Rousseau.

El otro sector se puede caracterizar por el Camino Nogueras al oeste, la luego Avenida Zuviría al este, al norte lo que sería Estanislao Zeballos y al sur lo que se constituiría como la “Diagonal Goyena”, que unió ambos caminos principales y dividió las propiedades de Arteaga y de Salva, zona que luego fue conocida como “Ciudadela. Más al sur todavía se ubicaban los terrenos de Routunnez, Videla y Cía. y un pequeño triángulo de Crespo, más la parte de Escalante que luego quedaría del lado de Calcagno al dividir la quinta las vías que llegaron hasta el Puente Negro.

Hacia el norte de esos terrenos se ubicaron parcelas a nombre de Ambrosio, Ingaramo e Iturraspe, todos sobre la luego Avenida Peñaloza hasta llegar a Estanislao Zeballos. Luego, hacia el interior, se distinguen en el plano de 1903 de Chaperouge un gran terreno sobre el Camino del Medio, entre Derqui y Casanello, hasta más o menos lo que fue calle Zavalla después, a nombre del Banco Nacional.

 Al norte se ubicaban dos terrenos con acceso por lo que sería Casanello, de los que eran propietario Videla y Colina. Finalmente, el último propietario de lo que luego fue Don Bosco era Crespo.

En un plano de 1913 la zona de Los Hornos seguía con la misma conformación de propietarios, es decir, como en 1903 eran solo diecisiete los dueños de todo el espacio de Los Hornos. Lo distintivo en ambas representaciones, con diez años de diferencia, es que no se visualizan calles trazadas, manzanas, es decir loteos. Sólo las vías, los caminos Nogueras y Del Medio, más la traza abierta que luego ubico a Casanello y a Estanislao Zeballos.

Para 1924 otro plano reproduce algunas subdivisiones de las grandes parcelas, en especial de aquella que era del Banco Nacional, y como aspecto a destacar, la primera urbanización graficada se ubica en la zona de Calcagno, en lo que había sido el horno de ladrillos y la cava, con una vinculación hacia la Avenida Aristóbulo del Valle, sin llegar hasta Facundo Zuviría, o Camino Iriondo, como se conocía a la arteria en ese entonces, por la quinta de Iriondo ubicada más hacia el sur. De este modo, la “Villa Calcagno”, con su loteo, se ubica como la primera referencia urbanizada de la zona de Los Hornos, que como es lógico, corresponde al sur de naciente barriada, más cerca de la trama urbana consolidada de la ciudad.

PLANO 1913
PLANO 1932
PLANO 1935

Para 1932, en pocos años, el avance de la urbanización de Los Hornos se había extendido profusamente. Por un lado, la zona sur de Ciudadela, ubicada entre las vías con su encrucijada en Luciano Torrent y Saavedra, en el “otro” puente negro o ferroviario de la ciudad de vías sobre vías, todo ese sector estaba con sus calles graficadas y manzanero demarcado. Ya entonces se distinguía el espacio que corresponde al Club Gimnasia y Esgrima, como así también, un predio amplio entre Padilla, Saavedra, Zapata y Zuviría.

También para 1932 el damero manzanero de Villa Calcagno se había completado para la venta de lotes, con el inicio del loteo de la quinta de Botterón, al sur de Calle 26 sin nombre, luego Cassanello, siempre al este de Zuviría y hasta las vías del FFCC.

El otro lugar urbanizado para el inicio de la década de 1930 era el antiguo terreno de Crespo, entre Facundo Zuviría y San Lorenzo, y desde Castelli hasta Ricardo Aldo. Se escinde de este loteo la franja que correspondiente al colegio y parroquia Don Bosco, sobre Zeballos.

Con el avance del tiempo las urbanizaciones y ventas de lotes en la zona de Los Hornos avanzaron vertiginosamente en la parte cercana a Zuviría. De este modo, en 1935, el progreso de los parcelamientos, venta de terrenos y apertura de calles comienza a unir la Villa Calcagno con la otrora Quinta Botterón, más la extensión hacia el norte, sobre la avenida central, desde la diagonal Goyena. Lo distintivo es que a mediados de la década de 1930 todavía la zona oeste de Los Hornos, y su parte central, estaba sin urbanizar.

PLANO 1946

Así figuran como dueños de amplios espacios el antiguo propietario Constancio Ambrosio, desde la proyección de Salvador del Carril hacia el norte, hasta llegar a la zona aproximada de Casanello, donde Ignacio Iturraspe era el dueño de los terrenos al oeste de Don Bosco, atravesado por el “Camino Pavimentado” de Estanislao Zeballos, tal como lo menciona el plano de 1935, y que se tomaba como límite norte de la ciudad urbanizada en ese tiempo.

Sobre la familia Botterón vale la pena recuperar una publicación rescatada por Luis Mino en su trabajo “Para Conocernos” con la edición del 15 de Junio de 1939 de la Revista “El Norte” en la que se destacaba con piezas gráficas incluidas palabras dedicadas a los pioneros de Los Hornos. Decía el medio en una página especial: “Cuando estos lugares estaban dejados de la mano de quien sabe, los Botterón fueron unos de los primeros en ubicarse en lo que hoy nosotros llamamos barrio de LOS HORNOS. Fueron personas estas que contribuyeron con su esfuerzo y a costa de sacrificios a construir lo que ya se deja entrever, será uno de los barrios más progresistas de nuestra ciudad”. En la publicación aparecían las fotos de Don Amadeo Botterón y José Botterón más su señora, Camila Durán de Botterón, para ese momento fallecidos.

BARRIO BOTTERON - EL ORDEN 4-8-1937
LOS FUNDADORES DEL BARRIO LOS HORNOS

Asimismo, se incluía a José Botterón (hijo) que era, según el medio, “…fiel reflejo de sus antepasados, gran animador y propulsor dentro de lo concerniente a cultura y progreso de nuestro barrio, hombre joven y dinámico, de corazón grande y noble que lleva sabia y estirpe de sus padres a quienes tanto debe nuestra vecindada progresista, y en la que se cumplieron los anhelos de sus viejos moradores, en convertirla en república de LOS HORNOS, hoy hecha una realidad”. (Revista “El Norte” – 15/6/1939 – “Para Conocernos” Luis Mino)

En el último plano a analizar de la serie, para 1946, sólo quedaba por lotear el campo de los herederos de Ambrosio, incluso con los terrenos de José Marsengo, donde se encuentra la plazoleta de calle Llerena y San Lorenzo, que comenzaban a lotearse. Justamente, en un plano de este loteo de 1949 se detallan las cavas que existían, bajíos con agua resabios de los antiguos hornos de ladrillos del mismo propietario en el lugar. 

Esas cavas estaban delimitadas por Facundo Zuviría al este, San Lorenzo al oeste, Lavaisse al sur y Pedro de Vega al norte. Es más, los terrenos se vendían sobre Gobernador Freyre, pero por ejemplo calle Gorostiaga se cortaba pocos metros al este por estas cavas.

 

Los Hornos de ladrillos

Como lo refiere el fascículo sobre Los Hornos de la “Historia de los Barrios”, publicada por la Municipalidad de Santa Fe en 1998 a instancias de un trabajo del Museo de la Ciudad, la historia de República Los Hornos tiene que ver justamente con su nombre.

En esta zona de Santa Fe, al norte de Goyena y al oeste de Facundo Zuviría, se instalaron hornos de ladrillos, allá por los fines del siglo IXX y comienzos del XX. En medio de la expansión de los ferrocarriles, de una Santa Fe ya incorporada al modelo productivo agroexportador, dentro de ese contexto que fijo las bases de una economía que permaneció hasta al menos los ‘70, muchos inmigrantes llegaron a la ciudad. Esos nuevos pobladores demandaban viviendas, y sabido es que antes de otros sistemas constructivos modernos, los ladrillos eran indispensables para edificar.

De esta forma, República Los Hornos no es un nombre gratuito, el barrio llevó por años las marcas, las cicatrices de las cavas que se hicieron en la zona para producir los ladrillos usados en las casas de los santafesinos de principios hasta mediados del siglo pasado. Esta zona en su momento estaba alejada del centro de la ciudad y se ubicaba sobre la vieja ruta a San Justo y Reconquista. Era el antiguo Camino del Medio, luego Camino Simón de Iriondo, que oficiaba de salida hacia el norte de Santa Fe, por Estanislao Zeballos hasta la “Curva de Roses”, antes de consolidarse con ese destino Blas Parera como Ruta Nacional N° 11 por López y Planes hacia Avenida Freyre y de allí por el sur hacia el Puente Carretero.

Dice la citada publicación del municipio que “Así encontramos que hacia 1915, en un plano catastral de la ciudad, lo que hoy es el barrio Los Hornos contaba con un puñado de propietarios entre los que encontramos a Benito Peña, Amadeo Botterón, Benedetto Marsengo, Juan Bautista Riestra, Constancio Ambrosio, Los Hermanos Guerra y Juan Calcagno”.

Lo dicho anteriormente, el lugar fue cambiando de nombre, se la conoció en su zona sudeste como “Villa Calcagno”, al este de Facundo Zuviría como barrio “Peña Boterrón”, y más al norte como barrio “El Derby” por los cuidadores de caballos de carrera y de polo que desarrollaban su actividad en el antiguo Hipódromo Santafesino, en Barrio Belgrano, al este de la Esquina Encendida, antes Campo de Deportes de la Universidad, frente a Don Bosco. Sin embargo, la actividad principal que predominó en el lugar fue finalmente la que marcó su nombre a través de los tiempos “Los Hornos”.

Abrevando en la tarea investigativa del Museo de la Ciudad se puede describir que en los primeros años del siglo pasado la vida en el barrio no era nada fácil. No había ni luz eléctrica, ni agua potable, ni asistencia médica. Tampoco había demasiadas calles internas, eran apenas senderos donde pasaban los carros tirados por caballos, y en los días de lluvia, la zona era intransitable. Esos carros eran además los que transportaban los ladrillos cocidos hacia su destino en las nuevas casas de esa trama urbana santafesina que crecía más allá del centro de la ciudad.

AVENIDA FACUNDO ZUVIRIA I - FB ASOC AMIGOS AVDA
LOS HORNOS EN 1937 - EL ORDEN -8-1937

Entre las tantas historias de esfuerzos y tenacidad, se recuerda a una de las propietarias de los terrenos, la señora viuda de Riestra, la que se veía trabajar de sol a sol, o con lluvia, o con heladas, para ordeñar sus 30 lecheras y mantener su campito de alfalfa, en el corazón del barrio.

Algunos adelantos comenzaron a llegar recién en 1930, cuando se pavimentó Facundo Zuviría, desde las 4 Vías en barrio Oser, hasta llegar a su continuidad, entonces Camino Simón de Iriondo, que se extendía hasta Estanislao Zeballos. Ese fue el primer impulso de progreso. Así, comienza a lotearse algunos terrenos no utilizados para la construcción de ladrillos y se abren las calles transversales. De esta manera, se produce una especie de “colonización” de Los Hornos con la llegada de nuevos vecinos, más actividades comerciales y comunitarias, todas especialmente afincada sobre la avenida que atraviesa el barrio.

LOS SIN TECHO EN LOS HORNOS

En la década siguiente, es decir 1940, se profundizan las transformaciones. Por un lado, llegaron los salesianos al barrio y crearon la parroquia y el Colegio Don Bosco, en Estanislao Zeballos y Facundo Zuviría. En esta época también se asentaron muchos vecinos gracias a los planes de viviendas peronistas, más los que accedieron a sus casas debido al progreso económico de la clase obrera. La vieja avenida central del barrio, Facundo Zuviría, creció y se transformó paulatinamente, por la proliferación comercial en la “Avenida Tuerca”, por la cantidad de casas de repuestos de autos y talleres.

Un dato a destacar es también cómo en Los Hornos se instalan dos importantes industrias metalmecánicas. Una fue la empresa Sideral, en calle Zeballos, al norte del barrio, y la otra, antes de su traslado a Santo Tomé, fue la metalúrgica Bahco, que se ubicaba en Zuviría y Martín Zapata.

Por el lado de la conectividad con el centro, el primer transporte más cercano del barrio fue el tranvía 4, el que había que tomar en el Puente Negro sobre Aristóbulo del Valle, dado que Facundo Zuviría nunca tuvo ese servicio. Recién cuando llegó la Línea A de colectivos, luego Línea 1, los vecinos de Los Hornos tuvieron una conexión más directa con el centro de la ciudad por su avenida troncal.

Si bien la historia de las instituciones y clubes de Los Hornos se profundizan en su apartado especial dentro de Santa Fe mi Barrio, vale la pena mencionar en este pasaje del pasado de la barriada que antes de la aparición de los salesianos y el colegio Don Bosco, estuvo la escuela N° 26 “Patricio Cullen”, creada en 1909. Cabe mencionar que el edificio original funcionaba en la calle Simón de Iriondo 5931, luego Avenida Facundo Zuviría. Al principio la escuela contaba con dos aulas y tres docentes. Pero estas instalaciones resultaban ya en 1930 insuficientes, así que el presidente del Consejo de Educación, Dr. Julio Tolrá, otorgó subsidios para remodelar el viejo edificio, que ya albergaba a 270 alumnos. Luego, en la década del ‘50 el crecimiento de la matrícula hizo que se necesitara un nuevo edificio. Llegó la hora de un recordado cooperador para el barrio Los Hornos, como lo fue Rodolfo Bon. Con el tiempo, en 1960 gracias a gestiones de la cooperadora comenzó la construcción del nuevo edificio en Gorostiaga y Urquiza, en terrenos de propiedad de Araldo Chiesa, bajo el gobierno de Silvestre Begnis.

CALLES DE LOS HORNOS 2022

Barrio de clubes

            Un capítulo aparte merece siempre la historia de los clubes de barrio. En el caso de Los Hornos, hay varias instituciones deportivas. Por ejemplo, podemos recordar al “Club Social, Deportivo, Recreativo y Cultural Los Hornos”, fundado en 1946 y ubicado en Huergo al 3200. A este club se lo llamó en un tiempo también como “24 de febrero”, en conmemoración del primer triunfo electoral peronista.

PLAZA FOURNIER - PREDIO ANTIGUO CLUB BABY FOURNIER

También está el club más antiguo del barrio, el American Club, fundado en 1929, recordado por los bailes y su actividad social. Otra institución de Los Hornos es el Club Granaderos, fundado en 1940, que nació como club de fútbol de la Federación Santafesina pero luego devino en la práctica de bochas. También se puede mencionar al Club Pasaje Suárez, nacido en 1963, que dejó de funcionar por falta de socios hasta que en 1980 con Rodolfo Calanchini como presidente que resurgió y logró reflotar una moderna sede social y hasta un camping en Colastiné.

Por último, vale recordar al Club Baby Fournier-Sunchales, nacido en 1947 de la mano de Don Guillermo Mazzoni y que llevaba el nombre del ARA Fournier, navío de la Armada Argentina hundido en los mares del sur. De este último club surgieron gracias al estímulo de Don Mazzoni muchos futbolistas que brillaron en Colón, Unión y otros equipos de primera división, entre ellos José Luis “La polaca” Burtovoy y Hugo Villaverde, marcado central que jugó en la selección en el Mundial de España 82´. El Club Fournier-Sunchales atravesó en la década del ’70 graves problemas financieros y fue finalmente absorbido por el Club Ferrocarril Santa Fe. Del ojo clínico de Don Mazzoni para ver el talento de los pibes quedaba para el 2022 solo la Plaza Fournier, en calle Gobernador Freyre y Castelli, donde llegaba “Chividini”, como lo apodaban a Don Mazzoni, con una bolsa de pelotas al hombro y dispuesto a arrancar la práctica pese al frío o la lluvia.

El barrio a lo largo del tiempo

            Los medios gráficos de la ciudad, especialmente en el apogeo de los diarios como medios de comunicación, se instalaron en la sociedad santafesina como verdaderos reflejos del momento histórico en cada edición, de cada año. Los diarios Santa Fe, El Litoral, y en especial El Orden, ponían su foco en los barrios de la ciudad, con recorridas y notas, en las que se destacaba el último medio mencionado dada su búsqueda de inserción popular, siempre hasta la década de 1950, para luego ejercer su hegemonía el diario fundado por Caputto y Víttori, al desaparecer El Orden, más allá de otros medios gráficos que aparecieron, como el recordado Nueva Época, tan valioso en la misma mirada barrial.

CALLES DE LOS HORNOS 2022

En este sentido, al recorrer la Hemeroteca de la Provincia se pueden ver aquellos diarios, y en su tarea periodística, aquellos barrios y sus inicios, en muchos casos. Los Hornos, como vecindario en su génesis para la década del ’30 ocupaba espacio en estos medios. A continuación, algunos reflejos gráficos, instantáneas de ese pasado fundacional, y también, las descripciones de los cronistas que llevan a imaginar la lectura de aquellas páginas en formato sábana, en la galería, o el porche, de cualquier casa de los años posteriores a la Gran Depresión.

Así surge una visita al barrio de El Orden, en 1934, se decía sobre Los Hornos que se trataba de “…uno de los más extensos y poblados de Santa Fe. Se extiende a lo largo del camino Facundo Zuviría y hacia el oeste hasta encontrarse casi con el camino Nogueras, desde Díaz Colodrero al norte unas quince o veinte cuadras”

Era el tiempo del camino de ingreso a la ciudad de Santa Fe desde el norte, desde San Justo, que venía por Blas Parera hasta Zeballos y luego por Zuviría hasta Presidente Roca hasta Aristóbulo. (El Orden 19/6/1934)

La descripción del cronista abrevia la visión de ese momento en Los Hornos: “Una edificación numerosa y en ciertos tramos, a veces de varias cuadras seguidas, forman una sola línea compacta, bordea la Avenida Facundo Zuviría. En ella puede notarse gran cantidad de comercios, talleres y fábricas, índice de su rápido y continuo progreso; se observan también muchas propiedades en construcción para viviendas y negocios, lo que demuestra el afán evolutivo del vecindario”.  

Pero como es de suponer, en un barrio que la segunda década del tercer milenio todavía tenía calles sin pavimentar, en los años ’30 era la condición distintiva, fuera del tramo norte de la avenida, también llamada entonces como camino Simón de Iriondo. Así, calles de tierra, sin mantenimiento, y ausencia de alumbrado público, y por supuesto, agua potable, que estaba cerca según EL Orden, marcaban las necesidades de la barriada junto con la falta de desagües y las consabidas cavas. Sobre ello decía el medio: “Es verdaderamente lamentable que una barriada de gran porvenir como ésta, se halle abandonada en tal forma por los encargados de evitar estas cosas y de ponerles remedio”. (El Orden 16/6/1934)

NICOLAS RICHIER VECINALISTA - EL ORDEN 12-11-1937

Por otro lado, la breve historia de la asociación vecinal República de Los Hornos data de 1937, cuando un 3 de julio, Don Delfín Carrión de Gómez la fundó junto a un nutrido grupo de vecinos. Al principio la vecinal tenía por objetivo la urbanización del barrio y el acercamiento de los servicios.  Tal como lo recuerda la Historia de los Barrios realizada por la Municipalidad de Santa Fe, la fundación de la Vecinal Los Hornos coincidió con la intendencia de Francisco Bobbio, quien dio amplio impulso a la urbanización de los barrios al norte del bulevar.

Al respecto, cuando la zona tenía como “barrios” que formaban parte de República de Los Hornos a la urbanización de las quintas de Boterón y Peña, El Orden, nuevamente, pasaba por el lugar y hablaba con el secretario de la vecinal, el señor Nicolás Richieri, quien expresaba los objetivos de la entidad de poseer un dispensario, y ya había conformado una biblioteca popular, con donaciones de libros de los propios vecinos, y puestos a disposición de sus socios. Eran tiempos en los que se pedía “pasillos de piedra en las bocacalles” de los barrios Boterón y Peña, para evitar embarrarse al cruzar las nuevas calles Otro reclamo era el abovedado de calle Derqui, que comunicaba Aristóbulo y el Camino Iriondo, como salida del camino a San Justo, en cuya esquina se pedía “un semáforo”, por la alta circulación. (El Orden 4/8/1937

Ese mismo año, y gracias a la movilización vecinal, se lograba que se hiciera el canal de calle Parpal, desde Derqui, hacia la “cava Calcagno” para evitar anegamientos en sectores de los barrios Boterón y Peña. (El Orden 9/8/1937)

En noviembre de 1937 el medio volvía a la vecinal, que entonces refería a sus barrios interiores como Boterón, Peña y Calcagno. 

BENEDETTO MARZENGO VECINO - EL ORDEN 12-11-1937

En esa vez hablaban nuevamente con Richieri, vecinalista, que reclamaba la extensión de las líneas de colectivos por Estanislao Zeballos hasta Blas Parera, y el refuerzo de la cantidad de unidades, por el crecimiento de Los Hornos pero también de los barrios “San Martín y Belgrano”. Las líneas entonces que tenían su parada en el Camino Iriondo y calle 30 sin nombre eran la “R” y la “A”. (El Orden 12/11/1937)

Pero hablaban otros vecinos. Uno don Marzengo, reforzaba lo expresado por el vecinalista: “Lo que les ha dicho el señor Richieri sobre los ómnibus es una gran verdad, hacen falta más coches, estos barrios se han poblado mucho en estos últimos tiempos y por ello es insuficiente el número de ómnibus que sirven a los mismos. Si el diario de Uds. Contribuye a que se aumente el número de los coches, aunque sea en las horas de mayor tráfico, habrá ganado la gratitud de este barrio”

José Cabral, otro vecino, empleado de la Subprefectura, refería que en los coches de la “A” a veces ni parado se podía viajar por la gran cantidad de pasajeros.

 

JOSE CABRAL VECINO - EL ORDEN 12-11-1937

Si lugar a dudas la vecinal fue gravitante en el crecimiento del barrio, no sólo por las gestiones y reclamos de mejoras, sino además, por las propuestas que llevaba adelante. Una de ellas, en su propio predio, la feria franca, para una zona que carecía (y carece) de mercados populares.

Así lo destacaba El Orden en 1938 cuando en ocasión de la inauguración del mercado a cielo abierto mencionaba que “La obra que ayer fue inaugurada viene a llenar una sentida necesidad para los barrios que abarca la sociedad vecinal pues en esta forma se benefician barrios populosos como Boterón, Peña, Los Hornos, San Martín y parte de Escalante y 9 de Julio”. (El Orden 19/9/1938)

FERIA FRANCA EN LOS HORNOS I - EL ORDEN 19-9-1938
FERIA FRANCA EN LOS HORNOS - EL ORDEN 19-9-1938

El entonces presidente de vecinal, Carrión de Gómez, decía en el acto de apertura de la feria que “…esta es la primera de las obras que llevaremos a cabo en beneficio de este barrio; soñamos ahora con el local propio y esperamos materializar dentro de breve este proyecto, luego vendrán otros y tengo la seguridad que una vez más los componentes de nuestra institución no habrán de escatimar si esfuerzo”. El agasajo a las autoridades municipales, incluido en intendente Bobbio, fue en la casa del vecino Torres, con un vermouth de cortesía, y luego un asado al mediodía. Esa feria franca de la vecinal funcionaba entonces los jueves y domingos. Vale decir que luego de muchos años, ya en el tercer milenio, la vecinal Los Hornos replicaba aquello con la Feria de Emprendedores del barrio en las veredas frente a su local.

En cuanto a los pedidos, para 1941 el matutino santafesino reproducía la última nota presentada por la vecinal al intendente Hugo Freyre. En ella se solicitaba para Los Hornos, pero también toda la zona norte, que el municipio las convocara para el Plan de Obras que se había presentado en el que no habían tenido participación, al menos para expresar su parecer en cuanto a las necesidades vividas por los propios vecinos. Asimismo, pedían “13 focos eléctricos” para distintas esquinas, en especial en algunas de las calles Derqui, Saavedra y Francia. También solicitaban “el abovedamiento las calles al Oeste de la Avenida Zuviría de Quitana a Derqui y se vigile con más atención el abuso de arrojar aguas servidas en los centros poblados…”. Completaban aquel reclamo más cruces empedrados (pasos peatonales entre esquinas para cruzar calles de tierra) y la solución a una cava en Derqui y Saavedra. (El Orden 12/8/1941)

PLAZA DE LOS HORNOS I - EL LITORAL 22-1-43

Por 1943 la noticia de Los Hornos era su plaza. El Litoral efectuaba una florida nota, con descripciones jugosas, y fotos, sobre la importancia y concurrencia al nuevo espacio verde, pero la verba del cronista, situados en ese tiempo donde debe todo el mundo conocía donde estaba la plaza, no menciona las calles de su ubicación.

PLAZA DE LOS HORNOS - EL LITORAL 22-1-43

Se infiere que se trata de la Plaza Malvinas Argentinas, sobre Freyre, por algunos detalles pero en especial porque la publicación del Museo de la Ciudad la refiere como la primera del barrio. (El Litoral 22/17/1943)

RECLAMOS POR CAVAS - EL ORDEN 15-6-1949

Por 1949, organizadamente, el barrio reiteraba pedidos al ejecutivo municipal y el provincial por necesidades que no se habían cubierto. Uno de eso anhelos era lograr la instalación en la vecinal de un dispensario, un centro de salud, pero solventado por el gobierno, dado que la estación sanitaria que había en Los Hornos era sostenida por la vecinal para sus asociados y vecinos más pobres.

La apertura de calles era otro reclamo, con casas creciendo en loteos entre cavas sin una comunicación con Zuviría o el Camino Iriondo en muchos casos. Por ello, enumeraban los vecinalistas, que se abrieran Huergo (al oeste del camino pavimentado), “continuación de Avenida Freyre a barrio Derqui” (se supone que se refiere como “barrio Derqui a la zona cercana al luego conocido como Ciudadela), también se mencionaban tramo de San Gerónimo, Fray Mamerto Esquiú, Ricardo Aldao, 1° de Mayo. Igualmente se peticionaba por el alumbrado y el arbolado, más líneas de transporte público, entubado de zanjones, en una zona que carecía de especies arbóreas producto de la actividad de hornos de ladrillo, y un “Gran Parque del Norte”. (El Litoral 19/6/1949)

CAMINO PAVIMENTADO IRIONDO - EL ORDEN 15-6-1949
EXTENSA CAVA CALCAGNO - EL ORDEN 15-6-1949

Y lo más trascendente y distintivo del barrio, las cavas. Sobresalía de ellas la conocida “Calcagno”, pero además se solicitaba el relleno de otras: “Derqui entre Francia y Saavedra; del pantano de calle Derqui entre 1º de Mayo y 9 de Julio y de la enorme cava existente en Llerena entre Freyre y San Juan, lugar destinado a calle, con lo que se daría comunicación directa a camino Nogueras y las zonas pobladas del oeste del distrito”. (El Litoral 19/6/1949)

Muchos años después, para 1977, se puede recuperar otro artículo de El Litoral en el que refería a Los Hornos como Barrio Malvinas, dada la plaza del mismo nombre. En esa nota se caracteriza muy bien tanto la situación a fines de los ’70, con las marcas indelebles de su propia historia. Decía la nota que “Con el tiempo a las primitivas viviendas de encargados y obreros de las ladrillerías se fueron sumando otras, fruto del afán de quienes aprovecharon los consabidos loteos para concretar el viejo sueño de la casa propia. El pavimento de avenidas como Facundo Zuviría el hecho de contarse con mejores servicios de transporte de pasajeros, influyó decididamente para que el barrio modificara su fisonomía. Afluyeron contingentes de pobladores, surgieron casas modernas, el rancho se batió en retirada”. (El Litoral 5/5/1977)

Con respecto a las cavas, y una en particular que quedaba todavía para 1977, el vespertino decía que “Una de ellas enorme, que recibe aporte de agua de lluvia de un amplio sector y que en épocas de frecuentes precipitaciones se desborda e invade casas e inclusive calles”, se trataba de la cava ubicada “en calle Huergo, entre Gobernador Freyre y F. Zuviría”.

BARRIO MALVINAS - LOS HORNOS - EL LITORAL 5-5-1977

Fue en esos años en los que producto de crecidas del río algunos vecinos pobres autoevacuados de Colastiné, Rincón, La Guardia o Barranquitas Oeste, en moradas precarias de “palos, tablas y lonas”, justamente en los espacios no ocupados en las orillas de las cavas. (El Litoral 5/5/1977)

Las cavas fueron desparecieron de Los Hornos tiempo después, completamente para fines de la década de 1990. Sin embargo, para el 2023, en el sector oeste del barrio, recostado sobre Peñaloza, las calles y pasajes seguían sin pavimento, con cunetas y un atraso en el desarrollo de la infraestructura urbana que retrotraía a tiempos de los ’70 el paisaje de Los Hornos, pero en el Tercer Milenio.

LOTEO MARSENGO - BANCO FLORIAN PAUCKE
Historia de la República de Los Hornos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll hacia arriba