La asociación vecinal República de Los Hornos
Cuando corrían los años treinta el barrio Los Hornos estaba atravesado por un tiempo de progreso y urbanización. En ese marco comenzaron a aparecer las primeras instituciones, asociaciones y clubes, como la cooperadora de la Escuela “Patricio Cullen” o la Asociación Vecinal “República de Los Hornos”.
En la publicación de la Municipalidad de Santa Fe “Memorias de República Los Hornos”, en el marco del Programa “Historia de los Barrios de Santa Fe”, se comenta que el panorama de Los Hornos cambió sustancialmente hacia la década de 1930: “se lotean algunas quintas, y comienza una etapa muy vinculada al espíritu de ‘progreso’ que imperaba por entonces”. Así, se pavimentó por ese tiempo la Avenida Facundo Zuviría y, su continuación, Simón de Iriondo, llegó el primer alumbrado público y la apertura de las calles interiores del barrio. De acuerdo con la mencionada publicación, este período se puede entender como la etapa de “urbanización incipiente”.
La asociación vecinal “República de Los Hornos” nació el 3 de julio de 1937. Su impulsor fue Delfín Carrión de Gómez, quien tenía como objetivo la finalización del proceso de urbanización del barrio y perteneció a una generación que impulsaba la transformación de la estructura urbana de la capital santafesina. Como sostienen las “Memorias”, “Las obras impulsadas por la Vecinal en más de 60 años de vida son innumerables, ya que acompañó la transformación de un pedazo de campo en un barrio totalmente asentado”.
El local de la Asociación Vecinal se encuentra sobre la intersección de la Avenida Facundo Zuviría y Llerena. La jurisdicción de la vecinal no se limita a barrio Los Hornos, sino que también alcanza la zona de Don Bosco, Ciudadela y lo que antes se conocía como Derby, Botterón y Calcagno. Los límites oficiales de su jurisdicción son la Avenida Estanislao Zeballos al norte -desde el ferrocarril Belgrano hasta Vera Peñaloza-, la intersección de las vías del Ferrocarril Belgrano y del Ferrocarril Mitre como límite sur, las vías del Ferrocarril Belgrano -desde Zeballos hasta República Dominicana- como límite este y la Avenida Peñaloza como frontera oeste.
El Diario El Orden publicaba unos días después de la fundación de la Asociación Vecinal que la entidad había sido creada “con el fin de propender al adelanto y embellecimiento del barrio y elevar el nivel cultural de su vecindario por medio de su sala de lectura, conferencias, etc.”, además de ofrecer atención médica a los niños y niñas de condición socioeconómica postergada. El plan de trabajo que la entidad se proponía implicaba la construcción de un dispensario infantil, de una biblioteca popular y de un local propio. El vespertino también comentaba que “el punto principal” de los reclamos al Municipio radicaba en la instalación de focos eléctricos y la plantación de vegetación (El Orden, 19/07/1937).
Un mes después de su nacimiento, la Asociación Vecinal ya había concretado su objetivo de construir una biblioteca popular. Nicolás Richieri, secretario de la Asociación y farmacéutico del barrio, le comentaba por ese entonces a El Orden que la biblioteca popular “no obstante su escaso tiempo” contaba ya “con una gran cantidad de volúmenes que se hallan a disposición de los socios de la institución, muchos de los cuales han sido donados por éstos” (El Orden, 4/8/1937).
Para principios de 1940, la Asociación Vecinal impulsó la construcción de un parque infantil en el fondo del terreno de su propiedad. Como comentaba El Litoral en enero de 1940, un vecino del barrio, el Sr. Dalla Costa, ofreció “al presidente de la institución trabajar gratuitamente para la obra” y, en cuanto a la arena, “inició ya su envío gratuito el antiguo vecino del barrio Sr. Benedetto Marsengo” (El Litoral, 15/1/1940). El espacio para el esparcimiento de los niños y niñas del barrio fue inaugurado en mayo de ese mismo año, “totalmente cerrado con tapiales construidos” a partir de la “colaboración de miembros de la entidad y vecinos del barrio”, como comentaba El Litoral. El parque infantil contaba con siete hamacas dobles, dos sube y bajas, un tobogán, entre otros juegos que requirieron la inversión de “una suma superior a los 600 pesos”. El diario concluía que “Es de hacer notar que es el único recreo infantil que existe en la zona, que es vasta y poblada y este hecho señala la importancia y utilidad de la iniciativa llevada a la práctica por la República Los Hornos…” (El Litoral, 3/6/1940).
Para 1941, a cinco años de su nacimiento, la vecinal pagaba en cuotas el terreno de su sede y gestionaba diferentes mejoras, tanto frente a la municipalidad como la provincia, por ejemplo por la intención de cobro como contribución de mejoras del pavimento de la Avenida Facundo Zuviría, hasta Presidente Roca llamada así, y luego más al norte hasta Estanislao Zeballos conocida como Camino Simón de Iriondo, dado que luego por Zeballos hasta Blas Parera era el “Camino a San Justo”.
Para entonces habían adquirido gran cantidad de ladrillos para edificar la sede, mientras tenían ya instalados varios puestos de la feria franca y juegos infantiles del parque infantil. (El Litoral 26/7/1941)
El parque infantil de República Los Hornos funcionó durante dos años, hasta que los juegos infantiles fueron trasladados a la plaza pública construida alrededor de 1943 en un terreno donado por la Sra. Marsengo, reconocida vecina del barrio (El Litoral, 14/1/1944).
La Vecinal soñó, desde sus comienzos, con la posibilidad de contar con un local propio. La piedra fundacional de ese establecimiento se colocó en febrero de 1942, “en el terreno ubicado en Simón de Iriondo y Llerena”, como comentaba el diario El Litoral. En el acto realizado a tal efecto, el presidente de la Asociación, Carrión de Gómez, se refirió a la precariedad económica del barrio pese a las mejoras conseguidas y a la cantidad reducida de “vecinos que pueden distraer una cuota mensual de cincuenta centavos” (El Litoral, 1/3/1942).
En enero de 1944 fue inaugurado el local propio de la Vecinal, en el que funcionaba la secretaria, la biblioteca popular y la sala de primeros auxilios.
Con motivo de la ceremonia de inauguración El Litoral recopilaba las mejoras a partir de las gestiones de la Asociación Vecinal, como el alambrado público, la construcción de desagües, la apertura de nuevas calles y el arbolado de las calles (El Litoral, 14/1/1944).
Bastante más cerca en el tiempo, para 1970, la vecinal encaraba obras de ampliación de su sede para “ampliar el salón social y el centro asistencial cubriendo para ello 185 metros cuadrados con una losa de hormigón armado y mampostería”, más un fogón asador, para lo cual “ha colaborado el vecindario, los socios y el comercio mediante el aporte de dinero en efectivo para formar el ‘Fondo de la bolsa de portland’, gesto altamente valorado y decisivo para conseguir los fines propuestos”.
En la misma nota el medio recordaba que en la sede de la vecinal funcionaba el Centro Asistencial del barrio y que con las ampliaciones mejoraba su servicio, “con un médico y una enfermera”, mientras que otros adelantos se lograban como el relleno de cavas, un momento en el que la entidad poseía unos trecientos socios. (El Litoral 5/5/1970)
Más adelante, cuando la Asociación Vecinal ya poseía una reconocida trayectoria en la actividad fomentista, uno de los mayores problemas que preocupaban a los vecinos era la presencia de seis grandes cavas que, como comentaba El Litoral en 1978, “representan diez o quince hectáreas”. Los miembros de la Comisión Directiva del momento comentaban al diario que la mayor preocupación residía en la cava Calcagno que, aunque había dado trabajo a los vecinos, representaba un problema para el barrio. Así, la Asociación Vecinal sostenía que había que “tener en cuenta la necesidad de construir desagües” y, además, que las grandes excavaciones para fabricar ladrillos debían ser rellenadas con el fin de evitar las inundaciones y el almacenamiento del agua de lluvia. (El Litoral, 17/11/1978)
La publicación de El Litoral hacía referencia también, en el marco de un nuevo aniversario de la entidad, a la presencia de alrededor de trescientos socios en la Asociación Vecinal “República de Los Hornos”. En 1978 los miembros de la Comisión Directiva se planteaban el proyecto de construir un “techo parabólico de unos 40 metros de largo por 16 de ancho”.
Además, para ese año, la Asociación ya contaba con un dispensario y su patio era utilizado por dos escuelas de la zona para la realización de las clases de educación física. (El Litoral, 17/11/1978)
Un personaje destacado dentro de la historia de la Vecinal y del barrio fue Juan Bautista “Cocho Riestra”, quien era hijo nacido y criado en Los Hornos, descendiente de los primeros vecinos del barrio y presidente de la Asociación Vecinal en 1977. Riestra falleció hacia el año 2013 y fue uno de los primeros en escribir sobre la historia de su barrio y uno de los vecinos más queridos del mismo. “Cocho” Riestra fue hijo de Juan Bautista Riestra, uno de los primeros habitantes y fundadores de Los Hornos, que nació mucho antes de que el barrio tomara ese nombre en 1898.
“Cocho” Riestra recordaba al Diario UNO que el barrio Los Hornos “iba cobijando a aquellas familias que buscaban la expansión en la zona norte de la ciudad, formando una sociedad de trabajadores con afán de paz y progreso”. Riestra rememoraba, además, que muchas de esas familias se asentaron en la zona y desarrollaron industrias de ladrillos y que “También había tambos, quintas y caballerizas para caballos de carreras, que formaron los principios del barrio”. (Diario UNO, 23/02/2014)
A ochenta y cinco años de su fundación, la Asociación Vecinal “República Los Hornos” esperaba continuar con su labor histórica. En su sitio oficial de Facebook, la Vecinal sostenía que “Seguir creciendo y mejorando para brindarles lo mejor es el objetivo principal por el que trabajamos día a día, con tanto esfuerzo, dedicación y abnegación”.
Escuela N° 26 “Patricio Cullen”
La Escuela n° 26 “Patricio Cullen” abrió sus puertas en 1909 y se encuentra emplazada en Urquiza y calle Gorostiaga. La publicación “Memorias de República Los Hornos” recuerda que el primer local de la escuela se ubicaba en Facundo Zuviría 5931, en ese momento conocido como camino Simón de Iriondo. En sus comienzos, “cubría un radio escolar muy extenso y contaba con dos aulas y tres docentes”.
La zona de Barrio Los Hornos ingresó, hacia los años treinta, en un proceso de acelerado progreso y urbanización que fue acompañado por el surgimiento de diversas asociaciones e instituciones. Una de ellas fue la Asociación Cooperadora de la Escuela n°26 “Patricio Cullen”.
Para la década de 1930 la institución contaba con más de doscientos setenta alumnos. A partir de este tiempo, por más de dos décadas, la Cooperadora fue conducida por José Merino Gómez e Italo Vezzali.
Ya en 1937 la Asociación Cooperadora de Padres de la escuela “Cullen” expresaba su preocupación por la necesidad de “llevar asistencia médica gratuita a todos los alumnos e hijos de socios” al diario El Orden. En ese sentido, el vespertino aclaraba que la labor social de la Asociación no se limitaba a los alumnos de la escuela que representaba, sino que, además, buscaba alcanzar “a cientos de hogares indigentes que en la actualidad carecen hasta de lo más necesario”. Otra gestión de esta entidad fue la promoción de la instalación de una farmacia frente al establecimiento educativo (El Orden, 21/1/1937).
El mismo diario comentaba que “la obra silenciosa pero eficacísima” de la Asociación Cooperadora se basaba en su “empeño de gestiones de los poderes públicos cuanto de necesidad sea para la apertura de clases y arbitrar los medios necesarios requeridos para la comodidad de alumnado”. Una de las actividades de esta entidad consistía en enviar volantes impresos con la recomendación a los padres de enviar a sus hijos e hijas en edad escolar a la escuela. Además, los miembros de la Cooperadora de la Escuela “Cullen” se ocupaban de emitir peticiones al Consejo de Educación por la higiene y las condiciones del establecimiento educativo (El Orden, 23/2/1937).
Hacia fines de la década de 1950, cobró fuerza la idea de la construcción de un nuevo edificio para la escuela “Patricio Cullen”. Ya en julio de 1956 el diario El Litoral registraba las peticiones de los miembros de la Asociación Cooperadora por la construcción de “un edificio dotado de quince aulas y casa habitación para el director del establecimiento”, ya que el establecimiento donde la escuela funcionaba en ese entonces se encontraba en un “estado ruinoso”. (El Litoral, 19/7/1956).
Como recuerdan las “Memorias”, la Asociación Cooperadora emprendió la tarea “bajo la conducción del Sr. Bon”. El nuevo establecimiento se erigió “en la esquina de Urquiza y Gorostiaga”, su ubicación actual. La Cooperadora fue presidida por dos décadas por Rodolfo Bon, quien “se propuso un enorme desafío: dotar a la vieja escuela de un edificio acorde a las necesidades del barrio”. Las gestiones comenzaron cuando los asociados tomaron contacto con el Gobernador Carlos Silvestre Begnis y se realizó la compra de “un terreno baldío propiedad de Araldo Chiesa”.
Para mayo de 1961, la construcción del nuevo edificio de la Escuela n°26 se encontraba “muy adelantada”, como titulaba El Litoral. El proyecto se enmarcaba en el “plan de construcciones escolares del gobierno de la provincia”, con un presupuesto de más de nueve millones de pesos y un plazo de ejecución de más de quinientos días. Las obras de construcción comenzaron el 12 de septiembre de 1960 y, un año después, se calculaba que su finalización estimada se demoraría hasta los primeros meses de 1962. El proyecto estuvo a cargo de la empresa Oliva, Orsi y Cía. bajo la supervisión de la Dirección General de Arquitectura de la Provincia de Santa Fe (El Litoral, 10/5/1961). Finalmente, el nuevo edificio de la Escuela “Patricio Cullen” fue inaugurado en marzo de 1962, el primero de ese mes en coincidencia con el inicio del ciclo lectivo.
Hola soy Cristian Tarragona integrante de comisión directiva vecinal los Hornos, me da mucho orgullo y mes cordiales saludos por tomarse el semejante trabajo de generar toda esta hermosa nota. Gracias un millón
Muchas gracias Cristian y a todos los vecinos que defienden su barrio desde las entidades. Te invitamos a enviarnos información a santafemibarrio@gmail.com