Escuela Fiscal N° 137 “Doctor José de Amenábar”
Fue fundada el 18 de abril de 1927 y se encuentra ubicada sobre calle Juan del Campillo 842, en pleno corazón de Barrio Siete Jefes. Sin embargo, en sus comienzos la escuela funcionó en otros lugares que le fueron cediendo los vecinos del barrio. No fue hasta el 17 de marzo de 1958 que ocupó la actual sede. El terreno donde se construyó la escuela fue donado por la Inmobiliaria de Carlos Sarssotti, y el edificio fue construido por el arquitecto Carlos Stamatti.
“La escuela abarca un radio importante, es pequeña, pero con un corazón muy grande”, contaba la docente Luisina Cabral en una entrevista realizada por Alma de Barrio, LT10 AM 1020. La modalidad de la escuela es primaria, pero también comparte un salón con el Jardín N° 247 “Gladys Senn de Cello”. Al año 2021 la escuela cuenta con cerca 380 alumnos, divididos en los turnos mañana y tarde. La mayoría de los estudiantes provienen de lugares cercanos, pero no precisamente de Siete Jefes. Así llegan a las aulas de la Escuela Amenábar alumnos de la zona costera como Alto Verde, La Guardia, Colastiné y la Vuelta del Paraguayo; pero también de las afueras de la ciudad como Rincón, Arroyo Leyes y hasta Recreo. La institución educativa, en un proceso integrador, recibe a niños y niñas con necesidades educativas especiales.
¿Quién fue el Prebístero Dr. José De Amenábar?
José De Amenábar nació el 19 de marzo de 1784 en Santa Fe de la Vera Cruz. Hijo del español, Salvador Ignacio de Amenábar Iturriaga y de la argentina, María Bonifacia de Quiroga y Humerez. El 10 de enero de 1804 se graduó de doctor en leyes y teología en la Real Universidad de San Felipe (Chile). Al regresar a Santa Fe se instaló en la Iglesia Matriz primero como cura suplente y en julio de 1812 como interino, tras la muerte de Vera y Mujica. Intervino en la Asamblea de 1813 donde fue vicepresidente durante sus sesiones. Defendió el sistema Federal como forma de gobierno y a las autonomías provinciales. Representó a la provincia en el Congreso General desde 1824 hasta 1827. Bajo designación del Brigadier colaboró para poner fin a los enfrentamientos entre unitarios y federales mediante su participación en la misión Amenábar-Oro de 1829. Fue dos veces gobernador interino de Santa Fe y consejero de Estanislao López.
Falleció en Santa Fe, el 8 de mayo de 1863. Fue sepultado en la iglesia matriz, donde se puede apreciar una lápida de mármol que señala el lugar donde descansan sus restos. La escuela Fiscal N° 137 lleva su nombre como homenaje a su trayectoria en la ciudad y en la provincia, como así también una de las calles del barrio sur de la capital.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días
Su templo se encuentra ubicado sobre calle Grand Bourg 4059. La” Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” es una iglesia mormona de más de 16 millones de miembros y tiene más de 30 000 congregaciones en más de 160 países.
En la ciudad de Santa Fe hay otros seis templos ubicados en Jujuy 3100-3182, Francia 3597, J. P. López y Lavalle, San Martín 7633 y Estrada 7403. Cada una de esas congregaciones es guiada por líderes voluntarios que sirven por un determinado tiempo.
Por otra parte, la Iglesia tiene a su cargo varias universidades distribuidas en 170 países con más de 400.000 alumnos inscriptos. Asimismo, La Iglesia De Jesucristo De Los Santos De Los Últimos Días desarrolla un programa de ayuda humanitaria mediante las organizaciones FamilySearch y Latter-day Saint Charities.
La sede central de la Iglesia se encuentran ubicadas en Salt Lake City,
Utah (EE.UU.).
Jardín de Infantes Margarita A. de Pautasso N° 1179
El Jardín de Infantes N° 1179 “Margarita A. de Pautasso” se encuentra ubicado sobre Av. 7 Jefes 4469, junto a la Parroquia de Nuestra Señora del Huerto.
Con respecto a su historia se puede decir que en el año 1962, por iniciativa del Presbístero Juan Carlos Pautasso párroco de la Parroquia “Nuestra Señora del Huerto”, se creó la comisión festejos patronales para celebrar el onomástico de la virgen del Huerto. Al mismo tiempo, se conformó una comisión ejecutiva para dar cuenta de la necesidad expresada por muchos vecinos de tener un jardín en el barrio.
De esta manera, se organizaron grandes encuentros a beneficio, con espectáculos sociales y deportivos que congregaron a muchas personas del barrio y de la ciudad. Con estas acciones se consiguieron suficientes fondos para poder llevar adelante el proyecto de construir el jardín.
Así fue como el 8 de Julio de 1963 se colocó la piedra fundacional. Vale mencionar que el trabajo del barrio y su congregación parroquial logró trascender las fronteras de Siete Jefes y conseguir el apoyo al proyecto de distintos organismos del estado y gobernadores. En el comienzo fueron unas trescientas familias del barrio las que colaboraron con un aporte mensual para sostener el inicio del jardín parroquial.
El 30 de marzo de 1964, mientras avanzaban las obras dirigidas por el arquitecto Reynaldo Varea, las autoridades de la Parroquia pusieron a disposición de la naciente entidad educativa de Nivel Inicial la galería de la iglesia como aula provisoria para poder iniciar las clases. Por este motivo es que en sus comienzos el jardín se llamaba “Nuestra Señora del Huerto”.
En la inauguración de las clases participaron junto al Padre Pautasso y a Monseñor Príncipe, numerosos vecinos, cuarenta alumnos con sus familiares e invitados especiales que fueron recibidos por la Srta. Leonor Rotger y la directora hermana Lourdes, de la Congregación del Huerto.
Recién en 1966 se terminó de construir el edificio propio del jardín. El 16 de enero de 1967 fue incorporado a la enseñanza oficial. Para 1969 se le asigna su nuevo nombre, y definitivo, “Margarita Ambrosio de Pautasso”, en honor a la madre del fundador del jardín, el padre. Juan Carlos Pautasso. Cabe mencionar que el clérigo fue trasladado a otra comunidad y ese mismo año. Lo reemplazó el Presbítero Carlos Morín, quien asumió como Párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Huerto.
Con el pasar de los años este jardín de gestión privada, mixto, de jornada simple y con orientación en valores de la religión Católica, creció poco a poco con la incorporación de nuevas dependencias. Al año 2021 el jardín contaba con secciones de 2, 3, 4 y 5 años.
Centro Observadores del Espacio (CODE)
El Centro Observadores del Espacio (CODE) se fundó el 22 de agosto de 1962. Se encuentra emplazado en el extremo norte de Barrio Siete Jefes, más concretamente en Av. Almirante Brown 4998, en plena costanera santafesina, en el límite con Villa Setúbal.
El CODE comenzó a gestarse en 1957, después del lanzamiento del cohete ruso Sputnik I. Como toda institución naciente fue fundado por un grupo de entusiastas aficionados a la astronomía y el espacio.
Cuenta la historia de la entidad que el 22 de agosto de 1962 más de cien santafesinos se congregaron en la vivienda de Ángel Meynet, donde se formó la Comisión Directiva fundadora del CODE. Cabe destacar que este nombre fue idea de don Olimpio Chiarelli, inspirador y primer presidente de la institución.
Recién en el año 1965 el CODE obtuvo su Personería Jurídica y su comisión directiva se compuso por siete miembros. Para el año 2021, luego de casi de 60 años de vida, esta institución científica abierta a la comunidad desarrolló más de 2.000 disertaciones, como así también asistió a diferentes acontecimientos astronómicos y participó en congresos de astronomía llevados a cabo en el exterior.
Asimismo, en los años ‘90, como así también en 2011 y 2012, el CODE fue sede de dos convenciones de la Liga Iberoamericana de Astronomía (LIADA) y a partir del 1° de Mayo del año 2000, el CODE es Sede Social y Secretaría de la LIADA, lo que la ubica como una institución señera en la divulgación científica de la astronomía no sólo en Santa Fe.
En el año 1973 se incorporó al CODE Jorge Coghlan, y junto con su presencia, sumada a la de Ángel Meynet como principales referentes, comienza una nueva etapa para la institución, con una mayor divulgación de los conocimientos astronómicos a la sociedad.
El 7 de mayo de 1993 la Municipalidad de Santa Fe le entregó en comodato el edificio donde se encuentra actualmente el CODE, en plena costanera.
A su vez, el CODE se hace presente en las escuelas de enseñanza media, Almirante Guillermo Brown, Normal Superior Gral. San Martín y en la Escuela Industrial Superior, donde se dictan en forma extra curricular Talleres de Astronomía, a cargo de los profesores Jorge Coghlan y Daniel Mendicini.
Como muestra del reconocimiento que en la ciudad y la región tiene la entidad se puede mencionar que a partir del año 2012 el CODE forma parte del circuito “La Noche de los Museos” al ser elegido por la Municipalidad como “Museo del Espacio”.
Proyecto planetario
En abril de 2018, luego de recibir un aporte de $ 5.690.547 millones de pesos por parte de la provincia, comenzaron las obras en el CODE, para construir un planetario digital. Si bien la estructura estará emplazada en el predio del Centro de Observadores del Espacio será independiente del mismo y tendrá un domo de tipo geodésico de nueve metros de diámetro, con capacidad para 50 personas sentadas y un sector perimetral para exposiciones.
“Este planetario estará equipado con un proyector de última generación de un solo componente óptico tipo ojo de pez, con lámpara de alta potencia central, utilizando para ello un sistema de programación y sincronismo para la emisión de las imágenes que cubren toda la cúpula, con perfectos movimientos que simulan los de la esfera celeste, formando un espacio que representa el cielo nocturno o diurno.
Sus butacas tendrán un respaldar reclinable para disfrutar con comodidad de películas de alta resolución que muestran increíbles imágenes de todo el universo y de los vuelos espaciales”. (Extracto de noticia de la página web del gobierno de la provincia de Santa Fe- Fecha: 2 DE DICIEMBRE DE 2016)
Vale recordar que este “Planetario”, fue un proyecto de los años 70 pensado para el Parque del Sur, pero que por diversas razones no se pudo concretar. En cuanto al destino de las obras el planetario del CODE en la costanera, luego de la licitación, adjudicación e inicio de las obras, los trabajos fueron detenidos en 2019 por falta de pago por parte del comitente, ajeno a la institución. Con ello, la entidad no pudo desarrollar las actividades dado que su predio y dependencias se encontraban afectados por las obras detenidas e inconclusas. Al año 2021, con los cambios en las administraciones provincial y municipal, las obras fueron retomadas.
La Escuela Técnica Avellaneda
La Escuela de Educación Secundaria Modalidad Técnico Profesional N° 478 «Dr. Nicolás Avellaneda», actualmente y desde 1973, la escuela se encuentra ubicada sobre calle Calcena 955. Frente a la falta de espacio para la cantidad de alumnos y carreras, es el Arq. Luis Calvo quien llevó a cabo el proyecto del actual edificio bajo la dirección del técnico Luis Carlos Mauviel. Esa construcción fue terminada en su primera etapa por el Ingeniero Salomón Duschkin. Anteriormente, el edificio del establecimiento se encontraba en calle Avellaneda 3381, donde por su cercanía al ferrocarril concurrían muchos hijos de ferroviarios.
Retrocediendo un poco más en la historia se llega al 9 de agosto de 1932, cuando por decreto N* 607/32 del Gobierno Nacional se creó en la ciudad de Santa Fe “La Escuela de Artes y Oficios”.
Su primer director fue el Ing. Luis Peresutti, que a El Litoral en 1933 adelantaba que la naciente entidad “…esta Escuela es un establecimiento de enseñanza completamente gratuita, destinada a la formación de jóvenes artesanos especializados en algunas de las siguientes ramas: mecánica, herrería, fundición, electricidad, carpintería, etc. Enseñanza preparatoria con vistas a un futuro desarrollo industrial de país. La enseñanza tendrá un carácter esencialmente práctico y se desarrollará en el trabajo de los talleres respectivos”. Esa premisa no dejaba de lado la formación en otros aspectos de la educación general, pero sí tenía un acento especial en lo práctico, manual. (El Litoral 4/5/1933)
Al principio la escuela no contaba con edificio propio. Es así como el 19 de Junio 1933 se iniciaron las clases en las instalaciones de la Escuela Industrial Superior, anexa a la Facultad de Ingeniería Química. No obstante, al año siguiente funcionó en un predio cedido por la sociedad Rural de Santa Fe. En ese lugar, con la colaboración de alumnos, se levantó un pabellón para el dictado de las clases teóricas y un galpón en el que funcionarían los talleres. Las dependencias estaban en Bulevar Pellegrini y Francia.
Para 1940 se produce el traslado paulatino de la entidad a la antigua casona de Candioti, en Avellaneda y Balcarce (hoy sede de la Regional IV de Educación). Allí funcionaban las aulas, mientras que las prácticas se hacían en unos talleres montados en un galón ubicado en el predio donde hoy se levanta la Escuela Alfonso Grilli, sobre Balcarce.
En ese señorial inmueble, en 1944, se daban inicio a los cursos nocturnos, en la propia Escuela Técnica de Oficios de la Nación. En el acto estaba el director de la entidad, el profesor Julián Fernández Hutter, distintas autoridades entre ellas representantes de la Unión Industrial de Santa fe, la delegación local de la Secretaria de Trabajo y Previsión nacional, y de la Fraternidad, dada la vinculación con el mundo ferroviario del establecimiento, el director de la Escuela Industrial de la Nación (hoy EIS), Ing. Ángel Nigro, y miembros de las empresas ferrocarriles Santa Fe y Central Norte Argentino.
En el hall de la casona se congregaron además alumnos y otros integrantes de la comunidad educativa. El Litoral titulaba aquel acontecimiento “Los cursos de perfeccionamiento obrero en la Escuela Técnica de Oficios de la Nación”. Lo curioso de este acto celebrado en 1944 fue la presencia, y primero en hacer uso de la palabra, como representante del gobierno nacional. Se trataba del “secretario de Trabajo y Previsión coronel Perón…”. Se deduce que se trató del Coronel Juan Domingo Perón, aquel que desde esa secretaría impulsaría su carrera política para llegar al poder en las elecciones de 1945, luego del recordado 17 de octubre de ese año. Curiosa presencia en la ciudad, y en lo que luego sería la Escuela Técnica Avellaneda.
Esa misma tarde comenzaron las actividades, así lo referenciaba El Litoral: “Se iniciaron en seguida (el error de tipeo es del original) las clases del curso nocturno que consta de tres divisiones con un total de 113 alumnos, en tres divisiones, han quedado muchos obreros sin poder ingresar, y el director ha solicitado autorización para aumentar el número de divisiones”. (El Litoral 25/7/1944)
En 1947 se le daba impulso a la Escuela Técnica de Oficios de la Nación cuando se determinaba construir un edificio para la entidad adaptado a sus necesidades y con previsión de crecimiento. De esta manera se evidenciaba la importancia que el gobierno peronista le daba a la formación de mano de obra para el trabajo, fuera de lo que representaban las Escuelas Industriales, más enfocadas hacia los técnicos. En tal sentido, se mensuraba lo inadecuado del local que ocupaba la escuela en barrio Candioti Sur. Una ley, la N° 13048, daba cuanta de esa premisa.
El Litoral del 14 de noviembre mencionaba que “La circunstancia de que dentro del perímetro urbano no existen terrenos fiscales en condiciones de ser aprovechados para una construcción de esta naturaleza, plantea a las autoridades el problema de fija la sede de la misma, teniendo en cuenta sus características, las necesidades del alumnado que concurre a las enseñanzas que se imparten en los cursos teóricos-prácticos y el progreso edilicio de la ciudad contemplando por el plan regulador”. (El Litoral 14/11/1947)
Ante esta disyuntiva, se semana que se consideraban “apropiados” los terrenos comprendidos por las “tres manzanas delimitadas por las calles Cándido Pujato, 9 de Julio, Mariano Comas, Urquiza”. Nótese que se trata de las manzanas comprendidas en el sector actual del pasaje Zorrilla de San Martin, conocida como “Villa Bancaria”, por el grupo de viviendas construidas para esos trabajadores, justamente en el comienzo de la década de 1950. Como corolario de esta sugerencia, se mencionaba en el vespertino que dadas las dimensiones del terreno (en la que había que expropiar unas pocas y precarias construcciones) tenía la ventaja que “se podría construir también el edificio destinado al Liceo nacional de Señoritas”.
En el artículo también se argumentaba la buena conectividad del lugar, con el acceso al transporte (tranvía) y las cercanías de la Universidad Nacional del Litoral, la Facultad de Ingeniería Química y la Escuela Industrial Superior. Asimismo, por ser una escuela para “impartir enseñanza técnica a hijos de obreros, resultará favorecida con esta ubicación por cuanto limita con barrios densamente poblados por trabajadores”.
Va de suyo, a la luz de la historia, que ese edificio no se construyó, ni en la zona de barrio Mariano Comas ni en otro lugar de la ciudad, hasta muchos años después.
En la continuidad de la historia de la Escuela Técnica Avellaneda se llega al año 1948, cuando se creó el Ciclo Básico y en 1950 el Ciclo superior, incrementándose los años de estudio, que pasaron a ser de tres años para el Ciclo Básico, y tres para el Ciclo Superior diurno, y cuatro para el aprendizaje nocturno. Cuatro años más tarde, es decir en 1954, egresaron los primeros técnicos de la Escuela, en la especialidad Construcción Civil, Electricidad y Mecánica.
En 1959 comenzó a denominarse Escuela Industrial de la Nación Ciclo Superior “Dr. Nicolás Avellaneda” y a partir de 1961 pasó a depender del CONET (Consejo Nacional de Educación Técnica). Entre 1944 y 1963 y por superior decreto de la Nación funcionó en el ámbito de la escuela el Curso de Radioperadores, que luego por decisión del gobierno se dejó de dictar por considerar que ya había un número óptimo de radioperadores.
En 1963 la nota gráfica de El Litoral daba cuenta alumnos de pie en un aula de la Escuela Técnica Avellaneda, dada la falta de espacio para el dictado de clases y la numerosa matrícula. Es que la entidad todavía, desde 1940, funcionaba en la antigua casa de Candioti, en la esquina de Avellaneda y Balcarce. En ese momento el director del establecimiento Ing. Rafael Navarro, quien detallaba que la escuela tenía ochocientos alumnos, una cantidad desbordante para funcionar entre la casona y el anexo de talleres en un galpón cercano. El plantel docente sumaba 160 personas, entre directivos, profesores y maestros de taller. (El Litoral 28/4/1963)
Las especialidades mencionadas en el diario eran mecánica, electricidad, construcciones automotores, con dos tipos de títulos según los años cursados: “Experto” (tres años) – “Técnico Nacional” (seis años). El ciclo básico, de los primeros tres años funcionaba mañana y tarde, mientras que el superior para completar la formación con los tres años adicionales, lo hacía por la nota, con prácticas en talleres por la mañana. Toda una dispersión de la matrícula dada la falta de espacio para más aulas.
Esa Escuela Técnica Avellaneda de comienzos de los sesenta tenía demás de un gabinete pisco-técnico y un consultorio médico para los alumnos, un Club Estudiantil de Ajedrez, la biblioteca Técnica Popular, con el Club Matemático, el Centro de Estudios Técnicos-Científicos, más una cantina y la presencia –ineludible en toda escuela pública- de la cooperadora de padres. Tenía 31 divisiones y dependía del Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), y luego de las ponderaciones de la labor educativa en la formación de santafesinos para el trabajo y la producción, el vespertino concluía: “Sin embargo, su desenvolvimiento se ve dificultado por la insuficiencia de los elementos necesarios para cumplir su finalidad con la amplitud que requiere su misma importancia, por la incomodidad del edificio, que posee dependencias pequeñas y en malas condiciones de conservación y por la falta de capacidad para dar cabida a la cantidad de alumnos que siguen los distintos cursos y que obliga a sus autoridades a establecer tres turnos de clases”. (El Litoral 28/4/1963)
Para la década de 1970 la escuela se había trasladado a su actual emplazamiento, aunque con dependencias todavía insuficientes. En realidad el traslado comenzó en 1970, cuando funcionó al mismo tiempo en el nuevo lugar de calle Calcena, parte en la casona de Avellaneda y Balcarce, y los talleres en el galpón de calle Balcarce, donde se encuentra hoy la Escuela Grilli.
Como lo rescata la entidad en sus sitio Web, en 1978, el director Ing. Salomón Duschkin convocó al Arq. Ezio Mazzarantani para que realice el proyecto y la conducción técnica del espacio físico que sufría de inundaciones y que se ubicaba en el sector sureste y oeste de Ia escuela ya ubicada en calle Calcena 955. El área intervenida comprendió 286.400 m2. Según reza la propia entidad educativa en su sitio Web “El sector comprendía una gran hondonada, un gran bajo con Inundaciones permanentes en el que se incluía el sector norte del colegio se constituía en un ámbito aislado con calles de tierra escasamente delineadas. Se proyectó el espacioso taller junto a aulas contiguas laboratorios, áreas anexas, baños pasillos de circulación”. Al año siguiente se realizó la apertura de la licitación para la construcción de la primera etapa.
En febrero de 1993 la escuela fue transferida a la provincia por lo que se le designó el nombre de Escuela de Educación Técnica N° 478 de Santa Fe. Cinco años más tarde, en octubre, comenzó la primera etapa del Programa de descentralización y mejoramiento de la Educación secundaria. La provincia convocó al Arq. Ezio Mazzarantani el cual llevó adelante la construcción del hall de acceso, sala de profesores, sala de informática, biblioteca, áreas anexas y pasillos de circulación.
En 1999 se incorporó el “Comedor escolar” para los alumnos de jornada completa y el cual funciona en la Escuela Ignacio Rodríguez N° 880. En el año 2001 se empezaron a construir nuevas aulas, depósitos y oficinas de mantenimiento a cargo del Fondo de asistencia educativa.
Entre los años 2003 y 2007 la escuela fue centro de evacuados. Asimismo, en esos años se comenzó a construir la “sala de automatización” a través de los fondos del INET. En 2006 se Inauguraron las aulas taller de construcciones. El 19 de Junio de 2008 se inauguran obras realizadas por el “Fondo de Asistencia Educativa” (FAE): Se estrena un tapial perimetral con pórtico de ingreso y veredas. Entre 2010-2011 se realizó una aislación térmica en el patio interno. También se comenzó con el tendido de la red de internet y con la construcción del aula de la especialidad de Electromecánica en el área Máquinas Frigoríficas. El 17 de junio de 2011 la biblioteca escolar comenzó a llamarse Ing. Salomón Duschkin.
Luego de pasar por la Ley Federal de Educación de los 90’, la Escuela Técnica Avellaneda recobró a partir del nuevo milenio su estatus de Escuela Técnica, con la nueva Ley de Educación Técnica durante el gobierno de Néstor Kirchner en septiembre de 2005. Para el 2021 sostiene cuatro terminalidades, técnico en electrónica, maestro mayor de obras, técnico en equipos en instalaciones electromecánicas, técnico en informática profesional y personal.
