Juan Arancio, “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”

Juan Arancio:

“Pinta tu aldea y pintarás el mundo”

            Vecino de Barrio Alfonso, nacido en la misma casa donde vivió toda su existencia, en Juan de Garay al 3800, recordaba siempre su pasado de pibe del barrio, la calle de tierra, el club Garay de la vuelta, los ranchitos que había en el vecindario, allá por la década del ‘30. Arancio, llevó en su arte el sentir santafesino desplegado en el lienzo, al óleo; o en el blanco papel, a la tinta. Escenas de la costa, de su gente, de la isla, de la canoa y el río, del paisaje fluvial de Santa Fe.

            Juan vio la luz un 24 de Agosto de 1931. Fue pintor, dibujante, ilustrador, historietista y argumentista. Popularmente es reconocido por sus dibujos a la tinta, y el óleo, relacionados al litoral santafesino. Sin embargo, su trayectoria laboral incluye trabajos en importantes revistas, nacionales y de otros países, ilustrando argumentos propios como por ejemplo las tiras “Corso Pete”, “Puño de Hierro”, “Poncho Negro”, “Vida Escolar”. Además incursionó en temas gauchescos en revistas de la talla de “Intervalo”, “El Tony” y en “Anteojito”.

En el orden local, publicó la historieta «Juan Chiviro» en el diario «El Litoral» en forma de tira diaria, y en lo nacional, en el diario «Clarín», las historietas «El Chumbiao» y «El Capitán Ontiveros», de 1967 a 1973. En el ámbito internacional, Juan Arancio formó parte del plantel de dibujantes de los Estudios Fleetway de Inglaterra, de los estudios Walt Disney de E.E.U.U. y de la editorial Scorpio de Milán (Italia).

          Pero su corazón costero siempre lo mantuvo atado a Santa Fe. Su amor por el terruño, traducido en su obra, le valió la distinción de Ciudadano Ilustre de la ciudad, nombramiento otorgado por el Consejo Municipal Santafesino en el año 1993. Su obra de representación regional lo llevó a exponer muy lejos de Barrio Alfonso, por ejemplo en España, Francia, Italia, Japón, Estados Unidos, Alemania y Paraguay. Pero también sus trabajos han recorrido el país y la mayoría de las localidades de la provincia.

            Reconocido por los santafesinos, su nombre ha sido impuesto al escenario del Festival Folclórico «El Agua y el Canto», al del Festival Folclórico de Santa Rosa de Calcines, a la Sala de la Cultura de Formosa, a la Sala Cultural de Pilar (Sta. Fe), a la Biblioteca del Barrio San Agustín, a la Sala de Plástica de la Escuela Monseñor Zazpe, y al aula de plástica del Instituto IPEI.

Su sentir santafesino se puede ver en el virtuosismo de su arte en obras como el óleo «La Fundación de Santa Fe», instalado en la sala de sesiones de la Cámara de Senadores de la provincia, o en la su obra «El Brigadier López», tamaño natural, ubicada en el Palacio Municipal. Unido a los hacedores, poetas y escritores, de Santa Fe, Juan ilustró autores de la talla de Julio Migno, Gastón Gori, Danilo Doyharzábal o Norma Segades de Manías.

            Su último gran trabajo, la colección «Escenas de Santa Fe la vieja», constituye una serie de dieciocho obras históricas de patrimonio Provincial que se expone de modo itinerante por la Provincia de Santa Fe. (http://www.juanarancio.com.ar)

          “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, decía el escritor ruso León Tolstoi desaparecido en 1910. Y Juan Arancio es el fiel exponente de esa apreciación valedera, que da universalidad a la obra de arte. Querido vecino, buena persona, mejor amigo, Juan ha logrado trascender con su arte, y su temática de raigambre regional costera, las diferencias sociales y las consideraciones epistemológicas.

            Trascendiendo Campos Intelectuales imperantes, al decir de Pierre Bourdieu, sus obras están en las paredes del más renombrado médico o abogado de la ciudad, pero también, en el más humilde rancho de la orilla del Ubajay, del Colastiné o del San Javier. Pero acaso lo más trascendente, los cuadros de Arancio están en el corazón de muchos santafesinos.

            Juan Arancio falleció en la ciudad de Santa Fe el 1º de marzo de 2019 a los 87 años de edad. Como mueca del destino, la enfermedad que sufrió en sus últimos años no le permitía dibujar ni pintar como antes, pero igual, se mantuvo frente a su atril con lápiz, grafito y pincel en la misma mano derecha de la que nacieron las estampas costeras que forman parte de la identidad santafesina.

Juan Arancio, “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”

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