Las entidades de General Belgrano

Escuela Primaria N° 136 “Gregoria Pérez de Denis”

La escuela surgió en una zona de quintas, en lo que es ahora Aristóbulo del Valle y Estanislao Zevallos, porque para la población era necesario tener una entidad educativa más cerca. De esta manera, el Consejo Federal de Educación atendió el reclamo de los vecinos y resolvió que debía crearse una escuela en la zona. Así, con el crecimiento de la población se reflejó el aumento de la matrícula, y de este modo, la escuela se trasladó a su ubicación actual, en 1º de Mayo 6855, inmueble especialmente construido para la institución e inaugurado en 1950.

La escuela nació con sólo dos grados, primero y tercero, pero a medida que pasaron los años apareció el quinto grado, por lo que era necesario un edificio más amplio. “El nuevo edificio es muy especial, para el barrio y la ciudad, ya que tiene una arquitectura colonial europea”, contaba Jaime Cristian, director de la escuela al programa de Radio Universidad “Alma de barrio”, en 2021.

Del acto de inauguración del edificio, acontecido el 17 de noviembre de 1950, se desprende que se realizó cuando la escuela cumplía 25 años, es decir que había nacido el 17 de noviembre de 1925. En la nota reproducida por el diario El Litoral en la ocasión de la habilitación del nuevo edificio, perteneciente a los planes de construcción de escuelas del gobierno peronista, se mencionaba que además de las autoridades de rigor del momento, “Hizo uso de la palabra a alumna de quinto grado, Magdalena Galván, quien después de expresar la alegría que experimentaban los alumnos del establecimiento por la casa nueva, agradeció en nombre de los mismos al gobierno de la provincia por la culminación de la obra”. (El Litoral 18/11/1950)

En esa oportunidad el director Augusto Portugal agradecía al Banco de Crédito Comercial “…que había donado lotes de terreno para la construcción del edificio…”, refería el vespertino. Los agradecimientos por contar con el edificio fueron extensivos a su vez al presidente de la cooperadora, y vecino del barrio, Ricardo Beltrán.

INAUGURACION EDIFICIO ESC 136 - EL LITORAL 18-11-1950

La reseña final de esa inauguración puede tomarse de las palabras del ministro de Justicia y Educación de la provincia, Raúl Rapela, que en el final de su alocución manifestaba sobre la escuela y su nuevo edificio: “Desde hoy la escuela Denis contará con este moderno local, los niños de este barrio tendrán un nuevo hogar bello y cómodo, los maestros un lugar confortable donde dirigir su prédica diaria, y el vecindario el orgullo de poder contar con un monumental edificio que embellece el barrio; felicitemosno todos de poder proporcionar a la escuela el local que su función y jerarquía necesita. Al dejar inaugurado este nuevo local para la escuela ‘Gregoria P. de Denis’, hago votos porque este monumental edificio, sea siempre el hogar predilecto de todos los niños del barrio y un índice precursor de su seguro y brillante progreso”. (El Litoral 18/11/1950)

Y fue así, el edificio, luego de más de 70 años de estar en el barrio, continúa con su presencia irradiadora de una expectativa de progreso.

La escuela cuenta con un patio muy amplio que distingue a la institución educativa con su presencia en el barrio. En este espacio abierto, que linda con calle Boneo por el norte pero también con Pasaje Ingenieros por el oeste. En el predio los alumnos realizan actividades físicas y tareas recreativas; también el espacio se utiliza para llevar a cabo distintos encuentros de la escuela. “La escuela se hizo alrededor del patio”, contaba Jaime a “Alma de Barrio”.

La matrícula de la escuela al año 2021 era de 530 alumnos y alumnas. La mayoría de ellos del Barrio Belgrano, aunque también de los barrios Transporte, San José, Don Bosco y María Selva. La escuela funcionaba en los turnos mañana, tarde y noche (ya que allí también se encontraba la Escuela Nocturna Malvinas Argentinas). Además, en las instalaciones funcionaba desde 2021 la Escuela Taller Salvador Mazza y el nivel inicial de la Escuela de Educación Especial 2090 (a partir del 20 de agosto de 2021): “Contamos con las características edilicias necesarias para poder incluir a alumnos con necesidades educativas especiales”, dijo Jaime.

“Nosotros educamos a los chicos con valores y criterios propios para que sean buenos ciudadanos. Respetamos mucho a la naturaleza”, decía Jaime Cristián para el citado programa radial, a lo que agregaba que la institución es un ícono para el barrio no sólo por sus características arquitectónicas, sino también por todo el movimiento matutino que genera: “Tenemos un patio abierto para toda la comunidad, por lo que los vecinos pueden ver incluso hasta el izado de la bandera y algunos se quedan parados y miran ese momento con respeto. La relación con el barrio es totalmente cordial, ya que acepta la institución y la empodera”. (“Alma de barrio” – LT 10 AM 1020 – 21/8/2021).

ENTREGA DE BANDERA - EL LITORAL 6-12-1973
ESC 136 GREGORIA PEREZ DE DENIS
ESC 136 GREGORIA PEREZ DE DENIS

Doña Gregoria, la patriota

El nombre de la escuela de Barrio Belgrano reconoce a, según dice la historia, la primera mujer patriota, del Litoral, entre Santa Fe y Paraná, que contribuyó con la campaña de Manuel Belgrano en 1810, en su paso por la ciudad. 

En el noroeste de la provincia, casi en el límite con Chaco y Santiago del Estero, existe un poblado, en una estación de tren, con el nombre de Gregoria Pérez de Denis (viuda de Denis en realidad).

Para reconocer la historia y su contribución a la Revolución Patria de 1810 se puede abrevar en el sitio web oficial del Monumento a la Bandera, en el que se la señala con su historia y vinculación con el creador de la bandera.

Detalle de la escultura dedicada a Gregoria Pérez de Denis en la ciudad de Paraná, realizada en 1910 por el escultor italiano Torcuato Tasso

Gregoria Pérez de Denis, una mujer patriota

En el marco del Día de la Mujer, el Monumento a la Bandera destaca a Gregoria Perez, Vda. de Denis, cuyo desinteresado ofrecimiento de ayuda a la causa independentista en los inciertos días de 1810 conmoviera a Manuel Belgrano.

Doña Gregoria ofreció a la causa independentista sus propiedades, un gesto que no sólo era de extraordinaria generosidad, ya que además en la precaria coyuntura del gobierno revolucionario en rebeldía hacia el poder virreynal, significaba una gran dosis de valentía por parte de una mujer que se involucra profundamente con ideales republicanos.

La iniciativa de esta santafesina se recuerda en el Monumento a la Bandera desde 1998, con la designación del pasaje que comunica las calles Córdoba y Santa Fe debajo del puente elevado del Pasaje Juramento, a través de la Ordenanza nº 6588 del Concejo Municipal de Rosario.

Gregoria Ignacia Pérez nació en 1764; hija del español Ignacio Bernardo Pérez y de María Ángela Larramendi. A los 21 años de edad contrajo matrimonio con Juan Ventura Denis, propietario de una estancia en territorio entrerriano, con quien formó una familia. Unos años más tarde, Doña Gregoria queda viuda y se hace cargo de la administración de la hacienda.

El Cnel. Belgrano, que encabeza la misión al Paraguay, el 9 de octubre de 1810 avanzó hasta la Bajada del Paraná, donde hoy se levanta la capital de la actual provincia de Entre Ríos. Gregoria, al día siguiente envió a su hijo mayor con una carta dirigida personalmente al comandante: «Excelentísimo Señor: La viuda de Don Juan Ventura Denis logra el honor de saludar a V.E. ya que no lo hizo cuando V.E. se hallaba en esta ciudad, por la cortedad de su genio y por no poderse introducir en claustro de regulares para poner a la orden y disposición de V.E. sus haciendas, casas y criados desde el río Feliciano hasta el Puesto de las Estacas, en cuyo trecho es V.E. el Dueño de mis cortos bienes para que con ellos pueda auxiliar al Ejército de su mando, sin interés alguno. Esto mismo tengo prevenido a mi hijo Valentín, quien desearé sepa complacer a V.E. quien tendrá la bondad de dispensar cualesquiera falta que provenga de mi ausencia o de la corta edad de dicho mi hijo».

Belgrano le contestó de su puño y letra: «Vd. ha conmovido todos los sentimientos de ternura y gratitud de mi corazón, al manifestarme los suyos tan llenos del más generoso patriotismo. La junta colocará a usted en el catálogo de los beneméritos de la patria, para ejemplo de los poderosos que la miran con frialdad».

Gregoria, la más temprana de las patriotas argentinas, falleció en la ciudad de Santa Fe, el 10 de diciembre de 1823.

www.monumentoalabandera.gob.ar

Iglesia Evangélica Luterana

En Santa Fe su sede se encuentra ubicada sobre calle Alberti 2659. El nombre “Luterana” proviene de Lutero, reformador religioso alemán del siglo XVI. Lutero perteneció a la orden de los agustinos y también fue profesor en la universidad de Wittenberg, en Alemania. Lutero era muy estudioso de la Biblia y planteó desde su perspectiva una serie de errores de la Iglesia Romana que quería corregir, pero, la iglesia católica no aceptó el planteo de Lutero, quien al poco tiempo fue expulsado.

En el año 1530 comienza a funcionar la Iglesia Luterana, cuando muchos príncipes dieron a conocer, en Augsburgo, Alemania, su fe ante el Emperador Carlos V. Es así como la iglesia luterana creció y se expandió por todo el Norte de Europa.

IGLESIA EVANGELICA LUTERANA

A principio del siglo XIX muchos de los alemanes luteranos migraron a Rusia (Región del río Volga) y a Norteamérica. Los inmigrantes que habían arribado a los Estados Unidos conformaron un Sínodo Luterano en 1847. Este Sínodo se llama hasta el día de hoy ‘Iglesia Luterana del sínodo de Missouri’, dice el sitio web de la Iglesia Evangélica Luterana en Argentina.

A fines del XIX, muchos alemanes que habían emigrado hacia Rusia, luego fueron inmigrantes en Argentina, radicándose especialmente en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Entre Ríos. En el siglo XX la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri envió misioneros al sur de Brasil y en 1905 a la Aldea San Juan, en Entre Ríos. Desde ese lugar se extendió por toda Argentina, particularmente entre las colonias alemanas, hasta llegar a nuestra ciudad, concretamente en barrio Belgrano, con otro templo en la ciudad de Santo Tomé.

Parroquia María Auxiliadora

La gestación de la parroquia ubicada en Alberti 2555 se remonta al año 1962 cuando ante la necesidad de construir un centro evangelizador en el barrio, la Iglesia Don Bosco creó una delegación con vecinos de Barrio Belgrano. La primera reunión se llevó a cabo en San Martín al 7100, y luego los encuentros fundacionales continuaron en la vivienda de Don Basilio Martínez, más conocido como “Bachi”. Este vecino junto con su esposa presidió la delegación durante 19 años.

En ocasión del fallecimiento de Don Basilio, en marzo de 2020, la parroquia recuperaba en su Facebook una charla mantenida con “Bachi” en la que en primera persona el promotor de la comunidad de María Auxiliadora contaba la historia…

PARROQUIA MARIA AUXILIADORA - FB PARRROQUIA

Entrevista de la 9° Edición de la Revista Parroquial «NotiAuxiliadora» – Diciembre 2011

«DEDICACIÓN Y EMPEÑO AL SERVICIO DE LA PARROQUIA MARÍA AUXILIADORA»

Más de cincuenta años trabajó incansablemente con el buen humor que lo caracterizaba y siempre dispuesto. Basilio Martínez, Bachi, fue uno de los personajes más emblemáticos de la Parroquia María Auxiliadora.

¿Cómo empezó la historia de la Parroquia?

En el año 1962, fue necesario construir un centro evangelizador, esto pertenecía a Don Bosco. La Iglesia Don Bosco encargó que se haga una comisión con gente del barrio. Me invitaron a asistir a esa reunión que se hizo en San Martín al 7100, ya después las hicimos en mi casa. En ese año se formó la primera comisión y me pusieron a mí y a mi señora de matrimonio presidente y se formó la comisión. Nosotros como cabeza de esa comisión estuvimos presidiendo durante 19 años.

¿Qué relación tenías con Don Bosco?

Ninguna, entre los vecinos le comentaron al párroco de Don Bosco que yo había venido hacía unos años a vivir al barrio. Le comentaron que era de raigambre cristiana, es decir, con formación cristiana y entonces me prepararon y me puso como presidente de la comisión. A mí y a mi señora, porque era el matrimonio presidente. Todos los demás eran de por acá cerca, del barrio. Y ahí comenzamos. Los primeros años fueron muy duros. Había muy pocas casas, calculá que esto fue hace casi 50 años, y se fue haciendo poco a poco, con beneficios y trabajando mucho. En ese tiempo teníamos que poner mucho el lomo nosotros, no podíamos llamar a nadie, porque no había plata. El poco dinero que se iba teniendo se iba poniendo acá. De a poco fuimos haciendo algo, hasta que pudimos hacer esta pieza (la secretaría actual) y en ese escritorio de la secretaría se comenzó a celebrar la Misa. Vendrían 7 u 8 personas, más no.

¿Cómo fue el proceso de partir de un terreno baldío a la parroquia que tenemos hoy?

El terreno fue donado al Arzobispado por la familia De Martini Zanutti. Don Bosco tuvo la idea de hacer un oratorio de 4×6 metros nada más, para dar la catequesis acá, como si fuese un brazo extendido de Don Bosco. Pero mi hermano José Raúl Martínez, como era constructor, hizo los planos del templo y esta dependencia pero como pensamos que algún día todo eso iba a crecer, entonces no lo hicimos tan chiquito y lo hicimos de 12×16 metros. Le presentó los planos al Cardenal Monseñor Fasolino, lo autorizó, lo autorizó Don Bosco y empezamos con esa construcción de a poco. «La Capilla de Bachi» le decían los curas de aquel tiempo: el padre Trucco, Catena, Gasparoto, todos.

El padre Francisco Dorozinski nos dio mucha mano, nos ayudó mucho y venía a trabajar acá con nosotros y fue cuando pusimos el techo del templo. Ese techo fue puesto por gente de acá, sin albañiles. Las cabriadas se compraron en la Marimil, que ahora cerró, El padre Francisco fue allá y compró tres cabriadas, que no eran la medida exacta. Mi hermano era profesor de construcción entonces iba y le decía: «Martínez necesito seis muchachos para que me corten hierro»; mi hermano le decía a alguno de sus alumnos: «Bueno, vayan ustedes allá que los superviso y les pongo nota acá», entonces los muchachos en vez de hacer las tareas del taller allí, las hacían aquí y reacondicionaban las cabriadas.

El que nos dio una buena mano para las cabriadas fue el papá de Estela, porque él era de profesión albañil entonces nos dio una mano muy grande para poder ponerlas. Una vez que hicimos eso, se comenzó a celebrar la Misa ahí adentro. Cada vez que había algo, yo venía y arreglaba todo, barría, acomodaba todo yo solito. Muchos años estuve barriendo el piso de porland; recién con el padre Colombo pusimos el piso y el cielo raso. Bueno y así estuvimos trabajando y formando la comunidad hasta el año1969, en que se consiguió hacer parroquia. En el año 69 ya fue parroquia pero siempre hubo una comunidad muy unida entre todos, entre viejos, jóvenes y medianos. Después tomó posesión el padre Colombo que fue el primer párroco.

Me acuerdo de que Monseñor Fasolino me llamó y me dijo: «Señor Martínez, el domingo va a ir el Cardenal a celebrar la Misa ahí en la Parroquia María Auxiliadora», «¿Qué Parroquia María Auxiliadora?», dije yo, no teníamos cielo raso, no teníamos piso, sorprendido dije: «Bueno, si quiere venir que venga», y entonces vino, celebró la Misa acá y fue la última Misa que celebró él, después de eso se enfermó y murió. El nombramiento como Parroquia está firmado por Monseñor Zaspe, porque ya Fasolino había muerto, pero fue él quien hizo esta Parroquia, pero no estaba por escrito. Lo que era el dormitorio estaba sin revocar, vino el Obispo y ahí estuvimos reunidos, charlando con él. Y bueno, después vino el padre Colombo, hizo posesión de esto.

Le hice un techito provisorio con unos nylon, porque el techo se goteaba, era invierno y la humedad chorreaba la chapa de zinc. No había cielo raso entonces le puse dos palos, arriba un nylon para que no caiga el agua y en verano se tenía que levantar de noche y buscar entre los ladrillos los grillos porque no le dejaban dormir del concierto que hacían. Después de muchas veces, sobre todo de noche, me buscaba en casa para ver qué podíamos comer, él no tenía nada, yo tampoco, si lo que ganaba en el comercio no me alcanzaba para mucho que digamos, pero igual siempre nos arreglábamos.

Tu historia de vida está teñida de anécdotas ocurridas en la Parroquia. ¿Nos querés contar algo de esas historias maravillosas que seguro tenés?

Cuando no había nada, lo primero que hicimos fue poner una puerta en el fondo de mi casa para tener comunicación con la Parroquia. Esto era todo baldío y habíamos puesto una lámpara en mi casa para que alumbre por acá. Para la Novena de María Auxiliadora la hacíamos en el campito y traíamos la luz de casa. Los primeros locros se prepararon en mi casa, cuando tuvimos algo de pared empezamos a hacer los locros acá, para comerlos acá, no para llevarlo. Veníamos a comer acá. No precisamente en la pequeña construcción que era la Parroquia sino enfrente que había un taller de autos que nos prestaban el lugar y comíamos ahí.

Cuando tuvimos el lugar empezamos a comer acá. Pero llegó un momento en que no podíamos comer más acá por la cantidad que se estaban vendiendo, entonces ahí se empezó a vender para llevar. Esos locros desde entonces se siguen haciendo todavía. Siendo una tradición para la Parroquia todos los 9 de Julio. Fuimos aprendiendo a hacer de todo. Nosotros éramos cocineros, albañiles, aprendimos de todo. Más que una cuestión organizativa era más la ayuda humana y de esfuerzo. acá hay paredes que ayudé a levantar, las de la habitación donde dormía el padre Elvio las levanté de noche ayudado por Don Pío. Mi señora y su señora nos cebaban mates, él me los iba pasando y yo en el andamio los iba acomodando. Pusimos el techo y fue una de las salas más sólidas que tuvimos, después poco a poco ya fuimos empezando a traer albañiles para hacer las cosas.

El año que tuvimos que hacer el primer cirio pascual lo hicimos en mi casa de manera artesanal. Todos los curas me conocían y les pedía los recortes de vela que iban quedando entonces en mi casa, puse un tubo de cartón esos que se usan con telas y trenzamos hilo, lo enceramos bien y lo pusimos en el medio, entonces ahí lo llenamos con la cera que derretimos ahí en casa, calculamos que ya estaba frío, lo abrimos y se nos rompió, entonces tuvimos que hacer el segundo. Hicimos el segundo t quedó y ese fue el primer cirio pascual que pudimos usar acá, porque plata para comprar no teníamos.

Una vez, llega el padre Colombo, con Colombo hemos corrido la coneja los dos, y una noche me dice: «No tengo nada para comer, lo único que tengo es un poco de cebolla de verdeo», y yo le dije: «Yo tengo un poco de hígado para el gato», en ese tiempo el carnicero al hígado te lo regalaban, no te lo vendían. Y le digo: «Ahí tengo el hígado, vamos a hacer una fritanga». Con eso, fuimos a casa, cocinamos el hígado, cortamos la cebolla de verdeo para condimentarlo y nosotros contentos. Al otro día le dije a mi señora: «Mirá comimos el hígado con la cebolla de verdeo que tenía el padre allá, nos hicimos una regia fritanga» y mi señora se empezó a matar de risa y me dijo: «¡Pero si eso no es cebolla de verdeo, era ajo porro!». Y bueno, para nosotros fue igual. No teníamos qué comer y vos sabes que cuando hay hambre no hay pan duro, hay que comer, y así fuimos tirando, tirando…

Eras empleado de comercio y a su vez trabajabas muy activamente en la Parroquia. ¿Cómo hacías para poder conciliar las dos cosas?

Y mirá, los ladrillos los pegábamos de noche, es cuestión de querer y tener voluntad. Ahora te dicen: «No, yo trabajo y no tengo tiempo»; fuera del horario de trabajo no quiere venir la gente a trabajar, mezquina en eso. En aquel tiempo vivíamos para esto nosotros. En donde yo trabajaba, cuando venían los clientes, las rifitas que íbamos haciendo las vendía ahí. Tanto así que un día el patrón me dijo: «No vendan más rifas acá». Entonces, ¿qué hice yo?, cuando venía el cliente y se iba a probar la ropa, adentro del probador aprovechaba y ahí les vendía las rifas.

¿Qué mensaje le daría a la comunidad hoy después de tantos años de servicio?

No abandonen la Parroquia, es lo que pide la Iglesia: que cada cual vaya y cuide su parroquia. Porque si la dejamos por cualquier cosa el día que queramos volver no vamos a encontrar nada. La Parroquia necesita vida, problemas vamos a tener siempre. La comunidad es una familia hay hijos buenos, otros no tanto, unos construyen, otros destruyen; pero entre todos tenemos que ayudarnos y entre todos seguir como una gran familia. Todos somos hombres, hay muchos errores, hay muchas fallas, pero nuestra cabeza es Cristo, por eso es Santa, por eso se mantiene la Iglesia y de ahí la necesidad de participar, de estar.

«El día de mi cumpleaños el padre Elvio dijo: ‘Bachi está acá antes que ningún cura; van a seguir pasando muchos curas y él va a estar todavía’. Hasta ahora se está cumpliendo, de los salesianos vinieron varios, después vino el padre Colombo, el padre Victorio, el padre Alberga, ahora hace tres años que estoy con el padre Héctor»

(Palabras del querido Don Bachi en Diciembre del año 2011)

Vecinal Manuel Belgrano

VECINAL BELGRANO EN 1964 - EL LITORAL 24-8-1964

Se encuentra ubicada sobre calle Boneo 3050 y fue fundada en el año 1953. En sus inicios contaba con doce integrantes que eran vecinos del barrio que decidieron unirse para llevar a adelante distintas obras que necesita esa zona norte de la ciudad, “prácticamente la ciudad terminaba en este sector que tenía unas pocas casas y algunas quintas que producían frutas y verduras. También existía un tambo donde los habitantes de la zona podían comprar la leche recién ordeñada. Por lado, por aquel entonces, en la vecinal, cuando se realizaban las reuniones de la comisión sus integrantes aprovechaban para jugar a las bochas, al zapo o al truco”, dijo Juan Carlos Gómez, integrante de la comisión directiva de la Asociación Vecinal Manuel Belgrano al programa “Alma de Barrio” de LT10 AM 1020 en septiembre de 2021.

Antes de su sede actual se utilizaba una casa de familia ubicada en la intersección de las calles Estanislao Ceballos y 4 de Enero. Al poco tiempo un grupo de vecinos tomó conocimiento de que se remataba un terreno en la zona, que es donde actualmente se encuentra la sede.

Lo primero que se construyó fueron algunas instalaciones precarias con materiales aportados por integrantes de la comisión, donaciones de vecinos o ingresos obtenidos a través de bailes populares, boxeo, fútbol cinco, torneos de bochas y con el funcionamiento de un buffet. “Este buffet daba la posibilidad de brindar un lugar de charlas para los vecinos, que permitía dar a conocer los planes de la comisión. Se llegó a tener la colaboración de unos 200 socios. La comisión siempre fue apolítica y se convocaba a los vecinos mediante visitas domiciliarias, que eran siempre bien recibidas”, contaba Juan Carlos a “Alma de Barrio”.

En los años 70, gracias al constante trabajo de la vecinal, se logró que gran parte de la zona norte tuviera agua potable. Luego llegó el extendido de las líneas de iluminación y se alcanzó la colocación de algunas iluminarias. Más adelante la vecinal solicitó las cloacas, obra que se realizó con el aporte de la municipalidad y luego se concretó el cordón cuneta y la pavimentación de las calles.

Al año 2021 se realizaban distintas actividades en la sede de la vecinal que tienen que ver con el bienestar y la salud de los habitantes del barrio. Entre estas actividades se encontraban: defensa personal y gimnasia para damas, entre otras. También se cedía el salón de la vecinal para reuniones y encuentros de los vecinos. Para 2021 la comisión contaba con 22 miembros, entre integrantes, titulares y suplentes, “como el primer día seguimos reuniéndonos como una manera de no bajar los brazos para que los vecinos puedan disfrutar de este hermoso barrio”, culminaba Juan Carlos por la radio universitaria.

VECINAL MANUEL BELGRANO - FB VECINAL
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