Las hermanas vecinas de toda la vida

Las hermanas de la primera familia de Liceo Norte

En su recorrida por Liceo Norte el investigador Miguel Ángel Dalla Fontana conversaba con los vecinos, y en especial con las hermanas Mirta y Liliana Dufek, descendientes de los primeros pobladores del barrio. En esa charla surgían los recuerdos de las protagonistas, y de las historias que alguna vez escucharon de sus mayores.

LAS HERMANAS DUFEK EN FAMILIA

La historia del barrio narrada en primera persona por Mirta y Liliana Dufek

Ahora desde la oralidad rescatamos los testimonios de Mirta y Liliana Dufek, tercera generación de una familia checoslovaca que llegó en la primera década del siglo pasado.

–«Mi abuelo Rudolf Dufek (más conocido como Rodolfo) había nacido en Brumovicich, en el imperio austrohúngaro (Austria–Hungría). En 1909 emigró hacia la República Argentina con la profesión de cerrajero, recibido en las Escuelas de Artes y Oficios. Con ese oficio, en todos los casos, realizó un mueble cada vez que se casaba un hijo.

Lo más interesante para destacar cuando llegó a Argentina, es que fue contratado para colocar los remaches cuando comenzó a tenderse el tramo del ‘puente Negro’ y de las vías del Ferrocarril Central Argentino (ubicado en Aristóbulo del Valle). Además, mi abuelo desarrolló una fructífera actividad comercial en Piquete, zona que estaba atravesada por varias quintas. En su momento, fue herrero con el afilado de rejas de arado, herrajes de caballos y enllantado de ruedas de carros».

Las hermanas Dufek nos cuentan de cómo el abuelo se radicó en Santa Fe:

Apenas llegó el abuelo Rodolfo se ubicó en el Distrito Guadalupe a la altura de Ángel Gallardo. Luego de cuatro años, es decir en 1913, contrajo matrimonio con Teresa Bochini de apenas 15 años y que vivía en Piquete. Con una inundación en la zona de Guadalupe en 1920, se vinieron para Piquete ubicándose en lo que ahora es calle Vicente Almonacid 5433. Ellos fueron invitados por el Dr. Barletta para el cuidado de su quinta. Cuando se ubicaron ya traían consigo a los hijos, Ana y Francisco. Más tarde nacieron: María Rosa, Lidia, Elena, Rodolfo Mario y mi padre Luis que era de 1922.

Mirta Dufek agrega cómo la gran familia Dufek terminó arraigada en la zona de Piquete:

–«Con los años, el Dr. Barletta vendió a mi abuelo varias fracciones que abarcaba casi hasta lo que es hoy Gorriti, justo al lado del ex Sanatorio psiquiátrico ‘El Litoral’. Hospital pago para las familias más pudientes de Santa Fe. Nosotros, siempre en los documentos transcribíamos el nombre de Las Flores porque al parecer estaba relacionado con la cárcel. El negocio ‘Mirli’ de mi propiedad, que aún perdura, lo fundó mi padre como bar el 1º de marzo de 1955 –un romántico– con el nombre de ‘Para ti Madre’. Negocio único en el barrio que poseía teléfono de la empresa ‘Megatel’. Además, mi padre tenía una fábrica de escobas que vendía en las ferias de la ciudad, y como si esto fuera poco, en el poco tiempo que le quedaba realizaba tareas de albañilería.

Quiero aclarar que tres años antes de la instalación del bar de mi padre, existió otro almacén, que era del ruso Jorge Nesterovich. Pensemos, para entonces, todo esto era baldío. Si tomamos Blas Parera hacia el sur, estaba el almacén de Battistón. Luego hacia el norte, estaban los hermanos Barceló y yendo hacia Cabaña Leiva, estaba el almacén de Don Antonio Fernández, que era el hijo de Don Florencio y que hoy lleva el nombre de una calle.

El bar de mi padre siempre estaba concurrido por gente que visitaba el penal, pero también, muchos medieros de la zona. Mi padre, les fiaba todo el año. Como sea, los quinteros le pagaban al final de la cosecha del tomate. Cuando se instaló el Liceo Militar los soldados tucumanos y santiagueños, se llegaban hasta el bar de mi padre…lo triste era que se iban sin pagar, en muchas ocasiones. Otro clásico en el tiempo fue la pizzería de Morsa, en Blas Parera y Beruti, muy concurrido por soldados y gente del penal de Las Flores».

Completa, la hermana Liliana Dufek:

–«Cuando íbamos a tomar el tranvía 4 en Beruti, recorríamos el camino bajo la arboleda de tipas que cubría todo el asfalto. Uno recuerda las kermeses en la iglesia del Tránsito del 15 al 17 de agosto. Si habremos comidos chocolate de conejitos en los kioscos que se armaban a la vera del camino. Ahí los curas tenían el cine ‘Las Flores’ y proyectaban tres películas…nos sentábamos en sillas de madera atadas con una caña para que los jóvenes no se la lleven.

El primer cambio en lo urbanístico se realizó cuando se loteó la quinta de la familia Schavina, que cubría desde calle Europa hacia el norte. Luego, vendrá la venta de las quintas de las familias de Zanella, Traverso y los remanentes de lo que había quedado de la ex Av. de Circunvalación.

Durante décadas, casi la totalidad de la familia Dufek con sus hijos y nietos fuimos ocupando la subdivisión de los lotes de aquellos primeros terrenos de mi abuelo. Con respecto a la vecinal existió, una en Callejón Aguirre y Chiclana, y que ahora forma parte de un centro de acción comunitaria. En la actualidad, el barrio tiene agua potable, gas por red, y recientemente se realizó la luminaria en calle Vicente A. Almonacid, vía troncal del barrio».

 

Miguel Ángel Dalla Fontana

«Ciudad invisible. Piquete, Las Flores y sus barrios» – 2022

Las hermanas vecinas de toda la vida

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