Escuela Primaria N° 1321 “Agustín Zapata Gollán”
La Escuela Secundaria N° 1321 “Dr. Agustín Zapata Gollán” se ubica en Beck Bernard al 8100 en barrio Acería. La institución de gestión pública provincial brinda servicios educativos en el nivel primario. Los comienzos de la escuela se remontan hacia 1987, cuando algunas familias que habían sido trasladadas de los terrenos pertenecientes a Ferrocarriles Argentinos se ubicaron en un complejo habitacional en barrio Acería. En consecuencia, la institución educativa más cercana, la Escuela N° 1000, sufrió un incremento de su matrícula, lo cual implicó la apertura de un turno intermedio. Sin embargo, esta solución provisoria con el tiempo resultó insuficiente.
De este modo, “un grupo de vecinos, en conjunto con representantes de la Iglesia “Rayo de luz” y con la participación de la vecinal “Juana Azurduy”, realizaron numerosas gestiones para lograr la creación de una escuela primaria. El 24 de noviembre de 1988 se concretó la fundación del establecimiento escolar solicitado, asignándosele el número 1.321; un año después, la comunidad educativa decidió nombrar a la institución “Agustín Zapata Gollán”, en reconocimiento a una figura que dejó un importante legado en materia social, cultural y de recuperación de la historia de nuestra ciudad” (LT10, 18/12/2013).
Hacia el año 2006 asistían más de seiscientos noventa niños y niñas, entre primero y séptimo grado. La directora, Laura Bourquín, le comentaba a El Litoal que “Nuestros chicos no escapan a la realidad social nacional. Tenemos alumnos con familias constituidas de diversas maneras, con mala alimentación, o muy solos. Nosotros, en lo que podemos, los asistimos”. La escuela brindaba el servicio de comedor escolar y copa de leche para los alumnos y alumnas que así lo requerían (El Litoral, 12/12/2006).
La institución ha sufrido numerosos robos y hechos de vandalismo, lo cual provocó en varias ocasiones que se perdieran días de clases. De hecho, en el 2022 la Escuela “Zapata Gollán” fue víctima de más de seis robos en pocos meses.
“Agustín Zapata Gollán, la vigencia de su obra” por Luis María Calvo
Agustín Zapata Gollán se destacó en las diversas actividades que desarrolló, sea como historiador, periodista, xilógrafo, escritor, profesor y arqueólogo, cada una de las cuales definen tan sólo fragmentariamente una personalidad de excepción, un hombre inquieto y preocupado por cuanto le rodeaba, al modo de los antiguos humanistas.
Había nacido el 23 de noviembre de 1895 en el viejo barrio sur de Santa Fe, en las proximidades de las iglesias de Santo Domingo y San Francisco, y fue testigo de una ciudad que en décadas anteriores había comenzado a transformar su paisaje urbano y sus costumbres. Mucho más tarde, al final de su vida, Zapata Gollán recordaría el olor a río y el de las huertas que podían percibirse en los años de su niñez: «… las calles entonces solitarias y tranquilas, con perfumes de huertas sombrías, con higueras y naranjos y ese airecito del río que se colaba tenue y sutil en los atardeceres luminosos de los barrios viejos que conservaban alguna que otra casona encalada y techada de tejas, algún tapial abrumado de madreselvas y jazmines, algún patio soledoso de ladrillos mullidos de verdín o un tinajón para el agua fresca como las «toboseras» tinajas del Quijote».
Por sus relaciones familiares estaba vinculado a importantes figuras de la cultura entrerriana y santafesina, como Floriano Zapata, José y Manuel Gálvez, Evaristo Carriego, algunos de los cuales influyeron en su formación intelectual.
Cursó sus estudios secundarios en el antiguo Colegio de la Inmaculada de los padres jesuitas, en donde cultivó, particularmente, su innata vocación literaria, nutriéndose de los clásicos españoles que no abandonaría a lo largo de su vida, y madurando una prosa elegante, sobria en sus expresiones, pero a la vez rica en matices y poética en sus recreaciones y descripciones, reveladora de una sutil capacidad de observación de ambientes y de percepción de caracteres humanos.
Luego de doctorarse en Derecho y Ciencias, y tras una corta carrera en la administración judicial, ejerció el periodismo, haciendo uso de una pluma polémica y audaz, a la par que comenzaba a actuar en la promoción de la cultura santafesina junto a otras personalidades y amigos. Más tarde, comprometido con la actividad política, ejerció la intendencia municipal de Santa Fe y puso de manifiesto su sentido humanitario a través de distintas obras de asistencia social.
Dibujante innato, la presencia en Santa Fe de Sergio Sergi le alentó a aprender el uso de gubias y buriles con los que trasladó a la incisión de la madera su destreza en el dibujo, convirtiéndose en uno de nuestros más talentosos xilógrafos. Su serie del Cristo expresa dramáticamente distintas escenas de la vida de Jesús, su Pasión y Resurrección; en la serie del Novecientos describió admirablemente la atmósfera de una Santa Fe decimonónica de la que fue uno de los últimos y más lúcidos testigos, mientras que en otras series reflejó el paisaje santafesino con sus ríos, sus islas y sus hombres.
En 1938 fue enviado por el gobierno de la provincia a realizar investigaciones históricas en los archivos del Perú, de cuyos avances fue informando en la prensa santafesina. En ese mismo año fue premiado por la Institución Cultural Española por su labor como hispanista.
Desde 1940 y hasta el día de su muerte, ocurrida el 11 de octubre de 1986, dirigió el Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, dando impulso a estudios relativos a las culturas aborígenes de nuestro territorio y a la historia del período hispánico. En la primera década, del Departamento publicó tres boletines en los que se incluyeron monografías de acreditados investigadores, y comenzó a formar el patrimonio del Museo Etnográfico y Colonial.
De la década del ´40 datan sus investigaciones sobre las lenguas aborígenes, de las que dio a conocer tres vocabularios mocoví sobre los animales y plantas, el caballo y la equitación, y el cuerpo humano y su fisiología, como así también sus libros sobre la medicina y el caballo en la época colonial, entre otros donde abordó temas que seguiría frecuentando y profundizando en años posteriores.
En 1949 el gobierno de la provincia le encomendó la realización de excavaciones arqueológicas en el sitio donde la tradición localizaba la ciudad vieja de Santa Fe, fundada por Juan de Garay en 1573. En el mes de julio inició los trabajos, en el montículo en el que se erigía un par de placas conmemorativas de la fundación, erigidas por los gobernadores Mosca en 1923 e Iriondo en 1939 y donde quedaron al descubierto restos de tapia y esqueletos que le permitieron identificarlos como correspondientes a la antigua iglesia de San Francisco y a sus enterratorios. Urgido por verificar que los resultados de sus trabajos pertenecían a Santa Fe la Vieja, extendió las excavaciones y localizó las estructuras de las iglesias de Santo Domingo y de La Merced, el Cabildo y varias decenas de viviendas, junto a los restos óseos de los primeros pobladores y un conjunto excepcional de objetos que testimonian la vida de la ciudad en el siglo XVII.
Las primeras excavaciones estuvieron acompañadas por una dura polémica en la que se cuestionó la identidad del sitio, pero Zapata Gollán con su tesón y el apoyo de historiadores de prestigio, prosiguió sus trabajos arqueológicos mientras profundizaba sus investigaciones en documentos de la época para despejar las posibles dudas que se suscitaran. El dictamen favorable de la Academia Nacional de la Historia ratificaría la autenticidad de las ruinas y premiaría la labor de Agustín Zapata Gollán.
A partir de entonces, su producción historiográfica se centró preferentemente en el tema de la primitiva ciudad de Santa Fe y en la vida de sus pobladores en los siglos XVI y XVII.
Desde 1950, año en que la Academia Nacional de la Historia publicó su trabajo Las excavaciones en Cayastá, hasta su muerte, podemos mencionar entre sus trabajos más importantes y conocidos: Las ruinas de la primitiva ciudad de Santa Fe (1953), La vida en Santa Fe la Vieja a través de sus ruinas (1956), Supersticiones y Amuletos (1960), Portugueses en Santa Fe la Vieja (1969), La urbanización hispanoamericana en el Río de la Plata (1971), La hija de Garay. Sus últimos años y su muerte (1976), Iconografía religiosa en Santa Fe la Vieja (1979), La historia del trabajo en Santa Fe la Vieja (1980), Testimonios secretos de Santa Fe la Vieja (1983), Ladrillos y tejas y marcas exhumadas en Santa Fe la vieja (1983).
Entre 1966 y 1967 realizó investigaciones en España, con el apoyo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, que le permitieron consultar los Archivos de Indias y de Simancas, y las Bibliotecas de El Escorial y Nacional de Madrid, de cuyos documentos recogió información que volcaría más tarde en monografías sobre temas inéditos, muchas de las cuales dio a conocer, ya en los últimos años de su vida, a través de los diarios El Litoral de Santa Fe y La Capital de Rosario.
Zapata Gollán perteneció a numerosas instituciones culturas y científicas: fue miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia, académico correspondiente de la Academia Nacional de Bellas Artes y de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba (España), miembro de número de la Junta Provincial de Estudios Históricos y de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina y miembro correspondiente del Instituto de Historia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (UNR).
Por su iniciativa, en torno al Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales se formaron tres instituciones que le acompañaron con su trabajo y que, luego de su muerte, han mantenido el compromiso con el legado de Agustín Zapata Gollán: la Asociación Amigos de Santa Fe la Vieja (fundada en 1953 y reinstituida en 1975), la Asociación Conmemorativa de la Primera Yerra (1973) y el Centro de Estudios Hispanoamericanos (1981).
Desde el Centro de Estudios Hispanoamericanos, estimuló por igual a investigadores como a quienes se iniciaban como tales, y bajo su presidencia se publicaron los cuatro primeros números de la Revista América.
Su vasta obra, que comprende numerosos libros, algunos muy conocidos como Las Puertas de la Tierra, Los Precursores y Los Siete Jefes, y monografías publicadas en revista y periódicos, da testimonio del amplio espectro de temas que merecían su particular interés. Fue un apasionado investigador pasado americano colonial, lo que le valió el reconocimiento de la Corona Española que le condecoró con la encomienda de la Orden de Isabel la Católica. Sin omitir su excepcional contribución al conocimiento de nuestro folklore, de las lenguas y culturas aborígenes, sin embargo, Zapata Gollán ha quedado identificado a su obra más querida, Santa Fe la Vieja, y con los estudios que realizó sobre la vida de sus habitantes, sus costumbres y creencias, sus instituciones civiles y religiosas, y los diversos grupos étnicos que conformaban la ciudad.
(Sumario Revista América N° 18, Centro de Estudios Hispanoamericanos)
Asociación Vecinal Juventud del Norte
La Asociación Vecinal Juventud del Norte se ubica en calle Gobernador Lehmann 7699. Fue fundada el 15 de septiembre de 1963 por vecinos y vecinas del barrio Sarmiento, por lo que se trata de una de las primeras instituciones del barrio Acería.
La institución se autodefine como un centro multidisciplinario de contención y recreación de niños, niñas y jóvenes, como así también un espacio de ayuda y formación laboral para personas adultas.
En el mismo terreno de la vecinal funciona el Solar Municipal “Juventud del Norte”, que cuenta con una huerta orgánica cuya producción se destina a familias de la zona.
El barrio Acería contiene dos vecinales: por un lado, la Asociación Vecinal “Juana Azurduy” y, por otro lado, “Juventud del Norte”. Los límites de esta última son calle Azcuénaga al norte, Javier de la Rosa al sur, Diagonal Santa Fe (Cervera) al este y Gobernador Menchaca al oeste.
En la vecinal se brindaban, hacia el año 2017, diferentes actividades deportivas y culturales. Entre ellas, destacaba la escuela de fútbol, clases de ritmos latinos, talleres de plástica y manualidades.
Durante muchos años funcionó en el local de la vecinal el Centro de Salud “Juventud del Norte”. Atendía a más de mil ochocientas consultas médicas por mes de vecinos y vecinas de barrio Juventud del Norte, Scarafía y Santo Domingo.
No fue sino hasta el año 2018 cuando se licitó el proyecto para su traslado hacia un edificio propio, adecuado para las necesidades del centro. La inauguración del nuevo edificio ubicado en Ayacucho y Rosas se realizó el 6 de mayo de 2020.
En cuanto a las necesidades del barrio, los vecinos y las vecinas de Juventud del Norte le comentaban a Fundación Centro en 2022 que las mayores problemáticas provenían de la falta de accesibilidad y transporte, del mal estado de las vías de comunicación (ninguna de las calles se encontraba asfaltada en su totalidad), de la presencia de microbasurales producto de la irregularidad del servicio de recolección de residuos y del incremento de la inseguridad, el narcotráfico y el vandalismo ante la falta de patrullaje y presencia policial.
Vecinal Juana Azurduy
La asociación vecinal Juana Azurduy es una de las instituciones que llevan adelante actividades para la zona norte del Barrio Acería. Ubicada en una particular manzana, sobre Matheu 6250, su sede está flanqueada a un lado la comisaría del barrio y por el centro de salud, y por el otro la escuela de educación media Nº 382 Santa Fe de la Vera Cruz, y enfrente la escuela particular incorporada Nº 1.342 Juan Marcos.
Esta vecinal gravitó en las mejoras para el sector, tanto con la pavimentación de esa cuadra y por la vuelta hasta llegar a Beruti, sino además con la mejora en la construcción de Centro de Salud que transformó el antiguo dispensario, no sin dilaciones de algunos años hasta su terminación.
Hacia el 2022 el barrio se enfrentaba a la reubicación de parte de su población, que fue trasladada desde un viejo plan de viviendas hacia viviendas nuevas en Juventud del Norte. Los viejos edificios iban a ser demolidos y una de las preocupaciones de la comunidad era el destino de esos terrenos.
De acuerdo con Fundación Centro, los reclamos de los vecinos y de las vecinas que se agrupaban en la vecinal Juana Azurduy tenían que ver, para el año 2022, con la irregularidad del servicio de agua corriente, la falta de gas natural, la formación de microbasurales y la deficiencia del sistema cloacal. Otro problema del barrio residía en el estado de las calles, sin asfaltar y propensas a la acumulación de agua (Fundación Centro, 19/10/2022).
Como en otros barrios, la vecinal Juana Azurduy brinda actividades a los vecinos, con un salón de usos múltiples, cursos de capacitación y otras iniciativas.
La vecinal desarrolla diferentes actividades culturales, recreativas y de capacitación. Entre ellas, destaca la iniciativa en el marco del Plan Abre que “prevé la realización de cursos de capacitación en refrigeración, costura, carpintería, herrería y peluquería para incrementar las oportunidades en el mercado laboral de los jóvenes del barrio. El objetivo de los cursos, que tendrán una duración de cuatro meses, es brindar a sus destinatarios herramientas que permitan mejorar capacidades y posibilidades de empleo” (Noticias del Gobierno de Santa Fe, 14/10/2014).
Los límites de esta vecina son al norte Azcuénaga, al sur Beruti, al este Santa Fe (ex terrenos ferroviarios) y al oeste Gobernador Menchaca. Dadas estas fronteras lo paradójico de la vecina es que su sede se encuentra fuero del ejido de su jurisdicción, por lo que se ubica en la zona de su entidad contigua, Juventud del Norte, y entre ambas abarcan todo el Barrio Acería.
Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) de barrio Juventud Norte
El Centro de Atención Primaria de Salud se encuentra en Ayacucho y Rosas. Fue inaugurado el 6 de mayo de 2020, luego de funcionar desde el 2007 en el local de la Asociación Vecinal Juventud del Norte. Desde sus comienzos acudieron a sus consultorios un gran número de vecinos y vecinas no sólo del barrio Juventud del Norte, sino también de otros barrios cercanos como Santo Domingo y Scarafía. La obra fue licitada en el año 2018, cuando los reclamos de los vecinos y vecinas fueron escuchados por los funcionarios públicos. El edificio cuenta con cinco consultorios: uno de odontología, uno de enfermería y tres de atención médica.
Menos de un año después de la inauguración del nuevo edificio, el CAPS de Juventud del Norte enfrentaba problemas de conectividad, la falta de personal médico y la necesidad de extender el horario de atención. Ante esta situación, los vecinos y las vecinas del barrio realizaron un abrazo simbólico al centro.
Centro de Salud de Barrio Acería
El Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de barrio Acería está ubicado en Matheu 6250 y cuenta con una superficie cubierta de 338 metros cuadrados, en la cual se encuentran cuatro consultorios, uno de odontología, otro de ginecología y otros dos para atenciones generales.
A su vez, este Centro de Salud tiene una sala de admisión, una farmacia, una enfermería, baños, un salón de usos múltiples (SUM) y una pequeña cocina para el personal, entre otros sectores que tienen el fin de asistencia general y apoyo técnico.
La obra se concretó el 20 de mayo de 2014 en el marco del Plan de Intervención Integral de Provincia y Municipio, con el objetivo de reemplazar el dispensario que se ubicaba en el mismo predio.
Gerónimo Sosa, el presidente de la Asociación Vecinal Juana Azurduy en ese momento, sostenía “El barrio está contento porque esta fue una lucha de todos. Siempre estuvieron de aquí para allá, y los enfermeros y médicos trabajando de manera precaria. Había un solo consultorio y entonces había que esperar que se fuera un profesional para que comenzara a atender el otro. Este va a tener cuatro, enfermería y hasta farmacia. En definitiva va a ser todo un cambio para el barrio” (UNO, 02/04/2014).
El dispensario que funcionaba en el fondo del predio donde luego se construyó el nuevo centro de salud comenzó su recorrido hacia 2005 en el monoblock 14 del barrio. Luego fue trasladado a la sede de la vecinal a partir de la cesión de una porción de terreno por parte de la Escuela N° 382.
Este Centro de Salud abarca no sólo el barrio Acería, también alcanza a la población de Los Troncos. Se trata de un anhelo que tenían los vecinos y vecinas de dichos barrios y que, gracias al insistente reclamo que llevaron a cabo durante muchos años, se pudo concretar.
Escuela Secundaria Orientada N°382 Santa Fe de la Vera Cruz
La Escuela de Educación Secundaria Orientada N° 382 “Santa Fe de la Vera Cruz” se ubica en calle Matheu 6240. Se trata de una institución educativa del nivel secundario en modalidad orientada, de gestión pública provincial.
De acuerdo con Dalla Fontana en su trabajo sobre Piquete Las Flores y los barrios de la zona, el origen de la escuela se remonta a septiembre de 1989. El nombre de “Santa Fe de la Vera Cruz” fue producto de las gestiones de la docente Mirta Cervera. Al principio, la institución funcionaba de manera provisoria en el edificio de la iglesia evangélica “Rayo de Sol” (“Piquete Las Flores y sus barrios”, Dalla Fontana, 2022).
Un grupo de docentes, vecinos y vecinas se agruparon con el objetivo de construir un local propio para la escuela. Ricardo Rodríguez, quien fue profesor de educación física y vicedirector de la institución, comentaba sobre los orígenes de la misma en diálogo con Alma de Barrio que “La escuela surgió por el año 89’, cuando empezó a gestarse la idea por una necesidad que se veía en el barrio de los chicos que no podían llegar al centro para acceder a la educación. Es así como un grupo de vecinos que trabajaba en organizaciones intermedias lograron que le habiliten la posibilidad de la escuela. Luego, a fines del año 89’ se comenzó a organizar la institución y se designó como primera directora a la profesora Miriam Beltramino. Así empezó la tarea de, en principio, encontrar un lugar donde funcionar y después se armó el equipo docente, administrativo y de asistentes escolares. De esta manera, se rescata la alegría de la gente del barrio, porque tenían su primera escuela secundaria propia.”
Un año después, la institución debió trasladarse hacia las instalaciones del laboratorio del ex Liceo Militar “General Manuel Belgrano” y hacia las oficinas del Hospital Sayago. Ricardo Rodríguez sostenía que “La escuela comenzó a funcionar con dos divisiones, en los primeros días de abril del año 1990. Por aquel entonces eran 45 alumnos los que comenzaron a cursar en la escuela. Al segundo año, al no tener aún un lugar propio, tuvimos que dar clases en una parte de las instalaciones viejas del Liceo Militar y mientras tanto se levantaba el edificio en donde estamos actualmente. Al año siguiente nos trasladamos a ese edificio que todavía no estaba terminado y presentaba condiciones precarias.” (Alma de Barrio LT10 AM 1020, 07/05/2022)
De este modo, “Las condiciones no eran las óptimas, pero con la integración y pluralidad del personal docente, no docente y alumnado lograron acomodarse en cuatro aulas, sanitarios, portería, dirección y secretaría, donde todavía no tenían el final de obra”. El plantel docente de los comienzos de la escuela, que hizo posible el nacimiento y el desarrollo de la institución, estaba compuesto por la directora Mirian Beltramino, Mirta Cervera, Jorge Cicolini, Olga Ucero, Susana Romero, Ricardo Rodríguez y María Esther Masin, Daniel Benegas y Domingo Morini (“Piquete Las Flores y sus barrios”, Dalla Fontana, 2022).
Rodríguez remarcó que fue muy importante para “las familias y para los chicos tener su escuela secundaria propia (…) marcó un cambio significativo en la vida del barrio. De hecho, la primera promoción que tuvimos de alumnos abarcaba edades más altas comparadas con los que hoy se reciben. Por eso en primer año había chicos de 18, 19 y 20 años y luego lograron terminar su formación secundaria. Seguramente si no hubieran tenido una escuela secundaria cerca no hubieran terminado sus estudios.”
Sobre su experiencia en la institución, Ricardo Rodríguez comentaba: “Yo me jubilé a fines del año 2019 como vicedirector de la escuela e hice toda mi carrera de docente de educación física en la misma. Llegué a la escuela a través de una invitación que me hizo un conocido que trabaja en desarrollo social y no conseguían un docente de la zona y hacía un año y medio que ya me había recibido y tenía poco trabajo. Era todo un desafío para mí porque era difícil llegar y entrar a la escuela y también por los antecedentes que se decían del barrio que luego no coincidieron con la realidad, pero que hicieron, en un principio, que yo tomara mi trabajo como un verdadero desafío. Pero luego durante toda mi carrera tuve una satisfacción muy grande al ver la transformación que hubo en el barrio a raíz de la creación y el funcionamiento de la escuela.” (Alma de Barrio LT10 AM 1020, 07/05/2022)
En abril de 2019 se licitó la obra de construcción de una cocina y un comedor, espacios que la escuela reclamó durante muchos años. Para ese momento, la institución contaba con una matrícula de más de seiscientos treinta alumnos.
Al no contar con un comedor, alrededor de quinientos cincuenta estudiantes debían concurrir al comedor de la Escuela Primaria “Zapata Gollán”, que se ubica al lado y en la que recibían una dieta fría. Frente a esta importante obra, Ricardo Rodríguez sostenía: “esta es una alegría muy grande para nosotros. Venimos sosteniendo hace mucho que buscamos una educación de calidad y es importante que también venga acompañada por una alimentación de calidad” (Subportal del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, 12/04/2019).
Instituto Superior Particular Incorporado N° 4100 “Juan Marcos”
El Instituto “Juan Marcos” se ubica en Pasaje E. Andia (también conocido como Roca) 6220.
La institución abrió sus puertas el 30 de marzo de 2016 con más de sesenta alumnos y alumnas en el Profesorado de Educación Primaria. El Instituto N° 4100 debe su historia al Centro Cultural Recreativo y Deportivo “Rayo de Luz”, ubicado en Viñas y Beruti, que también cuenta con una escuela de más de mil doscientos estudiantes distribuidos en el nivel inicial, primario y secundario.
La demanda de los jóvenes del barrio llevó a la apertura del Instituto Superior de Formación Docente en el 2015. Al año siguiente se abrió la carrera de docencia en el nivel primario.
La Asociación Civil “Rayo de Luz” nació hacia 1977 en la iglesia evangélica homónima. La escuela nació años después: en 1990 abrió sus puertas la Escuela Particular Incorporada N° 1342 “Juan Marcos” de nivel primario y siete años más tarde se sumó el nivel secundario. El nivel inicial, el Jardín de Infantes Particular Incorporado N° 1459, por otro lado, logró su autonomía con respecto al nivel primario en 2001.
Durante el acto de inauguración, el pastor Julio Caraffa manifestó, como sostiene UNO, que la apertura del instituto “es una lucha de muchos años; llegar aquí a tener el terciario significa que le vamos a cumplir el sueño a mucha gente. Era más que necesario; la gente de la zona norte de la ciudad de Santa Fe necesitaba esto y no volver a las 12 de la noche a su casa. El instituto va a tener un horario distinto y le va a generar a los alumnos una comodidad porque mientras están sus hijos en la escuela, ellos también podrán estar estudiando” (UNO, 30/03/2016).