Del matadero al frigorífico (municipal)

Frigorífico Municipal

FRIGORIFICO MUNICIPAL - VIEJA TABLADA - 2023

La historia del barrio La Tablada está marcada profundamente por la historia del Frigorífico Municipal. La ubicación primero del matadero y luego del frigorífico en la zona noroeste de la ciudad responde a una tendencia de fines del siglo XIX y principios del siglo XX de “expulsar” a las instituciones y establecimientos no deseados para el estatus de la capital provincial, como los hospitales dedicados a enfermedades contagiosas, las cárceles y los mataderos.

Antes del frigorífico, en esa región de la ciudad estuvo ubicado el Matadero Municipal, construido hacia fines del siglo XIX. Ya a principios de los años veinte se multiplicaban las denuncias por la falta de higiene y mantenimiento del establecimiento que se encontraba “a dos leguas de la ciudad”, como así también la necesidad de la construcción de nuevas instalaciones para la faena. (Santa Fe, 16/04/1922)

Así, se pensaba que el matadero no cumplía con las necesidades y los parámetros de la ciudad: “La ciudad se ha transformado, embellecido, higienizado, el matadero no. Todo es viejo, primitivo, como si la civilización no hubiera cruzado por allí”, comentaba el diario Santa Fe en 1928.

Ya no bastaba con ubicarlo lejos del centro de la ciudad, sino que el matadero también debía cumplir con determinadas normas de higiene y manejo de los alimentos. Este último aspecto tuvo mucho que ver con el desarrollo de las tendencias higienistas y la preocupación por la salud pública.

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI
AEREA LA VIEJA TABLADA 2023 - GOOGLE EARTH

Las primeras iniciativas por la creación de un frigorífico aparecieron hacia principios de los años treinta. Tal es así que, junto con los reclamos por la construcción de un nuevo matadero y de hornos incineradores de basura, el diario El Orden reflejaba un proyecto presentado al Concejo Deliberante que proponía la instalación de un frigorífico. 

Este establecimiento “es también una necesidad sentida, que vendría a prevenir la descomposición natural a que está expuesta la carne debido a los cambios bruscos de temperatura comunes en esta ciudad, facilitando a la vez un término mayor al proceso del faenamiento y acondicionamiento de las reses”. (El Orden, 10/05/1930)

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

Antes de que el frigorífico de gestión municipal fuera una realidad, el 22 de julio de 1933 el diario Santa Fe titulaba: “La fundación de un Frigorífico Municipal en nuestra ciudad. Una nota a los matarifes y carniceros, interesándoles por la interesante iniciativa”. La propuesta se le atribuía al señor Clodomiro Díaz, “que viene trabajando sin descanso para conseguir la fundación en nuestra ciudad de un frigorífico Mixto Municipal”. Este hombre había redactado una nota dirigida a los comerciantes y empresarios del rubro de la carne, mientras que los capitalistas y hacendados habían demostrado su apoyo al proyecto.

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

En el documento se enumeraba la serie de ventajas que traería el frigorífico para los matarifes. En primer lugar, se sostenía que “el estanciero no perderá en sus ventas, ni tendrá gastos de transporte, ni comisiones, pues venderá sus haciendas en los mismos rodeos”. En segundo lugar, los hacendados de los departamentos vecinos, como San Jerónimo, Las Colonias, Castellanos, San Javier, San Justo, iban a poder acercar por arreo a sus tropas de reces “con un recargo a lo sumo de $2.50 por cabeza, en tropas no menores de 200 animales”.

En tercer lugar, los trabajadores necesarios para el arreo de las tropas iban a ser “un promedio de 60 hombres, entre capataces y peones, con remuneración de 10 y 5 pesos respectivamente, en los días de arreo”.

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI
FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

La cuarta razón, y tal vez la justificación “económica” más importante que se esgrimía en la iniciativa era la promesa que la ciudad de Santa Fe iba a acceder a carne de buena calidad a precio relativamente barato: “precio uniforme a 30 centavos el kilo”. Por otro lado, se insistía que a los mercados de la ciudad no se iban a vender “lo que vulgarmente se llama achuras, salvo en aquellos casos que un cliente lo haya pedido a su carnicero”. En esta sexta razón también se prometía la limpieza de los mostradores, que puede relacionarse con un contexto de un interés cada vez mayor por la higiene de los alimentos. (Santa Fe, 22/07/1933)

La necesidad de un frigorífico en la ciudad también llevó a la consideración de un proyecto, presentado al Concejo Deliberante por el Departamento de Obras Públicas en 1934, de construir un “Matadero Modelo con Frigorífico”. Esta iniciativa iba a aprovechar las instalaciones del viejo matadero para la remodelación del sector de faena y la construcción del frigorífico. (El Litoral, 23/01/1934)

Sin embargo, el problema de la ubicación del nuevo frigorífico suscitó una serie de debates. Mientras que algunos sugerían la posibilidad de instalarlo en La Guardia o Colastiné, otros proponían su ubicación en Santo Tomé, o hasta en la isla Martín García (también llamada Clucellas). Todas estas ubicaciones fueron descartadas por problemas de accesibilidad, tanto en vías de comunicación terrestres como en vías de comunicación fluvial, (El Litoral, 04/06/1939)

Una vez más, este tipo de establecimientos no se pensaban aceptables para su ubicación en la zona residencial y comercial de la ciudad. 

Pese a las sucesivas iniciativas, tanto desde los órganos del gobierno municipal como de los empresarios y hacendados, recién en 1942 la comisión especial dedicada al proyecto del matadero y frigorífico municipal conformada por miembros del Concejo Deliberante aprobó la licitación y la asignación de recursos para su construcción. Esta comisión disponía que “El Departamento Ejecutivo llamará a licitación pública para la construcción de un matadero frigorífico municipal en los terrenos de propiedad de la comuna”. Para ello, se destinarían fondos municipales del Banco Municipal de Santa Fe.

SANCION ORDENANZA FRIGORIFICO MUNICIPAL - EL LITORAL 18-6-1942

En este mismo proyecto también se establecían una serie de disposiciones que afectaban al funcionamiento interno del futuro frigorífico. En primer lugar, se estipulaba que las carnes faenadas debían permanecer, de manera obligatoria, un mínimo de seis horas en las salas de refrigeración. En segundo lugar, se fijaba en un centavo por kilo la tasa por el servicio de frigorífico. En tercer lugar, y tal vez la disposición más importante ya que establecía una suerte de monopolio del mercado santafesino, sostenía que “Los animales vacunos, porcinos y lanares cuyas carnes sean destinadas al consumo en el municipio deberán faenar en el matadero frigorífico municipal”. (El Litoral, 26/05/1942)

En cuanto a la ubicación del frigorífico, este proyecto de la comisión del Concejo Deliberante preveía que el nuevo establecimiento se instale en “la Granja Municipal, estará a 3.200 metros al Norte del viejo matadero y a 2.000 metros, más o menos, al Oeste del camino pavimentado”. (El Litoral, 09/06/1942)

Vale decir que esta “Granja” del municipio aparecía graficada en un plano de la ciudad de 1935 ubicada donde luego se instaló el frigorífico.

La obra de construcción fue licitada el 3 de noviembre de 1942 y el proyecto fue adjudicado a la empresa Jorge Cogan Corporación Constructora, de la ciudad de Rosario, con un presupuesto de dos millones y medio de pesos. Finalmente, el proyecto de construcción del matadero frigorífico municipal fue aprobado el 17 de noviembre de 1942. (El Litoral, 17/11/1942)

De acuerdo con el diario El Litoral, la obra terminada fue entregada al municipio a principios de 1945 pero no funcionó con regularidad durante esos primeros años. Hacia 1950, el problema residía en que el municipio se negaba a entregar a la empresa constructora los certificados de finalización de la obra debido a que se consideraba que la calidad de la construcción no satisfacía las necesidades originales que el proyecto original buscaba atender.

De este modo, a más de ocho años de la presentación del proyecto, El Litoral describía: “la ciudad cuenta con un establecimiento que no satisface las necesidades de la población ni la de los comerciantes que lo costean con el pago de tasas exorbitantes. Por otra parte, las instalaciones no ofrecen las mínimas seguridades de higiene y son numerosos los casos de brucelosis entre el personal”. (El Litoral, 26/10/1950).

Resulta llamativa la situación de funcionamiento deficiente en la que se encontraba el frigorífico para comienzos de los años cincuenta, sobre todo, si se tiene en cuenta que para ese período, era una preocupación de las autoridades del Estado provincial el tema de la producción de la carne para el consumo de la población. 

Tal es así que, hacia fines del año 1950, el Poder Ejecutivo de la Provincia de Santa Fe había promulgado un proyecto de ley que establecía la colaboración técnica, financiera y administrativa con los municipios y las comisiones de fomento “para el estudio, proyecto, construcción, ampliación y refacción de mataderos y frigoríficos y de las obras conexas”. (El Litoral, 05/03/1951)

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

Pese a estas deficiencias en las instalaciones, el frigorífico continuó con sus tareas de faena. Para el año ‘51, las cifras estadísticas de la producción de carne presentes en un decreto del Poder Ejecutivo Municipal demostraban que la cantidad de cabezas faenadas diarias se había duplicado entre 1946 y 1951: “De 201 cabezas faenadas diariamente en abril de 1946 y 232 en mayo de 194 el promedio se eleva a 368 y 39 durante los mismos meses del año en curso”. (El Litoral, 25/06/1951)

En cuanto a los obreros del frigorífico, se trataba de trabajadores que dependían del Municipio santafesino. Como tales, tanto los sueldos como lo que respecta a las licencias, accidentes laborales y vacaciones, correspondían a la gestión municipal. De este modo, cuando un obrero del frigorífico se accidentaba en su lugar de trabajo, el administrador de la institución debía informar a la intendencia, y ésta a su vez, disponía la atención del trabajador en alguno de los sanatorios de la ciudad.

Por el lado de los trámites de licencia, el trabajador debía concurrir a un examen por parte de la Junta Médica de la Dirección General de Medicina de la Administración Municipal. Hacia fines de los años cincuenta, uno de las instituciones de salud en las que eran atendidos los trabajadores del frigorífico era el Sanatorio Mayo.

 Dependiendo del tipo de accidente laboral, recibían licencias de algunas semanas con goce de sueldo y la inmediata reincorporación a las tareas habituales de ser posible. (Archivo Municipal de Santa Fe. Sección histórica. Libro de Actas del Departamento Ejecutivo, Reparticiones Públicas, Tomo D, N º 16. Año 1954. Hojas N º 07675,07676,07677)

En lo que respecta a la relación con los entes reguladores de la producción de carnes a nivel nacional, el frigorífico municipal de Santa Fe inició gestiones en repetidas oportunidades con el objetivo, primero, de servir como matadero para el faenamiento de estancieros a nivel regional y nacional y, luego, para exportar carne a través de las normativas que establecía la Junta Nacional de Carnes.

Así, el frigorífico-matadero municipal solicitó a la Corporación Argentina de Productores de Carnes (CAP) que utilice sus instalaciones para la faena con miras a la exportación. De este modo, en 1957 el frigorífico de la ciudad de Santa Fe, en el marco de un contexto de crisis del sector ganadero a nivel nacional, le solicitó a la CAP que “se arbitre como remedio de urgencia, el faenamiento por parte de la C.A.P. en el Frigorífico Municipal de esta ciudad, de todo tipo de hacienda gorda de calidad y estado, que tanto pueda ser destinada al consumo interno como a la exportación. Las haciendas serían compradas y faenadas por la C.A.P. a precios de tipificación de acuerdo a las escalas establecidas por categorías, calidad, etc.”. La tasa mínima que ofrecía el frigorífico era de ciento cincuenta cabezas faenadas por día, que serían transportadas ya limpias al frigorífico Smithfield, propiedad de la CAP en Zárate, provincia de Buenos Aires. (El Litoral, 19/01/1957)

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

Pese a que este acuerdo no se llevó a cabo, la iniciativa fue importante para el matadero municipal. Más allá de las pretensiones de convertirse en un frigorífico exportador, la iniciativa decayó hacia 1964. Los problemas estaban relacionados, sobre todo, con la falta de instalaciones adecuadas y con los bajos niveles de productividad. Frente a esta situación, hacia mediados de ese año, el diario El Litoral remarcaba que los precios de las carnes en la ciudad se mantenían relativamente baratos sólo porque el fisco municipal asumía parte del costo. (El Litoral, 11/09/1964)

En ese sentido, el Frigorífico Municipal contaba, para el año 1964, con un presupuesto que ascendía a más de doscientos millones de pesos. “En sueldos se calcula una inversión de 58 millones 518.000 pesos y en gastos diversos e inversiones la cantidad de $174 millones 930.500”, comentaba el diario El Litoral. Además, el director de la institución había enviado en esa oportunidad una nota al Concejo Deliberante en la que se comentaba que el frigorífico contaba con un déficit anual de veintiséis millones de pesos. De este modo, el funcionario atribuía la causa de la deficiencia presupuestaria a la “excesiva mano de obra, dada la menguada labor del IFM”. (El Litoral, 27/02/1964)

Al tiempo, titulaba El Litoral en enero de 1965, “En plena tarea de superación se encuentra el Instituto Frigorífico Municipal de Santa Fe”. Vale remarcar que la institución se había convertido en un ente autárquico años antes, con la designación de un director y de una comisión que representaba a todas las partes involucradas en la producción y comercialización de la carne.

Así, tan solo un año después de la denuncia por parte del mismo diario acerca de las deficiencias de la institución, el Instituto Frigorífico Municipal “después de largos trámites ante la Junta Nacional de Carnes y la ejecución de trabajos para la adaptación de sus instalaciones” comenzó a actuar como frigorífico exportador. 

Su primer embarque fue hacia puertos italianos y también comenzó a vender en ese momento a la municipalidad de Salta, a la que se enviaban “30 toneladas semanales de carne enfriada”.

FRIGORIFICO MUNICIPAL - EL LITORAL 31-1-1965

En su visita a las instalaciones del frigorífico, El Litoral recuperaba las palabras del director Sr. Baroni, que comentaba el avance de las negociaciones de venta de la carne congelada a España, Grecia, Italia y a distintas ciudades del comercio interfederal.  De este modo, el director de la institución ahora autárquica también remarcaba la necesidad de aumentar la capacidad instalada de la institución: “debemos realizar una intensa tarea para suplir la insuficiencia de cámaras refrigeradoras, pues si bien afortunadamente hemos podido casi duplicar la capacidad de frío, aumentándola de 10.000 a 18.000 toneladas, tenemos aún que incrementar al triple aquella capacidad”. (El Litoral, 31/01/1965)

En 1966 el Instituto del Frigorífico Municipal fue intervenido en el marco de la instalación de una nueva dictadura cívico-militar en la Argentina, como también fue intervenida la gobernación y el municipio. Dentro de las medidas que tomaron las autoridades de facto, la más importante tal vez fue “la abolición definitiva de la tasa que grava el ingreso de carnes a la ciudad”, una disposición que figuraba en el reglamento del Matadero desde su propia creación en los años cuarenta. Otras medidas fueron la creación de un mercado de hacienda en la ciudad de Santa Fe, en las inmediaciones del frigorífico, la persecución de los mataderos ilegales y la ejecución de obras de mejora de la infraestructura con el objetivo de abastecer tanto el mercado local como el mercado interprovincial y externo. (El Litoral, 13/04/1967)

REACTIVACION FRIGORIFICO - EL LITORAL 13-4-1967

Los aires de privatización del Instituto Frigorífico Municipal ya soplaban a mediados de los años sesenta. De hecho, en el marco de la intervención a la institución en el año ‘66 el diario El Litoral solicitaba la privatización de la entidad. Se sostenía que el régimen de autarquía en el que funcionaba el Instituto no había dado resultado, sobre todo en un contexto económico complicado en el que el precio de la hacienda iba a la baja. El periódico destacaba que la institución “Ha fracasado como repartición y empresa estatal y, mal que les pese a los pregoneros de la municipalización integral de los servicios públicos, hay que orientarse ahora hacia la única solución que ofrece y que tarde o temprano había que poner en práctica: la de su privatización”. (El Litoral, 25/06/1966)

Aunque el Instituto del Frigorífico Municipal siguió bajo la gestión estatal, las intenciones y las presiones a favor de la privatización continuaron en los años siguientes. En ese contexto el intendente Dr. Conrado J. Puccio debió aclarar en 1970 que, pese a que existía “un clima creado por las versiones en el sentido de que se quiere privatizar el instituto y que hay quienes han ofrecido 100 millones de pesos por lo que vale 1.500 millones, creyendo que estamos con la soga al cuello”. Sin embargo, en ese momento, el contador del Instituto, el Sr. Carlos Lavigna, advertía a los presentes de la reunión llevada a cabo por la visita del gobernador de la provincia, el general de división Guillermo Sánchez Almeyra, que el municipio no destinaba fondos para el sostenimiento del frigorífico. (El Litoral, 28/10/1970)

De este modo, la situación financiera del Instituto Frigorífico Municipal a comienzos de los años setenta era crítica. En ese sentido, se registraba un descenso de las cabezas faenadas diarias, que alcanzaba el número de doscientas o trescientas, mientras que las instalaciones permitían una faena de hasta seiscientas cabezas. Este panorama ocasionó una serie de dificultades financieras. Pese a que los sueldos de los trabajadores se pagaban en tiempo y forma, de acuerdo con el diario El Litoral, el Instituto adeudaba aportes a la Caja de Jubilaciones, al gremio y a otras instituciones. (El Litoral, 27/04/1972)

Sin embargo, la delicada situación del frigorífico municipal impactó al poco tiempo en los sueldos de los obreros. En julio de 1972 los trabajadores municipales realizaron un paro por más de veinte días que culminó con “El Manzanazo”. Durante esas semanas el Instituto Frigorífico no pudo funcionar, por lo que se acumularon las deudas y la institución se vio imposibilitada de abonar los salarios a sus trabajadores. La solución llegó a partir del giro de fondos por parte del gobierno provincial. (El Litoral, 26/07/1972)

CAMBIO EN FRIGORIFICO - EL LITORAL 27-6-1970
FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

De hecho, el paro y movilización de los trabajadores municipales ocupa un espacio muy importante en la memoria del movimiento obrero santafesino. Lo que se conoció como “El Manzanazo” consistió en “la resistencia colectiva que trabajadorxs, estudiantes y vecinxs de la ciudad de Santa Fe lograron sostener frente a la represión policial de la protesta popular, mediante barricadas, piedras y manzanas provenientes de un tren de carga detenido por lxs manifestantes”, como sostiene Andrea Raina en el sitio web Historia Obrera.

El 30 de junio de 1972, luego de más de veinte días de paro de los trabajadores municipales agrupados en el gremio ASOEM (Asociación Sindical de Obreros y Trabajadores Municipales), se realizó una movilización y paro general convocado por la CGT regional. Como destaca Raina, “La medida se transformaría en un repudió general contra la dictadura que hubo de amalgamar amplias solidaridades: la de los gremios que venían luchando por aumentos salariales; la de lxs estudiantes secundarixs que reclamaban el Medio Boleto Estudiantil; la de universitarixs movilizadxs, la de las organizaciones vecinales movilizadas contra la carestía de la vida”.

Con respecto a los empleados municipales, el conflicto se prolongaba desde principios de 1972 por reclamos salariales. ASOEM recurrió a un estado de asamblea permanente y a la organización de paros graduales que afectaban a todas las dependencias municipales y, entre ellas, el frigorífico municipal. La jornada de movilización del 30 de junio consistió en el avance de las columnas de manifestantes desde distintas partes de la ciudad hacia la Municipalidad. 

Se levantaron barricadas ante la represión policial y el gobernador de la provincia debió convocar al ejército. Esta movilización popular no sólo se concentró en el centro de la ciudad, sino que alcanzó diferentes barrios de la capital santafesina. Así, en Villa del Parque un grupo de vecinos detuvo un tren de carga que transportaba frutas, cortó las calles realizando unas fogatas con los cajones de madera y resistió al avance de la policía y del ejército a manzanazos.

La movilización obrera y estudiantil finalizó con un saldo positivo. Como sostiene Andrea Raina, “El conflicto terminó tres días después con un beneficioso acuerdo: no se aplicaron sanciones administrativas al personal, el régimen salarial de la Municipalidad de Santa Fe se equiparó al de la administración provincial y se consiguió una bonificación compensatoria para todas las categorías de la administración local”. (Historia Obrera – “1972: El Manzanazo en Santa Fe”).

Pese a estas dificultades, el Instituto del Frigorífico Municipal realizó el envío de quince toneladas de carne chilled a Francia en 1972. Las pretensiones de convertirse en un frigorífico exportador de carnes fueron una constante desde la creación de la institución. De hecho, ya se habían realizado envíos con destino a puertos europeos años antes, pero en esta oportunidad, la venta fue celebrada con entusiasmo por varios motivos.

En primer lugar, se trataba del primer cargamento de carne procesada enteramente en el establecimiento que se destinaba al comercio exterior. En segundo lugar, se debe recordar que la institución se encontraba en el contexto de una intervención al municipio y, por tanto, al frigorífico. Por último, la operación también fue festejada por las autoridades debido a la delicada situación en la que, como se comentó, se encontraba el frigorífico meses antes.

La exportación de carnes fue realizada, en esa oportunidad, por “la firma Treber, de nuestra ciudad la cual canalizó esta operación que tiene carácter piloto para una expansión futura de las actividades del citado instituto”

EXPORTACION FRIGORIFICO - EL LITORAL 1-9-1972

El recorrido del cargamento consistió en su salida desde el establecimiento santafesino en un camión frigorífico, que se dirigió hacia el puerto de Buenos Aires, en donde se embarcó “en el vapor Carnatis, con destino a Rotterdam, Bélgica, desde donde seguirán por vía terrestre a Francia”. (El Litoral, 21/09/1972)

Hacia fines de 1973, un diputado nacional había solicitado un informe acerca del funcionamiento del Instituto Frigorífico Municipal. En ese momento, las autoridades habían respondido ante la denuncia de irregularidades, sobre todo, en lo que tiene que ver con el faenamiento por parte de terceros y los precios de compra de la hacienda. (El Litoral, 11/12/1973)

Ese informe fue confeccionado en diciembre de 1973 y presentado recién en febrero de 1974 por los concejales Velga y Basalli. En el mismo se aclaraba que tanto el tratamiento de cueros, como el faenamiento de porcinos y la exportación de entrañas no se realizaban debido a la falta de instalaciones adecuadas. En cuanto al personal, para el año 74, el frigorífico contaba con cuarenta y tres empleados, más de ciento ochenta obreros, cincuenta changarines, siete contratados y siete funcionarios. (El Litoral, 20/02/1974)

La historia del frigorífico finalizó como muchas otras instituciones y entidades de gestión estatal en los años noventa. El Instituto Frigorífico Municipal fue cerrado en 1992. En ese momento, el concejal Miguel Bullrich del Partido Demócrata Progresista (PDP) le comentaba a la televisión santafesina el proyecto presentado para la privatización de la institución: “Nosotros estamos por la desvinculación del ámbito de la Municipalidad de Santa Fe, pero sin cesantías para los obreros del frigorífico”. Lo que se buscaba era que, una vez concretada la privatización, los doscientos trabajadores del frigorífico siguieran desempeñando funciones en otra de las dependencias municipales. (TV Doc, 1992).

FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI

Sin embargo, la transferencia a manos privadas nunca se concretó y el frigorífico municipal cerró sus puertas definitivamente. A partir de allí, las autoridades municipales han desplegado una serie de proyectos de recuperación y refuncionalización del espacio que, de todos modos, no tuvieron resultados. Así, hacia 2011 el Concejo Municipal aprobó un proyecto de refacción de las instalaciones, junto con la creación de un museo del frigorífico, un espacio verde, un sector para la rehabilitación de caballos maltratados y un parador para camioneros y viajantes (Ordenanza N° 11758, 10/03/2011). Más tarde, en el año 2012, se propuso la creación de un predio de transferencia de cargas.

Con todo, ninguno de estos proyectos fue concretado. Así, el predio del ex frigorífico municipal, para el año 2023, se encontraba en un estado de ruina total. Informalmente utilizado para la práctica de “paintball”, también como desarmadero de autos, vandalizado e intrusado, sus instalaciones estaban para el inicio de la década del 2020 muy deterioradas. Las iniciativas de su recuperación, o al menos su puesta en valor para algún tipo de uso público en un sector que no cuenta con parques abiertos, menos cerca del entorno natural que propone el río Salado, brillaban por su ausencia.

En el extremo noroeste de la ciudad el Frigorífico Municipal ameritaba un destino diferente para este predio, sin perder la historia de producción y trabajo santafesino relacionado a las carnes en el siglo XX, un pasado que subyacía entre las ruinas detrás del portal de ingreso donde todavía para el 2023 se podría leer “MATADERO MUNICIPAL”.

Emilia Pais (2023)

AEREA LA VIEJA TABLADA 2023 - GOOGLE EARTH
FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI
FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI
FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI
FRIGORIFICO MUNICIPAL 2022 - RICARDO ROSSI
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Del matadero al frigorífico (municipal)

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