El Barrio de Don Bosco
En la zona noreste de República de Los Hornos se ubica un sector que adquirió denominación propia por la presencia de la fe católica anclada también a la educación. Don Bosco se identifica así en la intersección de Facundo Zuviría y Estanislao Zeballos como un mojón que sobre un grupo importante de manzanas ejerció su influencia dinamizadora, desde el colegio y la parroquia.
Este punto, es decir el final de “Camino Iriondo”, luego Facundo Zuviría, y la propia Estanislao Zeballos, fue el derrotero obligado de la salida de la ciudad hacia el norte, antes de la consolidación de Blas Parera como Ruta Nacional N° 11. Así las cosas, en los 30 y 40 a Santa Fe desde San Justo se ingresaba por Blas Parera pero hasta Zeballos y de allí por el Camino Pavimentado de Iriondo hasta Derqui para cruzar a Aristóbulo del Valle. Este tema, abordado en Santa Fe mi Barrio en la historia de Los Hornos, exige profundizarlo en este apartado, lo que sí vale la pena resaltar es que la ubicación de los salesianos, con su escuela y parroquia en este punto de encrucijada de caminos, le otorgó al otrora extremo norte de la ciudad un polo de interés y desarrollo propios.
En cuanto a los terrenos y sus primeros propietarios, delimitando a Don Bosco aproximadamente por Zeballos al norte, Zavalla al oeste, Cassanello al sur y las vías del FFCC al este. En este espacio, sin determinaciones tan precisas más que por el uso y costumbre de los propios vecinos de llamarse de “Don Bosco”, se pueden rastrear que el propietario mayoritario de este espacio fue Crespo, en tanto que al sur se ubicaban dos parcelas a nombre de Videla y Colina, según el plano de Chaperouge de 1903.
Diez años después, en 1913, otro plano de la ciudad daba cuenta que no se habían producido ni subdivisiones ni cambios de titulares de esos terrenos, pero en otro plano de la ciudad de 1912 si figuraba un cambio de manos, en especial sobre el terreno de Crespo, que coincidía casi totalmente con la zona del posterior Don Bosco, y que aparecía a nombre de Ignacio Iturraspe. Las parcelas del sur habían también cambiado de manos, el terreno de Colina a nombre de Mai y el de Videla adquirido por la Sociedad de Crédito Territorial, subsidiaria de los Ferrocarriles Franceses, que como en otros espacios de la ciudad compraba terrenos para ubicar las ganancias económicas que daba el ferrocarril junto con La Forestal.
Luego, en 1924, otro plano de la ciudad confirma esta reconfiguración de los dueños de las tierras en la zona de Don Bosco. Recién para 1935 se grafica en un plano que la zona comienza su loteo y parcelamiento en dameros de manzanas. Esta subdivisión se inicia por la zona sureste de Don Bosco, desde Castelli para el sur, donde se dibujan apertura de calles recostados sobre el Camino Iriondo, en un grupo de doce manzanas solamente, en tanto que del lado oeste permanecen como dos grandes terrenos sin urbanizar la propiedad de Ignacio Iturraspe. Un dato curioso de este plano de 1935 ubica a una franja extensa entre Zeballos y Castelli, justamente en el espacio de la parroquia y el colegio.
Para 1946 otro plano destaca con precisión las calles trazadas y manzanas, y además, menciona en los terrenos de Don Bosco su pertenencia a la congregación “Colegio Don Bosco”, como así también delimita enfrente el “Campo Universitario”, predio de deportes de la Universidad Nacional del Litoral utilizado por la Escuela Industrial y la unidades académicas para la práctica de disciplinas, incluso con la presencia de la planta transmisora y antena de la Radio Universitaria, LT 10 AM 1020. Este predio, ya en el tercer milenio, fue transferido al Gobierno de la Provincia que estableció en los tinglados y dependencias la denominada “Esquina Encendida”, pero donde permanecía por 2023 la mencionada planta transmisora y antena de LT10.
Entonces, a partir de mediados de la década de 1940, la ocupación de Don Bosco fue paulatina y sostenida, hasta lograr un crecimiento que llevó a la urbanización total del espacio, con loteos y construcciones de viviendas. Asimismo, la pavimentación y desarrollo de otras mejoras en servicios esenciales hicieron que el barrio creciera a la par de dos elementos constitutivos de si identidad. El Colegio Don Bosco, pero también, con la fábrica de tornos Sideral, que fue otro de los rasgos distintivos de este grupo de manzanas de República de los Hornos reconocida como “Don Bosco”.
