San Agustín y su historia

La historia de San Agustín (Yapeyú Oeste – San Agustín II)

En el noroeste de la ciudad, en el extremo, se desarrolló una barriada reconocida a partir de la presencia religiosa de una capilla que terminó como parroquia, la San Agustín. En la paradoja de muchos barrios, en los que el nombre popular o arraigado a su historia no corresponde ni con el nombre ni con el espacio urbano que ocupa, en esa paradoja ingresa San Agustín, dado que su sentido de pertenencia se encuentra escindido en dos vecinales, la correspondiente a Yapeyú Oeste, donde se originó la capilla y el primer núcleo poblacional urbanizado, y la que corresponde al nombre de San Agustín pero que se ubica en la zona del segundo complejo de viviendas, al otro lado de la diagonal propuesta por Obligado, autodenominado como San Agustín II.

PARROQUIA SAN AGUSTIN - 2023

De esta forma, San Agustín I se encuentra bajo la jurisdicción vecinal de Yapeyú Oeste, y San Agustín II en la vecinal San Agustín, a secas. Sin embargo, ambas vecinales, de un mismo barrio, comparten origen, desarrollo y entidades que crecieron al pulso de las necesidades y el poblamiento del lugar.

Para el inicio del tercer milenio se determinaban los siguientes límites para ambas jurisdicciones. Vecinal San Agustín: Teniente Loza al norte, Vuelta de Obligado al este, el Río Salado al oeste y la ex traza del FF.CC Belgrano al sur.

Por su lado, la vecinal Yapeyú Oeste, que contiene a San Agustín I y también a un sector conocido popularmente como “La Ranita”, comprende: Teniente Loza al norte, Diagonal Vuelta de Obligado al oeste, Chubut al sur, y Gobernador Manuel Menchaca al este.

De esta forma, San Agustín II se encuentra encerrado con forma de un triángulo confinado por la traza del antiguo Ferrocarril a Las Colonias (1884) al sur (luego FFCC Belgrano), la antigua diagonal trazada por el “Camino Viejo a Esperanza” al este (Vuelta Obligado), y al norte el viejo acceso hacia el Frigorífico Municipal (Tte. Loza). Este espacio, como el San Agustín I, se encuentran enclavados en un espacio que otrora era campo, chilcales y tierras anegadas por el Salado en sus periódicos desbordes, cuando estaba incluso más allá de la Colonia Piquete en 1870.

AEREA BARRIO SAN AGUSTIN - GOOGLE EARTH 2023
DIAGONAL OBLIGADO Y LOS NEGRUCHOS - BARRIO SAN AGUSTIN

Ambos “San Agustín” se componen, en su mayoría por planes de viviendas, más allá de otras moradas precarias en su periferia, en especial hacia el oeste cerca de los reservorios contiguos a la Circunvalación Oeste (RN 11).

En los inicios de los años 2020, existían todavía en parte de los terrenos remanentes del ferrocarril algunos hornos de ladrillos, con sus cavas luego de haber agotado la tierra del terraplén de las vías que ya no estaban, con sus pisaderos circulares como una noria, y sus ranchitos de ladrilleros, que reproducían las condiciones de los primeros vecinos en llegar a San Agustín. Es que en toda esta zona los primeros en llegar ocuparon de manera informal los terrenos a partir del traslado del Mercado de Abasto desde Avenida Freyre y Mendoza al noroeste de la ciudad. Esos pobladores iniciales, que se afincaron al inicio de los ’80, dieron la primera fisonomía a la barriada, fundamentalmente como changarines del mercado.

En la marginalidad de la economía de subsistencia, San Agustín tuvo en su desarrollo la presencia de Estado como motor para su crecimiento, a partir de los planes de viviendas populares. Pero también, y en especial, la presencia de entidades de la sociedad civil, como el “Movimiento de Los Sin Techo”, que trastocaron ranchos por casitas, y se acercaron con un jardincito para las niñas y niños más pequeños del barrio.

Entre las necesidades y el trabajo, como jurisdicción vecinal, con un grupo de instituciones solidarias, con las escuelas cercanas, y la fe católica en la parroquia que terminó por darle nombre al barrio, San Agustín, con sus dos etapas, I y II, tenía para el Tercer Milenio los atrasos de infraestructura vial para los acceso y el desandar el barrio como uno de sus problemas, pero también, las problemáticas de la marginalidad social y la inseguridad, con hechos que pese a su virulencia no apartaban a los vecinos de su compromiso de vivir y trabajar por su lugar.

LADRILLERIA EN SAN AGUSTIN II - PH NATI MERKI
AEREA BARRIO SAN AGUSTIN - GOOGLE EARTH 2023
PLANO 1903
CALLES DE SAN AGUSTIN I

La tierra en pocas manos

Los extramuros de la ciudad, aquellos espacios cercanos a sus límites, eran parte de aquellos antiguos solares de los “Pagos de Arriba”, desde el Camino del Medio (Facundo Zuviría) hacia la laguna Setúbal; y desde el mismo sendero divisor de aguas hacia el Salado los “Pagos de Abajo”. 

La zona de la Colonia Piquete y Las Flores, constituida en 1860, donde se ubica el barrio San Agustín, tenía esa suerte de chacras o solares. Estos terrenos eran unas estrechas lonjas orientadas con sentido este/oeste.

Luego de la conformación de ambas colonias, la de Guadalupe y la de Piquete, la propiedad de la tierra comenzó un primer cambio de manos. En el caso del sector de Yapeyú y de San Agustín, a juzgar por un plano elemental de 1870, esta zona correspondía a Salvador Salva y Ballestrino, desde el Camino Aguirre hasta el río Salado.

Para 1903 todo este espacio, el correspondiente a los dos San Agustín, incluso parte de Loyola y de Ceferino Namuncurá, eran parte de un solo propietario, de la Empresa del Matadero, que llegaba incluso con su extensión hacia el sur hasta cerca de la Estación Las Flores, es decir sobre barrio Estanislao López, donde efectivamente estaban las instalaciones del viejo matadero. 

De esta manera, y por la posterior trasferencia/transformación del matadero privado en municipal, que los terrenos otrora detentados por la empresa aparecieran luego, en el plano siguiente en manos del municipio.

En la parte sur de San Agustín se ubica como una referencia ineludible la traza del ferrocarril a Las Colonias, razón por la cual, abarca una porción en la parte norte de los terrenos del “Colegio de la Inmaculada Concepción”, las tierras de los Jesuitas.  Vale recordar que el ferrocarril de 1884 cruzó por allí desde la estación en calle Belgrano, cerca de la Plaza de las Carretas (Plaza España), para vadear el Salado hacia Empalme San Carlos. De ese cruce quedaban para el 2023 los vestigios de pilotes y estribos, y sobre el canal principal del Salado, el puente de hierro, cruce que había sido afectado en la creciente del Salado de 1914.

CIRCUNVALACION OESTE Y TRAZA FFCC - PH NATI MERKI
AEREA BARRIO SAN AGUSTIN - GOOGLE EARTH 2023

Justamente, sobre esta historia de ferrocarril a Las Colonias, o Ferrocarril Francés luego que fuera “comprado” a la Provincia por capitales galos a un vil precio, con prerrogativas, beneficios y exenciones, a cambio de afrontar la deuda con empresas inglesas por su construcción, es bueno recalar en este repaso de San Agustín para recordar que esos puentes cercanos al barrio, sobre el Salado, en 1914 se vieron afectados.

En el libro de investigación periodística de Fernando Pais, “Agua de Nadie”, sobre inundación evitable de Santa Fe en 2003, sobre este punto el autor recupera artículos de diarios de la época y describe que en el diario Nueva Época del miércoles 13 de mayo de 1914 se hacía referencia a las inundaciones de Monte Vera y Arroyo Aguiar por las lluvias y a la crecida inusitada del río Salado. Luego, el 19 de mayo el mismo diario referiría sobre la situación de los puentes ferroviarios, y así en “Agua de Nadie” se lo menciona: “‘El puente sobre el Salado del Ferrocarril Francés destruido por la corriente’ y desarrollaba la mala nueva: ‘En la madrugada de ayer ha quedado inutilizado el gran puente de hierro del Ferrocarril Francés tendido sobre el Salado. En una nueva y grande erogación que sufriera la empresa francesa sumada a los muchos perjuicios que le viene causando las inundaciones, se cree que el accidente último haya sido causado por los restos de un puente carretero que venía flotando sobre las aguas y que chocaron sobre las columnas del puente ferrocarrilero. La fuerza del choque volcó una de las grandes columnas del puente el que quedó con una gran inclinación en la parte norte. Las reparaciones serán costosas y demandarán algún tiempo. Ha quedado por esta causa interrumpido el movimiento de trenes a Rafaela, San Cristóbal, San Francisco, Villa María y ramales de Humboldt, Soledad y a Gálvez. 

El tren de pasajeros que salió por la mañana para San Cristóbal tuvo que regresar de Las Flores. Es posible que entre hoy y mañana quede restablecido el servicio de trenes para estas líneas por el desvío de Santo Tomé y Empalme’”. (“Agua de Nadie” – Fernando Pais – Ediciones UNL – 1° ed. 2008 – 2° ed. 2023)

En aquel tiempo solo perturbaba la tranquilidad del campo el paso de las formaciones encabezadas por locomotoras a vapor. De hecho, ese cruce en diagonal con sentido sureste/noroeste hacia el Salado venía marcado desde la salida de la Estación Las Flores, un tanto más al sur de San Agustín. En ese derrotero los rieles atravesaron a fines del siglo XIX esa parte de Santa Fe, y en su camino, dividieron el sector norte de los terrenos de los Jesuitas. Pero esta situación se sostuvo a lo largo de los años, hasta bien adentrado el siglo XX.

Así lo atestigua el plano de 1935. En esta gráfica de la ciudad aparece la zona correspondiente al sur de San Agustín con las vías a través de la parte norte del campo de la “Compañía de Jesús”, de los jesuitas. 

Por otro lado, el antiguo campo de la “Empresa del Matadero” aparecía en 1935 a nombre de la Municipalidad de Santa Fe. Vale recordar que ese campo del municipio contuvo luego al Mercado de Abasto y al barrio Norte Unido, pero al sur de Teniente Loza, a San Agustín, a la parte norte de Loyola y al oeste de Ceferino Namuncurá.

Existen otros planos posteriores de la ciudad, incluso uno detallado de 1946, pero esta zona del extremo noroeste no aparece graficada en la mayoría de ellos. De todas formas, se puede intuir, por el devenir en la distribución de los terrenos, que de las manos del Estado local pasó a ser planes de viviendas y terrenos entregados a pobladores de bajos recursos, cuando no directamente ocupados ante la imperiosa necesidad que imponía la indigencia de encontrar un espacio donde levantar un corte de rancho.

PLANO 1935
EDIFICIO VECINAL INTRUSADO - PH NATI MERKI
CALLES DE SAN AGUSTIN I

Dos San Agustín, un mismo barrio

El surgimiento de San Agustín, como un asentamiento precario de familias pobres santafesinas, viene fundamentalmente de la mano de la llegada a la zona del Mercado Abastecedor de Frutas, Verduras y Hortalizas, en los inicios de los años ’80. 

Antes de esa presencia de un polo demandante de mano de obra barata y precaria, es decir de changarines, las pocas viviendas asentadas en este sector noroeste como núcleo poblacional correspondían a la Vieja Tablada, frente al Frigorífico Municipal, pero mucho más cerca del Salado.

Así las cosas, de los primeros vecinos y la informalidad de la ocupación de los espacios, con ranchitos de madera y chapas, algunas de cartón otras de zinc sacadas de viejas construcciones del centro, la gente se fue afincando en la zona. Los planes de vivienda, Los Sin Techo, llegarían poco tiempo después, en especial los integrantes del movimiento fundado por el padre Atilio Rosso, para quedarse por San Agustín y seguir, incluso en el inicio de la década del 2020, transformado ranchos por casitas de material.

VIVIENDA DE LOS SIN TECHO EN CONSTRUCCION - 2022
CALLES DE SAN AGUSTIN II - PH NATI MERKI
DIAGONAL OBLIGADO - BARRIO SAN AGUSTIN

“La Ranita” de San Agustín

En el sector este de la vecinal Yapeyú Oeste, es decir al este de San Agustín I, se reconoce un sector con identidad propia. Se lo denomina, por vecinos y extraños, como “La Ranita”. Acaso su nombre deviene de las zonas bajas, otrora algunas cavas, y la falta de desagües adecuados, con zanjas a cielo abierto y aguas servidas, combinación que al juntarse con lluvias copiosas hacen del barrio un lugar inundado.

Lo cierto es que “La Ranita” define su pertenencia dentro de las calles Teniente Loza, Menchaca, Chaco y Diagonal Abispones, en ese orden, y por el sur Misiones y al oeste León Ponce. Este espacio, de unas pocas manzanas (unas 15 de forma irregular), posee calles abiertas y trazadas, más algunos pasajes internos, especialmente en su zona central.

Originalmente nacido a la par de San Agustín I y su parroquia, como asentamiento, la mayoría de las viviendas del lugar eran de material para inicios del 2020, aunque muy humildes cuando no elementales, sin servicios adecuados, con la llegada del agua potable a algunos vecinos en 2022 y 2023. Sin embargo, en algunos espacios, convivían las casitas de chapa con alguna pieza de material, en una clara muestra de la condición de pobreza de la mayoría de sus moradores.

El Periódico y portal de Internet “Pausa”, en una de sus recorridas por los barrios periféricos, se acercaba hasta “La Ranita”. En esa nota de Octavio Gallo publicada en diciembre de 2022, luego de la pandemia del COVID, se mencionaba que “En el límite noroeste de Santa Fe, casi llegando a Recreo, se encuentra La Ranita, uno de los 68 barrios populares de nuestra ciudad, en donde viven 523 familias según el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP), actualizado este año. El terreno que ocupan es de seis cuadras de largo y seis de ancho y está surcado por calles irregulares que aún no aparecen en Google Maps y por las problemáticas habituales para los barrios del cordón oeste: la falta de acceso a los servicios básicos, la precariedad de las viviendas y la desconexión histórica de las redes de integración sociourbana como los colectivos y los camiones recolectores de basura”.

ZANJAS EN LA RANITA - EL LITORAL 13-8-22 -PH FLAVIO RAINA
BARRIO LA RANITA - PAUSA - 1-12-22 - PH GABRIELA CARVALHO

La nota daba cuenta del origen como asentamiento entre cavas, pero también de la importancia del Movimiento de Los Sin Techo como entidad gravitante en la organización del espacio, la delimitación de terrenos para su ocupación con posibilidad de regularizar la tenencia de la tierra, a la par de dar apoyo con programas propios o nacionales para la construcción de una pieza de material, inicio de una mejora para erradicar ranchos. En tal sentido, como decía el padre Atilio Rosso, creador del movimiento, las soluciones deben ser pensando en las posibilidades de los pobres y con esa idea de mejoramiento de las condiciones en el terreno, no de grandes programas irrealizables. Si no se podían hacer planes de viviendas, comenzar con una pieza de material, con techo de chapa y paredes de ladrillo, piso de cemento, era un comienzo.

“La Ranita” para el inicio de los 2020 no poseía una adecuada red de distribución eléctrica, con muchos “enganchados”, de los cables dada su condición de pobreza, y con ello el recalentamiento de conductores y hasta incendios por la precariedad y poca seguridad de las instalaciones.

CALLES DE LA RANITA - WEB SIN MORDAZA
CASA EN LA RANITA - FB MANUEL TESTI
PAVIMENTO ARTICULADO EN LA RANITA - WEB MUNICIPALIDAD 2023

Pero sin lugar a dudas, el tema de las cavas, una de ellas que podía ser dispuesta como espacio verde para el vecindario pero que hasta 2023 no había tenido ese adelanto, fue siempre junto con el cirujeo como economía de subsistencia la problemática de los microbasurales a cielo abierto. Pero también la ausencia del servicio de recolección por el mal estado de las calles.

Pausa refería al respecto en la nota del cronista en palabras también de Viviana Garnica, vecina y referente de la organización barrial Nuestramérica: “Y después está el tema de la basura, una de las deudas históricas más profundas del barrio; de hecho, cuando el barrio nació, los desechos ya estaban ahí, tapando las zanjas. ‘No tenemos dónde tirar la basura porque el basurero no pasa por La Ranita’, cuenta Viviana. Estamos luchando para que nos puedan traer tierra para rellenar y tapar la cava para que se acabe el olor, ahora que viene el verano. Pero no nos están dando pelota. No sé por qué esperan que uno haga quilombo para escuchar’. La solución que ideó Nuestramérica es la conformación de una cuadrilla de limpieza, que se encarga de mantener La Ranita en las mejores condiciones posibles. ‘Los vecinos nos agradecen por el trabajo que hacemos, porque se mantiene el barrio limpio. Los compañeros se organizan para esperar al camión, porque la gente tiraba la basura a la cava, y quemar no se puede porque hay criaturas con problemas respiratorios. Ahora caminás por la calle y ves todo limpio, acá en la esquina había un microbasural que ya no existe más. Ese es nuestro orgullo’, sintetiza Viviana”. (Pausa – 1/12/2022)

Esa militancia barrial de Nuestraamérica, según la nota “presente en 23 de los 68 barrios populares existentes en la ciudad de Santa Fe, y trabajan en el marco de la organización –realizando diversas labores comunitarias en comedores, copas de leche, cuadrillas de limpieza, entre otros”, solventados en 2022 con los planes potenciar trabajo por lo cual en la casa de Viviana comían diariamente 130 vecinos, con aportes de programas alimentarios para la preparación de la comida.

Justamente, la casa de Viviana Guernica, una humilde laburante, fue reconocida por el Registro Nacional de Barrio Populares Re.Na.Ba.P, lo que le otorgó un título del terreno y la propiedad. “Me sentí muy feliz (decía la entrevistada) porque por primera vez sentí que nos tuvieron en cuenta, por una vez en la vida, en algo. Fue muy lindo saber que yo, que soy una mina de la calle, por primera vez podía decir ‘tengo algo, es mío’”.

Para inicios de 2023 algunas mejoras llegaban a La Ranita, en el marco de un programa con fondos gestionados por la Nación desarrollado por el municipio que incluía la extensión de la red de agua potable a los domicilios y mejoramiento de algunas calles con pavimento articulado y cordón cuneta. El detalle del comunicado oficial de la municipalidad detallaba que “Los trabajos, enmarcados en esa iniciativa municipal, mejorarán sensiblemente la calidad de vida de 2300 familias de los barrios Yapeyú, San Agustín, La Ranita y Loyola Norte. Contemplan la provisión de agua potable, cloacas, desagües domiciliarios y pluviales, alumbrado público, red vial y puesta en valor del bulevar 12 de Octubre. El proyecto cuenta con financiación del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)”. Estas obras prescribían entonces también desagües como por ejemplo por calle Ulrico Schmidl hasta desembocar en el reservorio ubicado detrás de Schmidl y diagonal Obligado.

Signado por los problemas de inseguridad, también como otros barrios populares, “La Ranita” sufría la problemática de usurpaciones y enfrentamiento de bandas para la década del 2020. Sin embargo, con la presencia solidaria de instituciones y de los vecinos comprometidos con su lugar, sostenían su trabajo para mejorar y ver crecer a “La Ranita”.

CALLES DE SAN AGUSTIN II - 2023
DIAGONAL OBLIGADO Y RIO NEGRO - BARRIO SAN AGUSTIN
DIAGONAL OBLIGADO - BARRIO SAN AGUSTIN

En los vecinos la historia

Como en la mayoría de las barriadas más contemporáneas de la ciudad de Santa Fe, San Agustín (I y II), tienen esa característica. Acaso porque su historia está relacionada a los tiempos en los que los medios de comunicación no reflejaban, o no podían, todos los hechos que sucedían, o porque era una parte de la ciudad que no tenía interés para académicos o comunicadores. Como sea, por la ausencia de empatía, o por censura y/o complacencia, no es extraño que el inicio de la ocupación extendida de la zona de San Agustín se diera en el marco de la Dictadura Cívico Militar, con su intervención de facto también en el municipio santafesino, cuando se hacía el traslado del viejo Mercado de Abasto.

En ese marco, muchos santafesinos, vecinos de otros barrios como Alto Verde, Varadero Sarsotti, el Centenario en la zona del Fonavi San Jerónimo, entre otros puntos, eran “trasladados” por camiones municipales hasta los terrenos de Teniente Loza, cerca de nuevo mercado.

Héctor Bonetti, vecino de San Agustín de niño, referente del Centro Cultural Jorge Delconte de San Agustín II, recordaba aquellos tiempos donde los recién llegados eran llevados por las autoridades castrenses/municipales, de manera compulsiva, con sus pocas cosas, algunos maderos, y chapas de cartón para hacerse su “corte de rancho”, sencillamente, por ahí.

Eran fines de los setenta, recordaba Bonetti, “yo soy del 67 así que en el 76 (por 1976), tenían nueve, diez años, que trajeron así medio de ‘prepo’ en la época de la Dictadura Militar a gente en camiones, y la traían de noche…”. Esos camiones llegaban por el Viejo Camino a Esperanza, no usaban ni la Ruta 11 ni Teniente Loza con su única mano de hormigón para llegar al frigorífico, acaso para hacer menos visible el traslado de las familias desde la zona sur hasta los límites de la ciudad. Era en la noche y por el antiguo camino, entre la oscuridad y la violencia del desarraigo, los bajaban en una canchita de fútbol que había, un potrero, desde donde tenían al despuntar el alba que buscar un lugar donde quedarse.

“Al otro día –recordaba Héctor– venían los mismos camiones que le traían cortes de rancho, que eran chapas de cartón. Y se creaban ranchitos en barrios con cincuenta familias en ranchitos de chapa de cartón que eran totalmente inflamables”.

Bonetti relacionaba ese desalojo y traslado a la fuerza con los años previos al Mundial de Fútbol de 1978 y a querer “mostrar” por parte de los militares en el poder una Argentina ordenada y sin pobreza, en especial en las entradas de las ciudades. Por ello, recordaba este vecino, que los “mudados” a naciente San Agustín a fines de los 1970 eran de la “Boca del Tigre”, también “…venían de alguna parte de Chalet, de Alto Verde, en donde aprovechaban la parte de inundación y entonces iban levantando gente”, o como con algunos de La Tablada, frente a San Agustín, que los habían levantado de Varadero Sarsotti.

En cuanto a la relación con el Mercado de Abasto como generador de trabajo para los vecinos de San Agustín I y II, para uno de los integrantes del Centro Cultural Jorge Delconte, uno setenta por ciento, o más, de los trabajadores son de los barrios aledaños. No sólo para hombrear o subir y bajar cajones de verduras, hortalizas o frutas, cosa que en el nuevo tiempo realizan cargadores hidráulicos, sino también en otras áreas administrativas y de mantenimiento, en especial con las nuevas generaciones de vecinos, los hijos o nietos de los primeros llegados, que vía la educación lograron capacitarse para estas otras tareas más estables y mejor remuneradas.

Otra oleada de gente que se afincó también en San Agustín I fue la que siguió desde Santa Rosa de Lima, y algo del oeste de Roma, al Mercado de Abasto como fuente de trabajo. 

TANQUE SAN AGUSTIN - PH NATI MERKI
CALLES DE SAN AGUSTIN II - 2023
CALLES DE SAN AGUSTIN II - 2023

Esos llegados tampoco fueron agraciados con planes de viviendas. Justamente, una de las características de San Agustín I (Vecinal Yapeyú Oeste) y San Agustín II, es que carece de planes de vivienda tipo FONAVI, o de gremios. Las únicas viviendas de material levantadas con una fisonomía similar fueron las del Movimiento Los Sin Techo, por auto construcción y mutua ayuda, ya en los años ’90 en adelante, y especialmente hacia la zona oeste, contra las vías y los reservorios de la más reciente Avenida Circunvalación Oeste (RN 11).

EETP 387 SAN AGUSTIN - 2023
ESTACION MUNICIPAL SAN AGUSTIN - 2023

En realidad, lo que hubo en San Agustín I fue una modalidad de construcción de las viviendas con apoyo municipal, con un obrador/depósito que estaba donde ahora se encuentra el Polideportivo La Tablada y la delegación municipal. De esta manera, con ranchos dispersos por el lugar, “Fueron vecinos autoconvocados que se comenzaron a juntar ahí, recordaba Héctor Bonetti, más o menos en la época del presidente Raúl Alfonsín, que le daban a las familias créditos blandos para que trocar el rancho de cartón por una pieza de material. Entonces ahí se fueron organizando los vecinos y lograron el primer grupo de casas en lo que es San Agustín I”. Vale recalcar que esta zona del barrio se la reconoce como la primera en urbanizarse, porque a la par de los materiales, en especial los bloques de cemento para construir las “piezas” al lado del ranchito, se trazaron los terrenos y las calles, con lo cual si bien no hubo planes de viviendas extendidos ambos San Agustín presentan un trazado sin pasajes ni laberínticos recorridos, lo que brinda un mejor aspecto a la barriada y una facilidad mayor para el desarrollo de mejoras y la extensión de servicios.

En tal sentido, se puede señalar que San Agustín I corresponde a la zona comprendida por Loza, Camino Viejo a Esperanza (Diagonal Vuelta de Obligado), Chaco y Luis Ponce, aproximadamente. No obstante lo dicho, cerca de la parroquia San Agustín, en esa parte del barrio, Bonetti recordaba que la comunidad parroquial gestionó la construcción de un pequeño grupo de viviendas.

En cuanto a la ocupación y urbanización de San Agustín II, era todo campo, donde comenzaron con el municipio las primeras ocupaciones, y en ese momento, se produjo la delimitación de terrenos y trazado de calles, lo que facilitó el ordenamiento en el asentamiento. En esa tarea fue fundamental la vecinal San Agustín II al inicio de los años ‘90, y la militancia barrial de algunos importantes referentes.

En esa urbanización se trazaron terrenos de diez metros de frente por cuarenta de fondo, recordaba Bonetti, estrategia en la que además fue importante “un grupo de trabajadores entre los que estaba Jorge Delconte, Lucila Viola, Ángel Espinosa, que fueron los primeros creadores de la vecinal, pero que además eran militantes de un partido político, del PI, el Partido Intransigente”. Comentaba Héctor que este grupo de militantes, presentes y viviendo en el barrio, “venían con una lógica de urbanización, para que el día de mañana, para como ocurre actualmente que no nos damos cuenta, que tenemos la posibilidad que pase el camión de la basura, que pase una ambulancia, un camión repartidor, un patrullero, cosas que a veces no se logran cuando viene la gente y se acomoda y se arma la tradicional villa”. Con maquinaria municipal, viejas niveladoras de arrastre, las “champión” se marcaron las primeras calles de San Agustín II.

La primera escuela de ambos San Agustín se ubica en el primero, es la Ravena, la primera entidad educativa pública primaria del lugar, en Camino Viejo a Esperanza y Teniente Loza. “Después vino la Escuela Santa Mónica”, decía Bonetti, la escuelita parroquial de San Agustín. En indudable en toda esta zona de la ciudad la influencia de la “quinta de los jesuitas”, que eran los terrenos del Colegio de la Inmaculada Concepción que llegaban hasta el Camino Viejo a Esperanza y más al norte de las vías del Ferrocarril a Las Colonias, tal como se describe en los mapas antiguos.

CALLES DE SAN AGUSTIN II - PH NATI MERKI
EDIFICIO VECINAL INTRUSADO - 2023
TENIENTE LOZA Y ESCUELA RAVERTA - 2023

Los comienzos de San Agustín no fueron fáciles. Rememoraba Héctor al respecto: “Acá se ven los progresos lentamente. Yo viví en este barrio cuando era todo barro, y ahora podemos caminar y salir de la casa con iluminación, con cordón cuneta, con asfalto en algunos lugares y lo que no lo tienen tiene ripiado, pero bueno tuvieron que pasar 55 años. Para que venga la cloaca, para que venga el gas natural, espero que no tengan que pasar otros 55 años más…”.

Por el lado de San Agustín II, que comenzó en 1990, se sostuvo con actividades por muchos años, con gravitante presencia en el barrio, pero luego de la pandemia, incluso la radio comunitaria que tenía, junto con la acefalía de una comisión constituida, llevó al abandono al predio y edificio, ubicado en Chubut y Los Negruchos, incluso se viera usurpado.

JARDIN MUNICIPAL SAN AGUSTIN - 2012
JARDIN MUNICIPAL SAN AGUSTIN

La presencia de “Los Sin Techo” en el barrio, tanto con su jardín de infantes N° 1491 “Nuestra Señora de Luján” en Los Teros 7350, como su acción de cambiar casas de material por ranchos. Por ejemplo, en el año 2021 era noticia la construcción de 63 casas en barrio San Agustín II. El diario Uno Santa Fe daba cuenta de ello y mencionaba en una nota que esta iniciativa formaba parte de la segunda etapa del programa “No Más Ranchos en Santa Fe, llevado a cabo por el movimiento Los Sin Techo en conjunto con el gobierno provincial”. Asimismo, se destacaba desde el medio que estaba previsto en ese año firmar “un segundo convenio para construir otras 200 viviendas más en barrio San Agustín II, con el primer tramo ya iniciado con la construcción de 63 casas que serán el hogar de las familias asentadas en ranchos del lugar”. El primero grupo de 30 viviendas de esas 63 se había comenzado a construir “detrás de la escuela Santa Mónica y en uno de los lugares con mayor pobreza de la ciudad”. (Diario Uno Santa Fe 3/7/2021)

JARDIN 1491 LOS SIN TECHO I - BARRIO SAN AGUSTIN

Otro aspecto relacionado con San Agustín II, en cuanto a los atrasos de servicios, para el inicio de la década del 2020 en la carencia de agua de red. También, el servicio de transporte no circulaba por el barrio, sin embargo, para el 2023 se había pavimentado un circuito entre diagonal Vuelta de Obligado, Misiones y Los Teros, a la espera de que la línea 15 ingrese al barrio y evitar que los vecinos tuvieran que caminar hasta Teniente Loza. 

CALLES DE SAN AGUSTIN II

En ese marco las obras del municipio realizadas bajo el final de la intendencia de Emilio Jatón incluyeron además algunas mejoras para San Agustín I y La Ranita (la zona este del San Agustín Original) y Loyola Norte. Según el comunicado oficial del municipio se había avanzado “en la red vial desde el bulevar 12 de Octubre hasta Los Negruchos y también en Fray de Oro”, pero además, el cordón cuneta cubrió “Chubut, entre Larrechea y Fray de Oro; y en Larrechea, desde Ex Combatientes de Malvinas a Neuquén”, más el mejorado pétreo en varias calles, como “Chubut, desde 12 de Octubre a Menchaca”En cuanto al agua potable de red, se mencionaba que las conexiones se habían hecho en “viviendas localizadas en La Ranita y Loyola Norte. Cabe mencionar que para esto es necesaria la expansión del acueducto Santa Marta”. (https://santafenoticias.gob.ar/jaton-estamos-transformando-integramente-el-barrio-san-agustin/)

Esas inversiones, mediante un crédito internacional gestionado por intermedio del Gobierno Nacional, además de pavimento con cordón cuneta relacionado al futuro recorrido del colectivo, incluyó cruces entubados e iluminación en algunas calles.

También en julio de 2023 se mejoró un espacio verde frente al Jardín Municipal San Agustín, en el corazón del barrio. Se trató de la instalación de ocho nuevos juegos fabricados con plástico reciclado, en el marco de la colecta de tapitas que promovía el municipio.

Más allá de los aportes estatales, con el esfuerzo de sus vecinos, con la presencia de numerosas instituciones intermedias y el trabajo solidario, con varias dependencias del Estado provincial y municipal, el futuro de San Agustín, I y II, continuaba en construcción en el inicio de la década del 2020 con postergaciones pendientes, pero con trabajo y esperanza de progreso para una barriada que sabía de necesidades, pero también de avances, por lo mucho que faltaba por hacer.

Héctor Bonetti, los recuerdos de San Agustín

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